Miguel Ángel Criado, de Materia, me contactó por correo electrónico al hilo del supuesto fallo de Facebook, que según algunas fuentes había expuesto mensajes privados de sus usuarios en sus timelines, y ayer me citó en su artículo titulado «El fallo no es de Facebook sino de sus casi mil millones de usuarios«.
Cuando empecé a ver la alarma en torno al tema intenté comprobarlo en mi cuenta y en algunas otras, y me encontré con que, como ya se ha aclarado posteriormente, el fallo no era tal: se trataba de mensajes que habían sido publicados originalmente en el muro por algunos usuarios, y que ahora parecían personales, pero que en realidad nunca estuvieron ocultos. La respuesta oficial de Facebook fue esta:
A small number of users raised concerns after what they mistakenly believed to be private messages appeared on their Timeline. Our engineers investigated these reports and found that the messages were older wall posts that had always been visible on the users’ profile pages. Facebook is satisfied that there has been no breach of user privacy.»
El tema debería, en cualquier caso, hacernos reflexionar sobre qué lleva a muchos usuarios a considerar como privados mensajes que, en realidad, nunca lo fueron. En gran medida, el hecho de que Facebook es una red que ha evolucionado en varias ocasiones siempre en el mismo sentido, en el de abrir más información a más personas en sus opciones por defecto. En segundo lugar, el hecho de que muchos de sus usuarios – posiblemente, una mayoría – no tengan realmente claro el uso de Facebook como herramienta, ni ahora, ni mucho menos hace varios años, que es de cuando se decía que eran los mensajes supuestamente expuestos: en aquella época, muchas personas escribían mensajes personales en los muros de sus amigos, sin darse cuenta de que en realidad, los exponían a todos sus amigos, pero ver eso ahora, en una Facebook con más de mil millones de usuarios muy interconectados entre sí, parece algo diferente. Y en tercero, el hecho de que la gestión de la privacidad en Facebook, como herramienta, resulte en muchas ocasiones enormemente confusa y farragosa, y sea muy difícil saber qué estamos compartiendo con quién, en dónde y a qué nivel, como atestiguan los muy numerosos errores – en ocasiones muy embarazosos – cometidos por los usuarios.
En cualquier caso, una llamada de atención – la enésima – sobre cómo utilizamos las redes sociales, qué compartimos en ella, y qué nos puede parecer dentro de unos años el ver esa información ahí que en su día compartimos alegremente. Un tema para pensar sobre él, sobre todo por las diferencias que estamos viendo que se producen entre distintas generaciones. ¿Le preocupará a los jóvenes de hoy dentro de unos años lo que compartieron en sus redes sociales, o simplemente su concepto de la privacidad ha cambiado hasta tal punto que no les preocupa exponer mucha más información personal de la que las generaciones anteriores consideraban protocolario exponer?
A continuación, el texto completo de las tres preguntas y respuestas que intercambié con Miguel Ángel:
P. Partiendo de que no ha habido fallo por parte de Facebook, ¿Qué crees que ha pasado para que este tema estallara de esa manera?
R. El tema cumple todos los requisitos para dotarse de una elevada viralidad: tiene lugar en un entorno comunicativamente hiperactivo, es empático (lees que le ha pasado a otros y automáticamente te preocupas por si te ha pasado a ti), y está formulado de una manera neutral y objetiva. Es lógico que estalle, aunque sea falso. Por otro lado, siendo falso que exista un problema por parte de Facebook, es indudable que los sucesivos cambios de interfaz y políticas de la compañía han contribuido a un cambio en nuestra concepción de la privacidad que nos lleva a que cosas que antes publicábamos con toda naturalidad en el muro de Facebook de un amigo (porque en Facebook había menos usuarios, porque el muro de Facebook de una persona solo lo leían sus amigos reales, y porque sencillamente mucha gente no lo sabía usar bien) ahora nos parezcan mensajes personales que se han escapado de su entorno privado, cuando en realidad nunca fueron privados como tales. Facebook debe ser consciente de que en esa transición, impulsada por su parte y anclada en valores firmes que la compañía y su fundador defienden (la privacidad como «anomalía histórica» que se dispone a ser erradicada por la evolución de la tecnología) hay algunas cosas que no ha sabido explicar de la manera adecuada y para todos los públicos.
P. No es paradójico que, habiendo renunciado a buena parte de nuestra privacidad participando en redes como Facebook, ahora nos rasguemos las vestiduras?
R. En realidad, la mayor parte de la gente usa una herramienta que ha sido puesta a su alcance e impulsada por un fuerte desarrollo en su entorno y en los medios, pero en realidad no sabe cómo se usa ni para qué. Es un fenómeno de difusión y adopción poco meditado, y con esto no quiero decir que sea malo, sino que tiene unas barreras de entrada tan bajas, que muchos de los que lo empiezan a usar no son conscientes de lo que hacen realmente. El desarrollo de Facebook se encuadra en un cambio de concepto fortísimo sobre la evolución de la noción de privacidad, cambio que si bien las generaciones más jóvenes han abrazado de manera entusiasta (no necesitaban adaptarse, casi «nacieron con él»), las personas de más edad no han acabado de entender. Entenderlo no les haría, seguramente, dejar de usar Facebook, pero posiblemente sí utilizarlo de otra manera.
P. Con este asunto, los medios tradicionales han vuelto a quedar mal. Si un blog rectifica una información, refuerza su reputación pero ¿pasa lo mismo con los periódicos?
R. Los periódicos quedan mal porque viven en una cultura de la información errónea: no han rectificado jamás, cuando lo hacen, lo hacen en letra pequeña y páginas interiores, y pretenden ser siempre infalibles, algo que en el entorno informativo de hoy es simplemente imposible. El periódico se ve a si mismo como «el que produce la información» y los lectores son «los que la consumen», cuando hoy en día eso ya no es así, y tienes que asumir que siempre hay alguien al otro lado que sabe más sobre el tema que tú. Así, cuando un periódico se equivoca, intenta que parezca que no fue así, disimula, o rectifica discretamente, en lugar de asumir que esa equivocación era razonable en función de la información disponible en el momento y tratar de aclarar el tema lo mejor posible para mantener su papel de referencia. El papel de un blog es muchas veces diferente: en mi caso, por ejemplo, vi la información, no vi el tema claro, no lo pude contrastar en mi propio timeline, y decidí no publicar sobre ello… hay que entender que en el caso de un periódico, esa posibilidad tan cómoda de «esperar al toro desde la barrera» sencillamente no existe.
Buenas respuestas Enrique.
Quien dice periódico dice telediarios, que también hacen lo mismo. Aunque en el caso del telediario si que pueden rectificar -cosa que todavía no han hecho, y dudo que lo hagan-.
Por mi parte no noté problemas en mi muro -quizá sea porqué tengo mi Facebook impoluto, soy muy quisquilloso con el orden y la selección de «amistades»-
Saludos!
En mi TL de FB había mensajes privados. MENSAJES PRIVADOS, DM’s, ponedle el nombre que queráis, pero no eran publicaciones Wall-to-Wall. Soy de ese tipo de ‘rara avis’ que ya hacía grupos de amigos para preservar mi (y nuestra) privacidad en 2009, así que la respuesta para la mayoría de que, la gente no se preocupa de configurar la privacidad de su perfil, conmigo no vale.
Sinceramente, no me creo la versión de FB porqué tengo la prueba. Y eso (junto con más detalles) me están llevando a plantearme el cierre definitivo de la cuenta.
Albin, tu postura no es la única. Muchos usuarios también manifestaban su descontento y también les pasaba que veian DM’s en sus muros.
Y con lo que comentas y sabiendo que no eres el único, no me extrañaría nada que se produzca un alud de bajas de FB…
De todas formas, que todos esos mensajes «aparezcan» al mismo tiempo revela que algo se le ha escapado al equipo de Mark Zuckerberg. Supongo que llevar sobre tus hombros el peso de una multa bien gorda influye para que digas que son los usuarios los culpables ¿no? :)
Hola, de supuesto nada, tengo mensajes directos que sin ninguna duda fueron privadas durante los años 2008, 2009 y aparecen en la biografía como si hubiesen sido conversaciones de muro (mezcladas con otras que si lo fueron).
Confirmado además con las personas que tuve esas conversaciones. Nunca he tratado nada confidencial por FB por lo que no tengo problema, pero el error existe y me parece bastante grave.
Enrique, sin duda tienes razón en todo lo que comentas, pero no olvides que la configuración de la privacidad ha cambiado mucho en los 7 años de vida de Facebook (lo comentas, pero de pasada): The Evolution of Privacy on Facebook. Hay que tener un doctorado para saber cómo funciona Facebook. Así que, sí, la culpa es de los usuarios, pero también de Facebook, que hace con sus usuarios lo que quiere: cuando tienes mil millones de usuarios, los usuarios pasan a ser una mercancía.
Y los medios de comunicación, siempre quedan mal, «para muestra, un botón»: un vídeo con una crítica de dos noticias publicadas en septiembre.
Opino que Facebook esta en un camino de autodestrucción.
Si veo la tendencia en los adolescentes es pasarse a twitter de forma masiva (mucho más sencillo y más adaptado a su modo de comunicación),y si observo a los usuarios de facebook cada día hay más hastío de unas reglas de privacidad complejas y con agujeros, y un spam continuado e imparable por parte de empresas comerciales, aplicaciones u otros agentes automatizados que convierten la experiencia de usar facebook en desagradable.
Yo personalmente estoy dejando de utilizarlo completamente. Solo faltan estas noticias más o menos exageradas para que se acelere esta tendencia de ‘odiar’ a Facebook.
Creo que Facebook será un gran caso de negocio en unos años en los MBA’s. De tener el mundo en sus manos a convertirse en un paria……………
Muy buenas reflexiones Enrique. Ahora habría que preguntarse, ¿porque los medios generalistas han abrazado tan bien el discurso de las redes sociales y en cambio han menospreciado el conjunto de Internet (el caso de los blogs es flagrante)?. ¿No será que las redes sociales tipo FB y Twitter no cuestionan su status quo?…
Es verdad que la configuración de privacidad de Facebook es compleja. En lugar de intentar entenderla uso un truco: activo la navegación privada en mi navegador y a continuación me busco en Google. Veo perfectamente lo que los demás (no amigos) pueden ver de mi… Esto me vale para Facebook, Linkedin, etc.
En el artículo dices que el problema puede ser que hay usuarios que creen que publican mensajes privados cuando en realidad no lo son. Esto, si es generalizado, no es un problema de los usuarios, sino que es un PROBLEMA DE USABILIDAD de Facebook.
Para mi, Facebook no es desde luego la página más usable ni por supuesto accesible de Internet.
Bajo mi punto de vista, es un fallo de Facebook, que no un error.
El fallo está en dar la sensación de privacidad a los usuarios cuando no es así, cuando me manejo en Facebook mi primer pensamiento es que todo lo que escriba ahí es público, por lo que mis conversaciones privadas siempre, siempre, las hago fuera de Facebook.
Es un fallo de Experiencia de usuario, no un error, pero si los usuarios no se sienten cómodos con su privacidad se convertirá en algo peor para ellos.
Por lo que he leído, no parece una falla de seguridad, ni un bug por parte de Facebook, sino una falta de buen diseño.
Saludos!
Enrique, te confundes. Quizá es porque cuando yo cree mi cuenta en FB (allá por el 2007) estaba viviendo en Holanda, y en España no se ha dado, pero te garantizo que en mi grupo de amigos holandeses nos ha pasado a muchos.
Tanto que hasta ha habido un problema de cuernos entre 2 personas que (gracias a dios) ahora ya eran ex-pareja. Eso no son deslices que se cometen.
En mi caso hay varias conversaciones que no eran wall-to-wall. Seguro, porque hablaba de cosas privadas. La han cagado. Y no han querido reconocerlo. Por mi parte he cerrado mi muro a mis amigos, y me jode, pero es lo que hay.
Un gestor de crisis como Eli Gold (The goodwife) diria que no es buena política responsabilizar a las víctimas de un determinado suceso. Creo que la empresa tendrá una parte de responsabilidad, que puede ser enorme si, como parece, las cosas son complejas y no están nada claras. Y, especialmente, se vive de «pescar en río revuelto».