Argumentar a favor de la neutralidad de la red puede ser a veces extenuante: los que por variadas razones e intereses pretenden oponerse a la salvaguarda de ese principio fundacional de la red utilizan razonamientos que tildan de «técnicos», y acusan a quienes defendemos el tema de «no entender», de «carecer de base técnica» o de «oponerse al libre mercado», acusaciones sin duda infundadas pero que es preciso refutar cuidadosamente.
La discusión acerca de la neutralidad de la red exige no confundir términos – una de las estrategias de las empresas de telecomunicaciones es precisamente la de intoxicar pretendiendo que los defensores de la neutralidad de la red querían «la misma velocidad para todos los usuarios» y falacias similares. Es preciso ser cuidadoso con los conceptos: aunque la idea no es compleja, la otra parte suele insistir en que «para entenderlo hay que ser ingeniero», como presunto argumento de autoridad con un propósito claramente excluyente.
Con esta finalidad, desarrollé este argumentario que pretende dar respuesta a algunos de los argumentos habituales que surgen en esta discusión. Por supuesto, no está cerrado, y admite aportes adicionales:
- «Neutralidad significa que todos vayamos a la misma velocidad»: es una de las falacias e intentos de intoxicación utilizados más habitualmente: en su origen están las operadoras, que propagaron la idea de que «ser neutral era dar a todos lo mismo». Es completamente falso: en el origen de la conexión, un proveedor puede contratar todo el ancho de banda que desee para enviar sus contenidos con más garantías. En el destino, un cliente puede contratar todo el ancho de banda que quiera para recibir más rápido o más lento, con mayor fiabilidad, etc. Lo único que afirma la neutralidad de la red es que los paquetes de datos no serán discriminados por origen, destino, protocolo o contenido. Para nada afecta a la estructura del mercado en el origen o en el destino de la comunicación.
- «La neutralidad de la red es establecer controles al libre mercado»: precisamente lo contrario. Romper la neutralidad implica que las operadoras pueden adulterar el libre mercado y la libre competencia, introduciendo factores que distorsionan la competitividad. Un competidor mejor puede verse perjudicado porque la operadora tiene una oferta de servicios que compite con la suya, o porque otro competidor tiene un acuerdo de priorización de su tráfico con la operadora.
- «La neutralidad de la red impide la innovación»: de nuevo, lo contrario. La innovación se ve obstaculizada cuando se da a las operadoras una posición de juez y parte, cuando cualquier innovador tiene que pasar por el filtro de una operadora y conseguir llegar a un acuerdo con ella para que sus datos puedan circular por la red sin verse relegados a una baja velocidad. Sin neutralidad de la red, ni Google, ni Skype, ni Facebook, ni ninguna de las empresas interesantes de Internet que hoy conocemos habrían podido desarrollarse, y un porcentaje importante de sus rendimientos habrían sido destinados injustamente a pagar el impuesto de la operadora de turno.
- «Toda la inversión la hacen las operadoras, ‘los de Internet’ no pagan nada»: falso. Las operadoras invierten en infraestructuras, y los usuarios y las empresas de Internet las pagan con creces. Precisamente el gran negocio de las operadoras es revender el uso de esas infraestructuras en unas condiciones en las que el uso ofertado nunca se lleva a cabo: jamás llegamos a usar ni siquiera una mínima fracción porcentual de lo que nos entregan. Por tanto, revenden esa capacidad no utilizada a terceros: un negocio impresionante, porque supone vender la misma capacidad muchas veces, un «supuesto derecho de uso» que jamás tiene lugar. Actualmente, en algunos países, las operadoras están hablando de «echar de sus redes» a los usuarios que más ancho de banda consumen (a los que denominan despectivamente «bandwidth hogs»), cuando en realidad solo utilizan una pequeña parte del ancho de banda por el que genuinamente han pagado. El pasado septiembre, el Consejero Delegado de Telefonica, Julio Linares, llegó a hablar de «quiebra del sistema», cuando sus beneficios aumentan año a año de manera consistente. No nos engañemos: las operadoras están entre las empresas más rentables del mundo, y simplemente pretenden obtener una rentabilidad mayor conquistando la increíble posición de aduaneros de toda la sociedad de la información.
- «Un servicio de diagnóstico por imagen de un hospital tiene que poder enviar sus bits más rápido que un chaval descargándose música»: por supuesto. Si quiere asegurar una calidad de servicio elevada, que simplemente contrate más ancho de banda, y tendrá esa velocidad que precisa. Una red neutral da perfecta respuesta a las necesidades de todos los clientes. Distorsionar la neutralidad únicamente responde a los intereses de las operadoras por alcanzar una posición de árbitros.
- «Las redes neutrales no son sostenibles, con el desarrollo del vídeo y otras aplicaciones la red no da más de sí»: radicalmente falso. Con los actuales dimensionamientos, la red tardaría todavía mucho en llegar a un estado de saturación, y los progresivos desarrollos tecnológicos garantizan la escalabilidad de las redes a futuro – como de hecho, ha ocurrido en toda la historia reciente de la tecnología y de la Humanidad. En una red neutral, las operadoras tienden más redes a medida que ven que hay más usuarios y más servicios capaces de garantizar que estarán ocupadas, con alguien pagando por su uso. Por otro lado, el desarrollo de fibra oscura (ya tendida, pero no utilizada) en nuestro país por parte de empresas de todo tipo (eléctricas, ADIF, concesionarias de autopistas, Ayuntamientos, etc.) es enorme, la situación de «escasez»o de «carestía» es tan solo un artificio, un intento de establecer un estado de percepción que perjudica la competitividad de nuestro país para beneficiar a las operadoras.
- «Las redes móviles son diferentes»: mentira. En las redes móviles, la situación de los límites está más próxima y tangible, pero esto no quiere decir en modo alguno que la red deba gestionarse necesariamente de manera no neutral. Se pueden gestionar picos de uso de ancho de banda sin autorizar a las operadoras a enriquecerse cobrando por proporcionar un acceso privilegiado. Es más, si se permite cobrar a las operadoras por ofrecer un acceso privilegiado en condiciones de saturación, se está estimulando precisamente lo que no se debe estimular: que tiendan a gestionarse, por su propio interés, en situación de proximidad a dichas condiciones de saturación, evitando el desarrollo de nuevas infraestructuras. Ante una situación persistente de saturación la operadora no debe reaccionar cobrando a terceros para obtener accesos preferenciales, sino desplegando nueva infraestructura.
- «Europa no quiere redes neutrales, otros países van por el mismo camino»: Que el lobby de las operadoras sea enormemente poderoso no quiere decir que tenga razón. Voces tan autorizadas en Europa como la de la Vicepresidenta Neelie Kroes han declarado su completo apoyo a las tesis de la neutralidad de la red, y es necesario que los países lo hagan también para así contrarrestar la fuerza de dicho lobby, que no opera en función de los intereses de los ciudadanos ni de los países, únicamente de los suyos.
- «Es mejor no entrometerse con legislación y que la red evolucione como hasta ahora»: efectivamente, y la red hasta ahora ha sido neutral. Lo que sería una triste novedad sería que dejase de serlo. Hasta el momento, la red se ha desarrollado como lo ha hecho, y se ha constituido como el ecosistema de innovación más vibrante y dinámico gracias a que para innovar, no había que pedir permiso a nadie. Permitir la vulneración de la neutralidad de la red supone poner guardianes a esa innovación, y precisamente impedir que el desarrollo de la red siga su camino. ¿Por qué no había sido preciso legislar sobre ello hasta ahora? Sencillamente, porque las operadoras habían visto una oportunidad en fomentar el desarrollo de Internet para poder exprimirlo posteriormente. Ahora, la voracidad de las operadoras las lleva a estar dispuestas a estrangular el posterior desarrollo de la red para maximizar sus ganancias. No hacer nada implica permitir abusos futuros e hipotecar el desarrollo de la sociedad de la información.
- «Es una discusión técnica»: no, en absoluto. La red está detrás de la mayor revolución social de los últimos tiempos, el establecimiento de una sociedad intensamente bidireccional donde antes solo había unos medios de comunicación en manos y bajo el control de unos pocos, una sociedad clara y marcadamente unidireccional. Hay grandes grupos de presión que fraguaron su poder bajo esta unidireccionalidad dispuestos a luchar contra el poder ecualizador de la red, pero el papel de los representantes del pueblo debería ser el de defender los intereses de los ciudadanos, no el de esos lobbies económicos.
- «La red nunca ha sido neutral, los paquetes no son todos iguales»: el hecho de que en el protocolo TCP existan bits de control para marcar un paquete de datos como urgente o para gestionar situaciones de congestión en la red (Notificación de Congestión Explícita o ECN, una forma de eludir la congestión con mecanismos de señalización) es un argumento utilizado a menudo por las operadoras a modo de descalificación o de prueba de la presunta ignorancia del interlocutor. En realidad, el argumento es completamente falso: que el protocolo TCP incluya bits de control o mecanismos de señalización de congestión no significa que puedan o deban ser utilizados por una operadora con ánimo de lucro. De hecho, nunca ha sido así: esos mecanismos se usan precisamente para marcar determinados tipos de tráfico en los que un retraso provocaría una caída clara de la calidad de servicio o para proporcionar un flujo más adecuado en situaciones de conexión, pero son «como el cariño verdadero»: no se compran ni se venden, simplemente existen, y son utilizados de manera completamente neutral. Precisamente «negociar» con esos mecanismos es lo que las operadoras quieren hacer para situarse como árbitros: en su interés no está un mejor funcionamiento de las redes (razón para la cual se incorporaron esas especificaciones), sino obtener un lucro más elevado a cambio de distorsionar la competencia y la innovación.
- «Las operadoras deben poder gestionar su capacidad en situaciones de sobrecarga»: bajo determinadas circunstancias, podría llegar a ser cierto, aunque esas situaciones de sobrecarga están muy lejos de producirse y pueden ser evitadas mediante los adecuados calendarios de inversión en desarrollo de infraestructuras de mayor capacidad. No se puede dedicar uno a un negocio renunciando a invertir en el mismo y proporcionando un servicio cada vez peor. Si las operadoras afirman estar colapsadas, deberían invertir más, y solo bajo determinadas circunstancias, restringir el tráfico según criterios completamente transparentes y comunicados adecuadamente a los usuarios, para que éstos puedan decidir si esa es la operadora que desean tener. Dichos criterios de optimización no podrán, bajo ningún concepto, vulnerar el secreto de las comunicaciones, y por tanto no podrá llevarse a cabo gestión alguna de tráfico en función de su contenido. Y en cualquier caso, la gestión de situaciones de colapso debe tratarse como situación de excepción, nunca como norma, estableciendo un porcentaje de admisibilidad bajo (estimado en torno a un 5%) del tiempo total ofertado al cliente. Si una red se satura más de un 5% del tiempo, no está pidiendo ser gestionada de manera no neutral, está pidiendo el despliegue de infraestructura adicional.
Precisar que si un hospital necesita que un servicio crítico acceda a Internet con garantías lo que debe exigir a su proveedor no es más ancho de banda. Esto sería pedir más velocidad. Lo que debe pedir es garantía de caudal.
Dos clientes pueden tener la misma velocidad de acceso, pero uno de ellos (el hospital) tener garantizado un 50% del caudal, y otro no tener nada (best effort). Evidentemente el hospital pagará más por su acceso.
En caso de congestión el hospital conservará su 50% y el particular lo que sobre, que puede ser cero. En ambos casos se respetaría la neutralidad puesto que el trato de los paquetes es igual individualmente en cada acceso.
Una explicación con metáfora sencilla que hace más obvio lo obvio:
http://www.gurusblog.com/archives/neutralidad-acceso-internet/30/11/2010/
Creo que para hacer más efectivo el mensaje es necesario utilizar ejemplos, como el típico del hospital utilizado en un comentario anterior. La mayoría de la gente lo entenderá mejor.
«Para innovar, no habia que pedir permiso a nadie», por eso:
Es mejor no entrometerse con legislación.
Luego dices que la industria de contenidos no se «adapta».
Si tus clases fuesen grabadas, y un «innovador»(o unos cuantos), sin tu permiso por supuesto, se lucrasen con ello, seguirias pensando que es mejor no entrometerse con legislaciones?.
Y es una maravilla el video de Cesar Alierta, presidente ejecutivo de Telefónica, s.a.
Un hombre de principios…
A estas alturas, el que no se entere es porque no quiere!
No podemos dar a las operadoras el poder de decidir que circula por sus redes eso rompería el concepto universal de Internet, solo tienen derecho a ofrecer diferentes velocidades para circular por su red, pero no a decidir que circula o no por ella.
Cuando se monta un servicio de tiempo real la limitación es el retardo, no la capacidad. Si envias un camión de Lugo a Madrid cargado con 1024 discos duros de un tera, estás transfiriendo un peta en 10 horas y por tanto tu «conexion» ofrece 29Gbps. Sin embargo estarás de acuerdo en que con esa «conexión» no se puede montar un negocio de IPTV (o, en tu ejemplo, realizar una operación en directo).
Es por esto que no puedo estar de acuerdo con el punto 5: en las condiciones actuales aumentar el ancho de banda no resuelve nada, tendrás más bits de capacidad pero el retardo es el mismo. La única forma que conozco de reducir el retardo es con prioridad. Pero ¡ojo! esto no significa que los usuarios despriorizados sufran una degradación, todos mantienen las mismas capacidades y anchos de banda que tendrían sin prioridades, salvo que los usuarios best effort verán sus datos llegar unos milisegundos más tarde. Quizás este es uno de los puntos más polémicos y difíciles de ver: El tráfico prioritario debe ser extremadamente limitado, para que el usuario despriorizado «se deje adelantar» a sabiendas de que poco tiempo después la conexión priorizada dejará hueco y entonces él podrá recuperar el tiempo perdido.
Personalmente no considero la tecnología diffServ como antineutral sino todo lo contrario: en una red mayoritariamente usada por TCP y las transferencias de archivos, tratar por igual al tráfico de tiempo real lo vuelve inservible. Así pues para alcanzar neutralidad de valor del tráfico es preciso flexibilizar el criterio de neutralidad de trato.
El problema, como siempre, es que detrás están las empresas que no ven en esto una solución tecnológica, sino una oportunidad de beneficio. Estoy a favor del «QoS como producto» en oferta abierta a todos y SI con priorización de tráfico, pero estoy en contra de que la prioridad sea condicionada a acuerdos privados entre las partes porque la cantidad de externalidades presentes en la red influirían en estos acuerdos siempre en prejuicio de la libre competencia y de los usuarios.
No conocía el video el Alierta, madre mía que caradura, al final todo se reduce a exprimir más los limones y llevarse más dinerito a la saca.
Me gustaría que el señor Alierta explicara porque España es un de los paises donde es más caro disponer de ADSL.
Lo de los hospitales es otra falacia, o creen uds. que tienen el módem adsl de la operadora. Para toda operación en remote o tele medicina los hospitales usan una red que no tiene nada que ver con la Internet que usamos. Y una no influencia a la otra, no se quien saco esa estupidez…ah si me acuerdo una Senadora del PSOE en su discurso explicando porque iban a rechazar la moción del PP.
El enlace donde explican como se conectan las Universidades y Hospitales
http://ictlogy.net/sociedadred/20101118-neutralidad-en-la-red-juegos-o-cirugia/
Argumentar a favor de la neutralidad de la red puede ser a veces exhaustivo
¿No querrás decir extenuante o algo parecido?
Si un hospital o cualquier otro necesita comunicaciones con garantía de calidad, entrega certificada, u otro tipo de valor añadido que le permita gestionar tráfico vital o de emergencia, no debería usar internet porque TCP/IP no da nada de eso. Debería utilizar otra red de datos que soporte esa demanda de forma inherente, y apartar su tráfico del tráfico heterogéneo.
#012: sí, la verdad es que queda mejor. Aceptada sugerencia :-)
Y hablando de legislación
Me pregunto :
¿Porqué las operadoras ofrecen y hacen pagar por un ancho de banda determinado y luego ofrecen otro ?.
¿No hay juez o figura determinada capaz de hacer cumplir lo ofertado ?
¿Qúe nombre hay que darle a este proceder ?
¿Realmente el derecho es igual para todos ?
¿Quizás la culpa de todo resida en la letra pequeña del contrato ?
Todos sabemos lo que ocurriría si hicieramos lo mismo a la hora de abonar la factura.
Un saludo
Debo felicitar el nivel de análisis de Enrique en esta entrada que, dentro de la campaña sobre el tema de la neutralidad, profundiza las ideas por sobre las simples arengas y propagandas efectistas. Y no es que sea inválido guapear a las tropas, sobretodo en plena batalla política, pero también es necesario darse una pausa para una sana reflexión como se ha hecho aquí. Unas observaciones a lo expuesto por Enrique:
1) Si los conceptos vertidos por Jorahc(#1) son ciertos, y el uso de protocolos que permiten al operador garantizar servicios son compatibles con el principio de neutralidad de la red, poco habría que discutir ya. Yo no lo veo tan claro y la pregunta que resulta es más bien simple: ¿podrían un hospital y su operador establecer esta garantía de servicio sin caer en la ilegalidad que supone, por ejemplo, la moción aprobada en el Senado?
2) Si ahora ya estamos de acuerdo que los protocolos de internet permiten servicios diferenciados y estos no atentan contra la arquitectura de internet, entonces la discusión se centra en cómo ha de gestionarse esta tecnología. Soslayar el problema afirmando, como dice Enrique, que los servicios diferenciados deben ser administrados por la operadora como «el cariño verdadero», es decir, sin consideraciones técnicas de gestión empresarial ni análisis económicos es inaudito viniendo de un consultor de empresas. Primero porque no resuelve nada ya que el único «cariño verdadero» que le conozco a cualquier organización empresarial es casualmente hacia sus utilidades, y segundo, porque lo que aquí se requiere son justamente parámetros objetivos que permitan a operadores y usuarios actuar con predictibilidad y evitar arbitrariedades en la administración de un servicio.
3) No sé hasta que punto se puede afirmar que los problemas de gestión de tráfico sean excepcionales o lejanos en el tiempo. El lío entre Comcast y Level 3 por el tráfico de Netflix que antes brinadaba Akamai es de polendas y es un problema de incumplimiento contractual entre operadoras. Ahora bien, si un solo cliente ofreciendo un solo servicio online (películas en streaming) y atendiendo a menos del 5% de su mercado potencial, ocupa hoy y no en el futuro, un 20% de la internet en EEUU en horas pico, lo responsable es ver los problemas de congestión no como una excusa de una operadora sino como un problema real sobre el que hay que tomar decisiones críticas.
4) Resulta paradójico que al mismo tiempo que se minimiza la necesidad de gestión de tráfico, partiendo del supuesto de una capacidad sobrada de la red para atender los requerimientos de todos, se quiera prohibir el uso comercial de servicios premium porque estos afectarían el servicio estándar de la internet normal. Si el supuesto fuese cierto, y sobra espacio para todos, entonces un servicio premium contratado libremente por un usuario a su operador no afectará en lo absoluto el normal desempeño de la red ni degradará el servicio de los otros usuarios. Aquí habría que definirse porque yo no puedo alegar que hay congestión para un argumento y que no hay congestión para otro argumento.
#008 Espero que no te moleste que a tu comentario le de una respuesta de apariencia «política», pero que no pretende pasar tus argumentos por alto sin mas bien presentar una suerte de metáfora que lleve a la reflexión.
Marruecos no es una democracia
Lo ha explicado atinadamente Luis de Vega, el corresponsal de ‘ABC’ expulsado de Marruecos por sus veraces crónicas sobre este país: Marruecos no es «técnicamente» una dictadura. «Es cierto que hay un Parla un país como Irán o Libia, «pero tampoco existe una separación de poderes». Sucede, en fin, que las libertades son por definición indivisibles. Que la democracia no admite adjetivos ni variantes. Y que es precisamente la falta de transparencia de Marruecos la que corrobora el carácter autoritario del régimen. Porque lo de menos es que Rabat tenga o no razón sobre los hechos: lo grave, lo descalificante, ya no es la realidad sino la imposibilidad de que esta realidad sea contemplada sin intermediarios por la comunidad internacional. Por decirlo más claro, el oscurantismo marroquí ya basta para negar a ese país la condición de democracia.
http://www.laverdad.es/murcia/v/20101118/opinion/marruecos-democracia-20101118.html
Mi intención aquí está muy lejos de cualquier crítica a este país. Pero si podemos preguntarnos ¿es Marruecos una democracia similar en su fondo a la española?
Esto dice en Wikipedia sobre el sistema político de este país:
De acuerdo con la Constitución de Marruecos, el país es una Monarquía constitucional, con un Parlamento electo. El Rey de Marruecos tiene amplios poderes ejecutivos, con la posibilidad de disolver el gobierno y el Parlamento y dirigir las fuerzas militares, además de otros poderes. Los partidos políticos de oposición están permitidos y varios se han presentado a las elecciones en los últimos años.
Quiero decir en parte que cuando se da poder a alguien hay que saber que puede que lo utilice en uno u otro sentido. Y que se presente a si mismo de acuerdo a su propia definición y que no siempre esta responderá a la realidad.
#016 Mario, no estamos aquí en una dictadura militar como tu sugieres. Estamos en una democracia, por ello tu comentario con aquello de «Y no es que sea inválido guapear a las tropas…» parece un tanto fuera de lugar.
Luego con lo de «simples arengas y propagandas efectistas» tiras la piedra pero escondes la mano pues no se sabe a quien diriges esa desagradable descalificación.
Tu punto 1: «la ilegalidad que supone, por ejemplo, la moción aprobada en el Senado?» ¿Que has querido decir?
En tu punto 2 parece que intentas otra descalificación personal, ahora directa hacia Dans por su expresión «cariño verdadero» que, obviamente debe ser leída con la mayor ironía. Pero tu quieres convertirla en una expresión ridícula dándole una interpretación textual cuando escribes: el único “cariño verdadero” que le conozco a cualquier organización empresarial es casualmente hacia sus utilidades…
Tu punto 3: Ahora bien, si un solo cliente ofreciendo un solo servicio online (películas en streaming) y atendiendo a menos del 5% de su mercado potencial, ocupa hoy y no en el futuro, un 20% de la internet en EEUU en horas pico, lo responsable es ver los problemas de congestión no como una excusa de una operadora sino como un problema real sobre el que hay que tomar decisiones críticas. Dices; ¿lo «responsable»? ¿decisiones «críticas»? ¿acaso el sistema no da para mas y hay que dar algún «golpe de mano»? ¿o tal vez prohibir algo en el nombre de la Santa Tecla?
En cuanto a tu punto 4 donde escribes: «se quiera prohibir el uso comercial de servicios premium» dejas en evidencia cierta falta de seriedad a la hora de tratar el tema pues pones en boca de tus supuestos interlocutores una afirmación absurda que jamás han hecho.
Enhorabuena por tu blog. Eres una inspiracion para todos.
Ditxu
En primer lugar indicar que estoy a favor de la neutralidad de la red, en lo que respecta a que las operadoras no puedan vetar o hacer inoperativo (por lento) a cualquier generador de contenidos o aplicación en Internet que quiera salir al mercado. Pero sí pienso que la definición de no discriminar por protocolo (que supone no priorizar por protocolo), es tal vez demasiado radical. Diferente tratamiento deben recibir voz sobre IP, video sobre IP y FTP por ejemplo. También los paquetes de los enlaces punto a punto contratados específicamene (tipo MPLS) pueden tener prioridad.
Sobre este punto:
“Un servicio de diagnóstico por imagen de un hospital tiene que poder enviar sus bits más rápido que un chaval descargándose música”: por supuesto. Si quiere asegurar una calidad de servicio elevada, que simplemente contrate más ancho de banda, y tendrá esa velocidad que precisa. Una red neutral da perfecta respuesta a las necesidades de todos los clientes. Distorsionar la neutralidad únicamente responde a los intereses de las operadoras por alcanzar una posición de árbitros.
Actualmente casi el único parámetro de calidad que puede elegir un cliente es el ancho de banda. Tal vez sea positivo que las operadoras puedan ofrecer diferentes calidades de servicio punto a punto. Siempre garantizando un mínimo para todos, claro.
Para que nos entendamos, ésto NO es neutralidad de la red:
http://www.flickr.com/photos/cesarsoplin/5217567737/
Y no es un fotomontaje. Éste es el enlace a la página de Movistar Perú. Para verla en toda su gloria hay que pulsar en «Paquetes postpago»:
http://www.movistar.com.pe/default2.aspx?id=251&v=1&pag=233