Recurro a la conocidísima viñeta de Peter Steiner publicada en The New Yorker en 1993 para ilustrar una buena entrada de Mike Masnick en Techdirt sobre el uso del anonimato y los pseudónimos en redes sociales, «What’s in a name: the importance of pseudonymity & the dangers of requiring ‘real names’«. Una entrada que viene al hilo de la polémica por el uso de pseudónimos y nombres no reales en redes sociales desencadenada por la decisión de Google de requerir nombres reales en Google+, o mucho antes por políticas similares planteadas en Facebook, y del que he hablado en ocasiones anteriores.
El asunto de la identidad en internet y en las redes sociales no es en absoluto nuevo, y para su discusión es importante poner los conceptos en su sitio. El anonimato no cubre únicamente el derecho de una persona a no identificarse en absoluto, sino también cuestiones como la de crear su propia identidad mediante un pseudónimo, conectado o no con su identidad real, o el uso de apodos de diversos tipos que permitan a una persona manejar su identidad como buenamente quiera. Desde el derecho de alguien a firmar como anónimo, al de mantener una identidad consistente e identificable pero desvinculada de su identidad fuera de la red, hasta la posibilidad de que Javier Pedreira pueda escoger libremente identificarse y ser conocido como Wicho, por poner un ejemplo.
El artículo de Masnick mantiene las ideas delineadas por la Electronic Frontier Foundation al respecto, y la que llevo manejando yo durante toda mi experiencia en la web social: el anonimato es y debe ser un derecho fundamental en la red. Existen múltiples razones por las que una persona puede querer escoger ser anónimo (Masnick cita, entre otras, la privacidad, los pseudónimos, el acoso, las convenciones sociales, las posturas u opiniones controvertidas, los entornos hostiles, las dictaduras, etc.) Esas razones pueden deberse a cuestiones generales o a situaciones completamente coyunturales, pero forman parte de las opciones que todos debemos tener a la hora de participar en la red. La mecánica de las redes sociales impide de manera natural el desarrollo de una de ellas: si decides ser completamente anónimo, las redes sociales impiden en gran medida tu participación: nadie escucha lo que un anónimo tiene que decir, sencillamente porque nadie acepta a un anónimo en su red. Los pseudónimos, en cambio, sí permiten el uso de redes sociales, siempre que su utilización no sea restringida mediante políticas a tal efecto.
Entender que el uso de un pseudónimo o el uso del anonimato es una manera de «esconderse» para llevar a cabo comportamientos con connotaciones negativas (trolling, insultos, etc.) es una manera injusta de juzgar a muchos por el comportamiento de unos pocos. Por un lado, muchos usos del anonimato son perfectamente legítimos, como hemos comentado antes. Por otro, el uso del anonimato para insultar o trollear es perfectamente controlable. En esta página puedes comentar con tu nombre y apellido, con el nombre que quieras ponerte, con tu login de redes sociales como Twitter, Google o Facebook, o de manera completamente anónima sin firmar ni rellenar ninguno de los campos. Ni siquiera es obligatorio que pongas tu correo electrónico. Sin embargo, es un entorno completamente libre de trolls desde hace mucho tiempo, en el que se mantiene una conversación razonablemente educada y mayoritariamente sin insultos, más allá de los que me parecerían tolerables en una charla normal. La permisividad con respecto al anonimato, obviamente, no implica que todo esté permitido. El uso de múltiples identidades para simular un comportamiento mayoritario (astroturfing), por ejemplo, algo de por sí poco habitual, suele controlarse mediante la dirección IP, o bien cuando resulta patentemente obvio. Y salvo algún pobre resentido triste de sí, no tengo ninguna impresión de que los usuarios consideren que esta página sea un sitio que censura nada.
Personalmente, nunca utilizo seudónimo. Jamás. Tengo la suerte de trabajar en un entorno que me proporciona muchísima libertad para exponer mis ideas, y en el que dejaré automáticamente de trabajar el día que no sea así. Pero que yo no haga uso de ese derecho no quiere decir que no lo considere importante. Los comentarios anónimos son, por lo general, buenas e interesante aportaciones a mi página: en muchas ocasiones son personas que proporcionan información y opiniones desde dentro de compañías sobre las que estoy hablando en un momento dado, pero cuyos comentarios suponen posiciones que no podrían exponer libremente debido a esa identificación personal con dichas compañías.
Todo eso son consideraciones que una red social debe tener en cuenta a la hora de establecer una política. Forzar al uso de nombres reales es, además de poco operativo, marcadamente discriminatorio. Si alguien quiere ser conocido en la red social por un nombre que no es el que figura en su documento de identidad, ¿por qué no va a poder hacerlo? ¿Acaso Lady Gaga se llama realmente Lady Gaga? Por otro lado, surgen temas mucho más complejos: ¿qué ocurre cuando, como comenta Eric S. Raymond, alguien pretende reclamar el uso de un pseudónimo que utiliza alguien que posee una identificación mucho mayor? Los nombres no son únicos, existen miles de José Pérez o de John Smith, pero ¿debe ser único el nombre de Lady Gaga? ¿Queremos una red con cientos de Lady Gagas identificándose como tales, o supone eso otro de los problemas habituales del anonimato, la suplantación? ¿Y si alguien pretende utilizar como seudónimo único un nombre ampliamente común?
La política que se marque con respecto a la identidad en una red social puede marcar en gran medida su uso, y afectar a cuestiones como su percepción de seguridad, su utilidad para el comercio electrónico o su amigabilidad para muchos. Pero es preciso proteger aquello que realmente debe ser protegido: el derecho a la gestión razonable de esa identidad personal. El tema no es en absoluto sencillo, y muy probablemente, las soluciones absolutas del tipo «se prohibe el uso de cualquier cosa que no sea tu nombre legal» resulten pobres y carentes de muy necesarios matices. En Facebook, por ejemplo, cualquiera puede abrir un perfil personal con un pseudónimo, pero este desaparece sin explicación alguna en cuanto es denunciado por unos pocos usuarios, además de existir una clara limitación a que alguien decida libremente como llamarse (el sistema presenta automáticamente nombre y apellido, eliminando la posibilidad de presentarse con un pseudónimo determinado). La política al respecto en el caso de Google+ está todavía definiéndose, y muy probablemente tarde algo de tiempo en estar completamente definida. Muchas preguntas de difícil respuesta y un tema interesante que generará algunas reflexiones dignas de ser leídas en el futuro cercano.
Crear una identidad anónima en Internet debe, como bien dices, ser un derecho fundamental. Un derecho que nos propulse la libre conciencia y expresión. Además porque la magia del Internet ha sido que en ella todos somos iguales, no importa el mundo offline, a través de la virtualidad las barreras entre las personas son muy delgadas y son fácilmente penetrables. La libertad de expresión se mueve como una ola por la red, algo que todos debemos proteger, y rechazar abiertamente la cohesión y el derecho a ser libres.
Un abrazo Enrique, un lector asiduo.
Se agradece una opinión a favor de la libertad de escoger si uno quiere usar un seudónimo o no. Cualquiera es libre de decidir si añadir en sus círculos a alguien que se llame «Madaleno» o «Don Pimpom», por ejemplo.
Esperemos que Google+ rectifique pronto su política de nombres, o al menos que nos deje mostrar el seudónimo en lugar del nombre en los perfiles.
Cuales son las razones por las q creeis q tanto FB como G+ quieren suprimir el anonimato?
#003: Del enlace de la propia entrada, fundamentalmente para salvaguardar su posible utilidad para el comercio electrónico.
Buenos días Enrique: ¿Qué debería hacer la población para recibir en el planeta la inesperada visita de una civilización que doblara en número a la población mundial actual?
Antes de aportar contenido, y debido a la demanda de invitaciones que me llegaron desde un comentario en este blog, aprovecho para dejar mi link de invitación con el que, el que quiera, se puede registrar en Google+ sin tener que pedir invitación ni nada (es algo nuevo que han sacado, invitación por link): Link con invitación para registrarse en Google+
Ahora si, el post:
Intentar bloquear el anonimato es lo mismo que intentar bloquear las descargas (p2p, dd, etc.)
Yo mismo tengo en Google+ 3 cuentas, la real, una con este nombre y otra tercera que ni siquiera tiene un nombre «humano».
Actualmente ¿Como va a detectar Google que Lorenzo es una cuenta falsa? (además de por leerlo aquí o en otros lados que lo he indicado) Lo que están haciendo es obligar a que si la gente quiere usar otra identidad, por el motivo que sea, tenga que tener un nombre humano. Podrán bloquear la cuenta «God» pero ¿se atreven con esta? ¿porque Lorenzo va a ser falsa?
El anonimato permite hacer declaraciones publicas y comprometidas pero, por definición, no están asociadas a una identidad; pero también puede ser una fuente de incoherencia y de falta de responsabilidad, que provocan desconfianza en el usuario de la red social.
Facebook y google+ en su lucha por el mercado, necesitan mostrarse como plataformas de credibilidad.
Hombre, el que quiera utilizar su nombre que lo haga y el que quiera un seudonimo, como en casi todos los sitios, que no este registrado con anterioridad, asi evitamos a mil Lady Gagas, aunque… Seran inevitables las Lady Gaga1, Lady Gaga2 y sucesivas que si que podrian crear controversia
Querido Edans,
Con todo el respeto y admiración que te profeso como antiguo colega y líder de opinión en la red, quiero disentir de tu propuesta. El anonimato no solo no es un derecho, sino que es una forma incorrecta de proceder con dos excepciones evidentes, como son la utilización de un seudónimo para crear una marca, y el anonimato para evitar la represión política. Vivimos en una sociedad abierta, y una sociedad abierta significa una sociedad que valora la transparencia. Dos ejemplos: a) la tendencia internacional de responsabilidad social corporativa, tiene como requisito básico la exigencia de transparencia sobre las acciones y operaciones de las empresas…b) los «lobbies» deben ser permitidos, también a condición de que sean transparentes, etc…Las redes sociales son plataformas demediadas de comunicación. Por «demediadas» entiendo que lo que producimos y mostramos en la red no pasa ningún filtro, control de calidad o censura. Es, directamente, lo que queremos expresar. Siendo así, el único modo de ser «accountable» sobre lo que decimos es, precisamente, que lo hagamos con nuestro propio nombre. La red, como el fenómeno más abierto de nuestra sociedad, con todo su potencial no debería ser opaca, y por ello no se debería basar en el anonimato.
El anonimato debe de ser un derecho fundamental en la red por las razones que indica Enrique y por muchísimas más que prefiero no entretenerme en enumerar; para agendas de identificación veraces y reales de individuos ya tenemos a las fuerzas de seguridad, información, espionaje,etc,etc, estatales, nacionales e inclusive planetarias, la característica de la red radica precisamente en esa absoluta libertad de opinión y expresión amparada en el artículo 18 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, y que no lograría llegar a su máxima expresión real sin esa cualidad que nos brinda el anonimato por las razones que sea. Lo demas es una mera cuestión estadística y de control, con vaya usted a saber que oscuros fines.
Estoy de acuerdo con lo que dices, Enrique. Sin embargo, está demostrado que usar nombres reales lleva a discusiones más sanas y fructíferas. Una persona que se identifica tiende a respetar las normas sociales que se presuponen en la vida real, mientras que una persona que no se identifica, siente que puede hacer lo que le da la gana. No hay nada más que comparar una discusión de un vídeo de Youtube con una de Google+. Puede que como dices, Facebook tenga intereses comerciales detrás, pero creo que la razón fundamental es conectar identidades reales que comparten contenido y opiniones usando su identidad real.
Con vuestro permiso me gustaria proponeros otra perspectiva, la luz del analisis transaccional, para que os hicieséis la pregunta sobre la bondad o no del anonimato en las redes sociales. (http://es.wikipedia.org/wiki/An%C3%A1lisis_transaccional).
Entre tanto sigo creyendo que la verdadera cuestión estriba en la calidad, o la carencia de ella, de los contenidos que se vierten en la red, bien con caracter anónimo, con pseudónimo, o firma. He ahí el quiz de la cuestión. Y abogo por aquella sea cual fuere la rúbrica que la etiqueta.
Muy buen análisis, Enrique. Quizás falta el enfoque de la seguridad de los menores, algo que como sabes nos preocupa especialmente en PantallasAmigas. Dentro de los consejos que habitualmente damos (no sólo nosotros, sino muchos otros especialistas y colectivos que trabajan por una Internet segura para los más pequeños) está el usar pseudónimos que no permitan conocer ni su edad ni su sexo ni datos personales reales. Esperemos que las empresas gestoras de redes sociales (o cualquier otro tipo de web) tengan esto en cuenta, aunque ya sabemos que habitualmente no permiten el registro a menores. Pero pensemos por ejemplo en chicas de 14 años que puedan inscribirse legalmente en Facebook: quizás quieran estar a salvo de cualquier posible acosador, usando un pseudónimo, no informando de su edad, no exponiendo su imagen. Como bien dices, se trata de en fondo de una gestión de la propia identidad online, y la de los menores es especialmente problemática.
Si usar pseudónimo no es un derecho fundamental (de expresión), que será un derecho (digamos casi «natural»)? Nadie está hablando de no dar el DNI en comisaría…Y, por otro lado, su prohibición es un tonto síntoma de totalitarismo cotidiano (de ese que no necesita un Stalin o un Hitler, solo a estalinistas e hitlerianos de mediacapa).
Por que resulta tan difícil entender internet (sus aspectos sobre la libertad de expresión)?
Primero, destacar que hay (y no solo por aqui) mucho neo-internetero-community-churrascos, que quizas no sabe/recuerda, los origenes de la propia red y parte (ni mucho menos toda) de su filosofia, por mas que ahora lo conviertan (o quieran convertir), en terreno de abono para sus profesionalidades respectivas.
a) El anonimato, guste o no guste, es un derecho (dentro y fuera de la red). El uso que de ese derecho se haga, al igual que ocurre fuera de la red, es responsabilidad de cada cual. Asumir que anonimato = Trolleo es tanto como decir que P2P es pirateria…
b) Las redes sociales, y su propio nombre lo indica, son justamente eso, sociales, y deben servir para eso, socializar. Impedir el anonimato, u obligar a «declararse», es tanto como decir: «no soy una red social, sino comercial y a ti te quiero SOLO porque eres mi banco de futuros», asi que dejemos de engañarnos con el termino «social», porque no son ninguna ONG. Quizas deberiamos empezar por ahi.
c) Contrafuerte al punto anterior. ¿Me obligas a decir quien soy? Pues bien, resulta que desde hace 5 años yo me llamo Alex Gonzalez, para TODAS las redes sociales (y no tan «sociables»)
d) yo no tengo nada que esconder, en todo caso, tengo cosas que puede que no me interese contar a nadie, o que considere que no han de interesar a nadie. O simplemente, no me da la gana que nadie las sepa. Obligarme a identificarme, por mas bien que me pinten las privacidades, me tumba «pa’tras», quizas sea pq por mi profesion se muy bien de que valen las «privacidades».
De verdad hay futuro en lo «social»? Apostamos?
Hay empresas que «controlan» la participacion de sus empleados en las redes sociales. Ademas ciertas opiniones a favor o en contra de una marca, empresa, corriente politica … incluso de uno u otro equipo de futbol, puede ser una «lacra» para el futuro. Muchos recruiters lo primero que hacen es «buscar» por el nombre del candidato en Google, «a ver que sale». Es triste, pero es así.
Santi (sin pseudónimo). Hasta ahora Google controlaba todos los billboards del mundo cyber (que es un mundo más implantado y con mayor poder de difusión que el «real»). Con Google+ controlará contenidos e identidades.
No parece que Google abuse de su monopolio, o no nos damos cuenta. Pero es para dar un poco de miedo!
#009: ¿Una sociedad abierta y transparente? ¿En qué sentido? ¿En el sentido de tener obligaciones contra mi privacidad? Lamento disentir de su opinión, Manu.
En mi opinión, creo que debemos apelar al sentido común y a los hechos que la historia de la Internet nos han proporcionado. Es cierto que no toda la información que hallamos en ella es veraz, pero también es cierto que se ha demostrado su potencial de transmisora de conocimiento (un ejemplo excelente es la Wikipedia, con sus más y sus menos).
¿Cuál es el problema que veo yo de fondo en este asunto? Que debemos aprender a hacer el esfuerzo de seleccionar la información, de ser críticos con ella. Ese es el gran reto que subyace tras este debate y que a mí me parece fascinante. Pero hay mucho perezoso en esta vida…
No he encontrado el documento, pero existe o existió en la red, una circular de la Fiscalía del Estado, que aconsejaba no hacer uso del nombre real en la red, como una norma básica de seguridad privada. Si utilizas tu nombre, ý dices que estas pescando lubinas en Galicia, puedes encontrarte la sorpresa que te asalten tu casa en las cercanías de Madrid, porque la dirección de tu casa viene unida tu nombre real en la guía de teléfonos.
Sin embargo, no es esa la razón por la que como he indicado en este blog en diversas ocasiones utilizo un alias. Hace quizá 15 años, yo era un razonablemente cotizado consultor y jefe de proyectos informático especializado en lenguaje COBOL, que queria aprender por mi cuenta el lenguaje C, razón por la que participaba en foros de estudiantes del lenguaje y hacia en ellas las consultas más básicas y sencillas.
Apareció por entonces Google y acostumbrado a los buscadorses como Yahoo Lycos etc. me quedé deslumbrado de su potencia. Paso un tiempo y como todos, un día se me ocurrió hacer autosurfing, meter mi nombre en Google y ver que salía. Me quedé asustado, alli el, (perdonen la falta de modestia), cotizado consultor aparecía en muchas respuestas de Google como un balbuceante programador aprendiz de C. Decidí acabar con eso y desde entonces, he segmentado mi vida en distintas personalidades inmiscibles, familiar, otra del grupo de senderismo, del grupo de amigos del verano, profesional, (hoy sin actividad) y una más para mi actividad abierta en la red que es Félix Maocho, cada una con sus nombres y apellidos y e-mail propia, en cada segmento me reconocen pues tengo un nombre familiar, otro oficial, y otro en el que se me conoce socialmente, que ya son diferentes en la vida real y esta estructura tambien se corresponde con la realidad, donde mi familia nada tiene en comun con los senderistas ni estos con los amigos del verano, ni entre ellos y mis contactos profesionales. Es por ello esta estructura mas proxima a la realidad que ,ezclar todos estos grupos sociales en la misma coctelera que es la que hace Google y Facebook.
Indudablemente no pretendo que tal división resista una concienzuda investigación policial, pues como por aquí se indica, nada tengo que ocultar y si a policía quiere saber de mí, no creo que todo el tenderete que he montado aguante dos telediarios, No es a la policía a quien quiero engañar, sino a las máquinas que, (aun), son mucho más tontas que el hombre y la razón es que, (como experto en la materia), sé que la forma mejor de dinamitar una Base de Datos, no es ocultando los datos de ella, sino muy al contrario, cederla abundantes datos incorrectos, pues un dato erróneo conseguido introducir en la BD, es prácticamente imposible depurarlo y un 5% de datos erroneos desvirtúa cualquier conclusion que pretendas obtener de ella.
La capacidad de control de la red es tan poderosa que es fácil coleccionar datos de donde entras, que escribes, el uso de la visa, seguirte físicamente por el telefono, donde estas, etc. y lo que queda por llegar con las etiquetas RFID, y lo que veremos en el futuro y de todo ello deducir cosas automáticamente, pero tiene un punto débil, que es el que yo aprovecho, siempre a hay una interfaz entre el ser humano y la Base de Datos, que es la terminal. La BD controla terminales, pero no diretamente al hombre que la utiliza, es por ello, que yo tengo mucho interés en convencer que lal terminal es una persona diferente a mí, tener un teléfono móvil a nombre de otra persona, utlizar una Visa a cargo de una cuenta con muchas firmas autorizadas donde yo no ocupo la primera posición, mantener el Wifi abierto y fomentar el uso de mi Ip por varios vecinos de mi casa, utilizar sistemas automáticos de visitas aleatorias a web. ¿Que mayor despiste para la BD que otras pesonalidades, con otros alias, actúen en mi IP y escriban emails, lean noticias, visiten webs etc. ¿Como va la máquina a separar cuales son alias mios de los de los vecinos y cuales actos son voluntarios de cuales son realizados mecánicamente por el PC?
Lo siento por Google y Facebook, a los que no quiero perjudicar, pero no quiero que hagan dinero a costa de mi real personalidad, engañarlos es una forma de supervivencia en este mundo digital.
40% mujeres y 36% estudiantes han sufrido «ciber» acoso. Mayor trauma que el acoso en persona. http://tinyurl.com/3uzy8k5
Estoy a favor de la identidad real como un paso más en lucha contra el delito.
#019 Gorki
Todo a tu favor. Una vez mas de acuerdo contigo. Esos mismos motivos (es que coño, todos ellos) coinciden conmigo. Ademas de alex gonzalez (al azar lo elegi, lo juro), tengo 20 identidades mas. Incluso Luarca65 y su direccion de email son falsas (cosa que sabe enrique con quien he tenido la suerte de comunicarme con mis datos reales).
Un fallo tremendo es esa obligatoriedad, y ya no por autodelatarnos. En muchos ambitos, a mi se me conoce exclusivamente por un alias (incluso laboralmente hablando, en cierta empresa de buen calado, solo el gerente y se supone, en contabilidad, sabian de mi nombre real, el resto me llamaban… «…»)
Si por ejemplo, como me argumentaron en FB cuando cancelaron mi cuenta con ese nombre, mis datos «reales» eran los que me iban a facilitar que se me encontrara, mas de 100 personas no podrian dar conmigo (justamente, aquellas con las que yo SI hubiera querido tener contacto).
Mi (falso) perfil de FB cuenta con apenas 40 personas, que no influyen de forma alguna en mi vida. Con Google+ (si algun dia recibo la puñetera invitacion) me ocurrira lo mismo?
Por lo pronto, FB quiere igualarse a g+ e identificar todas las cuentas. Me temo que cavan su propia tumba.
Pero me queda aun una esperanza (remota y psicodelica): y es que los usuarios empiecen a tener conciencia de lo que significa «ceder» sus datos alegremente… para evitar algo como lo mencionado por @017Anonimo. No es que de un poco de miedo, sino es que sin compensacion alguna, favorecemos sus negocios, y sus bolsillos…
En diez años Fundacion e Imperio? O empezaremos a «pensar»? (Nueva apuesta)
> La política que se marque con respecto a la identidad en una red social puede marcar en gran medida su uso, y afectar a cuestiones como su percepción de seguridad, su utilidad para el comercio electrónico o su amigabilidad para muchos.
—> querrás decir más bien publicidad adsense y basesde datos para marketing relacional y CRM
> El tema no es en absoluto sencillo, y muy probablemente, las soluciones absolutas del tipo “se prohibe el uso de cualquier cosa que no sea tu nombre legal” resulten pobres y carentes de muy necesarios matices
—> eso es básicamente lo que hace Facebook, y es otra oportunidad de Google para meter la pata
#018 (Esto-es-un-pseudónimo)
Me apunto a que un debate de fondo es, cómo tú dices, «aprender a hacer el esfuerzo de seleccionar la información, ser críticos con ella». Pero volviendo al debate sobre el anonimato, creo que hay que hacer una distinción fundamental. Una cosa es manifestar tus opiniones o posiciones o ideas en un espacio público y otra cosa es hacerlo en un espacio privado. A mí me importa un bledo cómo se manifieste quien quiera que sea en un espacio privado, con pseudónimos o como le parezca…es su prerogativa y su derecho: y ahí sí que hay un derecho, el de la privacidad. Pero en un espacio público sigo defendiendo que la única garantía de «accountability», es decir, de ser responsable se contradice con el anonimato…El problema, en Internet, es que no está bien dibujado lo que es un espacio público y lo que es uno privado. Twitter, por ejemplo, se utiliza indistintamente para opinar sobre asuntos públicos o para informarnos de las maravillas de un lugar para vacaciones…Idem Facebook, etc…Es un problema de diseño que debe ser resuelto, y mientras no lo sea seguiremos dando vueltas en este debate…un debate, por otra parte, de gran importancia (gracias Enrique por impulsarlo) no desde el punto de vista legal, sino desde el punto de lo que es legítimo: se trata de discutir cuáles deberían ser las buenas prácticas no si deberían existir reglas legales contra el anonimato.
Los «perros viejos» de internet recordamos cómo antes de las redes sociales se advertía a todo el mundo de no proporcionar información personal a través de la red. En unos pocos años hemos vivido cómo se ha pasado del imperativo de no dar datos al imperativo de contar tu vida en Twitter, mostrar tus gustos e intereses en Facebook, las fotos de dónde vas, etc. Y dando tu nombre real, y porque no pueden exigirte el DNI. Hay un capítulo de la última temporada de Futurama sobre una aplicación similar a Twitter (Twitcher), mediante la cual la creadora de la aplicación, entre otras cosas, aprovecha la información que dan los mismos usuarios para freirles a anuncios relacionados con los temas que les interesan. Aquí, más de lo mismo.
Personalmente, seguiré ejerciendo mi derecho a ser anónimo, si me obligan a dar mi nombre real podrán obtener el nombre, pero desde luego nunca obtendrán un solo dato más de mí mismo, ni fotos ni nada que se le parezca. Y seguiré añorando el antiguo Internet donde nadie podía saber que eras un perro.
Pues yo tendré que romper una lanza a favor de la identificación en las redes sociales. Eso si, personalmente incluiría los motes o seudónimos, y es que acostumbramos a tratar a la gente por los mismos desconociendo el nombre de la persona que está detrás del estos, y sirva como ejemplo mi caso, en el que apenas un 10% de la gente que me conoce desde hace mas de 20 años, (y es una estimación ciertamente positiva) sabe mi nombre, si bien tampoco veo sentido alguno en ocularlo. Que solo tienen que preguntárselo entre ellos y tarde o temprano alguno me identificará. Con dirección y todo ¡sorpresa!
Y desde luego no puedo estar nunca a favor del anonimato en este ámbito, y es que no tiene sentido pretender permanecer anónimo en una red SOCIAL. Que no estamos hablando de un blog de denuncia política, ni de un foro de puteados por nuestra empresa. Hablamos de relaciones.
Y viene esto a cuento de varios casos en los que me he encontrado que me echaban en cara varios de mis amigos de verdad que no los hubiese agregado en dichas redes, amigos que habían utilizado direcciones creadas en expreso para registrarse en dichas redes, que en lugar de una foto en la que se les distinguiera pusieron una foto de grupo de su colegio, de hace 40 años y un nombre inventado. Señores, estoy en ello, pero milagros todavía no hago. «Pues me podías ver entre los contactos de la Yoli y ya te dabas cuenta de que era yo», como si no tuviese mejor cosa que hacer con mi tiempo que rastrear los contactos de todos mis conocidos… Y del mismo modo que en un bar, cualquier amigo en común les presentara como «el Pepe», «el Calvo» o «el Lucho», aunque esos apodos sean incluso heredados de sus abuelos, y ese será hasta que ustedes me digan lo contrario el nombre que asociaré a sus caras, serán esos los datos por los que les intentaré localizar en internet. ¿Por qué entonces se empeñan en reinventar su identidad cada vez que se apuntan a una de estas redes?
Y es que parece que en internet olvidamos de repente todas las normas, incluidas las mas básicas que nos ha enseñado la vida, y del mismo modo que ustedes no me cuentan cuando se van a ir de vacaciones cuando nos presenta el Lope en el bar, no sea que yo sea un chorizo, sí lo hacen cuando me aceptan en su Facebook. O red social al gusto, que a mi me está convenciendo mas la propuesta de Google, pero vayamos al grano.
El problema no está en que uno se tenga que identificar adecuadamente (aunque quizás el nombre real no sea lo mas apropiado, insisto, en este país acostumbramos a no conocer mas que los apodos de muchos de nuestros amigos), el problema está en que no somos (ni queremos ser) conscientes de la cantidad de información PERSONAL que ponemos a disposición pública y a nadie le interesa. Y ese es quizás el gran acierto de Google+, la gestión de los diferentes niveles de privacidad que tiene cualquier cosa que colguemos de la red. Y es que las fotos de mi familia, difícilmente le interesan a nadie más, por muy «Amigos» que seamos en Facebook. Pero ciertamente, también tiene su parte de culpa aquel que acepta como tales a 300 personas de las que no conoce ni su nombre «para tener vecinos en la granjita».
En resumen, no es de recibo pretender descargar en las empresas nuestra responsabilidad sobre la información que compartimos, no olvidemos quien la sube a red. A mi parecer una red social es un lugar en que mantener unas relaciones sociales que se han de construir fuera, no una comunidad virtual donde establecerlas, para eso tenemos otras herramientas, y pretender aunarlo todo en un único sistema me parece un error mayúsculo de falta de criterio. Si no utilizamos adecuadamente los mecanismos que esas redes ofrecen para proteger nuestra privacidad, no es lógico cargar contra ellos por problemas generados del mal uso que le damos. Nadie nos obliga a compartir nuestra información con TODO el público, si bien en unas redes es mas fácil que en otras el configurarlo adecuadamente, luego dejemos de pensar en internet como un mundo separado del real. Están muy entrelazados, cada día mas, y la mayoría de las normas que rigen en uno también lo hacen en el otro, incluyendo las del sentido común. ESPECIALMENTE las del sentido común.
Creo #023 y #024 que el mayor problema, lo pilleis por donde querais… es querer establecer, paralelismos entre mundo virtual y mundo real… mientras no querais daros cuenta de eso, vais dados…
Por supuesto que cada cual es libre de abrir su vida a propios y extraños, faltaria mas. Creo que aqui el problema de fondo, y sin embargo, punta de iceberg, es: que ocurre con tus datos en realidad.
Antes de internet, yo era SysOp de una BBS (1500 users), despues tuve mis propios foros de tematica diversa, mas tarde un blog… jamas nadie tuvo que preocuparse por su «privacidad». Sus datos se sabian seguros y bien seguros. Quien dejaba sus datos en mis/nuestras manos, podia estar bien seguro, con pseudonimo o sin el.
Y nuestras opiniones, hechos, anecdotas… para nada guardaban relacion con la palabra que nos definia «anonimamente» o bajo nuestro nombre real. En cualquier caso, era una vida paralela -que no «otra vida»-, sino un canal mas donde comunicarnos y donde importaba tres pepinos, si te llamabas Juan o Jose. Lo importante, era el «mensaje».
Hoy dia, llamale Twit, FB, G+… tu nunca, NUNCA tendras la seguridad de saber que ocurre ni con tus datos personales, ni con tus comentarios, ni con tus fotos, ni con nada… Las privacidades que impongas, estan limitadas por una clausula, que alegremente aceptas por no leer la parrafada cuando te das de alta, que dice bien clarito que «cambiaremos estas condiciones, cuando, como y siempre que nos venga en gana, y tu sin rechistar» (quizas mas diplomaticamente), pero que viene a decir que acabas de vender por 0€ tu vida a una red social (repito: social? o comercial?)
Se entiende claramente la postura de G+ o FB: ellos venden nuestra información personal, ese es su core business, y mientras más precisa sea esta información más valiosa será para sus anunciantes. Ese es el modelo de negocio que han elegido y tienen perfectamente el derecho de eliminar en sus términos de servicio la posibilidad del anonimato para mejorar su producto. Google también hubiera podido, en otro modelo de negocio, cobrarnos 10 euros anuales por su buscador, mapas, correo y red social a cada cual, y no tener que vender nuestra información, en cuyo caso el anonimato le sería indiferente o le importaría más, en todo caso, lo que nosotros queremos y no lo que a un anunciante le interesa. Seríamos entonces sus clientes, y no sólo usuarios de G+ o FB.
Debemos entender en resumen, tal como están planteadas hoy las cosas en la economía corporativa de internet, que nosotros no somos los clientes de estas empresas sino su mercadería, sus verdaderos clientes son otros y los intereses de estos otros prevalecen sobre los nuestros.
Si comprendemos cómo funcionan estas empresas, cuál es su negocio y qué rol cumplimos en este negocio, todo este debate se va al garete:
1) No existe ni va a existir ningún «derecho fundamental» al anonimato, esas son estupideces. Lo que existe máxime es un derecho a publicar bajo pseudónimo (inscrito en el derecho a la libre expresión), y de hecho cualquiera puede abrir su blog o comprar un dominio o un hosting y publicar bajo el nombre que le de la gana mientras no suplante otra identidad. Ni Google ni Facebook podrían ni les interesa objetar esto.
2) Ni Google ni Facebook son internet, son empresas que como cualquier otra fijan sus condiciones o requisitos de uso en un contrato que uno puede aceptar o no aceptar. Si las principales redes sociales optan por exigir nombres reales (ya habrá que ver cómo lo determinan) y este requisito es intolerable para algunos pues se largan y punto. No hay ningún derecho vulnerado ni nada.
3) Ya serán las propias empresas, Google o Facebook, quienes tabularán los efectos positivos o negativos que una política así les reporta, pero siempre con la mira puesta en los resultados del trimestre, no en lo que resulte de una discusión teórica com esta.
«pure anonymity online creates a short-circuiting of our social software», sacado de este enlace con el que, por cierto, parece comulgar Julio Alonso:
http://www.theatlantic.com/technology/archive/2011/08/why-facebook-and-googles-concept-of-real-names-is-revolutionary/243171/
Efectivamente, los «social software» se hicieron para que sus autores ganasen dinero, para qué si no. Y nada para incrementar beneficios que expulsar a los anónimos, pretendiendo que se «conviertan». Pues va a ser que no, los anónimos seremos siempre en las redes sociales eso: anónimos, o nada. Revolutionary? Ja!
Llevo pensando en este tema desde que comencé con G+, con FB no me lo planteě nunca, no sé porque. Creo que me descolocó que google me pidiese mi nombre completo, a mí que utilizo a diario gmail, docs, reader, android, youtube, picasa, blogger, …. Parece claro que tienen derecho a poner sus normas, pero exigir que expongas al público tu identidad real es ir contra un uso consolidado en internet, que además creo ética.
Ademàs el tema de la seguridad no es baladí, no puedo opinar abiertamente sobre según qué si todo quien lo lea puede descubrir en medio minuto donde vivo. Y por supuesto estáel tema de los cacos cuando comentas que estás de vacaciones, aunque quizás esto tenga algo de leyenda.
Por último, una pregunta que os hago ¿qué opináis del whois?. A mí me inquieta tanto dato público, es increible que, sin ir más lejos, cualquiera de los miles de lectores de este blog podría decidri llamar por teléfono a Edans o presentarse en su casa para discutir el tema.
Casi no sé si comentar, pues como decían Les Luthiers… «Qué decir que no se haya dicho ya, o que sí se haya dicho»
Considero que todos tenemos derecho a usar el pseudónimo, identidad, o anonimato que queramos.
Por mi parte yo en Facebook y en G+ uso mi nombre real. El blog lo inicié con mi nick (pseudo le decíamos cuando Ibertex…) habitual de toda la vida: Vlazeck, y luego le he incorporado el CGdP que son mis iniciales… pero simplemente porque al principio me daba algo de «corte» lo del blog y ya lo he dejado así, pero están todos los enlaces a mis perfiles. Pero es una opción personal, nadie debe obligarnos a una cosa u otra.
La cuestión es que no nos obligan. Como alguien ya ha comentado, de momento (por aquí, en otros países no lo sé, y digo de momento porque llevan una marcha que da miedo) la ley no te obliga a identificarte. Una empresa puede poner las normas que quiera y si no te interesa, no entras en ella. Tal vez resulte que si mucha gente está en contra de esta nueva norma (que, sinceramente, tampoco llevan a rajatabla, ya que yo, como otros varios han comentado, tengo un perfil en FB y otro en G+ a nivel comercial que, de momento, no han tenido problemas) sale un competidor que sí permite el anonimato y dejamos de discutir de si FB ganará a G+ o al contrario, porque el nuevo, por esa pequeña diferencia, se hace el amo.
Me parece que algunos estan mezclando churras con merinas o anonimato con seudonimo. Son cosas totalmente diferentes.
Anonimato es que yo no me identifique, o me identifique de forma diferente cada vez que quiera hacer algo. De esta forma nadie, ni siquiera mis «amigos» (llamese contactos, circulos, followers, o lo que sea) sabrá quien soy, de hecho probablemente no tendré amigos, porque será complicadito seguir mis continuos cambios de identidad. Este comportamiento molesta a las empresas de redes sociales, ya que no tienen datos fiables y consistentes sobre mis gustos y habitos.
Pseudonimo es que yo de forma consistente utilice siempre un nombre distinto del que pone en mi DNI. Lo hacen los actores (el sindicato de actores de EEUU prohibe que dos actores usen el mismo nombre, asi que si yo me llamo de verdad Tom Hanks, y soy actor, tendré que usar otro nombre-pseudonimo), lo hacen algunos escritores (Samuel Clemens es el ejemplo mas habitual), y por supuesto lo hacen muchos usuarios de internet.
Hay un pequeño detalle a tener en cuenta:
Asi es, damas y caballeros, en los Estados Unidos, donde Google, Facebook, etc. tienen su sede, es legal usar cualquier nombre, en cualquier circunstancia, incluyendo contratos y demandas, siempre que no se haga con intenciones fraudulentas. Incluso hay una situación en la que es necesario registrar el deseo de NO cambiar de nombre (las mujeres al casarse).
Los Terminos de Servicio de Facebook son claros: Hay que usar el «nombre real». En Google+ es mas ambiguo: el registro debe efectuarse utilizando «el nombre por el que te conocen tus amigos». Eso si, «el nombre por el que te conocen tus amigos» lo determina Google, no tus amigos.
Se han dado casos de personas famosas a las que les han suspendido la cuenta de G+ aunque utilizaron el nombre real, se han dado casos de bloggers que siempre escriben con pseudonimo y les han suspendido la cuenta por eso mismo y, lo que me parece gravisimo, se han dado casos en los que Google ha «rastreado los circulos», suspendiendo aquellas cuentas que tienen una cuenta suspendida en sus circulos.
Otro aspecto de la suspensión que hay que tener en cuenta es que puede afectar no solo a la cuenta de G+, sino a «la cuenta de Google» en su totalidad.
Bajo mi modesto punto de vista esto es una politica absurda. La credibilidad de una identidad en internet (fuera del ambito de sus conocidos) la da primero la calidad de lo publicado anteriormente, y el número de «seguidores», la audiencia, después. No si se usa el nombre real o no.
Si usando un pseudonimo cometo un delito, ya se ocupará el juez de ordenar a quien corresponda que me identifique. Exactamente igual que si uso el nombre real.
En terminos de agregación de mis datos, que es lo que a estas compañias les interesa, no deberia importar si uso mi nombre real o un pseudonimo, no deberia importar si mis habitos de navegación, mis contactos y mis compras previas las guardan bajo un nombre real, un pseudonimo, o un ID de usuario.
Si cuando utilizas un servicio (gratuito) en internet no puedes determinar la fuente de ingresos, la mercancia eres tu.
Enrique, muy interesante. En realidad, das un punto de vista que no había considerado. El anonimato puede protegernos de situaciones complejas dentro de nuestras organizaciones, o simplemente significan una identidad online u offline que busque ganar adeptos. Sólo nos queda estar atentos con los post, moderando los contenidos, y evitando que entren trolls. Uno desea crear base de datos para ventas por otro lado, pero es peor gastar esfuerzos en contactar «Juan Pérez» que terminan no existiendo.
En mi opinión, esta decisión tonta de exigir la identificación, es un tema político. Los Estados Unidos influye mucho sobre aquellos negocios o sitios donde existe mucha gente. Negocios o sitios que son propensos o medios a fraudes, delincuencia, terrorismo. Recordemos el contexto y coyuntura de la reunión del actual presidente de Estados Unidos con los más importantes e influyentes líderes de las tecnologías, como Google y Facebook. Si esta teoría es cierta, y de igual forma si no lo fuera, me parece realmente estúpido (tonto y falto de inteligencia) restringir y exigir identificación real a los usuarios (libres) de cualquier cosa en la Internet (a excepción en aspectos financieros, legales, administración pública, entre otros parecidos), ¿pero redes sociales? Adoro mi libertad. Creo en la libertad. La libertad es lo más puro y noble que puede existir. Creo en la libertad de opinión, religión, política, opción sexual, etcétera. Sin embargo, como toda libertad, está la responsabilidad. Nos corresponde a todos y cada uno de nosotros ser responsables con este derecho fundamental de cualquier persona: la libertad. Y para aquellos que son padres o tutores de menores de edad, pues ellos (o nosotros, ya que soy padre de dos niños) deberían ser mucho más responsables. Nos corresponde a nosotros orientar y educar a los nuestros al uso responsable y seguro de la Internet, propiciando y promoviendo la libertad. Saludos a todos.
Insisto, es responsabilidad del usuario subir la información que considere conveniente. Si este no se lee las condiciones del contrato, ni configura las opciones de privacidad, ni tiene un mínimo cuidado con lo que publica en la red… sigue haciéndolo bajo su responsabilidad. Nadie obliga a nadie ni a tener una cuenta en esas redes sociales, ni, aun teniéndola, a publicar ningún dato de su vida personal en ella, así que pretender un «derecho» al anonimato es como pretender que nos den de comer gratis en bar.
Es un negocio, nace como tal y si a uno no le convencen las condiciones, es completamente libre de no firmar ese contrato que no se lee, y no va a perder nada. Y la mejor manera de que algo que no queremos que se conozca permanezca en secreto es no contarlo, y menos en un medio de propiedad ajena. Para algo de índole absolutamente privada… se usa el correo, que para eso está. Incluso con posibilidad de encriptarlo. Pero pretender ser parte de una red social «sin desvelar ser uno mismo» es un contrasentido, en todo caso hablaríamos de «red asocial». Por eso mismo digo que SI se deben permitir los seudónimos ADEMAS DE (y no «en lugar de») el nombre, para facilitar el contacto (que es la función «gancho» y generadora de valor para los usuarios en las redes sociales), no para compartimentarlo como pretenden los defensores de la tesis opuesta, «todo anónimo».
No se trata de paralelismos entre dos mundos, #25, se trata de que internet es solo uno de los múltiples aspectos de este mundo,y pretender separarlos es tan absurdo como pretender separar los polos de un imán. Por eso mismo no necesitamos «leyes especiales» para internet, pese que los políticos opinen lo contrario. Y las redes sociales son solo una ínfima parte de ese aspecto, no precisamente la mejor por cierto, y pretender que estas son todo lo que nos puede ofrecer en internet es tan absurdo como pretender que la carta de McDonalds contiene toda la variedad de comida que ha desarrollado la humanidad.
Enrique coincido contigo, aunque yo tambien soy privilegiadamente libre.
Yo creo que debe de existir el anonimato, no solo en politica, sino tambien en lo laboral y en las relaciones con los poderosos ejemplo los bancos.
Una Pyme que se siente maltartada por un banco o caja, no puede liderar o exponer su caso de abuso abiertamente pues puede recibibir de inmediato represalias de su entidad o del colectivo, que le lleven a la ruina.
Un empleado de una compañia, que debe de criticar en un blog o foro, a su propia compañia o denunciar malas practicas, debe de estra protegido o puede quedarse sin su empleo de forma fulminante.
Creo que en democracia el anonimato tambien es valido y al final la verdad sube por el numero de apoyos que tiene una opinion.
Esi
Creo firmemente que tras la decisión de Google de aceptar exclusivamente nombres reales solo hay intereses, económicos sobre todo. Ninguna otra excusa cuela.
Es realmente agradable de datos sobre las prácticas contractuales. Los términos del contrato de trabajo establece lo que usted y su empleador pueden esperar el uno del otro. Hay varios tipos diferentes y algunos no tienen que ser escrito en su contrato de trabajo. Que nos proporcionan las prácticas básicas del contrato.
Facebook es un portal totalmente arbitrario. Abrí allí un grupo con el nombre De libros, http://www.facebook.com/group.php?gid=154467409558, en el que el administrador era yo, con mi nombre real, me tomé el trabajo de colgar decenas de reseñas de libros y de invitar a mucha gente a que se uniera y participara, y de pronto, después de estar funcionando durante mucho tiempo, me lo han borrado sin previo aviso ni justificación posterior. No hago más que reclamar y ni siquiera se me responde.
interesante, hay varias noticias sobre sitios creados en EEUU que ayudan a mejorar la reputación online, echar un vistazo a http://teinspira.com/startup-ayuda-a-mejorar-la-reputacion-online-4/
¿Javier Pedreira? ¿Y ese quién es? ;-)
Soy de los que prefieren el anonimato en internet pero ya te digo que muchos con el anonimato hacen (dicen) lo que en cara no se atreben solo hace unos días un chico que casi no hablaba, según le describe la familia, insulto a un usuario de twitter de manera dura, pero se atrevió o se animó hacerlo porque se sentía anónimo.
Así que supongo que por cosas como esa es que se trata de frenar esta ola de usuarios anonimos.
En el caso de gemail ya ellos tienen su tiempo de andar exigiendo cosas para abrir las cuentas como la activación telefónica que ya reducía un poco más el anonimato en comparación con páginas que no lo pedían.
El análisis de «identidad» a dar cuenta en las redes sociales es muy interesante. Muchas veces limitamos nuestras intervenciones en foros por razones que hacen a nuestra actividad laboral. Expresarse en temas de políticas educativas cuando somos parte del diseño: si lo hacemos fundamentando, estamos haciendo política en las redes y eso no se lee bien; por otro lado, si discrepamos…que nos vayamos.
Si trabajo en una empresa no puedo aportar información sobre procesos, transformaciones que quizás sean muy valoradas por las personas a las que les interesa vincular la ciencia y la tecnología en la cadena de producción por ejemplo de alimentos. Volveré porque me gustó el abordaje realizado por el autor
Saluda Reina
Mira el caso de Vocento. Ha sido un puto desastre!!! Han obligado a todo el mundo a registrarse para comentar y ya no hay nadie comentando. Es impresionante la caída antes habia gente a todas horas con la que podias charlar con los comentarios ahora no hay ni un alma y todo por la obligación de identificarte. Si soy vasco voy a decir algo en contra de Bilbu con mi nombre y apellido. NI LOCO
Estoy de acuerdo en que el anonimato sea visto como un derecho, pero quizá deba serlo también saber a ciencia cierta si nuestro interlocutor es quien dice ser. Me niego, como norma general, a charlar, compartir o debatir con gente que contrapone su anonimato a mi identificación. Es una cuestión de respeto mutuo, supongo.
Apenas acabo de descubrir este blog, y es seguro que me convertiré en lector habitual, pues veo que la información que aquí se maneja es muy buena. Respecto al tema considero que debería ser decisión de cada usuario ser anónimo o no en la red, y que deberíamos de exigir de manera unida a los servicios digitales que tengan opciones para serlo o no serlo, y que eso no sea problema para ser parte de la comunidad, pues es verdad que a veces se castiga a muchos por unos cuantos. Para mi ser anónimo no me agrada, pues me gusta que la gente sepa quien soy realmente, a través de mis opiniones; pero respeto el derecho de muchos más de no querer ser públicos, pues entiendo perfectamente las razones que podrían obligarte a ser anónimo.
Mi punto de vista es que el anonimato es derecho de todas las personas en las redes socaiales lo pueden hacer pero siempre con respeto y moderarze con lo que ellos digan auque deverian ponerse en todas las paginas del internet filtros de informacion para detectar aquellas personas que actuen o que insulten o que quieran llegar a extorsionar personas por internet muchas veces sucede en las aginas de amigos deveriamos tener buena intencion y dejar el anonimato a un lado para conocer bien alas demas perosnas si ese es tu interes..
El anonimato definitivamente no existe, literalmente no existe la forma de escribir una palabra sin que tu Ip quede registrada por ley
Un cordial saludo
creo que todos estamos en libertad para mostrar o no nuestra verdadera identidad.Solo a quien yo quiera le dire quien yo soy
INTERNET LiBRE!
Enrique, muy buena esta nota. Coincido contigo en que es necesario permitir el uso de pseudónimos.
Justamente, en Google+ me pidieron amablemente que cambiara mi identificación por mi nombre real o que me fuera, así que hice mis maletas (copia de la información que había subido) y me fui.
Yo creé esta identidad para poder comunicarme con libertad y a gusto. No quiero usar mi nombre real porque deseo mantener mi ambigüedad sexual, además uso este pseudónimo para hablar sobre las particularidades de mi personalidad (soy asexual y esquizoide). Si doy mi nombre real podría tener malas repercusiones en mi trabajo, la mayoría de la gente confunde a los esquizoides con esquizofrénicos o antisociales, y aún aquellos que saben lo que significa ven con malos ojos a quienes tenemos este trastorno.
Claro que podría evitar decir que soy esquizoide y asexual, pero entonces no tendría mucho sentido para mí mantener contacto con otros, mi interés en la red es compartir información con otros acerca de estas características poco usuales de la personalidad.
Tengo compañeros que cambian su nombre de Facebook por miedo a que usen esa información de cara a encontrar un trabajo, que opinais vosotros?