Mi columna en Expansión de esta semana se titula «Presencia web» (ver en pdf), y habla del contraste entre lo que se entendía por presencia web hace unos cuantos años – páginas estáticas en modo «brochureware», carta del Presidente, Flash y cosas así – y los esquemas actuales de presencia múltiple con páginas provistas de permalinks que respetan los enlaces de versiones anteriores y plantean interacción y conexión con sitios como Facebook, Twitter o LinkedIn para funciones de popularización y dinamización del contenido. Entre uno y otro modelo, un cambio de concepto fundamental, que muchas empresas están aún intentando comprender.
Que razón tienes con que todo esta cambiando. Este cambio permanente me apasiona y me asusta. Cuando mas piensas en el, mas fuerte es el sentimiento de angustia y de euforia. Esta bipolaridad es la gracia de esta época. De tu articulo, esas dos fotos del antes y ahora son dos webs completamente diferentes. «Coincidimos en esta opinión»
Es cierto, todo cambia y avanza ( aveces a grandes pasos, demasiado rápido para asimilarlo) pero hay que reconocer que es bueno, hoy en día no podemos estancarnos en ningun tema, y la tecnología es uno que esta muy de moda.
Lo de la «carta del presidente» me ha llegado al alma, sobre todo por lo cierto que era y que sigue siendo en algunos casos. Palabra de desarrollador web que ha tenido que maquetar más de una y de dos estructuras así. Era lo que tocaba, pero lo triste es ver que algunas empresas siguen manteniendo esos formatos a día de hoy.
Aún así, creo que en España avanzamos rápido en ese avance a la comunicación 2.0. Durante la crisis nuclear tras el tsunami en Japón, seguía a diario varias webs japonesas de primer orden, entre ellas la de TEPCO y otras empresas/organismos relacionados con la situación de aquellos días, y pude comprobar lo anclados en el pasado que siguen estando en algunas culturas empresariales a nivel de comunicación. Japón es otro mundo a nivel empresarial para transmitir la información, o eso me pareció desde la distancia. Todo me resultaba tan aséptico y formal… tanto que no lograba transmitir veracidad. Lo cual, dado el motivo, todavía resultaba más importante.
Hoy en día estar en la red equivale a dialogar con tus clientes, algo nuevo para las empresas.
Habituadas a una estructura piramidal, solo los vendedores en la base de la pirámide dialogaban con el cliente, pero en estas estructuras, la información fluye de arriba a bajo, pero lo hace con terrible dificultad de abajo arriba.
El escuchar al cliente es un paso que les esta resultando difícil dar a las corporaciones. El cambiar el chip del «hay que estar en Internet», por el de «hay que dialogar con los clientes», es algo que pocas empresas han hecho.