Un interesante artículo de ReadWriteWeb, «Top trends of 2012: the visual web«, habla de la llamada «web visual» como tendencia y la encuadra en fenómenos como el crecimiento de aplicaciones como Pinterest (de doce a treinta millones de visitantes mensuales en lo que llevamos de año, mayoritariamente mujeres) o Instagram (adquirida por Facebook para reforzar tanto su posición en el móvil como su papel como repositorio de fotografías de sus usuarios).
Sin duda, nos hallamos ante una tendencia con muchos visos de realidad. Los elementos que parecen estar dándole forma y definiéndola, a modo de «tormenta perfecta», son para mí los siguientes:
- Incremento progresivo del ancho de banda, que permite un protagonismo y circulación de imágenes de resolución cada vez mejor.
- Incremento progresivo en la base instalada de smartphones, unida a mejores desarrollos de las cámaras de los mismos en términos de resolución y calidad.
- Aparición y popularización de aplicaciones con énfasis en la navegación visual (Pinterest) o con prestaciones de filtrado y retoque radicalmente simples que permiten a cualquier usuario sentirse «como un buen fotógrafo» (Instagram).
- Énfasis en el uso de imágenes en aplicaciones de amplia base de usuarios, como las redes sociales.
- Hardware cada vez más optimizado en lo visual: tablets, smartphones u ordenadores portátiles con cada vez más elevadas prestaciones de pantalla, memoria, procesador y tarjeta gráfica. El papel de Apple y su retina display o de otros fabricantes en el mismo sentido, dejan claro que la resolución y la calidad se han convertido en un factor de diferenciación muy utilizado.
El resultado es un énfasis en lo visual al que pocos pueden sustraerse. Páginas con énfasis en el texto o que dan poca importancia a la imagen, como Digg, Reddit, Slashdot o Techdirt, ven su circulación relativamente restringida debido a la imposibilidad de moverlas en herramientas como Pinterest o, sencillamente, a su menor atractivo en redes sociales.
En mi página, no hay más que comparar entradas de hace unos pocos años con las actuales: he ido incrementando notablemente el tamaño y resolución de las imágenes que utilizo, he aumentado también el margen de separación del texto alrededor de las mismas para dar lugar a una integración más armoniosa, he pasado a soporte visual secciones tradicionalmente de texto como el «Fuentes diarias», y ya no publico ninguna entrada que no lleve una imagen asociada. Tradicionalmente, el papel de «repositorio de mi trabajo» que tiene el blog me llevaba a que, cuando incluía en el mismo publicaciones en otros medios, no los acompañase de ninguna imagen. Ahora, incluyo habitualmente a la derecha una captura de la publicación en el otro medio enlazada con el mismo si tiene versión online o con el archivo en pdf si no la tiene, y eso ha dado lugar sin duda a una mayor popularidad para esas entradas.
Las mías son modificaciones sencillas: las he visto mucho más claras, como el uso de titulares superpuestos a imágenes, o la reducción del texto a unas pocas líneas tras una imagen sobredimensionada y unidas a un botón de «Leer más». Al fin y al cabo, movimientos que no hacen más que ser adaptaciones a una tendencia evidente: el énfasis progresivo en lo visual, la popularización de la web visual. Si eres creador de contenido, parece recomendable que lo vayas teniendo en cuenta.
La imagen potencia la «imaginación» y la palabra la «interpretación», así que esta claro que el cerebro le atrae mucho mas imaginar que interpretar.
Existe un viejo dicho: «una imagen vale más que mil palabras»…
Es lo de toa la vida, la gente es vaga con ganas, prefiere ver «el dibujito» que leer la historia…
Enrique, también destacaría la universalidad de la imagen versus el idioma escrito. Un ejemplo claro es el de los folletos de emergencia en los aviones; estos podrían no contener texto y aún así ser comprendidos, tal como se «lee» la secuencia de un comic, por la mayoría de la gente. Pero más importante, la gráfica usada, con claros elementos de peligro como el fuego o personas arrastrándose, entrega un mensaje que es universal y que llama la atención de primera.
McLuhan demuestra en el 67 (The Medium is the Massage) cómo un mismo mensaje expresado en diferentes medios (ej: texto vs imágenes) produce efectos muy disímiles en una persona. Creo que la aparición de aplicaciones con énfasis en navegación visual sumado a la portabilidad empiezan a aprovechar lo que ya se había probado hace mucho.
Saludos!
Incluir imágenes en textos ya es historia, el futuro está en el vídeo, yo poco a poco en mis post lo voy incorporando cada vez más, sin realmente darme cuenta de ello.
Falta divulgar y simplificar programas de tratamiento de vídeos, porque existen, pero son complejos, hacen falta programas para vídeo similares a los que existe para imágenes, un photoshop de vídeos, que cualquiera pueda manejar y un Instagram para planos tomados con un teléfono, para retocar el vídeo desde el propio teléfono. Ahí es donde está el futuro.
Una imagen vale más que mil palabras… y una metáfora vale más que mil imágenes.
Es verdad que hay una tendencia hacia lo visual, pero esto presenta un nuevo problema hacia esas personas que generan contenido, y es que en el colegio, a todos nosotros se nos enseñó a escribir, pero son muy pocos los que saben ilustrar o pueden aportar material gráfico propio que acompañe a sus entradas.
Efectivamente yo ya llevo más de dos años apostando por el desarrollo de web’s más visuales y el resultado es más que bueno con posicionamientos en buscadores y tráfico excelente, lo que demuestra que los internautas demandan poder ver imágenes, animaciones y diseño, cada vez de más calidad. Antes el diseño quedaba en segundo plano, pero el tiempo a demostrando y demostrará que el aspecto visual es el más importante a la hora de retener en los primeros segundos una visita en cualquier web. Una prueba importante de este echo es la reciente remodelación la red social por excelencia Facebook, que ya hacía años que su diseño era desfasado y fuera de lugar. Un saludo
De nuevo esa brisilla de cambios que te invita a adaptar tus contenidos digitales a la enésima ola social en esto de la Internet, ahora más visual que nunca parece ser. Y es que sopecho que realmente es así: Facebook, Instagram, YouTube o Pinterest así lo certifican día a día incrementando el número de usuarios que coquetean con el axioma de una imagen vale más que mil palabras. «El resultado es un énfasis en lo visual al que pocos pueden sustraerse» leía en uno de sus párrafos a modo de conclusión muy futurible. Si no estás ahí, no existes.
Y sí, es cierto, el hombre es un animal muy visual, pero no tan lineal como creemos, al menos cuando se trata del comercio aunque éste sea electrónico. Nos gusta comprar en Internet a través de una web especializada, sobre todo si nos lo ponen bonito, asequible, fácil y aciertan con nuestros gustos y preferencias en el contexto adecuado. Y ver el producto antes incluso de desearlo: la web es un milagro tecnológico. Ese pantallazo de la casita rural soñada durante meses de esforzado ahorro en altísima resolución ineludiblemente seduce, o la descarga de la carta ilustrada de ese restaurante de la costa tan dificil de pillar sino es por su servicio de reservas online, sencillamente alimenta. Tanto, que hacer click, rellenar el formulario de pago por Internet y esperar el momento de disfrutarlo es un proceso celérico.
Saturado nuestro sentido visual, nos cargamos de iniciativa y nos dirigimos a nuestro destino seguros de que nos recibirán con los brazos abiertos. Y es allí, en el destino cuando un negocio por Internet se la juega. Cuando el producto deja de ser visual, y entran en liza el resto de los sentidos, aunque adormecidos, relevantes en un contexto real. Si el recepcionista no es afable y servicial, sencillamente no volveremos, si la comida no es de nuestro gusto, obviamente tampoco regresaremos. Son muchos los factores que alteran un ecuación que creíamos resuelta desde un principio, y muchos, muchísimos de ellos no son visuales. Es la labor del artesano, el que hace tu producto, el profesional de las letras, las imágenes, la fotografía, la restauración, la hostelería… Y eso es muy difícil de visualizar sin trabajo, esfuerzo, experiencia y maña aunque la web visual te habilite un potente universo de herramientas. Otra cosa es que nos acostumbremos a la información de usar y tirar en vez de al conocimiento, o si me permiten a gato por liebre.