Imprescindible columna de Cory Doctorow en Locus, «It’s time to stop talking about copyright«, poniendo de manifiesto la miopía que supone pretender supeditar el futuro de la sociedad en su conjunto a los problemas de una industria incapaz de adaptarse al cambio.
Con el paso de los años, las cosas ya dan como para echar cuentas: llevamos más de dieciséis años discutiendo acerca de la interacción entre internet y copyright. En este tiempo, internet se ha convertido en el vehículo principal de expresión de miles de millones de ciudadanos de todo el mundo, en el ágora digital que utilizamos para comunicarnos, informarnos, crear, escribir, discutir, conversar, comprar, aprender, expresarnos… la vida digital ha generado una capa que una cantidad constantemente creciente de personas considera, sencillamente, una parte importante de la vida. Una capa no sustitutiva, sino complementaria, en la que se desarrollan muchas de nuestras actividades.
A estas alturas, conociendo lo enorme e insustituible del ecosistema en que se ha convertido la red, las demandas de la industria del entretenimiento suenan cada día más como auténticas frivolidades, intentos absurdos por matar moscas a cañonazos: ¿excluir de la red a toda una familia porque alguien supuestamente se descargó unas canciones? ¿Espiar y condicionar la libertad de todos los usuarios y de toda la red por si acaso circulan copias de tus obras por ella? ¿Sabes de qué estás hablando? ¿Te has dado cuenta de lo absurdo e injustificable de tu escala de valores? No, el entretenimiento no es ni una centésima parte de todo lo que hacemos en la red, y definitivamente, no la parte más importante. El mundo no puede seguir girando alrededor de las demenciales demandas de una industria del entretenimiento empeñada en seguir viviendo de vender copias. Cuando intentamos «solucionar» los problemas de las industrias dependientes de una forma anticuada de entender el copyright a expensas de las libertades de todos los usuarios en la red, ponemos en peligro el futuro de la sociedad en su conjunto. Algo sencillamente injustificable, y más desde el punto de vista de quien debería mirar por el interés común. No, hace mucho, muchísimo, que el supuesto fin ya no justifica los medios. Evolucionemos la discusión y los argumentos: estamos equivocando las prioridades, confundiendo completamente qué es lo que realmente debemos proteger. Dejemos de hablar de copyright, y hablemos sencillamente de la red y del futuro.
Esta situación me recuerda el caso de George B. Selden, que patentó el automóvil en Estados Unidos y le cobraba royalties a los fabricantes hasta que Ford se plantó.
http://en.wikipedia.org/wiki/George_B._Selden
industria del entretenimiento empeñada en seguir viviendo de vender copias.
Y los abogados siguen empeñados en vivir de las leyes, y los fontaneros del agua, y los electricistas de la luz, y los panaderos del pan…
El modelo más sostenible va a ser el que leí el otro día: que cada uno se haga sus películas, componga sus canciones y escriba sus libros en sus ratos libres y que los intercambie con el vecino y los amigos.
Saludos.
Los fontaneros, panaderos,etc viven de realizar tareas que no son automatizables. En el momento en que se invente una maquina que arregle las tuberias automaticamente, o que haga el pan sin esfuerzo, los panaderos, fontaneros, etc se tendran que reciclar o desaparecer.
Miguel, tienes toda la razón. Además, KC debería saber que los (mal llamados) usuarios ya crean contenidos (y los distribuyen gratis, en muchos casos). Y si no que se de una vuelta por Jamendo, por ejemplo.
No es tan fácil. A mi juicio el articulo de Cory, y el tuyo por extensión adolece de cierta visión naif y algo desenfocada, supongo que tiene que ver con las traducciones legales que hacemos de los términos ingleses. Por qué. Pienso, con todos los respetos, que el problema del copyright, no sólo afecta a la empresa del ocio. Va mucho mas allá. Quiero decir, que lo importante no es el copyright en si, si no la propiedad intelectual.
Y ahi entra no solo la peli, si no los chips que usa la máquina, los códigos, las patentes, etc, etc…en definitiva derechos que se contabilizan en el haber de una empresa.
Por tanto las politicas de copyright no sólo tienen que ver con Internet, sino también con el derecho de propiedad. Derecho que desde Roma es y ha sido intocable para la superviviencia de un sistema de producción. Que habria que cambiar el concepto de propiedad, bueno eso es ya otro tema. Pero ya digo. No es tan fácil. Ni basta con dejar de hablar de ello. Es más es una de las madres del cordero. Tocar ese derecho es tocar una de las bases del sistema. Por eso tal vez es tan importante para unos y para otros.
Yo soy mas partidario de hacer un enfoque interesante y luchar por ello que dejar de hablar. Porque es evidente que ellos no van a dejar de hacerlo, por unas vias o por otras.
Tal vez, y solo digo tal vez, la industria cinematográfica, editorial y musical adolecen de los mismo que nuestro estado español: Demasiados funcionarios.
Me explico, para una película hacen falta guinista(s), cámara(s), editores, maquilladores, etc… Pero cuando me quedo a ver los créditos, quedo atónito en la cantidad de gente involucrada. Sobre todo la parte de «otros» que no cumplen ningún rol específico. Y a cada uno se le paga según el convenio de su gremio.
Un motivo de por qué una peli de Hollywood es tan cara de producir es que actores y director cobran una barbaridad, diría que medio presupuesto se les va siempre en tener a la estrella de turno actuando.
Si me equivoco, por favor, hagan el favor de corregirme, es mi mente eculubrando y no hablo con conocimiento de causa
Hay algunos que siempre van contracorriente. Yo veo el futuro observando a mi hijo de ocho años que coge mi portátil, lo enciende, entra en Google y busca lo que quiere (yo no le quito ojo); por ejemplo ha encontrado una Web para repasar las tablas de multiplicar y un colega del cole le hablo del club penguin donde ya tiene su perfil que es un pingüino que puede interactuar con otros , todo ello previa autorización paterna y tiene que estar muy controlado por que hasta el nombre que le pones a tu pingüino está muy restringido. Entra en las webs de cadenas de televisión de dibujos animados, busca juegos y todo tipo de actividades de entretenimiento. Señores, la realidad es que en la red es donde estará todo y el que no esté se queda fuera.
¿Cómo van a vivir señores de vender copias , si todos podemos hacerlas en nuestra casa?. Es como tratar de vivir de lavarnos los platos, cuando todo tememos un lavaplatos en casa. ¿Cuando se enterarán que desde que existe la posibilidad de duplicar ficheros de forma perfecta en nuestro domicilio, no necesitamos comprar copias duplicadas en una fábrica?.
Se trata de la industria del entretenimiento, industria del conocimiento para realizar enciclopedias etc … lo que ha cambiado es que en los 80s por ejemplo, se podia elegir entre la musica de los vecinos, amigos, aficionados con sus guitarras o comprar musica profesional de industria, por ejemplo Pink Floyd … y la gente pagaba lo que sea con tal de huir de los aficionados, grandes sumas de dinero en discos, libros, peliculas; becarios, voluntarios productores, hoy no se puede elegir o alternar entre la aficionado y profesional produccion de conocimiento o cultura, no se puede huir, la industria desaparece y quedan los aficionados para producir conocimiento, entretenimiento o musica. La desaparicion del conocimiento a la vez que la multiplicacion de contenidos es algo invisible intangible, ya lo hemos comprobado con la llegada de ciertos, muchos, canales de television de cierto tipo… esto no pinta nada bien, no va bien, hay una sensacion generalizada, cada vez mas punzante de «el mundo no progresó adecuadamente»… esta falta de eleccion, de libertad, ya se percibe como una dictadura
#009 Jose Ruiz
¿Cómo puesdes decir que no puedes elegir entre profesionales y aficionados? Qué profesional quieres oír, antiguo como Carosone, o Edit Piaf, o actuales como Lady Gaga o ColdPlay. Vete a Youtube, pon su nombre en «Buscar» y ponte a oír música de profesionales.
Puede que lo que te pase es que no sabes buscar.
#008 Gorki, el objetivo de cobrar las copias no es cobrar el coste del copiaje, si no la producción. Cuando compras una película, no pagas el coste de copiar, sino la producción de la película. Actualmente, copiar cuesta 0, pero hacerla sigue costando lo mismo que antes, puesto que estas no salen de la nada.
No, el entretenimiento no es ni una centésima parte de todo lo que hacemos en la red, y definitivamente, no la parte más importante.
Brillante, totalmente cierto, casi tanto como muchos de los comentarios que acabo de leer. Un ejemplo de ejercicio mental en el que el autor se pone en la piel de todos los segmentos posibles.
Esperamos tu disco, Enrique.
Saludos.
Vaya, como es habitual a la gente se le va la cabeza, y pronto empezaran los insultos. Que cansancio.
Por volver al tema, Yo estoy con #5. Hablar de copyright es hablar de propiedad y por tanto es hablar del futuro de Internet. Pues Internet afecta a la propiedad al menos a la intelectual. Y la «propiedad» es el nucleo del sistema. ¿por que deberiamos dejar de hablar de ello?, ¿acaso no nos afecta todos los dias?.
Para mi que chocan dos modelos, el que ve un negocio como generación de dinero (amantes del copyright por lo general). Y los que ven un negocio como creación y aumento de valor sobre las cosas. Ser empresario no sólo es hacer dinero (vease Tedy) sino tambien generar y añadir valor. Desde ese punto de vista, el copyright suele ser una losa.
Y como dice #5 Magtechno, no es fácil cambiar mentalidades.
En ello, estamos. Pero vamos, que el movimiento se demuestra andando.
Saludos.
Hay que hablar más de Internet y menos de copyright, ¡claro que sí!
Señores, esto es el «sexo de los angeles».
La industria a ejercer su poder y los ciudadanos a escudarnos en nuestra privacidad.
Que gane le mejor adaptado.
No sólo estamos anclados en una declaración de derechos humanos que ha quedado anticuada por incompleta, sino que hay mucha tentación involucionista porque las estructuras de poder se tambalean por la propia fuerza de las redes sociales. Estamos ante un nuevo tipo de lucha de clases que está apunto de triturar a una aristocracia política que se ha olvidado de a quién representa.
La industria del copyright terminará pagando sus errores. En lugar de favorecer una transición con modelos acordes a los nuevos tiempos, ha optado por convertirse en enemiga de las libertades. El resultado final será previsiblemente mucho peor para esta industria, porque ha emprendido una batalla imposible de ganar.
#011 ExE
Cuando compras una película, no pagas el coste de copiar, sino la producción de la película. Lo se perfectamente, el problema es que no pagaré un alo importe por una copia que puedo conseguir en casa gratis.
Lo lógico es buscar como ganar dinero regalando,(o casi), las copias.
¿Que no se puede hacer? – Pregutalé a Lady Gaga y Julián Barbier si se puede o no
¿Que es dificil? – Pues no lo dudo, pero me parce aun más difícil, intentar vender DVD’s por 12€ a persoas que en su caso los obtienen con muy poco esfuerzo gratis.
De veras ,yo no he hecho este mundo, me lo he encontrado así, um mundo que evoluciona y es una verdadera pena, pero quien no evoluciona con él, muere como los mamuts.
Se va a dejar de hablar de copyright cuando se respeten estos derechos en la red con la misma naturalidad con la que se respetan fuera de ella.
Es para este fin que desde hace años se discuten, redactan e implantan nuevas leyes y tratados en todos los países, como parte del inevitable proceso de adaptación legislativa que haga efectivo el derecho de autor en el entorno digital. C.Doctorow ya no quiere hablar del asunto sencillamente porque no tiene nada que aportar al respecto, a él no le interesa esta adaptación ni el respeto a los derechos de autor en internet.
Decir que el entretenimiento no significa más del 1% de la actividad online debe ser una afirmación antojadiza o deliberadamente falsa para soslayar el problema. Si Enrique cuenta con estadística que lo respalde debería publicarla ya que es difícil imaginar que el gaming online, los streamings de series y películas, las descargas de música o libros son sólo un deleznable 1% de lo que la gente hace en internet. Sí se han publicado por el contrario, datos en el sentido opuesto, señalando el creciente uso de la red que significa Netflix en USA o el elevado porcentaje que representa el entretenimiento dentro del tráfico P2P.
#02, #03, #04, #08. Es que la industria del entretenimiento no vive de hacer copias. Son las imprentas o las fábricas de discos las que viven de hacer copias. Lo que vende la industria en el entorno digital no son copias sino licencias, que es lo que pagas en itunes, netflix o amazon cuando descargas sus contenidos. Si antes el precio de la licencia estaba incorporado en el precio de un bien físico, al realizar uno mismo sus propias copias se evita la compra del bien físico pero no se exonera del pago de la licencia.
Esto en realidad no tiene nada nuevo, hace años que el software se comercializa así, vendiendo licencias, y en muchos casos ni siquiera fabrican una versión física del producto en cuestión.
A mi realmente no me importa que la «industria» de la cultura se vaya a la porra, (es más, casi lo estoy deseando, a ver si cuando lleguen al fondo espabilan). No es mi problema si llevan años a intentando proteger el modelo de negocio caduco que representa el vender copias.
Hoy día hay negocios de éxito online cuyo éxito se basa en haber buscado otra forma de comercialización (iTunes, Netflix, etc) y habría muchísimos más, de no ser por el «secuestro» actual de los derechos sobre la propiedad intelectual, ya que queremos o no, hoy día los derechos de autor sufren una especie de monopolización en los canales de distribución, ya que apenas una docena de multinacionales deciden que ver, cuánto vale y dónde lo puedes comprar.
En España por ejemplo, hasta hace poco (y no si persiste), no tienes mas narices que asociarte a la SGAE si querías hacer una tirada mediana de CDs… es decir, tenías que pasar por el aro por cojones, de tal manera que los artistas se veían fomentando la falta de progreso y de nuevas formas de comercializar los contenidos mas cómodos y más acordes a los tiempos que vivimos.
Ante este secuestro y monopolización de las obras, no es de extrañar (dada su facilidad) que quien más y quien menos, consumamos y distribuyamos las obras de forma gratuita sin la menor dificultad.
A mi me gusta ver pelis y series, pero hace como 10 años que me deshice de mi televisor. Ahora veo una serie y la veo sin esperas, sin anuncios, en el idioma que quiero, sé que capítulo de qué temporada estoy viendo, etc.
Eso no lo puedo obtener hoy día pagando… eso es lo triste.
Estooo Enrique, lo de subscribir comentarios por email, devuelve el siguiente mensaje:
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El cual resulta pelin desconcertante por su redundancia :)
«Se va a dejar de hablar de copyright cuando se respeten estos derechos en la red con la misma naturalidad con la que se respetan fuera de ella.»
Una verdad como un témpano que ha dicho el usuario Mario pues el mundo virtual dejará de serlo cuando comprendamos que no se pueden perseguir fantasmas. Porque la solución contra la piratería no es perseguir las descargas ilegales en internet ni el intercambio de archivos ya que eso es una quimera, un imposible que lleva a que los piratas se burlen de las intenciones de una industria que por ese camino y por mucho que se empeñe jamás lo conseguirá.
La solución es perseguir al consumidor FUERA DE LA RED de la misma manera que se hace con el usuario de un tren al que se le exige que presente su billete y caso de no disponer del mismo se le multa gravemente.
Deberá ser obligatorio que cada usuario de un iPod o cualquier otro tipo de reproductor de música (con o sin cascos) presente a la autoridad policial que lo requiera el comprobante, factura, etc. que acredite que la música que lleva en su soporte es legal y que ha pagado por ella. De lo contrario se le multará e incautará el soporte. Y así se acabará con el problema muy rápidamente de la misma forma que casi nadie viaja de colado en los trenes pues saben que les puede caer un buen puro.
http://www.mcu.es/propiedadInt/CE/LuchaPirateria/deficult/tucultura.htm
#018: Dime, Mario, ¿realmente crees que eso va a ocurrir? ¿Piensas de verdad que los dinosaurios, a base de plantarse y de ponerse chulos, obligarán a la glaciación a retroceder? ¿Que será la única industria que no se vea obligada a cambiar debido a la redefinición del entorno que supone internet? ¿Que todo cambiará y se amoldará para que la industria del copyright pueda seguir funcionando como funcionó siempre? ¿Que toda la sociedad que hoy en día odia los modos esgrimidos por la industria de los contenidos cambiará de opinión y abrazarán su verdad como único pensamiento? ¿De verdad eres capaz de convencerte a ti mismo de que esa guerra tiene alguna posibilidad de ser ganada?
Qué tierno…
Mientras, nos las van colando: http://www.guardian.co.uk/media/2011/sep/12/musicians-copyright-extension
Las patentes sólo duran 20 años, por suerte, y ya me parece demasiado. Se supone que es tiempo más que suficiente para amortizar la inversión y obtener buenos beneficios. ¿Por qué la música tiene que llegar a tener un copyright de 70 años? ¿Tanto cuesta hacerla?
Con ciclos de producto cada vez más cortos, cinco años deberían ser suficientes tanto para obras con copyright, como para patentes.
#21
Deberá ser obligatorio que cada usuario de un iPod o cualquier otro tipo de reproductor de música (con o sin cascos) presente a la autoridad policial que lo requiera el comprobante, factura, etc. que acredite que la música que lleva en su soporte es legal y que ha pagado por ella. De lo contrario se le multará e incautará el soporte.
JAJAJAJA! Espera un momento… JAJAJA! Ahora en serio, ya estás repartiendo de eso que tomas.
#5 y #13 … Por tanto las politicas de copyright no sólo tienen que ver con Internet, sino también con el derecho de propiedad. Derecho que desde Roma es y ha sido intocable para la superviviencia de un sistema de producción. Que habria que cambiar el concepto de propiedad, bueno eso es ya otro tema…
Bien, es que la cosa es exactamente al revés.
1. Los romanos no tenían el concepto de «propiedad intelectual», y es un concepto que hubiera resultado muy extraño para ellos.
2. Para ellos… y para todas la culturas, hasta hace dos días. El conocimiento exclusivo o difícil de adquirir podía tener valor, es cierto, pero todo el mundo tenía claro que la única manera de explotar en exclusiva ese valor era mantener el secreto. Porque cuando se extendía ese conocimiento, se acabó la exclusividad, y a nadie se le ocurría que tuviera el derecho de ir a quejarse a un tribunal de que Fulanito le hubiera copiado su método de tintar, de forjar o de lo que fuere. Con las obras de literatura o música, ya no digamos.
3. Por tanto, el concepto de «propiedad» no incluye, ni ha incluido en toda la vida de dios lo que ahora se llama «propiedad intelectual». El uso de esa palabra para denominar unos derechos determinados es metaforico, no literal, y muy reciente
4. El razonamiento subyacente detrás de todo este asunto, cuando se inventó hace dos o tres siglos, era más o menos el siguiente:
«Vamos a conceder, por privilegio del Estado, la exclusividad de explotar tal o cual producto intelectual a su creador (o a quien se la compre) para estimular y dar incentivos a la creación y la innovación.
Como eso no deja de ser una excepción discutible al status antiquísimo de que el conocimiento y la cultura circulan y se difunden espontáneamente…
… Y como la finalidad de todo el ejercicio es ACRECENTAR el acervo cultural disponible para todos, y NO DISMINUIRLO, esta exclusividad tendrá la duración imprescindible para que este estimulo sea eficaz, y luego las obras e innovaciones vuelven al estado natural de las ideas, que es que todo el mundo pueda tenerlas y aprovecharlas.
… O sea, que diez o veinte años estarán bien ¿no? »
¿Qué ha pasado después? Pues que el conocimiento, el entretenimiento y los demás «productos culturales» han llegado a ser más valiosos comercialmente cada vez, y ha empezado un proceso de expolio del común, a base de alargar cada vez más los periodos extraordinarios de explotación en monopolio, hasta llegar a los periodos exorbitantes de ahora, y en paralelo se ha extendido el erróneo concepto de que esos derechos que concede el Estado (como puede conceder la explotación de una frecuencia radioeléctrica, digamos) son una propiedad, no solo metafóricamente, sino de verdad y literalmente.
La consecuencia general, y eso ya está demostrado empíricamente, es que la institución de patentes y derechos se ha vuelto en la actualidad CONTRA su finalidad inicial:
Ahora ahogan y desincentivan la innovación.
Ahora disminuyen y expolian, en lugar de incrementar, nuestra disponiblidad total de cultura para el común.
Ahora asfixian y despojan al innovador, porque los derechos los detentan en la práctica las grandes corporaciones. Los creadores ven muy poquito de los beneficios en el mejor de los casos, o son ahogados por la infinidad de patentes y derechos defendidos por legiones de abogados contra los que no pueden pelear… incluyendo los derechos de sus propias creaciones, y las creaciones que no pueden crear ni publicar.
El peor y más tramposo modo de enfocar el tema es partir del «derecho inalienable de propiedad». Que no, hombre, que eso no existe, en lo que a la mal llamada «propiedad intelectual» respecta.
#22 Enrique. Desde que visito tu blog se han sucedido multitud de proyectos, leyes y hasta tratados internacionales que apuntan todos a la misma dirección: a fortalecer y hacer respetar el derecho de autor en el entorno digital. Cuando aparecen la Hadopi, la protect IP, el ACTA, el TPPA o su propia la Ley Sinde, siempre empiezan las campañas de miedo anunciando el apocalipsis de la red y el fin de las libertades civiles, lo que por supuesto nunca sucede. De la otra parte en cambio, ni la EFF, ni Public Knowledge, ni Creative Commons ni ningún grupo o persona tiene una sola linea de pieza legislativa, discutiéndose en cualquier país del mundo, que apunte a disminuir o debilitar el derecho de autor en internet. ¿A dónde pues crees que vamos a llegar eventualmente en este asunto, a la abolición y el debilitamiento del derecho de autor, o a lograr su efectivo respeto en la internet?
En este período, por ejemplo, se introducen en el Congreso americano dos proyectos que dejan a los sites piratas sin pasarelas de pago, sin ingresos por publicidad y sin capacidad de levantar capital de riesgo en los EEUU. Esto es novedoso, sin precedentes que yo conozca, y es parte del proceso legislativo del que hablo. No puedes negar un proceso de adaptación legislativa que sucede frente a tus ojos sólo por que va en la dirección opuesta a la que apostaste.
Fuera del terreno legal no soy paleontólogo ni sé tanto de dinosaurios como tú, pero lo que sí sé es que hoy mis televisores, receptores y hasta Blu Ray players se concectan a internet y me permiten ver en streaming películas sin siquiera encender el ordenador, indicando que tanto la industria de entretenimiento como la de electrónica de consumo apuestan ambas a internet como el canal óptimo de distribución de contenidos. Cuando empecé a visitar tu blog tampoco había nada de esto y los televisores se vendían por su tamaño o resolución y no por su conectividad a Netflix, Amazon, Hulu, Youtube, Facebook y lo que venga luego. Para ser dinosaurios están sumamente activos en llevar la internet a cada habitación y a cada aparato de la casa o al móvil, vendiendo sus películas incluso como aplicaciones, y expandiendo el valor de la red de una manera que ni tú mismo imaginaste. Claro que también puedes cerrar los ojos a todo esto.
Lo que sí huele a viejo es más bien ese discurso de odio de los dinosaurios y de las copias que demoniza o ridiculiza a los autores o sus industrias por un hecho tan mundano como querer cobrar por su inversión o su trabajo y que no ha cambiado en 15 años. Renuévate tú Enrique, que hoy internet es más que el coto de caza de Pirate Bay o SeriesYonkis y ya salió del ordenador para estar en los móviles, los autos o los televisores. Esta expansión de la red unida a una mayor seguridad jurídica para la propiedad intelectual es el ambiente donde se darán servicios del futuro y eso es lo que creo.
En la realidad las patentes no protegen, no hay que contar con ellas si lanzas un producto que has inventado, y este tiene exito nadie ni las patentes, evitan la copia masiva en general, raros son los casos en que protegen. Luego la cosa se pierde en juicios, juicios y prorogas hasta que alguien inventa un producto mejor el tuyo ya no esta en el mercado y el juicio sigue y sigue arruinando al demandante, frente a las industrias copiadoras y mejoradoras forradas. Ahora los chinos se dedican a «imitar» todo producto occidental y sustituirlo en el mercado por su copia, lo que conlleva la sustitucion de la industria occidental por la oriental simplemente. El caso del tren aleman que los chinos han mejorado espectacularmente, con su tremendo Maglev, jamas pagara nada de patentes a las empresas alemanas, simplemente cambiando bobinas de valor, de sitio de valor magnetico y mil millones de triquiñuelas tecnicas, y legales como prorogar juicios, la demanda se pierde se inunda en terminos tecnicos y al final resultara que los alemanes copiaron en tren chino en estos casos, y tendremos que agradecer que los chinos sustituyan a los trenes europeos, ya que se dedicaron a mejorarlos. Los unicos productos que salvaran de la copia seran los microprocesadores de nuestros pcs, ya que llevan mil millones de transistores en unos pocos cm y eso nadie lo puede hacer …los sistemas operativos como Windows o buscadores como Google, tan tan complejos y con complejidad creciente para que nadie pueda llegar a nivel de imitarlos bien, son millones y millones de lineas de codigo, pero no cuentan con las patentes. Ahora tengo instalado Windows 7 americano en ingles, ya que todo lo que consiguio Europa demandando a media player fue que el Windows europeo en español tenga menos funciones y le hayan puesto un media player de peor calidad, consiguio Europa hacer el ridiculo en definitiva… en fin un mundo globalizado donde las patentes, la propiedad intelectual, el copyright, tienen los pies en charcos de aceite, alguien ya llamo este mundo del siglo XXI «la jungla del conocimiento»
#26 y #27 el resumen de estos dos comentarios podría ser:
El asunto al final no va de defender ni la iniciativa innovadora ni los derechos de autor: va de grandes corporaciones, de su influencia y captación de Estados y poderes legislativos y de su esfuerzo por hacer dinero con monopolios nuevos y viejos, y con hacerse con los monopolios de las otras corporaciones.
Ganarán o perderán, o, como es más frecuente, ni ganarán todo ni perderán todo. Pero si el común de los mortales defendemos lo que nos conviene, lo que nos conviene no es de ninguna manera que se lo lleven todo. De hecho, cuanto menos se lleven, menos perderemos.
Me gustaría destacar el interesante paralelismo existente entre la afirmación que se hace en el comentario número 18 («Se va a dejar de hablar de copyright cuando se respeten estos derechos en la red con la misma naturalidad con la que se respetan fuera de ella)» y el artículo de la reputada periodista Pilar Rahola publicado hoy en el periódico La Vanguardia y del cual extraigo (gratis por ahora) el siguiente párrafo:
«Leo, por ejemplo, la reflexión de Sófocles sobre el Estado: «Un Estado donde la insolencia y la libertad de hacer lo que nos da la gana quedan impunes, acabará por hundirse en el abismo». Más allá de la carga política de su reflexión –tan precisa para los tiempos actuales–, Sófocles toca la tecla fundamental del concepto de civilización: allí donde no hay ley, habita la impunidad y el caos. En los estados, pero también en cualquier tipo de organización social, cuyas reglas de juego deben ser respetadas para no autodestruirse. Y ahora viene la pirueta, convencida de su bondad dialéctica: lo que escribió Sófocles para el Estado griego hace más de dos mil años, sirve para el invento más moderno del siglo XXI, la red de redes, internet. Sorprendentemente en este nuevo mundo preñado de posibilidades se ha instalado la cultura del todo vale sin ninguna otra responsabilidad que la impunidad que da el pasamontañas.»
http://www.lavanguardia.com/opinion/articulos/20111104/54237490195/el-mito-assange.html
Totalmente de acuerdo. Son los sectores recalcitrantes del entretenimiento los que se deben plantear su obsolescencia y adaptarse a los nuevos tiempos. No se trata aquí de que los productos culturales sean gratuitos. Simplemente se venden de otra manera. Supongo que cuando llegó la televisión muchos se plantearon, cómo algo por lo que no se cobra entradas podría generar ganancias y las generó en gran forma. Por otra parte durante el siglo XX esta industria llegó a una sobre valoración inaudita que hoy está encontrando un nuevo equilibrio.
Saludos y felicitaciones por el artículo
#29 El reflejo automático de quienes viven de y en la política profesional (y sus aledaños y su clientela) es considerar que los ciudadanos son sospechosos, irresponsables y peligrosos salvo que estén controladitos siempre.
Desde ese punto de vista internet es el caos, efectivamente, y un nido de maleantes por definición. Pero ese punto de vista se describe a sí mismo, no a internet, ni a la ética pública.
Y, citando a Sófocles, era Antígona, y no Creonte quien tenía razón.
«Es que la industria del entretenimiento no vive de hacer copias. Son las imprentas o las fábricas de discos las que viven de hacer copias. Lo que vende la industria en el entorno digital no son copias sino licencias» han escrito mas arriba.
Esa sería la clave de la cuestión, que lo que vende la industria de la música, y también la del cine, no son copias sino licencias de uso. Es lo mismo que cuando alguien va al cine y paga por su entrada que solo le da derecho a ver la película una única vez. O cuando alguien va a escuchar a su cantante preferido y paga su entrada para escuchar las canciones una sola vez. La solución será entonces que se obligue al consumidor a pagar una licencia, con letra pequeña, que solo le daría derecho a ver una película en DVD una sola vez o a escuchar el contenido de un CD musical un número de veces perfectamente limitado. El problema es que el consumidor no ha comprendido el concepto de «licencia de uso» y se cree el dueño de la situación.
Pero la culpa la tiene no solo la evidente irresponsabilidad de los consumidores sino incluso la propia industria por llamar «copias» a lo que serían en teoría sus «licencias de uso».
Titulares como el que sigue no hacen mas que confundir al personal: «Lil Wayne vende 964.000 copias de su nuevo disco en la primera semana»
http://www.laredso.com/2011/09/07/lil-wayne-vende-964-000-copias-de-su-nuevo-disco-en-la-primera-semana/
El problema no es el copyright o el canon el problema es la perdida del monopolio de la cultura en manos de unos pocos que hasta ahora se estaban forrando y yendo de putas gratis gracias a todos nosotros.
Ahora esos parásitos no ganan tanto y lloran, no tiene que ver ni con los autores ni con la creatividad ni con que se muera alguien de hambre eso a los de siempre les da igual.
Para seguir ganando el mismo dinero que cuando tenian el monopolio de los contenidos quieren seguir teniendo ese monopolio y eso hoy en dia es imposible se pongan como se pongan.
Cuanto mas me prohiben compartir mas ganas tengo de hacerlo…
#Brackets
Que irresponsables y malos que somos los consumidores ¿eh?, nuestra única obsesión es robar a los creadores , ningunear a la industria y hacernos millonarios con el dinero de los pobres artistas que viven en Miami y no pueden comprarse otro BMW por nuestra culpa, es que la maldad de los consumidores no tiene límite, aunque al menos nos pagamos a nuestras putas con nuestro dinero, pagamos el canon con nuestro dinero, pagamos nuestros caprichos con nuestro dinero y nuestras peliculas no nos las subvenciona nadie y encima tenemos todavía para mantener a un montón de cretinos que andan robándonos con unos impuestos ilegales que no deberían recaudarse y con unas politicas de risa.
Si, los consumidores somos muy irresponsables.
Mario:
¿¿Que la industria no vende copias?? Esta sí que es buena. Debe ser que los legisladores de todo el planeta no se han enterado, porque toda la legislación de derechos de autor de todos los países del mundo se basa precisamente en la presunción de que la industria sí vende copias. Me gustaría que me señalases en qué punto de la ley española, norteamericana, o peruana se habla de licencias para disfrutar de pelis, canciones o libros.
No existe una corriente legislativa a favor de los derechos de autor, lo que hay es una corriente legislativa a favor de nuevos y extraordinarios mecanismos de represión. El derecho de autor sigue siendo el mismo, pero como la represión ordinaria no funciona, se recurre a métodos extraordinarios que tampoco funcionan, con lo cual se vuelve a recurrir a otros todavía más nuevos y más extraordinarios métodos. En otras palabras, hemos entrado en una espiral de represión.
Espiral que, por supuesto, choca con otros derechos del resto de los ciudadanos. Por ejemplo, si un periódico me difama, puedo demandarlos, y si gano el juicio se supone que la próxima vez se lo pensarán 2 veces antes de difamar a alguien. Si la ley Sinde se aplicase a los casos de difamación en los periódicos, en lugar de aplicarse a los derechos de autor en página web, entonces una comisión administrativa decidiría si cierra todo el periódico de forma indefinida, por un sólo caso de difamación.
Y por supuesto, aunque esa barbaridad no la soltaste tú, la propiedad ha existido durante miles de años sin que hubiera derechos de autor, de lo cual se puede deducir fácilmente que es perfectamente posible cuestionar los derechos de autor sin cuestionar la propiedad en general.
El debate consiste por tanto, desde hace años, en que los defensores de los dinosaurios soltáis unas cuantas falacias bien gordas, y los demás os las rebatimos. Huís del verdadero debate, que es mirar cómo el autor puede obtener ingresos en una época en la que todo el mundo puede copiar.
.
Un apunte que se me olvidó. El libro de Enrique está con licencia CC desde el primer día. ¿Cómo es posible que se haya vendido bien? Según los dinosaurios, es imposible hacer negocio con un libro que carecía de ciertos derechos de autor porque su autor renunció a ellos.
Habria que creerse esta «revolucion» si el mundo hubiera cambiado, pero resulta que hoy el cine y el software es 100 por 100 de Hollywood, Microsoft Apple Android … antes de internet era menos porcentaje, asi que todos estos que «piratean» yo los veo como peces en el anzuelo y ellos se creian que eran …, es el mundo global …