Leí ayer con gran satisfacción las declaraciones a Expansión de Reinaldo Rodríguez, Presidente de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones, tituladas como «Reinaldo Rodríguez: ‘Google no tiene por qué compartir ingresos con Telefónica’«. Fundamentalmente, porque son unas declaraciones plenas de sentido común, ese que últimamente en tantos campos parece el menos común de los sentidos: las comparaciones y el panorama dibujados por Reinaldo en torno a este polémico asunto son claras y sencillas, como el paralelismo que hace con las infraestructuras terrestres
«… nadie niega que se puedan dar servicios diferentes a precios diferentes, pero el debate se está planteando con argumentos del tipo de ‘como usted tiene un negocio que se apoya en mis infraestructuras, quiero una parte de su negocio’. Por esta razón, Acesa cobraría de las gasolineras y de las compañías de autobuses. Eso no está justificado.»
o esa evocación a la censura china,
«… de todas formas, no imagino cómo se podría obligar a un operador de Internet a pagar más de lo que ya está pagando. ¿Cómo vas a obligar a Google a pagar un precio superior al que ya paga, le vas a filtrar en tu red, como ocurre en China?»
Sin duda, la personalidad de la CMT ha evolucionado muchísimo desde aquel organismo en aparente connivencia con el operador incumbente que vivimos en la época de la liberalización del sector: en su lugar, cada vez más, vamos viendo actitudes que marcan el papel de un regulador moderno, cuyo papel debe centrarse en la protección de los consumidores, de la libre competencia y del progreso de las comunicaciones como base fundamental de la generación de riqueza. La CMT no solo autoriza cada vez más nuevas alternativas de uso de las comunicaciones, como iniciativas municipales y de otros tipos, sino que pone información a disposición de todos en su wiki, se comunica directamente y con un estilo fresco con los ciudadanos a través de su blog (francamente recomendable, además), o mantiene una cuenta de Twitter en la que responde de manera ágil y directa.
El papel del regulador, en un país como España, es a todas luces fundamental. La estructura desequilibrada del mercado, la falta de competencia real y la escasa vocación por la inversión en un tema que, para muchas cosas, es como una pescadilla que se muerde la cola (no hay demanda de clientes si no hay infraestructuras, y no hay infraestructuras si no hay demanda de clientes que vean lo que pueden hacer con ellas) ha determinado una situación de retraso tecnológico con respecto a otros países de nuestro entorno que resulta muy peligrosa de cara a nuestro futuro como país y a nuestro modelo de desarrollo. Leer unas declaraciones de su presidente en las que, de manera general, se posiciona con un sentido común y una lógica que tanta falta nos hacen, es decididamente una muy buena noticia.
Ya venía siendo hora de que alguien se pronuncie en un sentido neutral. Ahora a ver qué dice del hecho de que las compañías de telecomunicaciones capen ciertos servicios (Skype, P2p), o qué dice sobre la evolución del precio de la gasolina y los pactos de precios en general. Esperando estamos (desde hace ya mucho).
Por fin la CMT al menos dice algo. Esperemos que HAGA algo también. Yo creo que se ha limitado a expresar lo que pensabamos una ingente mayoría de internautas y que hemos ido posteando en nuestras webs/blogs a lo largo de todo este periodo, especialmente desde que el señor Alierta soltó la perlita que inició todo el debate. En mi propio blog puse un ejemplo sobre neutralidad en la red y acerca de porqué era injusto que Telefónica intentase cobrar a las compañías de internet.
Pues bienvenido sea el cambio, pues ese organismo parecía puesto hasta hace nada, para proteger los intereses de Telefonica.
Espero, como dicen más arriba, que ese cambio de talante, se traduzca en echos mensurables.
La pesadilla que he pasado yo, para conseguir romper mi matrimonio de conveniencias, (por su parte), con Telefonica, después 67 años de llevar juntos. Toda mi vida (67 año, se dice pronto), siendo «abonado» y mo cliente. Ha sido de pesadilla, con llamadas a mi domicilio y al móvil importunando a todas las horas con falsas promesas, desde que dije que les dejaba, pror que mo les aguantaba más.
Antes llamaba al servicio de averías (una linea 902) y me tenían oyendo músicas media hora, desde que dije que me iba, me dieron un teléfono 900 de atención inmediata y además, y eso es pasarse, me llamaban ellos siempre a la hora de comer, con las ofertas más inesperadas.
¿Cuantos nos tendremos que ir de telefoníca para que aprendan que es mucho mas sencillo y barato mantener un cliente que robarlo a la competencia?
Adiós telefónica, adiós, al fin soy libre. ¡Así quiebre de una vez!
Parece que el debate se ha llevado a un punto en el que la cuestión es «Neutralidad en la Red, ¿a favor o en contra?» Los buenos de Google están a favor y el malvado Alierta en contra.
Yo plantearía la cuestión desde otro punto de vista, ¿Tiene una empresa, como por ejemplo Google, derecho mejorar las infraestructuras sobre las que se asienta el servicio que presta? Si pensamos en las infraestructuras como los centros de procesos de datos, hardware, etc. claramente diremos que sí, pero con «la Red» no lo tendríamos tan claro.
¿Google, que está invirtiendo en desarrollo de fibra óptica a Gb/s, y que ha comprado lineas de fibra sumergida en el oceano, tendría derecho a tener una red privada con, por ejemplo, Telefónica, de modo que los usuarios de Telefónica accedan a través de dicha red aumentando la calidad de los servicios que les prestan?
¿El único modelo válido de acceso a internet es el pagado por los usuarios o subvecionado por la Administración Pública? ¿Llegaremos al momento en que un «creador» de contenidos quiera pagar a los usuarios porque los consuman? (esto supondría cambiar quién es el cliente y quién el proveedor como lo entendemos ahora y la implicación directa es que el creador pueda asumir el coste de la difusión)?
Yo también estoy a favor de la Neutralidad en la Red, pero no creo que sea algo tan sencillo con la peli de buenos y malos que estamos viendo.
Soy de la opinión de Gorki, creo que Telefónica tiene la culpa directamente del retraso que tiene España en varios aspectos tecnologicos. Que ahora diga «timidamente» estas cosas no sirve para nada.
Cuando la CMT se ponga seria, y obligue a Telefonica a multiplicar el ancho de banda de ADSL, dividiendo el precio por 2 ó 3… pensaré que hacen y sirven para algo. Telefónica es una multinacional agresiva y voraz, y la CMT no hace casi nada por proteger al usuario y desarrollar el mundo digital. Si cerrasen creo que habría más competencia, se liberarizaria el mercado y todo iria mucho mejor.
Lo que no tiene derecho mi proveedor de banda ancha, es a obstaculizarme el que yo vaya a donde quiera, para «dirrigirme» hacia aquellos que le pagan.
Eso es lo que supone el fin de la neutralidad de la red en la práctica, una censura de carácter económico. Que yo llegue muy dificilmente al blog de eDans que es donde quiero ir, porque eDans no paga a Telefónica lo que le quiera pedirle, pero en cambio me «sugieran» ir a un canal de televisión privado que si ha decidido pagar a Telefoónica con tal de tener audiencia para su publicidad.
Eso es lo que supone la mueva Economía de la Atención, como lo que hoy es escaso es la atención del usuario y no los contenidos, las operadoras pretenden «vender» al mejor postor algo que no es suyo, la atención de sus clientes.
De tal modo, que los usuarios pasamos a ser en manos de las operadoras una colección de borregos que los meten en un redil para que estercolemos la web que ha pagado por ello.
Como pago un servicio, pido ser tratado como un hombre libre y no como un borrego estercolador, o que me paguen a mi, pues yo soy el auténtico propietario del bien escaso, la atención.
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Es muy facil hablar, lo que hacen falta son hechos que ratifiquen palabras, sino nos quedaremos en eso.