Como ya hemos comentado recientemente, los avances en tecnología y en su adopción por parte de las instituciones parecen empeñados en confirmar las visiones más distópicas de la ciencia ficción.
Por un lado, es como mínimo interesante echar una ojeada a Domain Awareness, el proyecto que Microsoft ha desarrollado para la policía de la ciudad de Nueva York (NYPD), recientemente presentado por el alcalde de la ciudad, Michael Bloomberg, y en virtud del cual la ciudad amortizará parte de sus entre treinta y cuarenta millones de dólares de coste percibiendo un 30% de las ventas de licencias del sistema a otras ciudades: una red de más de tres mil cámaras y dos mil seiscientos detectores de radiación que permite, entre otras funciones documentadas, localizar y verificar alertas terroristas en mucho menos tiempo, monitorizar el automóvil de un sospechoso y comprobar sus recorridos en los últimos días, semanas o meses, acceder automáticamente a los antecedentes de cualquier sospechoso, etc. Un auténtico all-seeing-eye o Gran Hermano ciudadano capaz de saber dónde está cada uno en cada momento.
Pero cambiemos de escenario: vámonos a Brasil. En la prensa de hoy se detalla el 30 de junio de 2014 como la fecha límite para que todos los vehículos del país tengan instalado el sistema Siniav (ver traducción), un conjunto de dispositivo de identificación por radiofrecuencia que costará unos cinco reales y se cobrará con los impuestos de matriculación del vehículo, y que se acompaña de un despliegue de antenas distribuídas por todo el país unidas a una central de procesamiento. El sistema es similar a los utilizados para circular por los peajes de autopistas sin detenerse (un sistema que, de hecho, se integraría con este), pero su propósito es tener localizados de manera permanente a todos los vehículos, evitar robos, monitorizar las condiciones del tráfico, elaboración de matrices de origen-destino de desplazamiento de vehículos, determinación confiable de la flota en circulación, control de fronteras (los vehículos entrantes también lo recibirían), identificación de vehículos que circulen sin el dispositivo, control de velocidad o de zonas prohibidas, etc. Es, básicamente, como hacer login con tu vehículo y permanecer identificado en todo momento. Temas similares a los que ya mencionamos allá por el año 2005 o 2009, pero ahora no hablamos de ensayos ni de ciencia-ficción, sino de algo que se espera que esté instalado y funcionando en todo Brasil a mediados de 2014, dos años antes de los próximos Juegos Olímpicos de Río 2016.
El mundo está cambiando. Y nuestra percepción de la privacidad, del control y de la seguridad también lo va a hacer. Nos guste o no. Vete releyendo o volviendo a ver «Un mundo feliz«, «1984«, «Minority Report«, «Gattaca» y demás arsenal de visiones futuristas, porque esto es lo que hay.
El futuro ya está aquí, la geolocalización y todo lo que conlleva nos hará tener que pagar por la privacidad, algo que ayer (hoy)ni nos imaginábamos.
Muy acertado el articulo y seguro que seguiremos hablando de este tema intensamente. Minority report es hoy una realidad. Que pases un buen finde.
A ver si creías tú que los escritores de Ci-Fi no saben de psicologías humanas, Dans. De todas formas, no encuentro el parecido entre poder usar la tecnología para resolver delitos (cosa bastante loable, sobre todo cuando uno es la víctima) y usarla para adelantar acontecimientos y prejuicios (que es lo que sucede en El informe de la minoría de Dick y que rompe con todas las reglas jurídicas básicas). Seguro que cómo lo uses tiene mucho que ver.
Aunque tienes razón que siendo Brasil el país, más bien ya sabemos por dónde van los tiros… Eso para quién sepa lo que sucede en Brasil, claro.
Volvemos a la pregunta de siempre: ¿Y quién vigila a los vigilantes?
Me parecen cosas horribles. Se cercena nuestra libertad por todos lados. Y espérate al listo de turno que junte eso con foursquare.
Algún día nos pedirán que ese chip lo llevemos nosotros. Cada vez pienso más que una bomba H detonada en la estratosfera, aunque nos fría los circuitos, sería más una liberación para todo el país que una catástrofe
No, no es lo que hay. Es lo que parece. La privacidad es un derecho básico de las personas sin la cual no se crea el tejido social que lo sustenta. Cada escalada en la intrusividad de los sistemas conlleva un aumento de los mecanismos de protección, eso ya se vio con PGP.
Lo que debemos esperar es que se refuerce el sustrato legal y los derechos civiles que protegen esa necesidad del ser humano de crear un contexto social funcional y enriquecedor, protegiendo los derechos más íntimamente ligados a la interacción social y la protección del individuo que ofrece la sociedad.
Ya se conocen desde hace décadas los efectos de la «hipervigilancia» en los sistemas de producción empresarial, una caída drástica de la productividad y la calidad y el aumento de los costes. Pródigos son los ejemplos desde el Panóptico de Bentham y sus intentos de aumentar la productividad incrementando la vigilancia de las cadenas de producción
No solo es que cada radar de trafico aumenta la demanda de sistemas de evitacíón más o menos proactivos, es que desde el Motín de Esquilache por la prohibición de la Capa y el Chambergo, la sociedad reacciona ante cualquier invasión del espacio público o la privacidad.
El principio de Omnipresencia es muy tentador a cada avance tecnológico en regímenes débiles y totalitarios, pero el sentido común nos dice que las normas más respetadas son las que no son visibles ni impuestas. Si se condiciona un espacio en algún modo, se esta señalando un espacio equivoco y extraño a la sociedad, como un anticuerpo.
Las ciudades no son espacios de transito, sino de encuentro. Cualquier cosa que las aleje de ese fin, daña la economía y a la propia ciudad.
En TED había un vídeo de la monitorización a través de las redes de telefonía móvil. Supongo que lo habéis visto (igual hasta lo has publicado en el blog y no lo he visto) pero por si acaso no es así os copio el enlace:
http://www.ted.com/talks/malte_spitz_your_phone_company_is_watching.html
En resumen,un tipo de nombre Malte Spitz, del partido verde alemán, pidió a su operador móvil los datos que tenía sobre él. El resultado, 1984 ;)
Es que no me lo creo, pero como tu dices es ya una realidad. En aras de preservar la seguridad, evitar atentados, etc pienso que no todo vale y estoy en contra de sistemas como estos, porque a la hora de la verdad pueden servir para otros fines.
Ver para creer, no me parece adecuado ni ético que se instalen sistemas como estos. Saludos.
No sé que pasa que no puedo dejar comentarios aquí. Voy a probar de nuevo. No me parece adecuado ni conveniente que en aras de la seguridad se instalen sistemas que a la larga pueden controlar a los ciudadanos normales.
Lo primero que me ha venido a la cabeza es menuda montaña de dinero más mal invertido y con tan poca utilidad … Por otro lado, mi privacidad (los demás que hagan lo que quieran con ella) está muy por encima de todo esto así que si tengo que prescindir de tanta modernidad y consecuentemente convertirme en una «paria social» (como recurrentemente se dice por aquí) no tendré el más mínimo problema….. al menos seré un individuo libre.
Esa monitorizacion es cosa del Estado colectivizante, como diria el docto Vargas Llosa.
Entonces hay que buscar rojos camuflados/ocultos entre las huestes de la libertad.
Para nuestra tranquilidad, diré que el 90% de todos estos sistemas, (hay un 10% basados en datos biométricos más difíciles de burlar), monitorizan objetos, no personas. Solo aparatos que valen de interfase entre el hombre y el sistema fisgón que probablemente llevan esas personas.
En esta caso y en Brasil, son los coches, en otros los móviles, tarjetas de crédito, tarjetas de pago de peaje de autopistas etc. Para inutilizar el sistema basta con que esas interfases las porte alguien que no es el dueño, para que la información acumulada por el sistema carezca de validez.
De nada vale monitorizar el coche de un sospechoso, para ver a donde va, si ese coche es de alquiler y hoy lo conduce uno y mañana otro. De nada vale monitorizar las IP, si estas son dinámicas, y ademas el Wifi de cada dirección está abierto y en la IP entra cualquiera.
Cuando las ciudades sean lógicas y en vez de movernos con un coche propio, imposible de aparcar, tomemos el coche eléctrico que haya libre más próximo a nuestra casa y lo abadonenos al llado del destino para que lo coja otro, como se hace ahora con las bicicletas en muchas ciudades, de poco les valdrá monitorizar los coches.
No perdamos nunca de vista, que los sistemas de monitorizacion automáticos tiene mucha capacidad de cálculo, pero escasa o nula capacidad de raciocinio por ello son muy sencillos de burlar.
@011, El vehículo colectivo, de hacerse realidad como otra faceta del transporte público, seguiría la tendencia de éste y de cualquier tipo de transacción: pagar o activar el servicio con una tarjeta identificativa.
(El Metro de Madrid planea sustituír los anónimos billetes tradicionales por tarjetas magnéticas de recarga con identificación de usuario)
En Minority Report monitorizaban los movimientos de cada persona registrando sus iris oculares con cámaras especiales repartidas por toda la ciudad.
Amigo Enrique me encanta leerte pero cada vez con más frecuencia caes en contradicciones, sin ir más lejos promover el foursquare (o como se diga). VAMOS HOMBRE
@005 Mariano Marcos: No te pierdas tampoco esta otra de TED donde muestra los trackers que detecta el plugin collusion.
Gary Kovacs: Tracking the trackers
#012 Herel
Sigues sin caer en cuenta que se registran aparatos que hacen de interfase, no personas, El Metro registrara la tarjeta, pero no la mano que la porta. Por ponerte un ejemplo, el contrato de mi teléfono movil, lo firmó un vagabundo que coloca los carritos en el supermercado, si el día de mañana se utiliza el teléfono para pagar, las compras quedaran apuntadas al vagabundo.
Por supuesto que cualquier policía recién salido de la academia, descubriría el truco en menos de un cuarto de hora. Mi intención no es engañar a la policía, si ellos se proponen descubrir la vida de alguien, con los medios que hay hoy, es imposible evitarlo, solo puedes evitarlo situandote fuera del foco de su atención. Otra cosa son los sistemas automáticos de identificación, a esos los pudes despitaar sin gran esfuerzo.
Respecto del reconocimiento del iris por una cánara, entra dentro del 10% de procedimientos basados en sistemas biométricos que resultan mas complejos de despistar, pero concretamente este, lo veo operativo en la ficción del cine y cuando te identificas voluntariamente en un lector de iris, pero no en operativo una cámara colocada en un poste en una plaza. Trata de averiguar como tiene los ojos las personas que aparecen en tus fotografías turísticas. Para algo nucho más sencillo, como es identificar las mátrículas de los coches en la entrada de los parking, tardan algo de tiempo para fotografiarla a coche parado y necesitan una especial iluminación.
Ya se que la libertad y la privacidad son pilares básicos, pero en la Edad Media no había censos, ni DNI, ni Hacienda, ni mucho menos Internet. Y me pregunto yo, a nivel general, estamos peor?
#015
El caso es que el actual sistema de identificación denominado DNI (y cuya identificación se basa en que tú te sigues pareciendo al señor que hay en la foto y la otra persona se lo cree) es un poco de risa. Claro que si ahora alguien dice que eso habría que mejorarlo para que la gente no se invente trucos para saltarse todo tipo de responsabilidades, probablemente quede como un defensor de la monitorización. Paradojas de la vida paranoica.
La otra cara de la moneda es la ‘sousveillance’, que permitirán de forma fácil cosas como el proyecto Glass de Google.
#015, Gorki. Pero supongo que la factura del teléfono que tú utilizas no se la pasan a ese vagabundo, y si te hiceran un cargo extra, te lo pasarían a la misma cuenta donde te facturan todo lo demás, aunque el contrato lo hubieras efectuado con una firma falsa.
Estrictamente siguen a objetos, pero en la práctica, la mayor parte de los usos de esos objetos corresponderán al titular cuando son objetos que conllevan responsabilidad o acceso a bienes, que son precisamente los objetos que interesa seguir.
Puedes engañar a las máquinas sobre el autor de unos pagos cediéndole tu tarjeta de crédito y el PIN a un vagabundo, pero ¿quién haría eso?
Puedes cederle una supuesta tarjeta identificativa magnética a alguien para despistar a las máquinas, pero si esa persona comete algún delito… demuestra que no eras tú quien llevaba tu tarjeta personal e intrasferible.
Y pongámonos en una situación hipotética distópica donde simplemente accediendo al metro, o pasando por ciertas calles con dispositivos de escaneo escondidos, quedan registrados los datos de todos los objetos chivatos que lleves contigo: el movil, un portátil, el nuevo DNI, tarjetas de crédito, la tarjeta de socio de tal, las llaves del coche, la tarjeta de transporte…
¿Qué pasaría si algunos de esos objetos están a nombre de diferentes personas?
El móvil no sería prueba, pero un DNI y una tarjeta de transporte (personal e intrasferible) de diferente titular sí que serían indicio de que algo anda mal.
Por lo pronto es obligatorio llevar el DNI o pasaporte, con lo que podría servir de base para contrastar el resto de los objetos.
Esos dispositivos de control mismamente podrían detectar cuándo pasa una persona sin su documento identificativo obligatorio, tras lo cual, unos agentes que estaban ahí escondidos pasarían a identificar y sancionar en persona.
El problema de estas cosas es que van a más, y como el objetivo final es que no te puedes escaquear, hacia ahí tienden.
Como ya he comentado en otras ocasiones, ademas de trabajar en el IE como profesor, trabajo en Honeywell Security como director general de compras para toda Europa. Somos la mayor empresa del mundo en fabricación de material de seguridad.
Esta claro que la tendencia es que vamos a un mundo mas controlado a todos los niveles, pensar que hace no muchos años nuestros datos personales de DNI y hacienda solo estaban reflejados en un archivo de papel físico. Ahora cada vez se puede tener mayor información, cruzarla, y grabarla. Si lo llevamos al mundo de la videovigilancia, sucede algo parecido.
Por ser breve mi «take away» aqui sería la clave no esta en la herramienta sino en el uso que se hace de ella. Si esto sirve para detectar los grandes fraudes fiscales que se producen (siempre pagamos los mismos) y sirve para detener a la gente peligrosa que afecta a nuestras vidas, bienvenido sea. Ahora bien el problema llega cuando vemos como los departamentos de interior se dedican a espiar a otros partidos políticos, como se ponen radares solo para recaudar y no para salvar vidas, y un largo etc.
Los creyentes asumen la omnipresencia de Dios suponiendo que Él es infinitamente bueno, y que todo lo que hace es por amor.
Para admitir el control absoluto por parte del estado, primero deberíamos suponer su infinita bondad y que el amor es el motor de sus actos. Yo de momento no tengo motivos para pensar que el estado sea infinitamente bueno.
Este tipo de discusión me recuerda al típico conflicto sobre la colocación de las antenas de telefonía móvil; nadie las quiere cerca, pero todo el mundo quiere tener buena cobertura.
No me parecen malas ideas per se (sobre todo la segunda), pero dependerán de la seguridad en la implementación (tecnológica y legal). No es tanto un problema de tomar datos como de quién, cómo y para qué puede acceder a los mismos. Y es curioso que todos los comentarios critiquen el proyecto brasileño (muy específico y práctico) y no tanto el de NYC, susceptible de atentar mucho más profundamente contra la privacidad. No sólo porque las imágenes las usen las autoridades, sino porque puedan salir de ese entorno y venderse a las TV basura, por ejemplo…