Por principio, jamás comprometo una entrada en el blog a cambio de recibir un producto determinado, pero no renuncio a publicar sobre ello cuando el uso de dicho producto me sorprende o me provoca algún tipo de reflexión que considero interesante compartir. Cuando a principios de mayo me contactaron de una empresa de comunicación para invitarme al evento de lanzamiento de Fitbit, al que no pude ir, comenté que había estado escribiendo acerca de la tendencia del «quantified self« y que me interesaba probar el producto, y amablemente me enviaron uno. Desde el día que lo recibí, el 22 de mayo, ese cacharrito con forma de clip de unos cinco centímetros y que cuesta unos cien euros ha estado acompañándome, sujeto en algún lugar de mi ropa, prácticamente todo el tiempo. Y el resultado me parece bastante interesante. También he visto otro reportaje completo e interesante de Javier Martín y Laia Reventós en El País, «El cuentapasos Fitbit«, y otro muy bueno de Javier Penalva en Xataka, «Siete días con un espía en mi bolsillo: probamos Fitbit«.
El dispositivo es la segunda generación de un cuentapasos digital con acelerómetros 3D, reloj y cronómetro, y un altímetro que mide el esfuerzo de los pasos en altitud como la subida de escaleras. Sencillo y minimalista: un botón, y una pequeña pantalla integrada donde puedes consultar en cada momento los totales del día (pasos, metros, calorías, escalones y cumplimiento de objetivos), o ir viéndolos avanzar mientras caminas. Se coordina con una base inalámbrica en la que encaja y con la que se comunica cuando estás a menos de cuatro metros de tu ordenador, con una banda de tela para llevarlo en la muñeca por la noche, y con una página muy completa en la que recoge y reporta las actividades.
La sensación, una vez que empiezas a llevarlo, es de control total. Imagino que habrá quien llegue a obsesionarse con ello, mi caso ha sido más el de tratar de probarlo con cierto rigor mientras aprovechaba para quitarme algo de peso que decididamente me sobraba, pero sin perderme la ocasión de probar una comida o hacer algo que me guste. Sin embargo, una cosa es tratar de perder peso o de mantenerte sano sin más, y otra hacerlo contando con una retroalimentación constante y precisa que funciona como estímulo positivo.
¿Qué partes me han encantado? La parte de alimentación. La posibilidad de introducir lo que comes y bebes a lo largo del día y ver cómo tu evolución del balance calórico contribuye a tus objetivos establecidos de pérdida o mantenimiento de peso. Me marqué un objetivo agresivo, bajar algo más de nueve kilos antes de mediados de julio, y parece que por el momento voy bastante bien encaminado. Además, Fitbit tiene un módulo social para ver la evolución de aquellos amigos con los que quieras compartirlo, y se comunica con otras aplicaciones, como Endomondo, que puedes usar para hacer seguimiento de tus actividades deportivas. En mi caso, el uso de Fitbit me estimuló para volver a salir a caminar (camino muy rápido pero no corro, porque tiendo a romperme por diferentes sitios, fruto del tiempo… que hace que nací, me temo). La introducción de alimentos no es perfecta porque aún tiene la base de datos de alimentos norteamericanos, pero dado que viví cuatro años allí y en una época en la que me cuidaba bastante y miraba habitualmente las etiquetas, no me supone demasiado problema encontrar un producto similar al que busco. También se puede introducir el producto y los datos de su etiqueta, cómodo para aquellos alimentos que consumas regularmente. A partir de ahí, puedes ver a lo largo del día la evolución de tu ingesta frente a tu gasto calórico, además de muchas variables más. El reporting de actividad es completísimo y buenísimo, una combinación de simplicidad y compleción verdaderamente bien hecha. La parte de sueño es, cuando menos, interesante porque mide la actividad durante la noche y la calidad del sueño mediante un cronómetro que activas al meterte en la cama y desactivas al levantarte, aunque en mi caso no me dijo nada que no supiese: que duermo muy poco pero de manera absolutamente eficiente, siempre por encima del 98% de aprovechamiento.
¿Qué no me ha gustado? La base inalámbrica me parece un cacharro inútil e incómodo. Si quiero sincronizar el Fitbit durante el día, tengo que llevármela en un bolsillo, algo decididamente poco conveniente cuando llevas una vida muy movida. Espero que en la siguiente versión incorporen un módulo de comunicación que permita su sincronización directa con un ordenador o con un teléfono móvil, en lugar de un periférico adicional. La sincronización con otras aplicaciones, en algunos casos, origina una duplicación de la actividad que hay que tener en cuenta y descontar manualmente. Molestias, en cualquier caso, no especialmente graves considerando la propuesta de valor del cacharrito.
La palabra que define la experiencia es una muy clara en mayúsculas y negrita: CONTROL. Sensación de control total sobre las variables que decidas controlar de cara a tu objetivo o a tu mera curiosidad. Puedes introducir datos como peso y porcentaje de grasa (tengo desde hace bastantes años una báscula Tanita que me los da, o puedes adquirir una báscula WiFi de Fitbit, Aria, que cuesta unos 120 € y se coordina con el sistema), así como presión arterial, frecuencia cardíaca, medidas corporales, índice de glucosa, o hasta definir tus propios índices. Que este nivel de control lleve a algunos a convertirse en auténticos control-freaks o a caer en situaciones poco recomendables como el ayuno temporal, no lo sé. Pero utilizado con el adecuado nivel de pragmatismo, a mí me está encantando. Si estoy en casa, mantengo obviamente hábitos más controlados y regulares. Si estoy fuera, como este fin de semana, procuro cortarme un poco en las cantidades o alimentos que ingiero, y llevar registro de mi actividad, que dada la tendencia de mi mujer a batir récords de caminata por aquellas ciudades que no conocía, no me supone una gran diferencia con respecto a los seis o siete kilómetros que camino habitualmente. En cuanto al objetivo de pisos subidos, llevo muchos años evitando los ascensores dentro de lo razonable, así que lo cuadruplico fácilmente todos los días.
No me he separado del Fitbit ni un momento salvo para ducharme (no se puede mojar), he pasado con él prendido en el cinturón hasta los controles de los aeropuertos (no pita en el arco detector) y me he acostumbrado a dejarlo cargando en su base cuando estoy un rato delante del ordenador, aunque la batería da la impresión de durar eternamente (no lo he visto descargado más de un 70% en ningún momento). En resumen, un «quantified self» sencillo, de uso agradable, y con unas posibilidades que me han parecido impresionantes. Para mí, una «operación bikini» que me ha llegado justo en el momento perfecto del año :-) y, más importante, una sensación de haberme habituado fácilmente a un nivel de control que me gustaría seguir manteniendo a partir de ahora. Lo que dicen que es verdaderamente bueno: no ponerte a régimen, sino hacer cambios razonables en tu estilo de vida. Una experiencia verdaderamente positiva. Seguiremos informando.
Hay gente para todo y puede que ese aparato tenga mucho éxito en el mercado, pero no es el «gadget» que ne apetece que ne regalen a mí por mi santo,
(ironía)Yo si fuera el fabricante le añadiriria un dispositivo automático que lanzara mensajes de «Foursquare», pues de esa forma te haria «alcalde» de moles de sitios.(/ironía)
Hola Enrique, nosotros en Tecnoadicto también llevamos varias semanas sometiendo a todo tipo de pruebas al Fitbit Ultra (y desde hace dos días estamos analizando también la báscula inteligente Fitbit Aria).
Ya conocíamos productos similares a Fitbit Ultra y a Fitbit Aria, pero lo que más nos ha gustado durante las pruebas, lo que más novedad nos ha aportado, es la sensación de interconexión, de colaboración entre diversos gadgets coordinando diversas mediciones (ejercicio, peso, control de dieta, calidad del sueño…) para animarte a conseguir tu objetivo, ya sea perder peso, vivir más sano o superar los diferentes «retos» que te propone Fitbit a través de insignias y objetivos.
Pensamos que en Fitbit han comprendido bien lo que supone motivar a la gente y «gamificar» actividades cotidianas para facilitar la consecución de objetivos. Es un campo que dará mucho que hablar en los próximos años ¿verdad?.
Por si os interesa, tenemos a vuestra disposición una review preliminar de Fitbit en:
http://www.tecnoadicto.net/fitbit-ultra/
¿Y has perdido 7 kilos en 3 semanas simplemente con llevarlo y salir a pasear?
¿Y que hago yo como un imbecil en el gimnasio? Si esto es mejor que la Power Balance.
#003: Jajajaja, sí, es que pesa mucho, no te j…
Muy interesante; me ha recordado a otro artículo que leí hace unos días. http://www.theatlantic.com/magazine/archive/2012/06/the-perfected-self/8970/?single_page=true
Un breve analisis sobre la performance de Open Talent 2012: http://wp.me/p2vuDa-4
Los kilos no son la variable correcta a medir. La variable correcta es el porcentaje de grasa.
Ojo que los kilos no son la variable correcta a medir. La variable correcta es el porcentaje de grasa. Con frecuencia nos obsesionamos con los kilos y la gente que habitualmente hace dieta entra en una montaña rusa donde en cada bajada pierde más músculo que grasa y en cada subida coge mas grasa que músculo.
Por otra parte si te lesionas mucho corriendo es probable que sea porque estás corriendo mal o con el calzado equivocado. Estamos diseñados para correr http://www.amazon.com/Born-Run-Hidden-Superathletes-Greatest/dp/0307266303
Tal como comentan, 7 kilos en 3 semanas solo paseando… o te has dado paseos muy largos, o no has comido apenas nada viendo realmente lo que comias a la hora de meterlo en el aparato este :)
A la vuelta del verano le echare un ojo, a ver si encuentro mas reviews de este dispositivo.
Un saludo
A mi realmente también me parece una pasada que en 3 semanas se puedan perder siete kilos sin una actividad intensa física y dieta… por lo que cuentas la actividad física que desarrollas no es muy intensa (paseos caminando rápido, pero paseos) y respecto a la dieta tampoco comentas que estés siguiendo una, comes con más cabeza porque vas comprobando lo que vas haciendo con el fitbit pero no creo que estes siguiendo dieta…
A mi realmente me parece mucho eso de perder 7 kilos en 3 semanas…
#010: No, hombre, claro que he hecho más cambios. El cacharrillo este no es alguna especie de «producto milagro» que te lo pones y adelgazas Durante tres semanas, he usado el Fitbit para mantener todos y cada uno de los días salvo dos que me pasé un balance calórico de -1000 calorías por día, lo cual obviamente implica dejar de comer muchas cosas que en circunstancias normales habría comido. O beber mucha más agua. O mantener un balance proteínas/grasas/hidratos de carbono más adecuado. Lo importante es que gracias al Fitbit lo he hecho con mucho más control y con mucha más motivación, sabiendo lo que dejo de comer y manteniendo un balance muy equilibrado gracias a toda la información que tengo en tiempo real.
Además, no he «paseado caminando»: he salido a andar a bastante velocidad, la máxima que puedo llevar sin correr (ocho minutos por kilómetro) durante una hora aproximadamente, entre seis y siete kilómetros por día, lo que Endomondo llama «fitness walking». Unido a que subo más escaleras y a que mantengo mi actividad habitual de flexiones/abdominales/pesas por la mañana que ya hacía regularmente antes de ponérmelo.
Por supuesto que he hecho cosas pensando en perder esos kilos, muchas. Siete kilos no se pierden simplemente por colgarse un cacharrito en la cintura, me temo.
#011: Obviamente es de cajón que por colgarse el fitbit uno no empieza a perder peso por ciencia infusa, pero tras leer el post me daba la impresión que caminando rápido y controlando un poco lo que comías lo habías hecho; ahora que ya has explicado más cosas si que me parecen factibles esos 7 kilos menos. No obstante ayer mismo pedí mi fitbit, no se si perderé 7 o 2 kilos en 3 semanas, pero aun perdiendo 2 me daría muy satisfecho.
También es posible que el pequeño cambio de hábitos constante haya influído, junto con algo de dieta basada en comer menos (o eso parece por el «mal humor» en las respuestas)
#10: Si 3 de los primeros 10 comentarios, son para sorprenderse por los increibles resultados del chisme, es porque el texto si que da la impresión de que símplemente paseando con el se pierden 10 kg al mes. Leetelo como si no lo hubieras escrito tu y ya verás.
Y aprovecho para decir que tanto una dieta de -1000kcal como una proyección de perdida de peso de 10 kilos/mes son salvajadas nada saludables. Más aún si restringes los hidratos y pierdes grasa por cetosis. Es mucho más adecuado planificarse esa perdida de 10 kg en 4-5 meses con balances caloricos de -200kcal.
OJO, la aplicación sólo va con Windows o Mac. No tienen una para Linux.
#013: Si ha parecido mal humor, créeme que lo siento. En modo alguno. Estoy de muy buen humor, pasando unos días de lo más agradables con mi familia, y en ningún caso he pretendido parecer desagradable. Si lo ha parecido en alguna de mis respuestas, lo lamento, de verdad que no lo pretendía. Es lo que tiene la comunicación escrita, que la ironía en ocasiones puede interpretarse como mal humor.
#014: No, no hago dieta disociada, no me gustan. Las considero, como bien dices, poco saludables. Pero en mi caso, -1000 calorías no me están obligando a hacer ninguna barbaridad, simplemente a comer algo menos en cantidad (soy un auténtico salvaje comiendo si me dejo, no tengo límites y jamás dejo nada en el plato) y, sobre todo, a incrementar actividad física retomando hábitos como el salir a caminar que llevaba tiempo sin hacer.
Yo prefiero el sistema MadTV «coma menos, muévase más». http://www.youtube.com/watch?v=VKs0oEIVOck
Pero siempre agradezco los datos del señor Enrique Dans que habla de un modo que los ciudadanos comunes podemos entender.
La verdad es que considero que es un buen placebo, que hace que nos anime a hacer lo que no haríamos sin el, como salir a caminar y darnos largos paseos, o decir basta cuando comemos o bebemos. Eso se consigue también con auto disciplina.
#018: La autodisciplina puede funcionar, pero no hay como suplementarla con información. Con la intuición haces dieta o simplemente seguimiento muchísimo peor.
Hola,
Soy un nuevo usuario de fitbit, tanto yo como mi pareja.
Llevamos dos semanas controlandonos totalmente, compitiendo, con las insignias, cambiando de habitos vamos… Y confirmo. 3 kilos en dos semanas llevo perdidos.
Logicamente, gracias al cambio de vida. Ahora camino 8 km al dia, antes no. He dejado de comer cosas especialmente malas, como hamburgesas, patatas… Y vamos, es de cajon, x calorias que quemas – x calorias que consumes, tienes que perder peso.
Yo estoy encantado con el, eso si, yo el sueño lo llevo fatal, aqui me veis…y es algo a mejorar, asi que… Buenas noches!
Me pregunto si hay modo de contabilizar esas otras actividades en las que se desgasta sin caminar, sin salir incluso de la cama ;)
Interesante.
#021 La clásica es de cabeza, otra es hacer marcas en el cabecero.
Cómo lo llevas?? Sigues perdiendo peso??
Saludos.