Mi columna en Expansión de esta semana se titula «¿Es un monopolio Promusicae?» (pdf), y pretende ser un razonamiento de por qué sostengo la opinión de que podría ser así, en base a qué elementos sustenté – y sustento – dicha opinión, y lo extraño y peregrino que resulta que Promusicae pretenda que el hecho de simplemente discutir sobre la situación de un mercado – sin insultos, palabras altisonantes ni descalificaciones de ningún tipo – sea algo que pueda resultar de alguna manera «ofensivo para su honor».
He descrito en múltiples ocasiones y analizado en mis clases como parte de mi actividad docente la posibilidad de que empresas como Telefonica, Microsoft, Google, Apple, Oracle y otras operasen en régimen de monopolio: en algunos casos mi postura era favorable a tal afirmación, en otros era contraria, pero jamás ninguna de esas empresas afirmó sentirse «ofendida en su honor» por tal discusión. La definición del diccionario de la Real Academia Española de la Lengua de la palabra «monopolio» no parece contener referencia alguna a ningún tipo de uso insultante, y todos los especialistas que he consultado afirman que el término «monopolio» define una situación de mercado, nunca un insulto o un calificativo que pueda atentar contra el honor.
A continuación, el texto completo de la columna:
¿Es un monopolio Promusicae?
Promusicae, lobby de las empresas discográficas, me ha demandado por opinar en mi blog personal que su actividad infringía las leyes antimonopolio, y que en la práctica influía en las radios comerciales para impedir el acceso a quienes no pertenecen a su asociación.
Mi opinión proviene de denuncias de discográficas independientes que afirmaban haber sido incapaces de posicionar sus obras en radios comerciales, según ellas por no estar incluidas dentro de RitmoNet. RitmoNet es una herramienta de Promusicae para sustituir el envío de copias físicas que, según las denuncias que recibí, podría estar siendo utilizada para cerrar el acceso a quienes no están integrados en Promusicae. Asociación en la que, además, me cuentan que no se puede ingresar si no se cumplen unos requisitos de facturación y referencias editadas. La alternativa, de nuevo según mis fuentes, es ceder los derechos a un socio de Promusicae.
¿Qué les parece? Por supuesto, mis fuentes y los expertos en derecho de la competencia que consulté podrían estar equivocados. Es posible. Lo que no entiendo es que, según Promusicae, la posibilidad de que su actividad sea ejercida en régimen de monopolio sea algo que no se pueda discutir sin ser demandado por “ofender a su honor”. Más cuando Promusicae tiene boca (que ha utilizado muchas veces para ofender el honor de quienes usamos la red) y ha discutido civilizadamente conmigo en varias ocasiones. ¿Por qué recurrir a los tribunales si puedes simplemente aclarar un posible malentendido? ¿Será para intimidarme? ¿Para evitar que hable de ellos?
Debido a la denuncia, el tema ha sido comentado en múltiples páginas españolas y extranjeras incluyendo algunos de los blogs más leídos del mundo, y ha resonado muchísimo en Twitter. Miles de personas que parecen opinar mayoritariamente que las relaciones de Promusicae con las radios y sus listas de éxitos podrían razonablemente oler, sonar y parecer un monopolio.
¿El desenlace? En manos de un juez. Seguiremos informando.
De momento ya haces lo contrario a lo que ellos querían, ¡no te calles, no te rindas!
Promusicae, RitmoNet, osea el poder esta en las discograficas y la radio y los que las controlan, los medios tradicionales ya que internet se ha desvelado globalmente como que no sirve para la música y aqui si que hay un inmenso problema para la gente, un gran vacio que queda irresoluble …
Parece que han dado en hueso contigo, me encanta :D
Si no querían sopa, me parece que van a llevarse unas cuantas tazas.
¡Ánimo con los juzgados!
La batalla está más que entablada, y ahora hay que elegir bando. Nosotros ya lo tenemos claro.
Saludos y suerte en este sarao.
Espero que pronto se giren las tornas, y puedas exigirles una compensación por daños y perjuicios. Cualquiera no puede llevar a cualquiera a un tribunal, debe estar justificado.
Esto es totalmente ridículo.
Tienes el apoyo de muchísima gente que sufre los desmanes de este tipo de empresas. Lo que mas gracia me hace es lo «su honor», algo que nunca han tenido.
Animo y mucha suerte.
La actitud de Promusicae en este conflicto demuestra la incapacidad que tienen los dirigentes de la industria discográfica para adaptarse al nuevo mercado digital.
Su enfrentamiento con E.Dans por un pleito tan ridículo, demuestra que no entienden la red ni temen la consecuencia de sus actos irresponsables, lo cual recuerda al comportamiento de los matones o de las empresas acostumbradas a operar en régimen de monopolio, que cuando se enfrentan al mundo real intentan continuar operando desde la misma posición de bravuconería.
Querido amigo: Hay ocasiones que me recuerdan con desagrado a tiempos pasados en los que no se podía ni siquiera opinar.
Que yo sepa, en España se puede dar una opinión( Que es lo que Vd. ha hecho)y el hecho de opinar es uno más de los derechos que tenemos los demócratas.
Afortunadamente queda gente como Vd. y le animo a continuar con su labor.
Mil gracias.
Sigo sin entender el porqué de la demanda… ¿Tendrá algo que ver que no hay nadie aglomeraciones de gente haciendo cola para gastarse el dinero de la cartilla de racionamiento en la compra de música de los probecitos? ¿Será que las leyes sindecencia y los cierres de megaupload no han servido para nada?
A mi manera de ver este asunto no creo que ofendas a nadie en particular,
cuando utilizas de hecho muy bien utilizado, el termino «MONOPOLIO» sólo
que has levantado la tapa de una ‘OLLA’ con un sancocho «EXCLUYENTE» de
donde no pueden servirse todos si no unos pocos y de paso con ciertas
condiciones profesionales y económicas.
Adelante Dans!
Más allá de las razones, o las sinrazones, de las que muchas veces haces gala, te recomendaría no dar pistas sobre lo que podrías basar tu defensa jurídica, más que nada porque entonces sabrán en qué basar sus contra-argumentaciones (seguro que tu abogado te lo puede explicar mejor).
Desde luego, lo que comentas no es para nada descabellado. Cosas así suceden en cualquier ámbito de un país que deja a las manos de unos pocos las decisiones de diferentes sectores. Ahora bien, habrá que probarlo, claro.
Yo coloco a los míos para que sean más escuchados y así vean incrementados sus beneficios y , por tanto, yo también. No hace falta ser Richard Dawkins, Dans… Y menos en España, Portugal, Grecia o Italia… que solo a un tonto se le puede ocurrir que sea casualidad que sean los países con el agua más al cuello.
Ya sabemos quienes actúan así desde el principio de los tiempos, ¿no?
¿NO…?
Por cierto, ya que hablamos del tema, no estaría mal que le explicaras a tu audiencia qué piensas de la competencia en España y en otros lugares, y por qué la competencia leal, y una legislación correcta, son dos términos básicos para una economía transparente. Es que a veces parece que te quedes a medias… Sin acritud, claro.
Lo que te están haciendo es como si cuando los médicos y científicos empezaron a decir que el tabaco produce cáncer (y contiene todo tipo de sustancias y aditivos nocivos) la industria tabacalera les hubiese demandado por atentado contra su honor (de hecho el lobby de las tabacaleras en Estados Unidos y en todo el mundo hizo todo tipo de juego sucio para desprestigiar esas verdades incómodas y a sus defensores y para difuminar y diluir la relación entre tabaco y cáncer).
En el caso de las petroleras y los lobbies de los combustibles fósiles en general, el climatólogo de la NASA James Hansen desde hace años se ha visto envuelto en una guerra continua con ese conglomerado de corporaciones, lobbies y think tanks cuya guerra sucia llegó al extremo de que incluso llegaron a introducir negacionismo del cambio climático en libros de texto de colegios norteamericanos. Han atacado sistemáticamente a James Hansen (y a todos los que van en la misma línea) en todos los frentes, mediáticos, políticos, judiciales, sociales, personales, etc., intentando desprestigiarle en todos los sentidos, tanto en el ámbito profesional como personal, usando desde think tanks hasta webs alojadas en Canadá (lo comprobé yo mismo) y gente de todo tipo pagada (en algunos casos lo confesaban públicamente sin ningún pudor, porque parece que estas cosas en Estados Unidos se aceptan con una naturalidad que asusta) para hablar y actuar a favor de quienes les pagan, y «ciberpepiños» que introducen y defienden falsedades y falacias por toda la red, acusando de fraude interesado a quienes destapan las verdades que son incómodas para quienes sí que tienen intereses sucios y oscuros en mantener recursos y tecnologías nocivos más allá de lo razonable para realizar una transición tecnológica que se tendría que haber puesto en marcha desde hace décadas.
Queda claro que no hay mercado libre (o libre mercado o como se le quiera llamar) ni podemos jugar todos en igualdad de condiciones ni con las mismas reglas, sino que lo que hay son lobbies, oligopolios y grupos económicos poderosos que imponen sus intereses en los mercados y a las democracias y que hacen todo lo que pueden y más contra cualquier innovación, invento, invención, tecnología, cambio, novedad, nuevos comportamientos, ideas o formas de pensar en la sociedad, nuevos competidores o verdades incómodas que les puedan molestar o moverles lo más mínimo de su hegemonía o posición dominante en los mercados.
En el mundo actual no hay mercado libre ni democracia real sino un neo-feudalismo económico en el que una privilegiada y decadente «nobleza» económica, financiera y corporativa y sus sicarios económicos practican el despotismo y la corrupción (en todos los ámbitos y a todos los niveles) análogamente a lo que había antes de la Revolución Francesa.
¡Qué lejos estamos todavía de la Revolución de Islandia!
Lo que te están haciendo no es nuevo, recordemos lo que le pasó a Galileo hace siglos por decir que es la Tierra la que se mueve (y gira sobre sí misma) y no el Sol, porque como se suele decir, «con la Iglesia hemos topado». La Inquisición le obligó a retractarse pues de lo contrario ya se sabe a lo que hubiese tenido que enfrentarse y cómo hubiese podido acabar (así acabó Giordano Bruno), y aún así por hablar demasiado Galileo acabó bajo arresto domiciliario para el resto de su vida, así que le encerraron en su propia casa de por vida y murió encerrado en ella. No fue hasta hace pocos años que la Iglesia «perdonó» la «osadía» de científicos como Galileo o Copérnico.
Charles Darwin, su teoría de la evolución de las especies y sus seguidores fueron atacados duramente por los sectores religiosos de la sociedad, y todavía hoy en día la evolución, la biología evolutiva, la genética evolutiva, y los que trabajan en estas cosas y hablan de ellas siguen siendo atacados por sectores religiosos y creacionistas (como denuncia Richard Dawkins), hasta el punto de que existen colegios, institutos y centros educativos en general (sobre todo en Estados Unidos) en los que la evolución es un tabú que está o directamente prohibido o se habla de ello como «una opción más» (como si la verdad científica y las pruebas científicas demostradas fuesen «una opción discutible»).
Y podría seguir con el caso de Hipatia de Alejandría (relatado en la famosa película «Ágora» de Amenábar), pero creo que todo el mundo entiende perfectamente lo que quiero decir y por dónde voy.
Recientemente Falkvinge (nuestro apreciado líder del Partido Pirata sueco) dijo muy acertadamente que actuar responsablemente en el terreno tecnológico implica necesariamente hacer lo imposible para destruir la industria de contenidos y sus lobbies y entidades de gestión de derechos, porque actualmente, después de años de inadaptación voluntaria y no querer aceptar ni reconocer su redefinición en el escenario tecnológico actual, se han convertido en un cáncer neoludita que obstaculiza y amenaza todo el progreso tecnológico y social y ejerce coacciones enfermizas e intolerables que dificultan o impiden la evolución y el funcionamiento normales y naturales de las sociedades libres y democráticas y de la tecnología. Ante esta situación, como bien dice Falkvinge, la única opción que queda es destruirles, cortarles ingresos, recursos y posibilidades, y atacarles sin piedad hasta destruirles, para dar paso a un nuevo escenario que permita un desarrollo normal y una redefinición del sector de los contenidos y sus autores en el escenario tecnológico actual.
La única manera que veo de acabar con nuestro poderoso enemigo (y con ello poner fin de una vez por todas a esta guerra sucia y este infierno absurdo) es estrangularlo económicamente hasta hacerlo quebrar (de ésto hablaba Javier de la Cueva en el reportaje «Copiad malditos»), y en este sentido iniciativas de boicot como «Marzo Negro» (que por cierto está a punto de finalizar) creo que probablemente se quedan demasiado cortas. Al contrario de lo que dice interesadamente y falsamente la industria y sus lobbies, el sector, el mercado y el consumo de contenidos (de todas las maneras y formas de consumo existentes) han crecido a lo largo de los años y con ello los ingresos y los beneficios. Además están los cánones y las recaudaciones por derechos de autor, copyright y propiedad intelectual, y encima las descargas de archivos compartidos (y los contenidos colgados en streaming en Youtube, Megaupload y otros sitios), en vez de ser «ventas perdidas» (como afirma la industria falsamente, falazmente, engañosamente y capciosamente) funcionan como una sorprendente forma de promoción y publicidad virales (buzz, hype) que popularizan, socializan y potencian claramente los contenidos descargados (y/o accedidos por streaming).
Es por todo ésto por lo que nuestro enemigo sigue siendo tan poderoso, porque a pesar de toda la antipatía y el odio que siembra irresponsablemente (recordemos que como se suele decir, «quien siembra vientos recoge tempestades»), sigue ganando mucho dinero, sigue obteniendo pingües beneficios y sigue teniendo muchas vías de ingresos, y encima a través de su poder como lobby sigue consiguiendo favores de los poderes políticos, leyes favorables a sus intereses y jugosas subvenciones, financiaciones y apoyos de los poderes públicos, las administraciones públicas y el sector público en general (sobre todo en el mundo del cine).
Por tanto para conseguir la asfixia económica de nuestro (todavía) poderoso enemigo son necesarias iniciativas mucho más dañinas, tóxicas y letales, y con mucho más poder destructivo que todas las cosas que se hayan hecho hasta ahora. Mi opinión es que lo ideal sería que con donativos, donaciones, financiaciones y contribuciones de los propios ciudadanos (como hacen la Wikipedia, Wikileaks y cosas semejantes) se montasen tinglados sin ánimo de lucro que apoyandose en todo tipo de tecnología (desde P2P, darknets encriptadas, servicios de alojamiento y/o streaming para compartir en la red, etc. hasta redes wifi, intercambio de dispositivos físicos, rotura de los DRMs, maneras de no pagar canon, etc., y todas las ocurrencias posibles) constituyesen un sistema de acceso, exhibición y disfrute paralelo a la industria de contenidos y mucho mejor que la propia industria, acompañandose el sistema con campañas de concienciación para que todo el mundo use este sistema paralelo (y nadie pague nada que dé dinero a la industria intermediaria) para que no le llegue ni un sólo céntimo a la industria de contenidos ni a sus lobbies ni a sus entidades de gestión de derechos. Entonces su caída sólo sería cuestión de tiempo. Además en las campañas de concienciación se debería concienciar para que todo el mundo busque, vote y apoye las opciones políticas que cada uno vea que apoyan nuestras ideas (e incluso se creen opciones políticas nuevas).
Si intentan cortar las vías de ingresos a este sistema paralelo (como ocurrió con Wikileaks) siempre hay maneras de saltarse esos bloqueos e incluso es posible que se puedan encontrar maneras de saltarse esos bloqueos con la moneda virtual Bitcoin (no sé si los de Wikileaks han pensado también en la moneda Bitcoin como otra posibilidad más para saltarse los bloqueos).
Mi idea es que se monte un nuevo tipo de Fuenteovejuna. Y cuando hablo de contenidos no hablo sólo de canciones, películas o novelas best-sellers, hablo también de cosas tan serias como los libros de texto (de todos los niveles) o por ejemplo las publicaciones científicas o profesionales. Es decir, que hablo de TODO lo que esté o pueda ponerse en formato electrónico (que actualmente es absolutamente todo, incluso piezas y objetos físicos para fabricar mediante impresión 3D).
Esto va dirigido a la persona que te ha denunciado desde Promusicae.
Los profesores de escuela de negocios estamos continuamente hablando sobre el entorno cambiante y como las empresas desarrollan y modifican y adaptan sus estrategias de negocios para continuar sobreviviendo en algunas ocasiones y en otras para ganar cuota de mercado. Enrique, yo y muchos, ponemos miles de ejemplos, siempre desde nuestra humilde opinión (pero no por ello no pensada, estudiada y comprendida) sobre estas cosas. Todos los dias hablamos y publicamos sobre todas las empresas y a veces incluso sobre algún directivo en concreto. Si lo piensas los periodicos tambien lo hacen todos los dias y hablan y opinan sobre empresas, colectivos y personas. Dicho esto no quiere decir que acertemos siempre, solo tratamos de poner ejemplos y dar opiniones independientes (no tenemos participación ni somos la competencia para hablar mal de otros con intención).
1. Deberías de dar gracias, porque alguien de la talla de Enrique hable de tu empresa porque esto significa que eres alguien que importa de una forma o de otra.
2. Deberías de dar gracias porque un experto y (y otros muchos) te estan aconsejando gratis sobre que deberías de hacer (el tiempo dará la razón).
3. Si no estas de acuerdo y crees que tu estrategia es la correcta, continua haciéndolo y céntrate en ella y no en molestar a los profesores de escuela.
4. Creo que te equivocas con este planteamiento y deberías de centrarte en pensar en crear valor en tu empresa y no perder tiempo con esto. Ademas con esto lo unico que vas a conseguir es peor imagen en el mercado.
Y si lo que te he dicho no te gusta, mi nombre es Jose Luis Portela y si quieres denunciame a mi también, porque por expresar mi opinión sin ofender por su puesto que para esto hemos tenido buenos padres que nos han enseñado educación, hazlo.
PD: Consejo humilde de profesor de escuela independiente
Ya que se dedica usted a escribir podría tener el detalle de cuidar su expresión. ¿Cómo se puede, todavía, escribir: ‘…en base a qué elementos sustenté…’? Evite esa horrible expresión si en algo estima su estilo.
#15 Sr X: El estilo que se emplea escribiendo -si este es bueno o es malo- no deja de ser algo que tiene mucho de subjetivo y de gusto personal. Y para gustos hay colores.
Hay bastante unanimidad, en cambio, en considerar que abordar a alguien para espetarle a bocajarro comentarios destemplados e innecesarios, del tipo «vaya nudo de corbata más mal hecho» «hay que ser bruta para ponerse esas medias» «yo no iría con semejante sudadera vieja ni a tirar la basura» sería de una grosería incomprensible. Por eso nadie lo hace, salvo que sea un maleducado asocial que quiere bronca.
Si embargo, por algún motivo que no alcanzo a comprender, estas elementales reglas de educación por lo visto no se aplican cuando alguien se nombra a sí mismo talibán lingüïstico en internet, en cuyo caso está al parecer autorizado para ser maleducado, expedir certificados de escritura correcta a los demás -casi siempre sin un conocimiento experto que avale sus pretensiones- y espetar descalificaciones personales con motivos absolutamente fútiles.
Ya sé que en este caso no es asunto mío, pero es un fenómeno extendido que me tiene hasta las narices, y no sé por qué hay tanta gente que lo tolera o no le parece raro.
La denuncia que te ha puesto Promusicae es un ejemplo más del grado de corrupción y de impunidad con la que se manejan algunos grupos del mundo «cultural» español, en donde campan a sus anchas los monopolios mediáticos, las gestoras que desvían fondos y las subvenciones estatales embolsadas por productores y demás intermediarios.
Si el asunto está en manos de la justicia española nos enteraremos del desenlace dentro de 6 o 7 años… Como poco
Desde luego parece mentira que los señores de Promusicae, a estas alturas de curso, todavía no se hayan percatado de que no se le puede poner puertas al campo. Con su infantil, y por tanto entiendo que muy pensada demanda, solo consiguen dar mayor difusión a sus practicas, mayor apoyo a los que les critican y dañar su imagen. ¿Por que lo hacen entonces? Si alguno de sus directivos o de los abogados que les asesoran, que seguro cobran una pasta, se hubieran tomado la molestia de ver quien es E Dans sabrían que con la demanda no se iba a amilanar sino todo lo contrario y que le brindan una oportunidad de oro para ganar seguidores y apoyos. Por eso me vuelvo a preguntar ¿Por que? Y espero que esta noche nadie se haga esta pregunta en rueda de prensa.
Enrique, felicidades por el texto.
Me encanta esta parte:
«Por supuesto, mis fuentes y los expertos en derecho de la competencia que consulté podrían estar equivocados. Es posible.»
Sigue así.