Tras jugar un poco con un par de versiones anteriores muy experimentales en las oficinas de RIM hace un par de meses, llevo ya algo más de una semana jugando con una PlayBook por gentileza de RIM: una tableta curiosa por su concepción – funciona vinculada a la BlackBerry – y con un planteamiento diferente a las otras que circulan por ahí, en un mercado que, no lo olvidemos, sigue completamente monopolizado por la empresa que reinventó el concepto tablet.
¿Impresiones? Agridulces. Por un lado, el concepto de vinculación entre dispositivos, que inicialmente me resultaba poco atractivo o incluso «aparatoso», confirma con el uso que claramente no lo es. Simplemente bajas la aplicación BlackBerry Bridge del App World en tu teléfono, la ejecutas, y los dos dispositivos se parean en un instante a través de Bluetooth. Me resulta casi más incómodo acostumbrarme a ver el destello azul en mi teléfono (los que utilizamos BlackBerry desde hace tiempo tenemos una cierta «hipersensibilidad» a los cambios en ese LED :-) que el hecho de la conexión en sí, que realmente te olvidas de desconectar aunque estés en casa, y que pensé que tendría un impacto mayor sobre uno de los factores para mí críticos del terminal, la duración de la batería. La verdad, no he encontrado ningún inconveniente serio en el procedimiento. Por otro lado, y también contribuyendo a las buenas sensaciones, la tableta es muy rápida, el sistema operativo muy ligero, y el uso intenso – sin duda más de lo que sería representativo en caso de no estar probándola – no da mayores problemas. Salvo uno, y empezaremos con él la parte agria: la ausencia de cosas que hacer.
Resulta realmente curiosa la situación de «pillado en el medio» que aqueja a RIM. Por un lado, pretende seguir siendo el terminal serio, el de los directivos, ese que nunca falla y que funciona fielmente, a prueba de bomba. Por otro, es el terminal barato que encuentra su verdadero ecosistema en los institutos de enseñanza media. Una personalidad múltiple difícil o imposible de mantener. Por el lado de quienes queremos un terminal fiable, la imagen de BlackBerry hoy confirma los peores temores y las más negras evaluaciones de los analistas: se han quedado atrás. Sus terminales ya no son competitivos, el sistema operativo que utilizan es un desastre lento y pesado, y la interacción con las aplicaciones es caótica, horrorosamente inestable y desesperante. Y si eso lo digo yo, que recibo una atención verdaderamente de lujo por parte de la compañía, no quiero ni pensar en cuál será la experiencia del usuario normal. Ningún terminal me ha generado tanta frustración y ganas de tirarlo al suelo como la que he tenido con mis últimas BlackBerries – vale que les instalo de todo y pruebo de todo, pero ese nivel de inestabilidad y de problemas no es en absoluto aceptable ni normal. Hace tiempo que barajo la posibilidad de cambiarme, y las perspectivas de lo que voy viendo no son especialmente halagüeñas en ese sentido.
El mayor problema del PlayBook, como decía, es lo que subyace en el título de este análisis: que tras un tiempo con él, solo puedo destacar los usos lúdicos del mismo. La App World del dispositivo es sencillamente un chiste: tiene tan pocas aplicaciones, que en dos visitas, puedes recitarlas de memoria en orden alfabético del derecho y del revés. Por no encontrar, no encontré ni siquiera un cliente Twitter. Así que para probar el dispositivo tienes el «Need for Speed«, que está muy bien pero tampoco es que sea mi droga favorita, y el navegador. Que como no está mal y además tiene Flash, te convierte el PlayBook en cosas como una televisión portátil con la que ver el Telediario Matinal en 4 minutos de TVE mientras te afeitas, tras poner una simple tira de velcro en el espejo. Imagen, fenomenal, aunque sinceramente, acostumbrado al iPad, la pantalla se me hace pequeña. Sonido, fenomenal. Duración de batería, aprobado o notable. En términos generales, un tablet bien hecho, de uso agradable, sólido: salvo la diferencia de concepto de su necesaria conexión con una Blackberry, no es diferente de ninguno de los que han ido saliendo con Android. Que también tienen Flash, y eso sí, una miríada de aplicaciones para todo uso imaginable y por imaginar.
Ante la aparente incapacidad de RIM para poner en marcha un ecosistema de verdad apetecible para los desarrolladores, la situación parece compleja. Ver hecha realidad la promesa de poder recurrir a las aplicaciones creadas para Android convertiría a RIM en una empresa que cabalga sobre el éxito de una plataforma de un tercero, una opción escasamente sostenible. Pero mientras esa opción no exista, el PlayBook es una interesante promesa… desagradable y llamativamente vacía. Para leer el correo o escribir uno, sinceramente, una pantalla más grande no es necesaria ni aporta gran cosa, con lo que acabas utilizando la PlayBook para lo ya comentado: jugar. De ahí mi título.
PlayBook, para lo habitual en RIM, es un paso enorme de innovación. Como experiencia para la marca con el desarrollo de QNX también lo es, aunque resulta indudablemente paradójico que tras muchos años de desarrollo de tu propio sistema operativo acabes obteniendo como resultado un sistema operativo lento y poco fiable, y que tu gran esperanza sea un sistema operativo que has adquirido. Para RIM, un futuro complejo y poco claro.
Sinceridad a raudales, impresionante crítica a RIM desde un cliente VIP.
El mayor problema de RIM no es ninguna novedad, pero sí que se está haciendo notar como principal carencia de la marca con la salida de su nuevo tablet. Es tan sencillo como que al actuar de manera lenta y torpe, el mercado de aplicaciones para sus dispositivos es enormemente escaso en comparación con sus competidores, quedando relegado a un tercer puesto en cuanto a aplicaciones móviles en los smartphones y siendo una mera sombra de Apple y Google.
La solución se me antoja bastante complicada, ¿qué puede ofrecer RIM para atraer desarrolladores que ya se encuentran cómodos en Android e iOS?
#001: Hombre, el hecho de que me traten bien – que indudablemente lo hacen – y el que tenga muy buenos amigos en la empresa no puede influir en las opiniones que expongo. Puede influir en el tono, porque no se trata igual en las formas a quien se conoce y se aprecia, pero hasta ahí. Si no fuese así, sería un muy mal servicio tanto a la marca, como a quienes me leéis habitualmente, o a mí mismo…
Para mi lo de que la Playbook tenga por narices que necesitar un Blackberry para conectarse, es uno de los principales problemas del dispositivo.
Atraer a los desarrolladores? Ya lo dije hace tiempo, como no atraigas y mimes a los desarrolladores, no tendrás éxito. Para muestra pues la misma Playbook. El entorno de desarrollo es simplemente infumable, engorroso.
No funciona conectada a una BB.
Yo hace casi dos semanas que tengo un iPad, y tengo claro que las pantallas de 7″, pues para un correo vale, pero como quieras hacer cosas un poco más interesantes, como una hoja de cálculo, un documento de texto o una presentación, que es el uso profesional al que puede destinarse un tablet fundamentalmente, 7 pulgadas es una birria. Ni para ver películas es una opción con la resolución vertical de 600 pixels incapaz de reproducir vídeo en HD 720p de manera «real» El hecho de que tenga Flash tampoco es un elemento determinante puesto que en un balanza sus carencias son mucho más pesadas que el beneficio que aporta, sin mencionar que cada vez más contenidos flash van adaptándose a HTML5.
Y la necesidad de tener una blackberry para poder tener correo, me parece inaceptable. RIM está cavando su propia tumba con esto. Ni su tablet es suficientemente atractiva para condicionar la adquisición de un teléfono, ni sus teléfonos para adquirir su tablet. No me extraña que ya hayan tenido que revisar sus previsiones de venta a la baja puesto que sólo han conseguido «colocar» medio millón de ellas en el mercado. Es de suponer que a medio millón de incautos que no la probaron antes de comprarla. Enrique, ¿tú recomendarías su compra después de tenerla y conociendo lo que hay de la competencia? A pesar de la evidente inmadurez de android para tablets, es más prometedor su futuro que el de la Playbook.
Atraer desarrolladores?
Mira seesmic…y luego irá el resto.
RIM cae. Ya no aportan nada.
a mi esto me suena a lo que le ha pasado a PALM. Ni los mas devotos la quieren
Podéis tener Retiro, Casa Campo y Ateneo,
Podéis tener mil cines, mil teatros, mil museos.
Podeis tener apple, wifi y blackberry…
Pero yo vivo a 5 min de mi trabajo.
Con buenos sobremesa en cada lado.
Vaya, Vaya… ¡Aquí no hay playa!
Enhorabuena por el articulo, denota un conocimiento profundo de la marca.
En mi opinión el futuro de RIM en el entorno profesional pasa por la creación de un cliente blackberry para IOS y Android que les permita el acceso las funcionalidades BES. Software en el cual esta a años luz de sus rivales. Si no me falla la memoria creo que hace 4 o 5 años crearon un cliente llamado blackberry connect para Nokia y htc.
Excelente análisis. Por lo que cuentas y por mi experiencia con iPad parece que «nadie le hinca el diente a la marca de la manzana».
La siguiente revolución en las tabletas son las aplicaciones «kiosko» baratas y con periódicos y revistas de diferentes empresas.
Acertado análisis. Yo como usuario de PlayBook creo que tanto e hardware como en software (QNX) es superior al iPad2 y muy superior a lo visto en tablet’s Android. Pero como bien dices es de risa la App World, ya que practicamente sin aplicaciones solo la acabas utilizando para ver noticias.
Por otro lado la vinculación de la PlayBook con la BlackBerry me parece interesante y cómodo. No lo veo como un defecto sinó como una gran virtud.
En tanto al futuro de RIM yo creo que de momento no lo tienen tan crudo ya que en el entorno empresarial no tienen competencia y la venta entre los mas jóvenes es espectacular, que no olvidemos que son los que crean las modas.
En resumen el principal problema se llama «App World».
Entonces ahora lo importante son las aplicaciones en local. Lo de que todo iba a estar en la nube y no necesitábamos más que terminales con un navegador y poco más ¿en qué ha quedado?
Tras muchos años usando Blackberry y valorando la calidad de sus servicios push, campo en el que no tiene rival, como Partner del fabricante dispongo de la playbook desde hace un par de meses. Solo añadir un par de detalles, el primero que el maldito bridge me hace inservible la conexión bluetooth con el coche, lo he probado casi todo y solo vuelve a funcionar con normalidad tras desinstalarlo. Y lo segundo y esto con resignación, he de reconocer que tras comenzar en el mundo de la manzana con el iPad, del que personalmente pienso que es INCREIBLE, me pase al iPhone, que logicamente sus servicios push no son los de RIM y la pérdida de conectividad es lamentable, pero aún así…mucho me temo ve va a terminar arrinconando a mi fiel compañera de viaje tantos años, mi blackberry.
Respecto a la versión 5 de su sistema operativo, ya lo dice Enrique y por si no esta claro…es una chapuza.
Resumiendo, le veo un futuro negro a la compañía que en su día fue una de las 10 mas infuyentes en el mundo y durante 15 años consecutivos la de mayor crecimiento. A la playbook no le veo futuro, ni blanco ni negro.
Recomiendo a RIM, que si quiere «relanzar» su market, un buen comienzo sería crear su propio Instagram…tal cual, fusilarlo. Creo que esto mejoraría notablemente la experiencia de usuario y ayudaría a que los programadores pusieran sus ojos en la plataforma, además de los desarrollos paralelos sobre la api…etc, etc.
Ahí queda eso!! Y que conste que me da una tristeza horrible arrinconar a mi blackberry, pero otros me han enseñado que la inmediatez no lo es todo.
Gracias por escucharme/leerme y un abrazo.
pd: Para Enrique…yo soy aquel que te asaltó en un restaurante de Oviedo, tras hacer tu check-in en 4square, tu libro en ristre y que tan amablemente te ofreciste a dedicarme.Un abrazo.
Yo inicié mi experiencia, después de probar symbian, ios y android, con las BB en febrero, una Torch 9800 por la que además hice lo que no había hecho jamás, atarme con un contrato de permanencia. Todos los días tengo varias conatos de lanzar este asqueroso cacharro por la ventana. Lo de RIM es para mirárselo, hacía tiempo que no veía un cacharro tan lento y obsoleto en todos los sentidos. Lo único bueno la construcción y materiales. Por cierto, añadir que la app world de la torch tampoco es para tirar cohetes y que además las aplicaciones que en android o IOS valen 1€ aquí no es difícil que cuesten 7 u 8. A mi pagar más por algo mejor me resulta admisible pero por algo que es igual o incluso peor. No me compraré la Playbook porque he entendido la filosofía de los ‘genios’ de RIM y la tomadura de pelo no compensa.