Hace tres semanas tuve la oportunidad de juguetear un poco con la tableta de RIM, la Playbook. Digo juguetear porque tampoco pude realmente pasar de toquetearla un poco, intentar torturarla poniendo todas las aplicaciones a correr a la vez, hacerle alguna foto y marear a mis amigos de RIM con preguntas a lo largo de una hora y pico. No estoy en condiciones, por tanto, de hacer una evaluación como correspondería, más allá de unas primeras impresiones.
Los dos dispositivos que probé eran experimentales, sin logotipos o literalmente «con los cables colgando», pero en fin, para eso está la confianza :-) En ese momento me pidieron que me esperase un poco para contar mis impresiones, pero ya con el dispositivo en fase de comercialización en Estados Unidos y Canadá y con la red llena de comentarios al respecto, estimo que mi espera ha sido ya más que prudente.
¿Impresiones? En general, buenas. Procesador dual-core muy, muy potente, y sistema operativo, basado en QNX, capaz de tirar de lo que sea. En un momento dado llegué a reproducir vídeo en HD mientras jugaba a algo y ejecutaba varias aplicaciones más sin que el dispositivo manifestase la más mínima ralentización. En ese sentido, muy bien: la arriesgada apuesta de RIM por una mayor apertura a través de la adquisición de QNX, a pesar de conllevar la durísima decisión de renunciar a años de desarrollo de BlackBerry OS, parece haber conllevado una integración más que razonable con los dispositivos. En la evolución de todo desarrollo llega un momento en que el sistema se vuelve demasiado grande y pesado, y BlackBerry OS podía, para muchos, haber llegado a esa fase. Saltar ahora a un desarrollo tan minimalista como QNX, un sistema operativo de tiempo real POSIX con implementación microkernel habitual de sistemas empotrados, económico en el uso de memoria y puede llevar aparejada una verdadera ventaja.
Las decisiones de desarrollo parecen razonablemente estudiadas. Si bien la idea de una tableta que depende de un smartphone para funciones importantes podría resultar poco atractiva, el poder ofrecer a administradores de sistemas corporativos, la gran fortaleza de RIM, estándares sostenidos de seguridad en un segundo dispositivo puede tener su interés. Una vez pareado, de hecho, prácticamente te olvidas de que es así (salvo en operadoras del siglo pasado de esas que tiemblan al oír la palabra «tethering», claro), y la sensación no es en absoluto la de ser «una pantalla grande para tu BlackBerry». En mis pruebas, y teniendo en cuenta que soy usuario encantado de iPad desde hace tiempo, que no echo de menos Flash para nada y que esperaba cierta desilusión debido al menor tamaño, el nivel de satisfacción fue sorprendentemente elevado. Detalles como que la totalidad de la superficie – incluyendo bordes – sea táctil y la disponibilidad de gestos de arrastre intuitivos y sencillos hicieron que la experiencia percibida fuese bastante buena.
Sinceramente, más que el dispositivo, me llamó la atención su sistema operativo y lo que puede venir de su adopción genérica por parte de una marca a la que BlackBerry OS parecía ya pesarle hasta el punto de significar un lastre. Todo apunta a que el mercado tablet estará dominado por Apple hasta como mínimo 2015. Pero la Playbook, a pesar de una concepción aparentemente limitada y dependiente de otro dispositivo, y de una falta de aplicaciones de la que también adolecen en este momento todos los dispositivos de la marca (y que la adopción de QNX podría contribuir a solucionar), no tiene mal color de cara a un mercado corporativo y a un tipo de usuario que jamás se aleja de su BlackBerry más allá de veinticinco centímetros.
La verdad es que suena muy bien, pero creo que la obligatoriedad de conexión con Blackberry (o eso he creído entender) limita mucho el público objetivo y puede marcar su escaso éxito. Es como si para tener un iPad hubiese que tener de antemano un iPhone: una forma de autocerrarse mercado en un momento en que iPhone y Android tienen un gran trozo de la tarta.
Hola Enrique, ¿Que hay de la posibilidad de utilizar aplicaciones diseñadas para Android? ¿has podido probar algo en ese aspecto? Tengo entendido que se limitaba a aplicaciones diseñadas para móvil y no iban a entrar las aplicaciones que se diseñen a futuro especificamente para las Tablet con Android.
Mira la verdad es que la informática no es mi fuerte pero decirte que tienes una forma de escribir natural y que contagia optimismo.
Saludos.
Tendrán suerte si venden cien mil en todo el mundo.
Es cierto que no funciona del todo si no tienes una blackberry?
Si es asi, se te olvidó comentarlo, es algo MUY importante. Es decir, que no funciona si no tienes un terminal blackberry.
#005: Toni, lo comento en los párrafos 4 y 5. Ainsss, esa lectura diagonal :-)
Una apuesta atractiva por parte de RIM, aunque me siguen sin convencer las siete pulgadas que considero insuficientes para un tablet (recordemos que los smartphones van creciendo y se estandarizan las casi 4″ en ellos) y la necesidad de usar un smartphone, que sinceramente le resta mucha autonomía.
http://emartinprieto.blogspot.com
#7 Yo tampoco entiendo ese empeño de tantos fabricantes de hacer tablets de 7 pulgadas, cuando el tamaño del iPad (casi 10 pulgadas) es mucho más adecuado.
No necesito flash, ni flex, ni silverlight, ni java. No necesito ver nada que no esté realizado por grandes empresas que cuentan con mucho dinero y grandes equipos de desarrollo. La autocensura más perfecta.
Te mando este web para que no lo disfrutes en tu iPad:
http://www.jesuissuper.fr/
Creo que el exito de las tabletas y de los moviles smartphones no dependerá tanto de sus capacidades de hardware, sino de la plataforma que tenga «detras»: sistema operativo y ecosistemas.
Por un lado le permitirá hacer más cosas al usuario, con mejor costo-beneficio.
Por otro lado le permitirá al fabricante competir con mejores condiciones, lo que le ayudará a ofrecer mejor precio.
Y como esto es un ciclo, entonces veríamos mejores equipos en el futuro. Cuando vayamos a comprar un movil o un tablet no debemos pensar mucho en las capacidades, que ya casi todo el mundo tiene y que la mayoría son creadas artificialmente para satisfacer necesidades de marketing. Lo que hay que ver es: cuanto me va a durar, cuando se obsoletizará, como conecto lo que tengo ya.
Interesante artículo Enrique. No le auguro un gran futuro a la PlayBook, pues no le veo sentido a tanta capacidad de proceso en un gadget de estas características. No se que interés puede tener ver vídeo con mucha definición en 7 pulgadas.
Tampoco le veo interés a que el borde sea táctil. Precisamente agradezco que el borde del iPad no lo sea, pues estaría continúamente pulsando aplicaciones sin querer.
Veo mucho más importante el mercado de aplicaciones y ahí Apple lleva mucha ventaja.
Lo que más valoro es que reproduzca flash, pues es el mayor inconveniente que le encuentro a mi iPad. Sin exagerar no puedo acceder con él al 20% de webs que habitualmente visito desde otros dispositivos. Cuando hay «huecos» en webs que visito por primera vez no se si es un error de la página, o simplemente que ese «trozo» es flash. Por no hablar de la cantidad de vídeos que dan error (aunque lo cierto es que con el paso de los meses muchas webs lo van arreglando, pasando a html5).
Con respeto, considero que en este mundo cambiante de las tecnologías iPad podría dejar el reinado en cualquier momento facilmente antes del 2015 según su predicción.
No pinta nada mal este aparato, veremos a ver como se las apaña contra el ipad jeje
http://appledsg.com – Gracias