En el mes de octubre del año pasado, tras varios años de gratuidad, Google decidió imponer un precio a aquellas aplicaciones que utilizasen Google Maps por encima de un umbral determinado: aquellas que generasen más de veinticinco mil cargas de mapas al día, según Google únicamente el 0,35% del total de aplicaciones que utilizan su sistema, deberían pagar cuatro dólares por cada mil cargas.
La medida provocó un éxodo de aplicaciones hacia OpenStreetMap, el llamado “wikimapamundi libre”, un proyecto colaborativo alimentado por sus propios usuarios, éxodo que afectó precisamente a aquellas aplicaciones más conocidas y que, por tanto, generaron un cierto «efecto llamada» sobre otras. Esto contribuyó, lógicamente, a un mayor nivel de desarrollo de OpenStreetMap, que pasó a ser considerada cada vez más una alternativa digna de consideración y con una interesante progresión hacia la madurez.
Además, las nuevas condiciones dieron lugar a otra alternativa que, muy posiblemente, no se hubiese planteado de no ser por dicho cambio: Apple tomó la decisión de desarrollar su propia aplicación de mapas junto con socios tecnológicos como TomTom y funciones de otros productos como Waze, Getchee, Localeze, Urban Mapping, DMTI y MapData Services.
El resultado ha sido sumamente interesante: Google, a una semana del Google I/O, ha tomado la decisión de anunciar una rebaja del precio de su API desde los cuatro dólares hasta los cincuenta centavos por cada mil cargas. Así es: de $4 a $0.50, en un solo movimiento. La rebaja llama la atención por lo que tiene de ilustrativa con respecto a la «economía red» y al valor de la variable precio, una de las cuatro conocidas «P» del marketing mix: un producto gratuito que decide pasar a tener un precio determinado basado – posiblemente – en cálculos de costes y de elasticidad de la demanda, y que al comprobar el efecto que dicho precio ha tenido en la base de usuarios, decide reajustar el precio unos siete meses después planteando una rebaja del mismo de casi un 90%. Una combinación, la de productos virtuales y mercados con evoluciones rapidísimas en cuanto a dinámicas de competencia y de comportamiento de los clientes, que da idea de lo que supone competir en entornos de este tipo.
¿Puede un drástico recorte del precio revertir la fuga de clientes hacia otras aplicaciones? Con su decisión, Google no solo alentó el desarrollo de alternativas, sino que generó una actitud de rebeldía, una prueba de que un mercado con un desarrollo tan dominante no era una buena idea para nadie. El escenario a siete meses de la decisión no puede ser más preocupante: una alternativa abierta en alza que podría dar lugar a una fortísima migración de valor – recordemos el planteamiento de la batalla entre Britannica y Encarta frente a Wikipedia – y un competidor potente con socios importantes y con una alternativa razonablemente viable.
¿Qué señal envía Google al mercado con un cambio tan radical en el precio de su producto? Obviamente, se trata una clara admisión de que las estimaciones y la estrategia que desarrollaron a la hora de calcular el precio anterior no fueron demasiado buenas: posiblemente, haber planteado un precio muy inferior en el primer momento, más aún proviniendo de una situación de años de gratuidad, habría disminuido el incentivo al desarrollo de nuevas alternativas, y habría tal vez permitido a Google mantener su cuasimonopolio durante más tiempo.
En la red, las cosas se mueven muy, muy rápido. Para todos.
A ni lo que me preocupa no es tnto lo de Google Maps, sino lo q del resto de los productos Google que son deficitarios. Hoy google no es una empresa de dos buenos chicos, sino una socidad anónnima con unas acciones despropi orcionalmente altas que solo se pueden mantener con un dividendo desproporcionalmente alto y el devidendo sale de restar a los beneficios el costo. Google está tratando de obtener beneficios adicionales como est de Google Maps, y observa que no puede.
¿Cual será su reacción? – Disminur costes, es probable que dentro de poco veamos cerrar servicios que no producen ingresos pero si gastos, como Google Analitica, el Traductor de Google y cosas por el estilo.
Como todas las sociedad anónima, Google se ve abocado a dar pedales cada vez mas deprisa para mo caerse de la bicicleta donde se ha subido, cada año tiene que aumentar su benedicio un 30%% y eso es metafísicamete imposible conseguirlo muchos años seguidos, luego viene el desastre.
#001 Gorki
Google no ha pagado dividendos en su historia y no creo que los pague en la próxima década.
Google aprobó la semana pasada una división de las acciones, que hace que el poder de voto se concentre aún más en Sergey Brin, Larry Page y Eric Schmidt, lo hace precisamente para restar poder a los accionistas y poder manejar la empresa a su antojo, para poder crear coches autónomos, gafas de realidad aumentada, ascensores espaciales y mantener docenas de productos que no dan beneficios.
Los productos que google ha cerrado, eran productos que no tenían prácticamente usuarios y los ha cerrado para mejorar la experiencia de usuario, concentrando funcionalidades o eliminando funcionalidades duplicadas o irrelevantes. No lo ha hecho pensando en el coste.
Tu comentario no se corresponde con la realidad.
Nunca entendí el hecho cierto, real, de que una empresa que te deja jugar gratis con analíticas y traductores (y mapas…) en su espacio virtual (el de todos, en teoría) tiene tan mala fama para algunos internautas…ah, y que quiera sacar tajada como todo hijo de vecino…
#002 Jos Ya veremos, al tiempo……
Microsoft tiene Bing Maps (Muy bueno, por cierto)
Apple tiene iOS 6 Maps
Windows Phone (Nokia) tiene Nokia Maps
Google tiene Google Maps
El mundo tiene OpenMaps
¿Quién ganará?
Microsoft domina el mercado de los que solo conocen windows+msn/live+bing. Un mercado decreciente
Apple tiene su nicho, pero no tiene API
Nokia Maps depende del éxito o fracaso de Windows Phone 8
Google tiene historia, API, negocios y miles de capas ya establecidas. Es el dominante
OpenMaps tiene la buena voluntad de millones de usuarios. Alguien hará la API, otros actualizarán rápido y lo de meter negocios seguro que es hasta más rápido y fácil que con Google (Lo de la carta que te llega desde Holanda, la key que hay que meter, la cuenta google asociada, etc.)
Apuesto por OpenMaps. ¿Alguien no?
@Gorki
Solo una puntualización: Analytics es vital para el engorde básico de ingresos de Google. Quizá no se vea tan directamente, pero Analytics nutre de datos a Adplanner, pilar importantísimo para Adwords, base de la dieta mediterránea. Osea, las galletas.
Sin olvidar que MapQuest, uno de los grandes en EEUU, también está muy implicado con OpenStreetMap.
http://open.mapquest.es/
https://www.google.es/#q=OpenStreetMap+site%3Amapquest.com
Esri también apuesta por OpenStreetMap que es compatible con sus API’s y con su plataforma SaaS ArcGIS online.
http://blog.osmfoundation.org/2012/03/19/esri-donation/