Mi columna en Expansión de esta semana se titula «Empresas esponja» (ver en pdf), e intenta crear una cierta conciencia con respecto a las posibilidades de un entorno de hiperabundancia de información para las empresas. Big data, web social, smartphones y dispositivos móviles de todo tipo, conversaciones como generadores de información en flujo constante que la empresa tiene que saber destilar y analizar para poder adaptarse cada vez más a unos clientes que, además, tienden a incrementar su nivel de exigencia al saberse escuchados. La empresa del futuro es la que es capaz de empaparse de datos y convertirlos en información útil.
Los principales problemas de la gran abundancia de datos que existe a día de hoy, son dos.
Por un lado un problema es el no tratamiento de los datos ya que el mantenimiento y la extracción de información tan rica como de las que disponemos hoy, en lo que datos se refiere, tiene un muy coste elevado.
Por otro lado, la modelización de los datos olvidándonos de los basics del negocio nos devuelve resultados absurdos de un coste elevadísimo.
Ilustro el último caso con un ejemplo, un poco exagerado pero que puede sirve para comprender el problema:
Empresa de venta retail de ordenadores portátiles que tiene una base de datos histórica con informaciones de venta de sus clientes y que mezcla con otra base de datos de variables macro con información mundial. Realiza la modelización basandos en esos datos y obtiene que las ventas crecen cuando el PIB de Angola se incrementa o cuando el paro en Australia desciende.
De acuero con lo que dice #1 habra que balamcear los beneficios de la informacion con el coste de la información. Sin embargo los extremos siempre na han sido perversos. Una búsqueda exhaustiva de datos y su posterior análisis pueden tener un coste desproporcionado, e pero vivir de espaldas a Internet para ahorrar tambien puede ser un craso erro.
¿Por qué no un térnimo medio? unos avisos en Google, una publicidad Adsense bien situada, presencia en Facebook y en Twitter, quizá un blog o un portal con tienda on-line, con un responsable adecuado y con responsabilidad y autonomía al frente haciendo de Social Manager a tiempo más o menos parcial, una atención inmediata a las preguntas de e-mails, sms y Twitter y otras digitales, un ágil correo electrónico y SMS que no se confunda con SPAM,…..
Creo que esto, en mayor o menor grado, según es sector donde se encuentre la empresa y su tamaño, está al alcance de cualquier empresa y es rentable.
Ninguna explotación de datos de las redes sociales será de gran utilidad para empresas que sigan organizadas de una forma estrictamente jerárquica, como suele ser el caso. Si la empresa no adopta un paradigma organizativo y productivo mallado, no será capaz de asimilar ni interlocución en red con sus clientes o stakeholders ni podrá asimilar la información obtenida.