¿De quién es una cuenta de Twitter?

Una situación curiosa y que sin duda vamos a ver en más ocasiones: una popular periodista de la BBC, Laura Kuenssberg, con más de sesenta mil followers en su cuenta de Twitter, BBCLauraK y que, cuando es fichada por otra cadena, ITV, cambia el nombre de su cuenta de Twitter a ITVLauraK y se lleva consigo su audiencia.

Lo cuenta con más detalle Tom Callow en «How the BBC lost 60,000 Twitter followers to ITV«, haciendo especial énfasis en el riesgo que supone desarrollar una presencia en la red de este tipo. La situación es indudablemente compleja: ¿a quién pertenece una cuenta de Twitter a la que se da, como era el caso, un uso corporativo y que, siguiendo la práctica habitual en muchos medios, llevaba incluso el nombre de la cadena? ¿A quién siguen realmente los followers? ¿A la persona, o a su papel en la cadena? Movimientos de este tipo forman parte del día a día de los medios, y lógicamente conllevan traslados de espectadores: cuando un presentador popular de las noticias se cambia de cadena, muchos espectadores lo siguen a «su nueva casa». Pero ahora, ese trasvase es mucho más obvio y cuantificable en el momento: había sesenta mil seguidores en una cuenta con el nombre de la BBC, que en un instante pasan a ser seguidores de una cuenta de la ITV.

La posibilidad contraria, que la BBC retenga el control de la cuenta y simplemente cambie el nombre por el de otro periodista, resulta también cuestionable: ¿siguen los followers a la persona, siguen las noticias de la cadena, o a una combinación de ambas? En el caso de España, tenemos casos aparentemente muy similares con, por ejemplo, Ana Pastor en TVE, cuya cuenta de Twitter es @anapastor_tve, con más de cien mil seguidores y siguiendo un esquema de uso claramente personal. Obviamente, una parte de la popularidad que permite a la periodista alcanzar ese nivel de popularidad y visibilidad se deberá a la cadena para la que trabaja, pero otra, en un componente difícil de separar, depende claramente de su persona. En su momento habló de un tema relacionado chicadelatele, en «Periodistas presos de sus medios«.

En el fondo, posiblemente se reduzca todo a la historia que exista detrás del origen de la cuenta, si fue originalmente creada como una iniciativa personal por la periodista que decidió, como deferencia, etiquetarla con el nombre de la compañía para la que trabajaba, o si fue, por el contrario, la cadena la que instó a sus periodistas a que utilizasen Twitter, tal vez incluso dictando políticas al respecto. O tal vez se apliquen cuestiones derivadas del modelo de uso: cuentas con uso claramente corporativo, frente a cuentas con un componente más personal. Pero seguramente, el hecho hará que si este tipo de temas no estaban recogidos en los contratos de los profesionales de los medios de comunicación – y por extensión en todo tipo de empresas – empiecen a estarlo de manera clara e inequívoca…

20 comentarios

  • #001
    Romario - 27 julio 2011 - 20:56

    Interesante artículo. El caso de Ana Pastor es bastante relevante. Con el más que probable cambio de gobierno y su claro posicionamiento político le llevará a crear un nuevo perfil tipo @anapastor_psoe o @anapastor_lasexta o @anapastor_imagina, este último le proporcionará más movilidad dentro del grupo.

  • #002
    Pablo - 27 julio 2011 - 20:59

    En el nombre «chicadelatele» ponlo en un hipervínculo a la cuenta de Twitter o al blog aunque sea, que es bien maja y se lo merece hombre!! ajajajaja. La verdad es que cada cuenta debería ser de cada persona individual y debería ser un valor añadido en cuanto a currículum se refiere

  • #003
    Tanya Oseguera - 27 julio 2011 - 21:04

    Es una muy buena pregunta que se tiene que considerar si se va a utilizar twitter como medio. La clave está en el último párrafo del artículo: ¿de quién fue la iniciativa? Si bien un profesional independientemente de que sea figura pública suele formar parte de una empresa ¿está su experiencia y la información que comparte irremediablemente ligada a la compañía a la que pertenece en el momento? Yo creo que no. En mi caso inicié una cuenta de twitter para compartir datos útiles y mi experiencia como consultora de Precios de Transferencia. Al abandonar la firma a la que pertenecía por motivos personales cambiaron mi contraseña, nombre de usuario y todo lo referente a esa cuenta que cree sin que fuera instrucción de ningún superior. Perdí los followers y el historial de la información que había compartido. Ya creé una nueva cuenta con el mismo usuario anterior, pero en definitiva creo que si el participar en redes sociales fue decisión personal, no debería de poder ser manipulada por las empresas. Mi cuenta de twitter actual: @TP_Idea y la anterior que fue modificada: @TP_KrestonIDM

  • #004
    Mando Liussi Depaoli - 27 julio 2011 - 21:14

    Vaya velocidad con el tema de marras, enhorabuena por ello :)

    Mas allá del código deontológico de la BBC, desde el foco en la marca se trata de un caso de cobranding: lo que se publicaba era bajo la marca paraguas de Laura Kuenssberg con BBC. Cuando el cobranding finaliza, las patentes -la propiedad de los tuits- podrían estar en entre dicho. Lo que no queda en entredicho es la cartera comercial, porque no existe como tal. Los followers no son propiedad de Laura ni de la BBC ni menos de ITV. Simplemente seguían a Laura cuando estaba en la BBC.

    De hecho, la progresión sigue igual: http://twittercounter.com/compare/ITVLauraK/week/followers

    Hace unos días una alumna originó un debate sobre la marca del gestor y la marca gestionada («Matrimonio de Conveniencia … y reputacion» http://bit.ly/p3ozkV) que tiene que ver con este caso. Los seguidores siguen a la dupla, pero quien conversa es la persona.

    En un caso extremadamente radical se podría decir que los tuits (pasados) se quedan como fondo documental de la BBC, pero la gente decidirá mas allá de ambos interesados, ¿verdad?

    Saludos,
    Mando
    @mandomando

  • #005
    antihéroe - 27 julio 2011 - 21:15

    Como las personas, las cuentas (las de personas y no las automatizadas) son un compendio de ellas mismas y de su entorno. Quizá Ana Pastor no fuera la misma sin sus espinosas entrevistas en RTVE, quizá otra cadena no hubiera permitido según qué preguntas o comportamientos.
    Entiendo que la mayoría de los seguidores de la periodista americana la siguen a ella y dejarán de lado al canal que representaba con anterioridad.
    Sin embargo, si ella cambiara y dejara de ser quien era o como era, también los espectadores abandonarán el barco presos del miedo a la infección.

  • #006
    Pablo Velasco - 27 julio 2011 - 22:40

    Interesante post. Muchas gracias.
    Yo llevaría el asunto por propiedad intelectual.
    La ley afirma que los derechos de explotación de las obras creadas por sus empleados (siempre y cuando el trabajo de estos sea efectivamente crear obras, como es el caso de los periodistas) son de la empresa editora.
    Además, desde el Derecho Laboral podríamos decir que es empleado asalariado el que utiliza los medios de producción de la empresa.
    Pero el tema de twitter yo creo que se escapa a la labor por la que el periodista cobra su salario.
    Habría que ir al caso concreto, pero pienso que está íntimamente relacionado con el periodista y no con la empresa. Y creo que es iniciativa del periodista.
    Salvo que sea una condición impuesta por la empresa.
    En todo caso, al cambiar de empresa, el periodista tiene todo el derecho a seguir utilizando su nombre en twitter (¡faltaría más!)

  • #007
    Víctor - 27 julio 2011 - 23:24

    ¿Te has percatado de la cierta similitud entre tu artículo y el que publica tres horas después El Mundo?
    http://www.elmundo.es/elmundo/2011/07/27/comunicacion/1311760825.html

  • #008
    Eduardo Loyola Paternina - 27 julio 2011 - 23:31

    Si ella misma consiguió convencer a sus 60.000 seguidores de que se cambiaran a la nueva cuenta, tiene mucho mérito ya que supone aunar SESENTA MIL VOLUNTADES para hacer una cosa en común. Ya sólo por eso, se merece el cambio a la cuenta que quiere porque, en verdad, son seguidores de su persona y no tanto de la BBC.

  • #009
    Lola - 27 julio 2011 - 23:50

    Creo que serán los mismos seguidores de esas cuentas los que responderán a los interrogantes planteados pues o bien permanecerán fieles a la persona o, por el contrario, comenzarán a practicar unfollows como locos para irse a otra cuenta del medio. El tiempo lo dirá. Aunque en estos casos, y como usuaria de twitter, yo creo que seguimos a la persona y no al medio.

  • #010
    jon - 28 julio 2011 - 00:05

    Enrique, una vez más aciertas en el post, y más aun dejando abierto «el desenlace», porque esto sólo acaba de comenzar. Eso si, Romario, en el comentario 1, lo borda.

  • #011
    Miguel A. Tovar - 28 julio 2011 - 00:23

    #008 Sus seguidores no tuvieron que cambiar a la nueva cuenta. La periodista tan sólo cambió el nombre de la cuenta.

    Interesante tema, Enrique. ¿Son los seguidores rehenes de la periodista o de la BBC? No, ¿verdad? Quien desee seguir a la BBC por Twitter lo podrá seguir haciendo siempre que la cadena decida mantener su presencia en esta red social. Y quien prefiera seguir a la periodista, lo podrá hacer si así lo desea. No veo mayor problema. Cada parte es libre de escoger el camino a seguir.

    Mi opinión es que una cuenta corporativa asociada a un servicio, departamento, programa, etc. pertenece a la empresa. En cambio, una cuenta personal que se utiliza en el ámbito profesional es de la persona.

    La cuenta de una estrella del fútbol ¿es del jugador o del equipo en el que juega?

    No obstante, nada impide que ambas partes pacten previamente las condiciones que prefieran.

  • #012
    Diego Fiorentin - 28 julio 2011 - 05:09

    En mi opinion, si la cuenta de twitter esta asociada a una direccion de email corporativa es de la empresa a la que le pertenece dicha direccion, si es una cuenta de email personal es del periodista.

  • #013
    Antonio Castro - 28 julio 2011 - 08:20

    Una cuenta es de su titular y punto, pero si en el titular mezclas intencionalmente a una persona física con una persona jurídica, estás contribuyendo a una situación ambigua y absurda. Esas cuentas ambiguas no deberían existir.

  • #014
    Aitor - 28 julio 2011 - 08:34

    Yo voy más por los medios y la naturaleza de lo producido. Si tuiteas desde un medio de empresa y generas un contenido en tu función de profesional, cuyo contenido puede o no ser coorporativo, pero está en el ámbito y en la naturaleza de tu trabajo y redunda en él, la propiedad del mismo será de la empresa y la autoría será de quien lo escriba. En cuanto a los seguidores que cada uno se vea a si mismo en el ejemplo, si sigo a Enrique le sigo a él trabaje donde trabaje, a estas altura ya somos mayorcitos para distinguir el grano de la paja.

  • #015
    Silver Moon - 28 julio 2011 - 11:07

    Yo creo q los followers no son de nadie. Los habrá q continuaran con BBC, otros seguirán con Laura K. y otros no querrán tener nada q ver con ITV. Al final cada follower decidirá en base a sus propios intereses pues son libres entes q se moverán x una cuestión mucho mas primaria q las propiedades. En definitiva, se moverán x confianza

  • #016
    Silvio - 28 julio 2011 - 13:21

    Buenas Enrique!

    Me gustaría que hicieras un día un análisis de la caída de Tuenti en España. En 2-3 años esta red social pienso que estará muerta; que opinas tú?

    Gracias.
    Saludos.

  • #017
    Sergio - 28 julio 2011 - 14:44

    Hola Enrique, más que interesante artículo, y si lo planteamos como en ocasiones has hecho para explicar la «pirateria» con ejemplos «offline»? con un:

    ¿De quién es el número de móvil de un empleado cuando se usa para el trabajo y deja la empresa?

    En ocasiones puede quedarselo….. en otras no, en algunas empresas en las que he trabajado está estipulado de antemano, pero como siempre las redes sociales, internet etc.. van más rápido, en cualquier caso como apuntas un punto más para definir en las empresas..

  • #018
    Ruperta - 28 julio 2011 - 17:57

    Hola Enrique, qué tal, mira hay otra tendencia ahora que te puede interesar a ti.

    «Living in a digital world, a personal social media concierge is a must. DeeBlanche Inc can run your blog, Twitter and Facebook accounts. Not only does it save time, but it brings success to your business…»

    Creo que manejar tus cuentas con tantos seguidores puede a la larga ser compliacado si tienes otras ocupaciones como ser profesor en el IE.

    Bo estaría mal escribir una entrada sobre este nuevo modelo de negocio, que promete mucho.

  • #019
    Andrés de Rojas - 30 julio 2011 - 11:03

    Yo creo que la cuenta es del periodista, si es quien la gestiona. El comentario #12 tiene muchísimo sentido, pero a la periodista le basta con cambiar la cuenta de correo a la que tenga ahora. Seguro que hay más de uno que usa su cuenta profesional en Amazon, Paypal o Ebay…. ¿son esas cuentas también de la empresa? No lo creo.

    Una cuenta de Twitter es algo personal como tu cara, tu estilo y tu tono de voz. Los followers son de ella igual que lo son de Matías Prats y no de las Noticias de Antena3.

    Y si la BBC tenía algo que ver (edición de tuits, por ejemplo) se notará en la cuenta y perderá seguidores. Lo que la BBC tiene que hacer es poner a otro periodista que sea capaz de atraer a esos seguidores, que tras un tiempo fieles a la BBC tendrán cuando menos curiosidad por ver quién trabaja allí ahora. Además, las noticias de la BBC no las hacía sólo esta persona, sino todo su equipo.

  • #020
    Miguel A. Tovar - 27 diciembre 2011 - 14:59

    Nuevo caso: Una empresa denuncia a un ex empleado por llevarse los seguidores de Twitter http://j.mp/uEdd3p

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