Juan Fernández, de El Periódico de Catalunya, me llamó para hablar del ya muy comentado «caso La Noria» que Pablo Herreros inició el pasado 29 de octubre a raíz de la entrevista a Rosalía García, madre de uno de los delincuentes condenados por el asesinato y desaparición de Marta del Castillo, por la que la protagonista percibió entre nueve y diez mil euros. El artículo publicado en El Periódico se titula «Usted puede iniciar la nueva revolución» (pdf).
Sobre el caso, que el pasado viernes ya empecé a utilizar en una de mis clases, recomiendo, además de la entrada original, la petición publicada en Actuable, la lectura de la actualización que publicó el propio Pablo al respecto unos días más tarde, «Las vueltas que da La Noria«, o apuntes como éste y este otro de Chicadelatele. Las consecuencias del caso a estas alturas son más que claras: en la última edición del programa, solo se anunciaron cinco marcas. Y tanto la semana anterior como en esta última, marcas como Vodafone o Wilkinson dejaron expresamente claro que la publicidad se había emitido en contra de su voluntad o por error. No se puede ser más claro.
¿Mi opinión? Sencillamente, que es una prueba más de que ya no se puede hacer nada sin contar con la bidireccionalidad. Las progresiva reducción de las barreras de entrada a la publicación posibilita reacciones que van desde la protesta ante un programa televisivo hasta la mismísima primavera árabe o el 15M. Cuando una sociedad se hace bidireccional, se hace bidireccional con todas sus consecuencias, y los que no lo entienden o se niegan a aceptarlo, son apartados mientras musitan absurdas teorias conspiranoicas de todo tipo. Es el caso del presentador de La Noria, Jordi González, que indudablemente contribuyó a empeorar la crisis con varias inoportunas respuestas. En un contexto de irritación generalizada, claramente creciente y perfectamente medible, la reacción de las marcas es absolutamente lógica: no solo mostrarse sensibles a la presión popular, sino además, comunicarlo de la manera más eficiente que pueden, a través de los medios y de las propias redes sociales (más detalles, de nuevo, en las sucesivas actualizaciones de la entrada original de Pablo).
Detalles interesantes: las cosas hay que entenderlas como son. «La Noria» es un programa líder de audiencia que representa una forma concreta de hacer televisión y que despierta reacciones fuertes y muy encontradas. Pero este caso, aunque muchos aprovechen para demonizar a «La Noria», no tiene nada que ver con eso. No se pide la cancelación de un programa, ni la retirada definitiva de la publicidad que lo arropa: se pide, clara y específicamente, que no se pague a criminales o a sus familiares por acudir a un programa de televisión. La reacción de Telecinco debería apuntar a corregir eso, no a hacerse los ofendidos, a buscar conspiraciones, o a disparar al aire con imaginarias causas «contra la libertad de expresión». O a dejar pasar el tiempo mientras ven como crece el «efecto contagio» y como se ponen en riesgo otros programas de la cadena. Debería consistir, como analiza el propio Pablo – que no en vano es experto en comunicación – en pedir disculpas por el error cometido, anunciar que no volverá a repetirse, y reconducir las relaciones con los anunciantes a los que su presentador absurdamente insultó. Y sobre todo, en extraer lecciones, en aprender. Aprender que en la sociedad actual no se puede, por fuerte que sea la capacidad comunicativa que te da una licencia televisiva, una rotativa o un dineral para hacer campaña durante quince días, llevar la contraria a tus clientes, a tus lectores o a tus votantes. No se puede. Una vez más, y ya llevamos unas cuantas… comunicación 2.0.
ACTUALIZACIÓN (15/11/2011): Abandonan «La Noria» los que parecen ser los dos últimos anunciantes que le quedaban, Pronto y Pato WC. Solo se mantienen campañas temporales, como la de la película «El gato con botas», y anunciantes de franja de redifusión, como 11888. Mientras, Telecinco parece seguir sin enterarse, y Jordi González insiste en sus absurdas teorías de que «esto es un contubernio», demostrando más si cabe su desconocimiento del funcionamiento de la red: en su mentalidad de comunicador unidireccional, resulta «completamente imposible» que algo así tenga un origen social proveniente de sus espectadores, razón por la cual tiene que ser «forzosamente» algún tipo de mano negra. ¿El gran pecado de Telecinco y de Jordi González? Subestimar a sus espectadores su capacidad de organización mediante la web social. Aventuras y desventuras de comunicadores unidireccionales en un mundo bidireccional.
ACTUALIZACIÓN (19/11/2011): «La Noria» se emite sin ninguna publicidad. Únicamente tres pausas de un minuto en un programa de cuatro horas y media, pausas en las que se emitieron promos de contenidos de la propia cadena. Además, aparece un efecto arrastre que incluye a toda la cadena: Jata, una marca de pequeño electrodoméstico, anuncia que retira toda su publicidad de Publiespaña, empezando por la totalidad de su campaña de Navidad.
ACTUALIZACIÓN (29/11/2011): Este tema va camino de convertirse en la crisis de comunicación peor gestionada de la historia. Por un lado, Telecinco intenta, en un desesperado intento por aparentar normalidad, atraer a los anunciantes ofertando publicidad gratuita. Por otro, en el programa siguiente, emite una serie de anuncios que todo indica que provienen de descuidos de las marcas o que incluso se han emitido sin el permiso de éstas, lo que desencadena aclaraciones rápidas de empresas como Microsoft o Securitas que, tal y como suena, piden disculpas a los espectadores por haberse anunciado en «La Noria». O, como en el absurdo caso de Vitaldent, que deciden aprovechar la oferta de Telecinco de no pagar por estropear su imagen, sino directamente estropearla gratis. Llegado este punto, conviene volver a la casilla de salida y estudiar la situación con un mínimo de perspectiva: esto es lo que Telecinco, con su cerril actitud de negarse en redondo a pedir disculpas por haber pagado a un familiar de un delincuente, está consiguiendo. Que las marcas tengan que pedir disculpas a los espectadores porque su publicidad aparezca en «La Noria». Aquí no hay campañas contra «La Noria», ni contra Telecinco, ni ningún invento por el estilo. Lo que hay es un porcentaje elevadísimo de espectadores enfadado porque sienten que está mal pagar al familiar de un delincuente por contar detalles de sus delitos en la televisión, y que se sienten insultados porque la cadena se niega a rectificar y a cambiar claramente de actitud. Si «La Noria» cierra y sus trabajadores se van a la calle, será responsabilidad exclusiva de Telecinco, por haber demostrado la más patente incapacidad para manejar una situación de crisis comunicativa.
ACTUALIZACIÓN (30/11/2011): Primer atisbo de lo que podría ser una disculpa o un propósito de enmienda por parte de Telecinco, en boca de Giuseppe Tringali, con motivo del encuentro de Mediaset España con los anunciantes celebrado en el Palacio Municipal de Congresos de Madrid. Lo cuenta también Chicadelatele, «Un perdón que podría llega tarde«.
Está claro que los grandes medios todavía no entienden nada, solo hay que ver el caso en twitter de @nanianorajoy, pero lo que yo me pregunto es: realmente queremos que lo entiendan… por que cuando lo hagan, ¿como usarán esa comprensión?
Hola Enrique, en primer lugar quiero decirte que me ha gustado mucho el título del artículo. Sobre el tema en cuestión, lo que ocurre es que la mayoría de la sociedad aún no es consciente del poder de la comunicación 2.0, ni siquiera el propio Pablo Herreros que, aún siendo experto en comunicación, no fue capaz de prever el enorme impacto de su artículo en el blog.
Todo está cambiando, tal y como predecías en tu libro.
Saludos.
Como descripción del fenómeno encuentro tu post acertadísimo: la sociedad ya es bidireccional.
Pero no me creo que el objetivo de la inicitativa sea «que pidan perdón», como tu dices… Pablo Herreros, quienes lo respalden en esta acción y Actuable han montado una operación de boicot, con amenazas a las marcas anunciantes y listas negras de quienes aún se promocionaban en el programa, publicadas en Twitter el día después.
Hubiese sido una buena noticia que después de la visita de la madre del Cuco el programa hubiese perdido televidentes, pero nos encontramos con otra cosa, más cercana a la extorsión que a la democracia. Hasta donde yo se la señora en cuestión no ha cometido ningún delito, por lo que me preocuparía que este tipo de acciones se convirtieran en habituales.
Y, disclaimer innecesario: no veo La Noria ni Telecinco.
Se van acumulando los casos: Murdoch, Berlusconi, Jordi González y Telecinco… ¿Cuándo aprenderán?
Y por cierto, Telecinco la creó el imperio mediático de Berlusconi, y su última gran jugada ha sido quedarse con el canal Cuatro y con CNN+ (que ahora es un canal llamado Divinity que se dedica al entretenimiento, teleseries, cine y telefilmes, los realitys y el corazón y la crónica rosa).
Y otra cosa, Enrique: tu sección «Mis fuentes diarias» vuelve a mostrar las noticias de hace días ¿ocurre algo?
La semana pasada escribí sobre esto en mi blog, defendiendo a las marcas que habían tomado la decisión de no anunciarse más por su compromiso RSC. Se puede ver en esta direccion: goo.gl/Zrvpy
Transcurrida una semana, no puedo estar más de acuerdo con lo que dices, yo estaba escribiendo sobre lo mismo, pero ya que lo has dejado dicho tú, no sigo, ya lo cuento aquí. A mi modo de ver hay 3 cosas que la Noria puede hacer:
1) Pedir disculpas, reconocer su error y comprometerse a que la ética periodística prevalecerá sobre la audiencia, que aprenderán de lo ocurrido y que harán méritos en este sentido para que vuelvan los anunciantes. Esto lo podían haber hecho la semana pasada pero prefirieron defender lo indefendible.
2) Seguir en la misma línea telebasura, convertirse en un programa pay per view y que les mantenga su audiencia (siempre que los contenidos no infrinjan la legalidad, claro)
3) Desaparecer como programa, y diluir sus contenidos y personal en el resto de la programación para fingir que ya no existen, que creo que es lo que harán, o poner otro programa con otro nombre y vendernos gato por liebre.
En cualquier caso, de acuerdo contigo en que ya nada volverá a ser lo mismo sin tener en cuenta al usuario, y añado, bidireccionalidad no es audiencia, es justamente la no audiencia los que exigimos una programación con ética y valores a la que nos podamos unir.
Television e internet, como ya sabemos son medios opuestos, antonimos por definicion, en el sentido de que television masifica, necesita masas publicos millonarios, concentracion a una hora, propiciar minuto muy valioso en publicidad que cuesta hasta millon de euros al anunciante … internet por contrario desmasifica como tendencia, divide la audiencia y fragmenta y fragmenta propicia que el video pueda visitarse a cualquier hora, reduce y especializa publico a cada contenido, la cuestion es la poca fuerza o financiacion del contenido … en unos años cuando esto acabe de situarse veremos como la television y su concentracion se hace cada vez mas y mas necesaria y querida por el publico y triunfa sobre un ya languideciente o decadente internet que ira quedando atras, ensombrecido por la television. Es como veo la evolucion definitiva de la cuestion
Absolutamente de acuerdo con el comentario 003 de Fernando Blanco. La Noria tiene ya los días contados, para bien o para mal. Nos puede gustar más o menos el programa y la cadena. Lo que me parece intolerable es el boicot que se ha organizado contra las marcas anunciadas y el programa. No tiene que ver nada, pero absolutamente nada con la comunicación 2.0. En todo caso es coacción 2.0 que va camino de convertir la democracia en una dictadura de la masa borreguil y títere convenientemente azuzada y dirigida desde las Redes Sociales y los blogs de los gurús de moda por el bien moral de todos y nuestra salud mental.
Bidireccionalidad hay siempre en todo proceso comunicativo. Otra cosa es que se quiera ver su presencia solo cuando conmina a que rectifique el emisor. Si los que somos emisores profesionales, de cualquier ámbito y faceta, nos dedicamos a lanzar los mensajes que sientan bien a los receptores/clientes, la sociedad civil desaparecerá, se uniformizará la oferta y la demanda. Y solamente podrán triunfar los que tengan posiciones de mayor poder.
Si aceptamos los boicots desproporcionados y gregarios, podemos esperar que un día nuestros vecinos nos obliguen a no escuchar nuestra música preferida o a vestir de otra manera porque así lo decidió la Junta de Vecinos.
Nada, a ser masa borreguil internaútica, a seguir los dicterios de las modas dos punto cero.
Saludos.
Luis Serrano @filmicopez.
La respuesta de Jordi González, la Noria y Telecinco es un claro ejemplo de como no puedes morder la mano que te da de comer. La audiencia da sentido a los programas y los anunciantes pagan la fiesta, desoírlos a ambos no demuestra solo prepotencia sino estupidez.
Es curioso el uso que hacen presentadores, cadenas de televisión y políticos de twitter como si fuesen los más modernos del mundo mundial ( caso Naniano, Blanco, Noria,…) mientras que se comportan en el mundo online con la misma soberbia y estúpida ceguera que les da vivir en un mundo unidireccional en la comunicación en el que ellos escupen el mensaje y nosotros ( ellos creen) lo consumimos.
Señores, se están equivocando, eso sirve en su medio, pero no en el mundo online, el mundo online no les pertenece, no tiene dueños, tiene reglas: transparencia, bidireccionalidad y el bendito fenómeno Streissand!
Pedir perdón, reconocer los errores, participar en el diálogo, escuchar y aprender es una regla que no falla si se hace de modo sincero, recordemos sino el caso de Álex de la Iglesia
#004: Muchas gracias, ya está arreglado. Esta mañana tuvimos un problema gordo, la página estuvo caída de 09:00 a 12:00, y al restaurar desde copia de seguridad, ese cambio reciente se nos quedó fuera. Gracias por avisar!!
En mi opinión La Noria condimenta una bazofia al gusto de su audiencia y esta audiencia se caracteriza por muy abundante. No es cuestión de demonizar a La Noria y si meditar por qué hay miles de conciudadanos a los que ver lo que La Noria vuelca en en pantalla les divierte. Si la Noria no lo hiciera, lo haría otro, pues siempre se encontrará vendedor de lo que tiene demanda.
No pretendo con ello absolver a La Noria, pues son una partida de señores sin escrúpulos, capaces, sin la menor barrera moral, de hacer dinero de propoconando cualquier «espectáculo», que sea del agrado de su público. No dudo que si no les ponemos unos límites, terminaran dando por pantalla cualquier cosa, de pelea de gallos a boxeo entre subnormales, y de manuales para fabricar drogas, a retransmisión en directo de suicídios, cualquier cosa que les de «share», y sobre todo, anunciantes que paguen, que dicho sea de paso, son en esencia, tal para cual.
Debería haber un tribunal ético formados por personas del propio medio que cuidara de que nadie en nombre de la Libertad, atraviese los límites de lo que se puede dar. Puede sonar a censura, y quizá lo sea, pero, si no existe, abundarán campañas como las de Herreros, que no ha hecho más que encender la mecha del descontento general que provocan estos sucesos y que en mi opinión, son más peligrosas para las propias cadenas, que un sistema de autocontol, pues una vez desencadenado uno de estos tsunamis, nadie puede ni controlar los destrozos, ni predecir a que altura llegará la ola de la indignación.
¿mesurable? ¿No habrá querido decir mensurable?
#6 Antonio García:
¿Mande? ¿Estás prediciendo la decadencia de Internet frente a la televisión? Yo más bien diría que va a ser al revés, que la tele ha perdido ya terreno frente a Internet, y que en los próximos años va a perder más. No alcanzo a ver cómo un medio tecnológicamente limitado como es la tele va a ser preferido frente a otro medio, Internet, que es mucho más versátil y avanzado.
#011: Arreglado, gracias.
Me quedo con la idea de que la comunicación ahora es bidireccional, a ver si de esta manera aumenta la calidad de la TV actual, especialmente de telecinco.
Estos programas no deberían existir.Ya pasa de telebasura,es un circo de delincuentes.
#3 y #7:
Entonces para vosotros es ético, lícito, justo, legítimo y moralmente correcto que alguien cobre o pueda cobrar dinero por haber cometido un crimen o por ser familiar o persona relacionada con uno de los implicados, y encima darle un medio televisivo para que si quiere pueda lavar su imagen o la imagen del implicado. Y encima los ciudadanos nos tenemos que callar y no protestar ni movilizarnos contra lo que es injusto ¿no?
Contestando a #7, lo que sí que es borreguismo (te devuelvo tu insulto) es tragar sin rechistar con todo lo que hacen o dicen los medios de comunicación tradicionales y unidireccionales. Y no es cuestión de lo que nos guste o no o de lo que nos siente bien o no, sino de lo que ESTÁ bien o no para cualquier ciudadano con el mínimo de ética o sentido de la justicia que a otros (y a ciertos medios de comunicación) os faltan.
#018 Josue
Correcto. Cobrar por defender a un criminal es algo reservado solo a su abogado defensor, los parientes lo tenemos que hacer por amor al preso, no al dinero.
El morbo vende , no es nuevo, el grado de inmoralidad depende de los beneficios obtenidos, en eso se basa la tele-basura, en vender morbo que siempre tiene salida.
Una cosa es censura y otra un codgio ético, no debe ser un «todo por la pasta», un » el fin justifica los medios», no siempre el fin justifica los medios y no todo vale por ganar dinero, no hay que confundir financiar a asesinos para ganar dinero con ellos con la libertad de expresión.
Lo preocupante es que haya público para estos programas repugnantes, que haya alguien dispuesto a dar pábulo a familiares o amigos del entorno de personas desequilibradas y con instintos homicidas que han realizado actos atroces y de alguna manera se les quiera dar relevancia, estan transmietiendo un mensaje de «hazla bien gorda que así te forras y hasta te podras librar de la carcel y encima seras famoso».
Un delito grave de cualquier tipo no puede de ningún modo convertirse en un motivo de entretenimiento, debe ser tratado con la gravedad y seriedad requeridos por sus graves consecuentcias, frivolizar con cosas así desvia la ética por caminos realmente peligrosos.
#016 entonces tú estás de acuerdo en que si mañana juzgan a un familiar tuyo por un crimen, tú no puedes ir cobrando a ningún sitio por defenderle, ¿es así?
Me pregunto cuando podremos hacer que los políticos nos hagan tanto caso como las empresas que se publicitan en la Noria. ¿Y si hiciésemos algo así para los que promocionan las carísimas campañas electorales?
Pues sí, la sociedad ya es bidireccional, pero creo que ésto se nos va de las manos.
Estoy de acuerdo con 007. Jamás he visto ese programa porque en general veo muy poca TV (de hecho, hay semanas en las que no veo un solo minuto de TV) y estoy de acuerdo en que los programas de cotilleos deberían dejar de emitirse, pero lo ocurrido con la Noria me recuerda a cuando hacía la mili y en la TV del cuerpo de guardia se veía lo que quería el más bruto. Esta vez se han metido con un programa de cotilleos dándole donde más le duele, que es en los anunciantes, pero mañana podrían meterse con un programa de monólogos porque alguien ha hecho un chiste sobre mariquitas, subnormales o feministas. Y son los únicos programas que veo…
Sabiendo que por cualquier cosa que alguien diga en tu programa se te puede montar una campaña en internet que asuste a tus anunciantes, ¿quién se va a arriesgar a decir algo diferente a lo polícamente correcto? O a invitar a alguien que pueda molestar. Por ejemplo, se podría montar una campaña contra un programa de debates que invite a un torero, a Teddy Bautista, a Aznar o a Berlusconi, porque los todos son personajes «malditos» para buena parte de los usuarios de Meneame.
Me parece muy bien que haya cierta bidireccionalidad y que las audiencias tengan peso, que la sociedad civil tenga una herramienta para organizarse… pero la autocensura a la que nos puede llevar no me hace ni pizca de gracia.
¿Quién va a proponer que a Eurovision vaya alguien que sepa cantar sabiendo que en Forocoches están votando masivamente por el Chikilicuatre?
#019 ¿Abogado defensor? ¿Después de haber sido condenado?
¿Y no puedes cobrar aunque tu familia esté en la miseria? Te recuerdo que no todo el mundo tiene tu poder adquisitivo.
Si consentimos que existe una televisión basura, también existe, y en forma abundante y notoria, una internet basura.
Cuando Gorki en su comentario #10, enumera indignado: «terminarán dando por pantalla cualquier cosa, de pelea de gallos a boxeo entre subnormales, y de manuales para fabricar drogas, a retransmisión en directo de suicídios, cualquier cosa que les de “share”- sólo le faltó decir: «como se encuentra y sucede en internet».
Hay que tener pues serios reparos al autonombrarse árbitro moral de las comunicaciones desde el medio más inmoral que ha existido hasta ahora, y donde un video en Youtube de la señora en cuestión, diciendo exactamente lo mismo que dijo en sus minutos al aire, sumaría miles de visitas, generaría trending topics en España, y sería analizado favorablemente en la blogósfera como una muestra de que la internet sí es un medio donde cualquiera, literalmente cualquiera, puede expresarse en libertad.
(Un disclaimer: no sé nada del caso Marta del Castillo pero concederé por lo leido que el tal «Cuco» es el peor truhán de la creación así como que el testimonio de su madre, que tampoco he visto, no constituyó ningún delito). Una buena muestra de la internet basura la da el propio árbitro de la moralidad, el señor Herreros, al titular: «Estas son las marcas que patrocinaron a la madre de un criminal». Para empezar es simplemente mentira, las marcas patrocinan programas de televisión no a las madres de nadie. Son los productores del programa quiénes elijen y pagan a los entrevistados; y si realmente su objetivo hubiera sido protestar contra un contenido habría dirigido su furia a ellos, no a las marcas. Segundo, los testimonios difíciles de obtener, el de un mafioso en la clandestinidad, el de un terrorista oculto, el de un cura condenado por pedofilia, son valiosos y se pagan porque no significan aval del medio ni del periodista y no tienen porqué generar indignación, otra mentira fácil que logró vender con éxito el bloguero. Tercero, sea lo que sea que haya expresado la madre del tío en el programa, me imagino una defensa cerrada de su hijo, y aunque ello nos parezca moralmente aborrecible, es también absolutamente natural y comprensible. Lo raro sería lo contrario, que una madre haga un análisis objetivo y distante sobre un hijo, sea quien sea éste.
Llamé internet basura al post de Pablo Herreros y al caso que hoy me trae Enrique porque es un vulgar cyberbulling disfrazado de protesta moral. Lo que se ha buscado en todo esto no es una mejor televisión española sino despertar el tanatos de la gente para participar en la destrucción de algo, hoy un programa de televisión mañana cualquier otra cosa, sin ninguna reflexión constructiva sobre el por qué la gente ve este tipo de programas (después de La Noria aparecerán otros) ni ninguna capacidad creativa para reemplazarlo con algo mejor. Tilda el artículo de «El Periódico» como «instantáneas y compulsivas» las movilizaciones en internet, y eso no es nada bueno porque significan también antojadizas y antireflexivas. A lo que yo añadiría sumamente hipócritas, porque las marcas no han retirado su auspicio por ningún reparo moral sino como una oportunidad gratuita y caida del cielo para mejorar su imagen, y porque la gente, una vez pasada la catársis de haber destruido algo, seguirá viendo este tipo de programas y consumiendo los productos que allí se anuncian.
Internet no ofrece la convocatoria y la autoridad de la television y los medios masivos, que cada vez seran mas insustituibles. Como muestra hay diversos programas de radio a nivel nacional, que dejaron de emitirse por cambio de programacion y tenian millones de seguidores. Estos programas pretendieron seguir por internet colocando podcast en su pagina web todas las semanas como cuanto estaban en la radio, y a partir del salto de la radio a internet estan practicamente disueltos, del exito del medio masivo a estar disuelto. Lo mismo cualquier artista, escritor, cineasta, creador etc que siempre apostara por la television como medio viable y no por internet que lo relega practicamente a la dispersion, perdida y al anonimato, como ya conocemos reiteradamente y se discute en este blog
Yo creo que la iniciativa que ha sido realmente muy valiente y que ha llegado en el momento justo, en que el vaso se ha colmado. Pienso que la cuestión es que nadie esperaba que se lograra la retirada de anunciantes. La gente que crea esta televisión farisea y embrutecida ha creído hasta ahora que sus actos no tenían consecuencias. No hablamos de libertad de expresión: ellos tienen toda la libertad de expresión del mundo para hacer ese tipo de televisión, pero la sociedad también tiene derecho a luchar contra ella, a presionar a los anunciantes y a conseguir que los anunciantes retiren la publicidad. Ese es el juego de la televisión, de la audiencia, de los anunciantes que pagan por esa audiencia y que quieren o no quieren ver ligada la imagen de su empresa con esos contenidos. Ese es el juego y estamos jugando todos. A partir de ahora, a ver quién gana.
He de recordar que esta iniciativa o tipo de circustancias no son nuevas; se retiró de algun programa a algun humorista que imitaba el acento de cierta comunidad autonoma española y molestaba, se retiró por críticas populares tambien programas televisivos ya en los 80s, osea nada nuevo bajo el sol, la mayor interaccion publico-medio televisivo fue sin duda en los 70s en el programa de Iñigo, el traia a magos que doblaban cucharas por telepatia etc, y el estudio se le llenaba de personas de toda España que corroboraban la experiencia… este ejemplo y muchos mas hubo en los 70s de interaccion publico-fuente, a un nivel muy superior al de ahora
Creo que realmente lo que es bidireccional es la TV, que ha pasado de ser información a comunicación
Lo repugnante de todo esto no es solo el programa o el partido mediatico que han sacado los anunciantes, lo mas repugnante es que unos hechos graves como la violación y asesinato de una joven han pasado a ser un mero entretenimiento para la masa, me resulta verdaderamente repugnante.
¿Cómo pueden tomarse los pobres padres de la chica que la madre del complice de la muerte de su hija cobre por decir estupideces en un programa?, porque , ¿que va a decir una madre de su hijo?, ¿que es un repugnante asesino o complice de asesinato?, no hace falta tener mucha imaginación para saber que nos va a contar esa mujer… y por eso se han derrochado unos miles de euros para alimentar el morbo de unos cunatos espectadores, que vergüenza, que repugnancia.
Considero que esto no esta bien ni en televisión, ni en Internet ni en ningún lugar , un respeto a los muertos, un respeto a quienes sufren las consecuencias de los actos de estos desequilibrados, en definitiva un respeto a TODOS.
#022 Josue
1º- Mi madre, (si viviera), haría lo que fuera por defenderme, hubiera hecho la barbaridad que hubiera hecho, sin cobrar, en cambi no creo que por dinero vendiera intimidades familiares en un programa como La Noria, no creo que sea una excepción sino la regla y personalmente no veo nada raro en ello.
2ª.- El abogado de oficio, también cobra por su trabajo, le paganos entre todos con nuestros impuestos, aunque estoy esperando que El Cuco nos de las gracias por ello.
3º.- No todos tiene mi poder adquisitivo, lo se, los hay mas pobres como los hay más ricos, pero sé que hay mucha gente con menos dinero que yo que tiene tanta o más dignidad que yo. (No todo es cuestión de dinero en este mundo)
#023 Mario
Mi opinión sobre los responsables de las empresas anunciantes en la Moria, es similar a la de los responsables del programa, unos y otros hacen lo que sea por dinero, aunque algunos al menos ham demostrado tener vergüenza, vuelvo a decir que lo que nos debería preocupar es que haya un amplio segmento de la población que encuentra distración en ese «espectáculo», porque ello incida el nivel a que ha llegado la noción de decencia en esta sociedad.
Cierto que sé que eso mismo y peor, se encuentra en Internet, al igual que La Noria, no lo veo, y por lo tanto desconozco quien anuncia en esas web, si nos das una lista de empresas que se anuncien en esos sitios, podemos hacer una compaña social contra su presencia en esas páginas como lo hemos hecho contra La Noria. De otra partee yo soy partidario que las televisiones se auto regulen mediante un comité ético de personas salidas del propio medio, Como los que hay en montones de actividades y no de hacer campañas los televidentes, (como ya he dejado dicho más arriba)
Y por último, si estos señores se basan en la libertad y en el derecho a la información para hacer lo que quieran, no pueden escandalizarse que otros señores en nombre de los mismos principios, aconsejen a los anunciantes que no anuncien ahí, ¿o es que quieren imponer la ley del embudo?.
#029, ¿qué tiene que ver todo eso con prohibir que alguien cobre por defender a un familiar, como propone #016? ¿O es que eres tan intervencionista extremo como él?
Estoy de acuerdo con la entrada pero algunos comentarios me han hecho alucinar en colores.
Primer ejemplo: #010 «La Noria condimenta una bazofia al gusto de su audiencia y esta audiencia se caracteriza por muy abundante. No es cuestión de demonizar a La Noria y si meditar por qué hay miles de conciudadanos a los que ver lo que La Noria vuelca en en pantalla les divierte. Si la Noria no lo hiciera, lo haría otro».
Esta desmesurada afirmación es un insulto gratuito hacia todos los espectadores de ese programa y que es cierto que son muchos.
Segundo ejemplo: #023 «Llamé internet basura al post de Pablo Herreros y al caso que hoy me trae Enrique porque es un vulgar cyberbulling disfrazado de protesta moral. Lo que se ha buscado en todo esto no es una mejor televisión española sino despertar el tanatos de la gente para participar en la destrucción de algo, hoy un programa de televisión mañana cualquier otra cosa».
Una interpretación de intenciones totalmente torticera.
Lo que no se puede es demonizar a La Noria, ni a los espectadores del programa, y ahora, lo que faltaba, a todos los internautas que hacen una crítica tan lógica como comprensible y necesaria.
De acuerdo que tampoco se puede coincidir con todos los que dicen que el programa La Noria no debió pagar nada a la madre de «el cuco». Si el programa vende publicidad a costa de esa entrevista el no pago no es aceptable. Otra cosa sería que La Noria en casos como ese donara a instituciones benéficas, Ong, etc. el dinero que gana con la venta de la publicidad de la entrevista. Pero lo que no es de recibo es que la productora de La Noria se embolse el dinero de la publicidad a costa de la madre de «el cuco» y encima no le pague nada.
Y entiendo que la retirada de la publicidad que han hecho tantas empresas hay que asumirla desde este punto de vista que además resulta evidente.
#Brackets
Considero que hacer circo de hechos tan graves no es lícito ni ético lo haga La Noria, el Telediario o la Web de turno.
No es justo utilizar a una madre destrozada por los hechos imputados a su hijo para hacer dinero aunque le paguen, si le han dado 10000 habrán ganado 100000.
No es ético ni decente utilizar una violación y asesinato a sangre fria como entretenimiento.
No es ético dar a entender que hacer animaladas vende y puede ser lucrativo e incluso admirado por cierto sector de la sociedad.
Favorecer la tele-basura, la tele-morbo no es bueno para la sociedad aunque venda, no todo vale por la pasta.
Lo de los anunciantes se puede interpretar de muchas maneras pero no es lo mas grave o importante, lo grave es que alguien quiera ver este tipo de «periodismo-basura».
#31 Brackets:
Es inmoral TODO: es inmoral que la madre del implicado cobre dinero, es inmoral que con todo ésto un programa de televisión gane dinero, publicidad, promoción, audiencia y marcas y productos que ponen su publicidad ahí, y es inmoral que haya marcas y productos que saquen partido de todo ésto poniendo su publicidad ahí.
Lo que está MAL está MAL Y PUNTO.
#3, #7 #21
Me parece un grave error llamar «extorsion» y «ciberbullying» y emplear adjetivos como «intolerable» para calificar una campaña entre ciudadanos, desde ciudadanos y para ciudadanos de boicot a unas marcas comerciales.
¿Qué pasó con la soberanía del consumidor?
¿Por qué entonces la publicidad ejercida por las propias marcas es perfectamente legal y moral, cuando esto se trata de lo mismo, pero al contrario?
¿Cuando las marcas o empresas se esfuerzan en construir una imagen pública de «respetuosos del medio ambiente» «innovadores» «volcados al cliente» o lo que sea, por qué es? Porque saben que esa imagen es importante para vender ahora y para vender mañana.
No vale romper la baraja y cambiar las reglas cuando conviene, negando el derecho a esos clientes y usuarios que expresen también su opinión, que digan que no comprarán a tal o cual empresa por estos motivos y que llaman a los demás a hacer lo mismo.
Es como la pretensión (que ya se ha intentado) de que se prohíban los comentarios negativos en la red sobre el servicio recibido de una empresa, porque «perjudica su imagen y sus ventas». Toma, claro.
O prohíbes por completo cualquier clase de publicidad positiva, o tienes que aceptar que la negativa sea igual de lícita. (Al menos, por parte de los usuarios, aunque regules las campañas hostiles entre empresas competidoras)
No ha habido extorsión, ni amenazas. Solo ha habido la declaración de que en uso de la libertad de elección del consumidor, no se va a comprar tal cosa, por tal motivo, y se invita a los demás a hacer lo mismo.
Hombre, que la pretensión de que unos puedan emplear casi todos los medios para vender, y otros no puedan ni siquiera declarar que no quieren comprar, es la ley del embudo elevada a n.
Extorsión es por ejemplo envenenar envases en supermercados y pedir dinero para dejar de hacerlo o decir cuales se han envenenado. Extorsión es emplear medios masivos para difundir mentiras de hecho sobre una empresa para hundirla y pedir dinero para dejar de hacerlo. Extorsión es amenazar a distribuidores o minoristas para que no vendan los productos de la competencia.
Me alegro mucho de las consecuencias. En TV no todo vale y el público por fin empieza a poner límites. Si realmente se excusan en la audiencia ahora les ha salido el tiro por la culata y además no han sabido reaccionar correctamente.
Felicidades a las audiencias 2.0 activas.
Me alegro muchisimo de que por fin la audiencia le diga a la TV que no todo Vale, ya esta bien de transgredir. Enhorabuena a las marcas que han sabido reaccionar como profesionales de la comunicación a diferencia de los pseudo-profesionales de telecinco que insisten en que es un complot.
https://www.enriquedans.com/2011/11/hablando-sobre-el-caso-la-noria-en-el-periodico.html#comment-231790
Lo de la bidireccionalidad aún no está tan claro como lo que ven personas como usted, que constantemente tienen información de todo lo que pase en la red. Aunque quede fuera de su entendimiento en este país hay muchos ciudadanos que no tienen acceso a intenté. Se que para los que leen estos blog les parece una barbaridad lo que digo , pero yo solo tengo que mirar un poco a mi alrededor para verlo. Hay personas ya de cierta edad que no usan las nuevas tecnología y otros que solo usan interné para actividades lúdicas. Será cierto que los que andan a menudo en este mundo lo ven con claridad meridiana, pero hay personas que no saben nada del “caso La Noria” y a estos aún los controlan los de la unidireccionalidad.
El periodista Javier Vizcaino lo ve de otra forma en este artículo de su blog. No contradice tu opinión sobre la bidireccionalidad porque el tema no se trata directamente, pero sí afirma que programas como La Noria sobrevivirán porque la sociedad los demanda, triste y lamentable pero cierto.