En el curso electivo «Managing the tech startup» que estoy desarrollando en IE Business School tuvimos ayer una sesión dedicada fundamentalmente a desmitificar el comercio electrónico con Alberto Torrón, fundador de tiendas como Herramientassincable, TodoTaladros, TodoAuriculares o JardinProfesional: tiendas pequeñas y especializadas que permiten a sus creadores generar beneficios interesantes, sin que ninguno de los dos abandone su trabajo principal.
La historia es sumamente sencilla: uno de los fundadores, aficionado a las herramientas y con conocimiento del tema, empieza a adquirir productos a buen precio a distribuidores y los vende a través de eBay con márgenes pequeños, a precios muy competitivos con respecto a las tiendas convencionales. A partir de ahí, con la colaboración de Alberto, pasa primero a desarrollar tienda propia en eBay, y después a crear Herramientassincable.com: algo tan simple como atraer clientes mediante un uso adecuado de SEO y SEM, y vender con poco margen se convierte, en poco tiempo, en un desarrollo de expertise que les permite ir abriendo otras tiendas dedicadas a temas que conocen personalmente, que van posicionando y generando un volumen de ventas razonable, y que entre ambos pueden atender sin dejar de desempeñar sus respectivos trabajos.
La sesión fue sumamente interesante por lo que tenía de contraste de lugares comunes: típicamente se ha dicho que el emprendedor tiene que dejar su trabajo y centrarse en el desarrollo de su idea, pero aquí teníamos a una persona que seguía trabajando para una empresa y podía poner en marcha tiendas online mediante el uso de herramientas de código abierto como Prestashop, y manteniendo un control muy fino de su negocio mediante Google Analytics y Google Docs, que además pudimos ver con todo detalle. Cifras modestas, pero decididamente interesantes para un negocio que es atendido a tiempo parcial y en el que se permiten detalles tan interesantes como el de mantener muy buenas relaciones con sus proveedores, con su operador logístico, o con clientes a los que llegan a llamar personalmente ellos mismos cuando detectan que han tenido algún problema en el proceso de compra. Hablamos de pasarelas de pago, de manejo de publicidad online, y de un montón de cosas más con un nivel de concreción total, con gráficas y análisis en la mano, de una actividad equivalente a la de un pequeño comercio, pero llevada a los tiempos de la red.
Como en el resto de las sesiones, podéis ver los tweets de los alumnos en la lista IETECHSTARTUP o buscando por el hashtag #IETECHSTARTUP, y leer sus comentarios en sus blogs personales en esta página de Reader.
Hola Enrique,
Quería preguntarte si las tiendas de los profesionales que mencionas realizan un servicio de compra venta o simplemente son cibermediarios?
La misma pregunta hecha de otra manera: ¿tienen su local para almacenar los productos?
Gracias y saludos
Jordi Valls
@jordimkt
La clase del viernes la verdad es que me fue muy buena, sobre todo para aquellos que no tenemos los recursos (financieros y de tiempo) para dedicarnos exclusivamente a nuestros proyectos de start-ups
Muy interesante la clase. Es un claro ejemplo de que las personas que tenemos empleos convencionales también podemos emprender nuestros propios negocios por internet.
#01. Jordi, para la mayoría de lo que actualmente vendemos, disponemos de stock propio. Es la manera en la que esta idea arrancó, y probablemente seguiremos trabajando de esta forma durante mucho tiempo. También es cierto que a medida que vamos tomando mayor volumen de venta (y por tanto de compra), nuestros proveedores nos van ofreciendo mayores facilidades, y en algunos casos llegan a aportar el stock que ellos tienen para nuestra oferta. Es algo en lo que insistí en la clase, en que cuando consigues tener buenos proveedores, implicados en tu negocio, todo acaba siendo más fácil, especialmente para crecer y probar nuevos negocios, con una inversión relativamente baja.
En todo caso, la respuesta es que -para casi todo- hoy en día compramos y mantenemos en nuestro almacén el material que vendemos.
Un saludo,
Estaria de lujo compartir estas clases magistrales pasado un tiempo, no se si es posible . Saludos Y gracias
#005: Créeme si te digo que comparto todo lo que se puede compartir. Me refiero: la mayor parte de mis invitados y los propios alumnos me han dejado claro que si quiero una interacción verdaderamente cercana, abierta y no condicionada, eso implica no grabar ni hacer streaming de la sesión. Twitter está bien, los blogs también, y cuando los invitados avisan de que algo no es para ser contado, los alumnos van y no lo cuentan. No se trata de que haya «secretos», pero sí de que se genere un clima de comodidad. En esas condiciones se evita que la clase sea «una conferencia» unidireccional, y se asegura que será una verdadera charla interactiva, con intercambio genuino y preguntas totalmente abiertas (y algunas, de hecho, cañeras, que para eso aviso a mis invitados :-) Lo más que puedo llegar a compartir sin estropear la experiencia, por tanto, es lo que comparto: los tweets realizados durante las sesiones, mi resumen del tema, y las entradas en los blogs de los alumnos.
No entiendo que no se pueda compartir (a mi también me parecen experiencias muy interesantes) teniendo en cuenta tus ideas acerca de Wikileaks, la nube, etc.
¿En base a que se decide que se puede compartir y que no?
#007: Lo decido yo, el curso es una prueba piloto y el criterio en este caso es exclusivamente mío. Y como comentaba anteriormente, la decisión en este caso viene de intentar un aprovechamiento máximo del curso: si algunos de los invitados me dicen que la presencia de una cámara determina en cierto sentido la diferencia entre una clase cómoda, bidireccional y con intercambio fluido, y una simple conferencia con mensajes más «oficiales», por supuesto para mis alumnos quiero lo primero, no lo segundo. Conferencias hay muchas, oportunidades para un intercambio directo y próximo entre invitados y alumnos, no tantas. Es un tema de formato: un intercambio de uno a treinta y pocos en una clase es bidireccional por naturaleza, mientras que una charla con una cámara delante cuando no sabes quién está detrás de ella se vuelve unidireccional. La intención del curso ha sido separarse en todo momento de lo que sería un simple «ciclo de conferencias».
Pero bueno…se volverá unidireccional para los que la ven por la cámara, no?
No entiendo en qué puede afectar la presencia de la cámara a los alumnos que asisten, la verdad.
Se trataría al menos de compartirla para los que no pueden asistir, aunque no pudieran participar.
Algo parecido a lo que por ejemplo hacía el profesor Huerta de Soto con sus clases:
http://www.burbuja.info/inmobiliaria/burbuja-inmobiliaria/134206-lecciones-de-economia-video-con-jesus-huerta-de-soto-11.html
No veo por qué no se podría hacer con estas clases lo mismo.
#009: no, me temo que no me he explicado bien. Lo que algunos de los invitados han dicho es que si hablan con treinta personas con cara y ojos en un foro restringido en el que además pueden pedir que algo no sea tuiteado o bloggeado, y además con ciertas garantías de que se cumple, como de hecho ha ocurrido aquí, van a poder decir cosas que no podrían decir si los pongo delante de una cámara y no saben quien está al otro lado. Lo cual, por otro lado, es la mar de comprensible. En clase hemos tenido a emprendedores compartiendo todas las estadísticas de sus páginas con un nivel de detalle que yo no había visto nunca, hemos visto números completos de valoraciones de compañías en función de escenarios, hemos podido hablar de negociaciones complejas… y hemos escuchado la frase «please, do not blog or tweet this…» un cierto número de veces. Si quiero un curso verdaderamente útil, tengo que ser sensible a esa petición, porque los principales «accionistas» de mi curso son lógicamente mis alumnos y los invitados que acuden a él.
Bueno…pero entonces comprenderás también que si algún músico en un concierto no quiere que se le grabe también se le debería respetar, o de la misma manera, si un escritor quiere ofrecer un contenido exclusivo a sus lectores «de pago» haga lo mismo, o si el DVD de una película contiene material exclusivo lo mismo, no?
Es que al final, esto de «compartir» se reduce a respetar la voluntad de los autores…es que no hay más.
De ahí que supongo estarás de acuerdo con lo que implica la «Ley Sinde» en algunos aspectos, puesto que no se trata más que de lo que tú aplicas en tus clases: que se respete la voluntad de los autores, productores e intérpretes.
#012: Radicalmente no. Nada de ver. No busques incoherencias donde no las hay. Si mis invitados grabasen su «actuación» y pretendiesen después vivir de ella, defendería exactamente igual la insostenibilidad del modelo. No confundamos a un artista que trabaja una vez y merece remuneración, con un industrial que pretende vende una copia que cualquiera puede hacer. Yo reconozco a los artistas la capacidad de vivir de su trabajo cuando trabajan, pero no de impedir la circulación de copias de sus obras, proceso que nada tiene que ver con el arte ni con la creación. Un modelo tiene sentido, el otro carece de él.
Y por supuesto, no estoy de acuerdo con lo que implica la ley Sinde en NINGÚN sentido: no es más que una estupidez liberticida creada por personas que carecen de conocimiento y entendimiento de lo que es, implica y significa Internet. Defender al creador es una cosa, prevaricar para intentar sostener el negocio de unos amiguetes es otra muy distinta. Ángeles González-Sinde donde debería estar no es sentada en una silla de ministra, sino en la cárcel por abierta y evidente prevaricación.
Sinceramente, no le encuentro sentido a tu explicación, ni veo la diferencia entre las situaciones expuestas.
En ambos casos (la clase y el concierto, o el libro, o si me apuras el soft) hay un autor que pretende vivir de lo que hace, exactamente igual que tú y tus invitados: vendéis vuestro conocimiento a quien esté dispuesto a pagar por él, y para ello imponéis unas condiciones (lógicas y justificables).
Se trata de los límites que se le quiera poner a esta difusión. De la misma manera que tus invitados no quieren que parte de lo que «venden» circule libremente y sin restricciones, otra clase de profesionales pueden aspirar a lo mismo. Si se trata de compartir, compartamos, pero compartamos todos y prediquemos con el ejemplo, y si se trata de vender, vendamos, sometiéndonos todos a las mismas reglas del juego, sin dobles varas de medir.
Defender lo contrario, si que me parece una incoherencia, desde luego.
Un saludo.