Una impresionante muestra de las matemáticas alucinógenas y la contabilidad creativa que las compañías discográficas aplican a sus contratos: cómo vender un millón de discos, y todavía deber técnicamente medio millón de dólares a tu compañía discográfica.
Y estos son los que persiguen a los usuarios y los que nos llaman «piratas» o «ladrones». Por no hablar de esas entidades de gestión que directamente se lo llevan crudo. O cómo no, esos políticos que defienden un sistema así y lo llaman demagógicamente «defender la cultura»…
Bueno, todos conocemos el inmovilismo de la industria musical, aquí se limitan a hacer lo mismo que hacían en el siglo XIX aunque con más abogados por en medio: darle un anticipo al autor y pagarle una mierda para que siempre esté en deuda contigo, así lo tienes cogido por los huevos.
A primera vista podría parecer que el artista consigue el equivalente a un 1,5% de porcentaje si vende un millón de copias a 20 dólares, dado que recibe 300.000 de adelanto (es decir, que recibe de media 30 centavos por cada disco que al cliente le cuesta 20 dólares). Una miseria, pero el caso es que recibe algo si compramos, y por tanto pierde esa miseria si no compramos el álbum porque nos lo bajamos del p2p, ¿verdad?
Pues no, porque una cosa es adelanto y otra muy distinta es porcentaje. De porcentaje lo que acaba por recibir es exactamente igual a cero. Económicamente al artista le da lo mismo si del disco se venden un millón de copias, o sólo 200.000. En ambos casos el artista recibe 300.000 de adelanto, y ni un centavo más después. En ambos casos la discográfica va a ganar dinero, así que pondrá el adelanto igualmente.
La conclusión es que resulta muy muy difícil que el artista se vea «perjudicado» si te bajas su álbum. Para empezar, tendría que ocurrir que fueras a comprar el disco si no pudieras bajártelo, lo cual no se cumple en la gran mayoría de los casos. Pero es que además, incluso si eso es cierto, la única que deja de ganar dinero es la discográfica. El artista ya recibió su adelanto, que compres el disco es económicamente irrelevante para él.
Ahora seguro que me viene alguno con uno de esos falsos análisis económicos estilo «si la discográfica gana menos dinero entonces la próxima vez dará menos de adelanto». Solo que no es cierto. La discográfica seguirá dando el adelanto mientras siga teniendo jugosos beneficios, y a día de hoy las grandes discográficas siguen teniendo beneficios, e incluso compran o se plantean comprar a otras discográficas.
Si quieres recompensar al artista, ¿debes comprar su disco? No, el artista no verá ni un céntimo de tu dinero. Mejor compra una camiseta en su página web. O todavía mejor, acude a su concierto.
#2 Krigan
El porcentaje de la venta de discos que se lleva el artista depende del tipo de contrato, los hay que tienen que tocar en directo sin parar porque viven de ello y otros pueden permitirse el lujo de hacer una aparición al año porque su contrato es muy generoso. Sí existen beneficios por ventas para los artistas.
Puede ser por aquello de «que no son de ciencias…» Pero el caso es que a esta gente de la industria musical los números (aunque les salen mas que redondos) en el fondo no se les dan muy bien. Y lo peor es que la democracia también es una cuestión de números.
En El País de hoy hablando de SGAE:
JESÚS CAMPOS GARCÍA «La cúpula se perpetúa con contratos blindados»
«Un hombre, un voto’ es democracia. ‘Una acción, un voto’ es capitalismo. Que en una asociación sin ánimo de lucro se vote en función de la recaudación me parece una contradicción insoportable. No puede ser que, de 100.000 asociados, solo voten 2.000. «
Pero que nadie sospeche ahora de «manos negras», ni que el Grupo Prisa esté conspirando contra la SGAE por sus críticas. Recordad aquella entrevista que Iñaki Gabilondo hiciera a Teddy Bautista hace poco mas de un año en CNN+:
http://www.youtube.com/watch?v=KkhMZhCyNHI
Iván:
Pues si depende del tipo de contrato, ¿cómo sabe el cliente que el artista tiene el contrato adecuado? Volvemos a lo mismo, si quieres recompensar al artista tienes que comprar la camiseta, o ir al concierto, porque como compres el disco te arriesgas a que el contrato no sea del tipo adecuado.
De diversos artículos que he leído, con diferentes artistas, parece ser que el tipo de contrato «inadecuado» está muy extendido.
Vídeo muy interesante. La industria editorial funciona de forma similar. Tal vez algunos de los que aquí escriben puedan ilustrarnos al respecto.
Por similar motivo, el libro digital sigue los mismos pasos y errores que las discográficas.
El futuro ya está aquí, es digital y algunos no se enteran. Todo lo que se pueda digitalizar acabará con los dinosaurios del S XX.
Saludos
Carolus
http://www.elartedelaestrategia.com/
http://elartedelaestrategia.blogspot.com/
004. Anonimo.
No había visto ese video, lo considero digno de guardar, sus varias partes, luego sigue. Espero que Youtube actúe de archivo documental en este caso, y en todos. Confiemos en Google. Es que yo no confio ni en Enrique.
Ni mucho menos en la nube. ¿A qué huelen las nubes? A servidor al servicio de USA? Que me hurguen el disco duro, pues.
Cuanto nos gusta llamarle 2.0 a la evolución natural de las cosas, no fue un gran paso tecnológico. En 1996 yo chateaba en chats con perl, cgi´s, había que refrescar la página para ver si te habian contestado. Lo 2.0 estaba inventado, aunque no se hiciera uso intensivo. Y ahora nos llega la «nube», que no es ni más ni menos que tener los datos en servidor remoto y ajeno. Lo siento, estos inventos que han existido de siempre no me convencen, aunque se disfracen de bondad, google, etc.
A la industria internacional de la música se la ha vinculado en muchas ocasiones a la mafia. Aquí se puede ver como mienten sin vergüenza y con descaro. Pero a mi me gustaría hacer sobre esto otra pequeña reflexión:
Cuando yo era un chaval compraba algunos cassettes de música pero también copiaba muchos otros de grupos que me gustaban.Te lo pasaba algún amigo, compañero, familiar y te lo copiabas tranquilamente mediante una cassetera con doble pletina (que comprabas en El Corte Inglés o cualquier sitio sin problemas).
Así como copiabas una película en vhs desde la tele copiabas la música. Y a nadie se le pasaba por la cabeza culparte por ello ni llamarte «ladrón». Ni tampoco a nadie se le ocurrió decir que había que prohibir las cassetteras con doble pletina…
Que alguien responda si quiere: por cada cassette con música comprado en una tienda ¿cuántas copias «pirata» se hacían? ¿10? ¿20?, ¿tal vez mas?
Ahora, aunque existe la Red y la tecnología ha cambiado, ocurre en este sentido, exactamente lo mismo que en el pasado. Y las cifras que la propia industria discográfica internacional presenta nos dicen que aproximadamente por cada persona que paga por el «original» (que lo compra) hay unas nueve que obtienen una copia por otros medios. Nada ha cambiado en el comportamiento de los consumidores. Pero la industria de la música hoy sí ha cambiado completamente su discurso criminalizando ahora al usuario como si ello fuese lo mas natural. Esto es una prueba evidente de la propia decadencia de esta industria que quiere ganar dinero por otros medios: comprando políticos y obligando a crear leyes represivas que les permitan cobrar lo que antes no se cobraba.
http://www.addis.es/content-blog/351/259/77/La-venta-de-musica-online-es-ya-el-29-del-negocio-discografico.htm
Esto me recuerda el vídeo de Bustamante robando a un mantero donde pone que en España según datos de AFYVE el artista cobra 73 céntimos por disco vendido.
Ya estamos otra vez con la demagogia discografica. En que otro negocio se recibe un adelanto tan generoso a fondo perdido con tanto riesgo asociado? El artista que pide menor adelanto siempre acaba con mejores condiciones. Estoy de acuerdo que la terminologia utilizada es arcaica pero en definitiva no son mas que puntos a negociar.
No olvides que estos contratos son firmados voluntariamente entre adultos. Si el artista se siente engañado deberia sospechar de sus abogados o representantes, que son los expertos a los que ha contratado para negociar en su nombre. Y si no les gustan los contratos existentes que saquen su disco por medios alternativos, a ver si llegan tan lejos…
Parece mentira que seas profesor de una escuela de negocios y caigas en estas trampas demagogicas tan facilmente, Enrique!
Te mando un texto que escribió Steve Albini hace algunos años, The Problem With Music, seguro que lo recuerdas
http://www.negativland.com/albini.html
Franc:
La excusa de que son adultos que firman voluntariamente me parece muy pobre. Si un asalariado, por ignorancia, acuciado por la necesidad, porque el pobre es tontito y no se entera, porque es masoca, o por cualquier otro motivo, firmase un contrato de trabajo que diga que trabajará 16 horas al día 7 días a la semana, sin vacaciones ni festivos, y cobrando menos que el salario mínimo, puedes estar bien seguro que cualquier juez anularía todas y cada una de las cláusulas que acabo de mencionar, dado que son abiertamente contrarias a la legislación laboral. Más aún, el empresario que firme un contrato así sería enviado a la cárcel.
Nótese que el objetivo de la legislación laboral es precisamente el de proteger a los trabajadores por cuenta ajena, de la misma manera que el objetivo de los derechos de autor es el de proporcionarle una vía de ingresos a los autores que NO consista exclusivamente en un pago inicial, sino que dependa del número de copias vendidas. Si en la práctica el contrato va a consistir en un «te pago X porque me hagas un trabajo (composición y grabación) y nada más», para eso no necesitas derechos de autor, esa clase de contratos ya existían antes de que se inventasen los derechos de autor (el Requiem de Mozart, El Quijote de Cervantes, etc).
El vídeo embebido por Enrique y el enlace de waits (#13) muestran claramente que hay algo que no funciona como se supone que debería funcionar. En lugar de derechos de autor lo que estamos teniendo en la práctica son derechos de intermediario.
#012 Creo que tu ni siquiera sabes lo que significa la palabra «demagogia» y la utilizas aquí de manera provocativa y totalmente fuera de lugar.
http://buscon.rae.es/draeI/SrvltGUIBusUsual?LEMA=demagogia
Por lo demás, recordar el caso de El Langui con su grupo La Excepción;
Muchas veces hemos visto o leído declaraciones de artistas que denuncian los abusos que ejercen sobre ellos las compañías discográficas con las que han firmado. Dentro del rap, tenemos recientes los casos de Falsalarma y SFDK, que siempre se han mostrado muy críticos en este aspecto. De hecho, los sevillanos terminaron por fundar su propio sello, SFDK Records, para alejarse de todos estos marrones.
Los últimos en explotar han sido La Excepción, el grupo del madrileño barrio de Pan Bendito, que han denunciado a Zona Bruta/Warner Music “por contrato abusivo y engañoso, así como por el retraso en los pagos y la falta de pago de numerosas copias y miles de recopilatorios”.
http://www.hipersonica.com/hip-hop/la-excepcion-denuncia-a-zona-bruta-por-contrato-abusivo-y-enganoso
http://www.hipersonica.com/derechos-y-autores/la-excepcion-regala-su-disco-en-la-web-tras-enfrentarse-a-warner
Choflanis: no te conformes con la simple definicion de la Real Academia.
En este caso cuando digo demagogia me refiero especificamente a la septima clase de demagogia que encontraras en la definicion de la palabra en Wikipedia: http://es.wikipedia.org/wiki/Demagogia
Krigan: los contratos discograficos de los que hablamos cumplen la ley y nada tienen que ver con el ejemplo extremo que mencionas. Son opciones disponibles para aquellos que la merecen y a menudo estos estan en la posicion de negociacion fuerte al haber distintas discograficas compitiendo por su firma.
Parece mentira que tantos de vosotros todavia creais que existe una caperucita inocente y un LOBO FEROZ…
Franc:
Me da lo mismo si hay o no un Lobo Feroz. Con un contrato así lo que no hay es derecho de autor, sino derecho de intermediario. ¿Es legal? Pues mejor me lo pones. Queda todavía más claro que el actual derecho de autor no es más que una farsa para permitir a los intermediarios comercializar cada obra en régimen de monopolio.
La culpa de que el negocio de la música esté en crisis puede ser de una «mano negra». Están los que demonizan a las discográficas y a los intermediarios de siempre por ser hoy innecesarios. Y también hay otros grandes responsables, culpables según algunos, como el propio Steve Jobs.
http://appleweblog.com/2011/03/bon-jovi-steve-jobs-es-el-responsable-de-matar-al-negocio-de-la-musica
017, Krigan, no creo oportuno escanear mis derechos y «pegarlos» aquí para demostrar la falsedad de tus comentarios.
#006 Carolus. Para aclarar tus dudas sobre la industria editorial.
Trabajo en una empresa editorial de tamaño mediano y te puedo asegurar que el modelo de contrato de las discográficas no se parece en nada al de la industria editorial. Es muy raro dar adelantos excepto a figuras consagradas y te puedo asegurar que los consagrados tienen grandes agentes (i.e. C. Balcells) que no se tragan un contrato como el que aquí aparece ni en el peor de sus días. La realidad es que sí se paga un royalty del 10%-18% del neto (pero es lógico porque ese es tu negocio, el resto es del distribuidor y librería), pero de ahí no descuentas ni un duro. La inversión (ilustraciones, maquetación, revisión de textos, imprenta, etc.) los paga la editorial, si no cobras es tú problema y si no vendes suficiente el déficit es para la editorial.
Yo estoy deseando que el modelo digital se implante. Todavía creo que los editores añadimos un cierto valor a algunos autores y a algunos tipos de libros que no sean puro texto corrido. Con el modelo digital reduciría mi inversión de forma sustancial y estaría dispuesto a reducir sensiblemente el precio de los libros (ojo, contando con que el gobierno quite esa sin razón de tener un IVA del 18% a los libros electrónicos). Me preocupa la piratería pero creo que ahí es donde debemos currarnoslo para que el usuario aprecie un cierto valor en lo que hacemos y esté dispuesto a pagar por el libro original en el formato que sea. De todas formas, creo que a día de hoy, y durante unos años todavía, el libro digital no va a ser el preponderante.
#020 Dgc, Te puedo asegurar que a muchos autores les pagan mucho menos de lo que merecen. Les dicen, por ejemplo, que han vendido solo mil ejemplares cuando en realidad han sido diez mil. Y no pueden demostrar que la editorial les ha engañado y que se han quedado con su dinero porque no hay auditoría posible. Hay que fiarse ciegamente de la palabra del intermediario editorial.
En 2009 el conocido escritor Javier Sierra sacó este tema en los medios e intentó organizar algo para defender a los autores contra la falta de transparencia y la deshonestidad de las editoriales pero luego parece que abandonó un poco el proyecto debido, según se comenta, a las enormes presiones recibidas.
‘Javier Sierra, vendedor por millones y autor de libros como «El secreto egipcio de Napoleón» y «La dama azul» es uno de los cabecillas de la rebelión literaria. Sierra considera que «hemos entrado de pleno en la era digital, el control de la información es mucho más minucioso y eso se tiene que traducir también en un control de la información con respecto a los libros y su venta». El escritor cree que «hay dos sencillas opciones, no son de extraterrestres. Una, que el control se haga a través del índice Nielsen, que el autor sepa exactamente qué es lo que vende a través del código de barras, una información que tienen los editores y que no sé por qué no pueden tener los autores. Y dos, también fácil, que se numeren los libros para saber exactamente qué numero de ejemplares se imprimen de un libro y saber también qué numero de ejemplares se devuelven».’
http://www.abc.es/20090528/cultura-literatura/rebelion-granja-editorial-200905281631.html
#021 hormigas, pues no te digo que eso no ocurra en el sector, pero me gustaría pensar que no es generalizado. Delincuentes hay en todos los sectores.
En nuestra editorial, con el objetivo de diferenciarnos de la competencia y dar una transparencia máxima al autor, hemos montado una plataforma online que permite a nuestros autores ver en tiempo real atacando a nuestro ERP las ventas, devoluciones de sus libros y liquidación de los derechos que les corresponden.
Respecto a Javier Sierra… creo que tiene toda la razón. Hoy en día existen métodos para poder controlar las tiradas y ventas sin que le puedan engañar. Un autor que te vende cientos de miles de copias debe ser cuidado por la editorial y si no estará en su derecho de cambiar su editorial o independizarse si le compensa económicamente.
el video no va… hay link alternativo?