Mi columna de esta semana en Expansión se titula «Entre virus y juegos» (ver en pdf), e intenta introducir y provocar la reflexión sobre dos conceptos muy mencionados últimamente, la viralización y la gamificación (dios mío, qué patada al castellano), aplicados al desarrollo y la comunicación en medios sociales.
Gamificación… ludoficación? ludificación? La raíz latina debería hacerlo más pasable.
Si gamifiión es una patada al castellano, por que no usas algo como ‘jueguificación’? Parecería un ‘palabro’, pero no un atentado.
Dejando aparte la lengua castellana todo esto es el boca-oreja de toda la vida pero tecnificado.
¿Qué hacemos en las redes sociales sino hablar de lo que nos gusta o disgusta?, lo mismo que hacemos en un bar o en casa con los amigos o la pareja.
Se ha amplificado la repercusión pero en el fondo es lo mismo, es como gritar a traves de un microfono y un amplificador, el mensaje es el mismo pero se escucha desde mas lejos.
El problema que yo veo, es que las dos razones que apuntas para criticar un lugar, el poder «dar lecciones» a los demás y el coleccionar «honores», son dos razones que motivarán a gente con mentalidad infantil, y son de menos peso a la hora de introducir una «critica» en estas redes, que procurar «ensalzar mi establecimiento y hundir la competeencia».
De ello intuyo, que un alto porcentaje por ejemplo un 70% de los comentarios elogiosos y un 30% de los denigratorios parte directa o indirectamente de los propios propietario,
Si un porcentaje importante de lo que allí se dice, a favor o en contra, es por motivos espúreos, y no hay forma de difereenciarlos de las críticas sinceras hechas por gente de mentalidad infantil. ¿Que valor tienen esas críticas?
Sigo fiándome más de la Guia Michelín que se supone hecha por profesionales insobornables.
Al leer un artículo me surge una duda, ¿hacemos bien? , me refiero a los usuarios de compartimos esas noticias que nos han gustado, o volcamos en nuestro perfil de Facebook algún enlace que nos pareció bueno, divertido, interesante. Se que hay quien saca provecho, pero los primeros beneficiados somos nosotros, ¿o no?, somos solo títeres de aquellos que manejan la información.
#005 Raquel Morente
somos solo títeres de aquellos que manejan la información.
Buena pregunta. Te doy mi personal respuesta. Cuando yo hago algo en Internet, con es comentar en este blog y esporádicamente informar a la gente de lo que me ha gustado, estoy haciendo lo que me da la gana.
Claro está, que esa hacer lo que quiero, puede valer para que otros se lucren y que por ello es posible que por algún medio síquico, publicidad, moda, etc. haya sido forzado a hacerlo
Pues bien aun aceptando que ello es posible, no me importa porque en ese momento estoy haciendo lo que quiero y si alguien se lucra con mi accion , pues mejor para él y si he sido inducido a hacer algo, pues que se va a hacer, no será la primera cosa que hago psíquicamente obligado y ello me consta. Cómo negar la fuerza de la publicidad, de la presión social «del qué dirán», o simplemente el contradictorio deseo íntimo de destacar dentro del grupo y a la vez, «ser como todos».