Nos ha llevado muchos años llegar a un desarrollo como el smartphone: pequeño, ligero, potente, con una interfaz de usuario razonablemente buena… para muchos, el smartphone forma ya casi una parte inseparable de sí mismos, una prolongación prácticamente natural de su cuerpo y de sus sentidos que viaja de manera permanente en su bolsillo, duerme en su mesilla de noche, hace de despertador, de radio, de reproductor de música, de mapa, de monitor de ejercicio, etc.
Y sin embargo, algunos desarrollos recientes parecen indicar que podríamos estar avanzando hacia el fin del concepto smartphone entendido como tal. No pasado mañana, y no sucedido por otro tipo de dispositivos, sino víctima de un proceso gradual de deconstrucción de sus funciones, de fragmentación.
El smartphone, después de todo, puede dividirse, como hacíamos con los ordenadores de sobremesa convencionales, en una CPU y una serie de periféricos. En el caso de los ordenadores de sobremesa clásicos, la división era clara: la CPU estaba dentro de una caja y contenía procesador, memoria, placa base, tarjeta gráfica, etc. Los periféricos eran, por ejemplo, de entrada (teclado, ratón, escáner…), de salida (pantalla, impresora…) o mixtos (pantalla táctil y otros). Cada uno, por lo general, separado y diferenciado en un dispositivo diferente.
En el smartphone, todo está metido en una misma caja con tamaño de bolsillo. Un hecho que, unido al tamaño y eficiencia de las baterías, condiciona en gran medida sus posibilidades de diseño. Pero recientemente, estamos viendo una serie de desarrollos que parecen destinados a mover una parte de los dispositivos del smartphone hacia fuera de su diminuta caja, y a replantearlos como dispositivos separados, aunque no independientes: las ya muy comentadas Google Glass, por ejemplo, o la reciente patente solicitada por Microsoft para un dispositivo parecido no son, en realidad, más que formas de tomar la información producida por un smartphone o dispositivo similar (si se quiere dotar a las propias gafas de capacidad de proceso, el peso aumenta sensiblemente y los compromisos en el diseño se hacen muy complejos) y mostrarla al usuario en una interfaz alternativa, con menores limitaciones de tamaño, y nuevos problemas derivados de una atención superpuesta a la realidad. Si añadimos interfaces de voz, proyectos como Siri, Sherpa o afines – ante los que, tras mi experiencia de uso, me sigo mostrando sumamente escéptico – hablamos de maneras de llevarse la interacción desde un teclado o pantalla táctil, a un interfaz mucho más libre de condicionantes de diseño. O el llamado smartwatch, reloj de muñeca convertido en realidad en pantalla interactiva que, además de mostrar la hora, hace de interfaz para funciones como la interacción con apps, la reproducción de música o la gestión de llamadas.
Llega un momento en que parece que podríamos plantearnos separar el smartphone en componentes: una «caja» con procesador, memoria, batería, GPS, acelerómetros y componentes afines, que se comunica a través de una Personal Area Network o PAN con una pantalla remota ubicada en el reloj o en las gafas, con un auricular, y con dispositivos que van desde un teclado plegable de bolsillo hasta simplemente con la voz para plantear la interacción de usuario. O lo que pueda ir surgiendo a partir de esa idea. Cada vez que salgo a hacer ejercicio, pienso en lo conveniente que sería, en lugar de tener que consultar la pantalla del smartphone para ver los parámetros del mismo (kilómetros recorridos, calorías quemadas, ritmo, mapa, etc.), poder verlos en una capa que se superpone a la realidad. Y ese es solo uno de infinitos posibles ejemplos.
¿Fin de la era smartphone? ¿Lógica evolutiva? ¿O simplemente ciencia-ficción?
Creo que es una evolución lógica y deseable. La ciencia ficción de hoy casi siempre es la realidad de pasado mañana.
Hay muchos otros ejemplos que apuntan hacia esa fragmentación que describes y que entiendo natural y propia de los nuevos usos que han abierto los smartphones. Estamos entrando en la conectividad de los objetos en general y los smartphones van a ser decisivos en esta generalización: bombillas que tienen inteligencia y te avisan de que has recibido un correo importante con un destello de luz, o relojes que contienen la app que usas al correr como es el caso de Pebble. Interesante también que a su vez, estos nuevos objetos van a ser capaces de construir un ecosistema muy de nicho alrededor de ellos mismos, como ha sido anteriormente el caso de los smartphones.
Quizás simplemente que como a los ordenadores, a los smartphones también se le conectarán periféricos. O no, quizás la internet de las cosas lo que traiga sea una inteligencia distribuida.
Ya lo veremos :)
La terrible y eterna lucha entre la navaja suiza que tiene de todo, o una serie de apartaos especializados cada uno en hacer solo bien una única cosa.
En principio parece muy útil llevar en el bolsillo una navaja suiza, o mas aún el moderno puñal de supervivencia de Rambo, que tiene, de anzuelos a brújula a condones, pero en la práctica, tenemos en casa, cinco tipos de cuchillos diferentes, un sacacorchos, unas tijeras un serrucho, y un botikin de urgencias. y ¿qué es lo que usamos en la realidad? – ¿Esos aparatos, o el puñal de Rambo?. Al fin y al cabo la realidad es que vivimos en una vivienda situada en un pueblo o ciudad y no en medio de la Selva vietnamita.
Enrique, el articulo de BI al que aludes se inspira en el comentario de un lector tuyo.
Nicholas Carlson, de BI, escribe el 21 de Nov «Some Wonder If This Is The Next Big Smartphone Platform» en referencia a Sailfish OS (evolucion de Meego)
http://www.businessinsider.com/some-wonder-if-this-is-the-next-big-smartphone-platform-2012-11 ;
Txemi contesta en un comentario «DOA. I bet the next big platform won’t look like a phone»
Nicholas lo destaca como «Featured comment.»
Y al dia siguiente, el 22 de Noviembre, Nicholas Carlson rescata Google Glass para escribir el articulo que inspira el tuyo.
Lo mas interesante es que el tal Txemi escribe un blog en ingles, y entre sus últimos 5 posts hay uno sobre Google Glass!!
http://disruptionmatters.com
¿Fin del smartphone por un cambio hacia unas gafas?
Hoy en día, lo dudo mucho. De aquí a 5 años .. pues puede. Es demasiado pronto.
El Smartphone era inimaginable hace muy pocos años. Me preocupa la velocidad de cambio y sus repercusiones sociales.
Enrique!!
Tan dramático tampoco… como «un fin»
sino como «una necesidad» –> Lógica evolutiva!!
Hugzz!!
El concepto smartphone yo lo identifico más con los móviles tipo nokia e72 que con los táctiles-cueste-lo-que-cueste. Desde luego si vamos a avanzar hacia algún sitio yo prefiero a que sea la combinación de táctil con teclado físico.
salu2
Yo creo que hay una evolución natural que va a cambiar nuestra manera de interactuar con las maquinas, de hecho a lo largo de la evolución tecnológica esa forma de interactuar ya ha ido evolucionando y sigue hoy en dia en proceso evolutivo.Cada vez mas las interfaces virtuales van ganando mas terreno, las pantallas táctiles, los dispositivos de voz, todo tiende a intentar facilitar la comunicación entre hombre y maquina y todavía queda mucho que andar pero ya hay un largo camino recorrido.
No lo veo. Cambiaran las formas, llegaremos a implantes cerebrales y tal pero no se volverán a delegar funciones en otros aparatos mas allá de lo imprescindible y a menos que la ventaja para el usuario sea grande pues, quien sale de casa con mas de lo que necesita ?
Me alegro de este oost .y lo utilizarè para apagar sonrisas. Yo tengo desde el mes de mayo un smartwach de Sony y me permite entre otras cosas, consultar desde la muñeca correo, twitter,facebook,,temperatura,posición y controlar camara de fotos y reproduc tor multimedia desde el reloj sin tener que sacar el mobil del bolso .Estoy encantado., pero todavia cuando lo utilizo, siempre veo la sonrisita de alguno.
Evidentemente,…marca hora:-) y estéticamente lo encuentro precioso.
Simple lógica evolutiva. En cualquier caso no creo que la evolución sea tan dramática como la que se describe y todo pasa más por la simplificación que por la fragmentación. La forma de interactuar con el dispositivo pasará de ser táctil a ser sustituida por la voz sin que haya una diferencia sensible en cuanto al formato del aparato.
La gracia del smartphone es tener UN dispositivo móvil con múltiples funciones, por eso se llama «teléfono inteligente». No creo que el smartphone desaparezca, al menos de aqui a 10 años. Puede que sea complementado con accesorios, pero no desaparecer como tal.
El smartphone tiene una ventaja importante, por ahora: Lo agarras, te vas y listo, tienes todo lo «necesario» !!! … Y estoy seguro que eso es importantísimo en el éxito del aparato.
Cada adminículo agregado es un nuevo problema. En mi caso uso auriculares bluetooth. Las veces que me quedo sin música porque olvido ponerlo a cargar !!! Tener que estar constantemente «monitoreando» 3 o 4 aparatos con distintos ciclos de carga-descarga es al menos un incordio (Ya se solucionará esta limitación, pero por ahora es así)
Me da la impresión de que el smartphone, en el corto plazo mantendrá el núcleo de las funcionalidades más universales, y el resto de funciones de menor impacto comercial, se mantendrán separadas.
Como siempre, la última palabra la tendrán los de marketing, no los ingenieros.
Gracias a todos.
Creoque el futuro son las pantallas flexibles e irrompibles, que podrian colocarse en el brazocomo como un brazalete