Se ha escrito ya mucho sobre Spotify, tanto sobre la buena marcha de la compañía en términos económicos como sobre los exiguos rendimientos que proporciona a los artistas que ponen su música en ella. Entre declaraciones de Daniel Ek afirmando que están «retirando a los usuarios de la piratería», que Lady Gaga obtuvo únicamente en torno a los 167€ por más de un millón de reproducciones, o que algunos artistas «prefieren ser violados por un pirata antes de poner su música en Spotify«, el panorama resulta confuso. En su momento, la compañía llegó a acuerdos con las principales discográficas y sellos independientes a cambio de pequeñas participaciones en su capital para asegurarse un buen acceso a sus catálogos, pero tampoco han faltado protestas al respecto y anuncios posteriormente desmentidos de retirada del servicio. De lo que no existen demasiadas dudas es de la consideración de Spotify como un notable éxito.
La cuestión principal radica en la consideración que demos a un medio como Spotify: si interpretamos Spotify como una manera de conseguir que los músicos obtengan ingresos a cambio de sus creaciones, y por tanto lo homologamos a una especie de tienda donde los usuarios acuden a obtener la música que desean escuchar bien a cambio de publicidad o de un pago por suscripción, o si lo comparamos más bien con un canal de reproducción de música destinado a popularizar ésta, mucho más parecido por tanto a la función de una emisora de radio.
Las alternativas resultan evidentes: de una tienda se espera que contribuya de manera significativa a la cuenta de resultados de intérpretes, autores, sociedades de gestión y discográficas. De una radio, en cambio, se espera que funcione según un modelo mixto: por un lado paga unos derechos de reproducción calculados en modo de tarifa plana y, por otro, cobra de las discográficas en concepto de publicidad o como incentivo por privilegiar determinadas obras sobre otras. Entre esos dos modelos, Spotify opta claramente por el segundo: el primero, claramente, no da de sí. Si pretendemos, a partir de los ingresos de la compañía por publicidad y suscripciones, ofrecer ingresos a toda la cadena de producción de la música, los resultados son los que ya conocemos: ni siquiera siendo un absoluto éxito que escuchas a todas horas en todas partes se consiguen ingresos reseñables. Sin embargo, los beneficios de la interpretación de Spotify como canal de acceso, como «emisora de radio», son claros: en algunos mercados, como Suecia, las descargas descienden a medida que el uso de Spotify se consolida.
¿Dónde está el problema, entonces? Simplemente, en la zanahoria, en el objetivo que coloques al final. En el caso de la radio, el objetivo de la estrategia para las discográficas es que un porcentaje significativo de los usuarios que escuchen la canción a través de la radio acaben por adquirir una copia de la misma. Además, es posible que algunos de esos usuarios proporcionen otros ingresos, en forma de entradas de conciertos o merchandising, de los que la discográfica solo obtiene una parte si ha conseguido atar al músico con un contrato 360º. Entre la radio y Spotify, en este sentido, pocas diferencias, y si cabe, a favor de Spotify: si escuchas una canción y tienes ganas de adquirirla, Spotify lo pone a un clic de distancia. Pero ahí surge también el problema: que independientemente de la consideración que demos a Spotify, es ese negocio, el de la venta de copias, el que ya no funciona ni funcionará nunca más. ¿Tiene sentido adquirir una copia de una canción cuando la tienes disponible a un clic de distancia en cualquier momento y desde cualquier sitio? Por tanto, ambos canales, radio y Spotify, sufren la misma suerte: sirven como canales de popularización, para un fin que nunca volverá a ser el que las compañías discográficas esperaban. Para Spotify, en cualquier caso, el resultado es positivo: puede manejar sus precios en función de la elasticidad de la demanda, y cobra por los dos lados: de los usuarios, y de la publicidad.
El negocio de la música, por tanto, evoluciona hacia lo que llevamos años diciendo: ser un producto gratuito, que el artista intenta difundir por todos los canales posibles y cuanto más mejor, para finalmente derivar a un determinado porcentaje de los que la han escuchado a un concierto, a box sets o a una tienda de camisetas y gorras. Al final, la conocida ecuación: incrementa tu conexión con tus fans, y dale razones para comprar tus productos. El músico que logre de verdad una audiencia fiel que se sienta próxima a él, desarrolle fidelidad y sentimientos positivos (eso sí, hay que trabajarlo, y se llama horas online y mucho community management), conseguirá en muchos casos vivir de la música. Lo demás, el esperar que vuelvan los tiempos de los millones de copias vendidas, es pura nostalgia. Con Spotify o sin ella.
Toral y absolutamente de acuerdo. Creo que la clave la da tu frase:
«¿Dónde está el problema, entonces? Simplemente, en la zanahoria, en el objetivo que coloques al final»
Quieren acabar con el P2P, pues potenciar cosas tipo Spotif que desincentivan el P2P, pues para que bajarte nada si lo tienes a un click de distancia.
Y dos posibilidades, el músico que desee dar a conocer su obra se pone en Spotif y quien no lo desee no se pone y asunto acabado. Yo por eje,plo usaba Pandora hasta que lo prohibieron las tontas de las discográficas y a ahora utilizo RocolafM http://www.rockola.fm/ en este momento suena a todo trapo Massiel cantando a Aute, que fue compañero mio de colegio en el Maravillas de Madrid. (tengo 67 años aclaro)
El problema es que de vender copias de tus canciones, olvidate, como si Edinson no hubiera inventado el Fonógrafo ni Somy el casette, también existiría la música sin eso xD……. ¡aleluya! ¡!aleluya! haaaa…… dice Massiel
Estoy de acuerdo contigo, Enrique.
Pero cuando, en un par de años, veamos a Daniel Elk encabezando la lista de las mayores fortunas 2.0, comprobaremos lo ‘reseñables’ que habrán sido los ingresos conseguidos por Spotify… al menos para él. Aunque nosotros, los usuarios, tendríamos que hacerle un monumento por permitirnos disfrutar de nuestra música favorita gratuitamente en cualquier lugar y a cualquier hora, hay que reconocer que para los artistas el trato es injusto lo miremos por donde lo miremos. El caso de Lady Gaga, por ejemplo, es brutal. ¿Cuántos € se habrá embolsado Elk por cada uno de los 167€ que ha ganado Gaga? Para mí el trato es el mismo (o peor) que el que ofrecen las discográficas a los artistas. Por eso, aunque como he dicho, el servicio de Spotify es increíble, me crea esa disyuntiva. Porque, la historia de los conciertos y el merchandising, empieza a no colar tampoco, ya que son legiones lo que en su vida han ido a un concierto y muchos más lo que nunca nos hemos comprado una camiseta de Queen o de Coldplay, por más que nos gusten.
Un saludo!
Como en todos los negocios habrá un grupo de artistas de primera, otros de segunda y muchos otros de tercera y no solo por su calidad sino por la fuerza de la empresa que los impulsa.
Lo de Lady Gaga con Spotify es gracioso pero no tiene ningún sentido. Lady Gaga es industria de alto voltaje y alta capacidad. Spotify no le aporta nada. De hecho el público de Lady Gaga no entrará en Spotify porque lo verá por otros canales más populares y clásicos. Los que gestiona la «Industria».
No estoy de acuerdo en que la música, entendida como copia, deba ser gratis como única opción. No hay tanta gente que domine el uso de la tecnología ni que tengan ganas de hacerlo. Así que todavía habrá quien compre su copia y la ponga en su reproductor y apriete el botón de play.
Coincido que lo que hay que hacer es trabajar y mucho porque la «Industria Musical» probablemente no va a tener capacidad ni de hacernos llegar todos los productos ni con el mismo impulso.
El otro día charlaba con el vocalista del grupo F.A.N.T.A. (sonido Ramones) y son de los que les gusta compartir su música libremente.
Han visto el potencial de Spotify y pidieron información sobre cómo se puede añadir su música a la lista.
La primera sorpresa les ha venido al saber que tenían que firmar por una discográfica para poder aparecer en Spotify.
Le pregunté el motivo, si se ganaba mucho dinero o algo así. La respuesta fue brutal: Spotify les paga 25€ al año por su música. Si, 25€, así que está claro que el modelo de Spotify va más por el lado de medio de difusión gratuito.
Apoyo tanto el proyecto que me hice la cuenta premium aunque no lo use tanto, pero este tipo de iniciativas hay que apoyarlas como sea (y que hayan contado con España es importante).
Llevo, desde hace años, preguntándome cuándo se darán cuenta las discográficas, las «sociedades generales de autores», y el mundillo de la música en general, que el futuro es el que es, y que renovarse o morir casi nunca es una tontería.
Habría infinidad de medios para sacar adelante, y hacer rentable, una empresa musical, sin que ésta tenga que pasar, necesariamente, por «la venta del CD», pero, o no se dan cuenta, o no quieren dársela, o quizá el nuevo camino que se les abre sea más trabajoso, menos cómodo, y algo menos rentable.
La cultura del «Me hago rico, y me lo hago ya» debería ir pasando a la historia.
Prefieren morir luchando? allá ellos. Tienen todas las de perder.
Spotify representa el paradigma presente de modelo de negocio musical más infraexplotado. Y con este último adjetivo no estoy intentando dar un tirón de orejas a sus creadores, que han realizado un producto muy bueno, sino a las grandes discográficas que misteriosamente han cedido los derechos a la compañía sueca para que ellos hagan lo que ya desde hace bastante tiempo tenían que haber empezado ha hacer ellos, como en su momento dejaron que iTunes hiciese otro tanto.
Puede que esas grandes discográficas estén utilizando a Spotify como conejillo de indias para desarrollar su propia herramienta pero lo cierto es que futuro de la música a corto plazo es, irremediablemente, este: acceso ilimitado tanto cuantitativa como geográficamente a todo el material musical. Y esto será así en cuanto Internet se convierta en algo tan accesible como el propio aire, cosa que ocurrirá en menos de una década.
¿Como se puede luchar contra el tan temido «gratis total» que tanto indigna a los apocalípticos de la era digital y con el que estigmatizan a la Red? La primera clave se encuentra en el adecuado ajuste del margen comercial; pese a los que teorizan con que no se puede competir contra lo gratis lo cierto es que todos tenemos un precio y hay que saber buscarlo.
Es evidente que ante dos productos, o experiencias de consumo, idénticas siempre triunfará la gratuita pero ahí deberían estar esos ejecutivos con abultados currículums repletos de «Masters» y salarios de vértigo para marcar la diferencia que «obligue» al cliente a decantarse por saltar de la atractiva cuota nula a esa otra que, por unos escasos euros, te ofrece lo mismo “y dos huevos duros”.
Expongo mi caso como ejemplo: soy un completo “ignorante musical”, nunca he ido a un concierto, mi balance de compras de productos musicales es casi inédito y apenas escucho una media de tres cuartos de hora de música diaria. Represento, por tanto, uno de los perfiles menos atractivos para cualquier discográfica.
Sin embargo, Spotify me parece un producto magnífico y en mi escasa dosis diaria musical ocupa un lugar privilegiado; por supuesto, desde hace ya bastante tiempo apenas descargo nada salvo para “rellenar” el teléfono movil.
Por fin llegamos al grano, ¿Cómo podría lograr un producto como spotify ganarme como cliente si con su producto básico estoy ampliamente satisfecho? Pues en mi caso simplemente tendrían que bajar su cuota Premium de 9.99 € mensuales a 1.99 € o mejor aún: 19.99 € anuales.
Yo y muchísima gente, vería aceptable ese precio a cambio de las ventajas Premium: la eliminación de su publicidad intrusiva, un mejor bitrate, su modo offline, etc…
Pero aún quedaría un segmento en el mercado para crear una modalidad SuperPremium que podría ir de los 9.99 € actuales a los 14.99 € que podría reportas ventajas exclusivas sobre el Premium “Básico” y enfocado a aquellos para los que la música es una pasión o con una cuenta corriente de largo recorrido (que son los que actualmente consumen la opción actual de Premium).
¿Qué ofrecer a estos “gourmets”? Pues aquí entra toda una serie de productos que podrían ser ofrecidos a través de una plataforma como Spotify y ahora no existen… pero como este mensaje está siendo mucho más largo que lo aconsejable mejor desgranar todas estas posibilidades en otros…
Lo que está claro es que Spotify no es un modelo de tienda ni se debe plantear su influencia sobre la venta de discos. Spotify viene a ser más bien un sustituto de la radio FM, y no creo que los artista o las discográficas hayan obtenido nunca ganancias directas de la radio (más bien pagaban por aparecer en ellas, especialmente en las radiofórmulas tipo 40 principales).
Para mí el P2P nunca ha sustituido a la compra de discos. Yo hace años que lo utilizo para poder escuchar la música de artistas que me gustan o me recomiendan, para luego comprar el disco si realmente lo vale (más por coleccionismo que otra cosa). Todo porque ahora no encuentro emisoras de radio que emitan música que me guste a horas más o menos normales (solía escuchar la radio en el coche al ir a trabajar).
Una cosa que, curiosamente, no se suele mencionar de Spotify es que sus canciones se pueden «grabar» (convertir el streaming de cada canción en fichero) usando el programa adecuado. Todo el mundo sabe que se puede hacer, pero casi nadie lo menciona cuando habla de Spotify.
Ahora bien, si puedo pasar a fichero cualquier canción que quiera (o todas si me apetece), ¿en qué lugar queda la venta de copias? A las discográficas no les gusta mencionar este hecho porque siguen con la idea de vender copias, pero el caso es que los propios usuarios de Spotify tampoco suelen mencionarlo.
De lo cual surge una pregunta. ¿Será que los usuarios están perdiendo el interés en las copias? Cuando la posibilidad de escuchar la música que quieras se torna ubicua, acaba por ser más cómodo dedicarse simplemente a escuchar que andar gestionando una colección personal de miles de canciones.
Enrique, ¿no vas a comentar nada de la tan manida reunión clandestina con Pajín para que cambie la LES? Después de leer entradas como la de Ricardo Galli la verdad es que uno no sabe muy bien qué pensar de todo esto.
Te explicaré mi caso personal, el que no tiene porqué servir de modelo.
Usando Spotify (no Premium) para escuchar algo de Ryuichi Sakamoto me pasaron en la tanda comercial algo que no conocía. Ese algo resultó ser Ludovico Einaudi, artista del que escuché más cosas en el mismo Spotify y que me impulsó a buscar en donde estaba de gira y acabar comprando no solo dos entradas a su concierto en Il Smerlado de Milan sino tambien a pillar dos aereos, hotel, etc. Y el concierto fue tan bueno que si hubiera habido merchandising a la salida (había CDs: oops!) algo hubiera caído, más que seguro.
Spotify, como instrumento de promoción, es poderosísimo. No hay dudas.
Si alguien regalara algo mínimamente valioso, como pan por ejemplo ¿No tendría millones de seguidores/usuarios? seguro que si.
¿Representaría eso un modelo de negocio éxito? Pues no.
Queda por aclarar, y dado lo nuevo del negocio de spotify, no es tan evidente conocer si el modelo de spotify es viable, o está regalando pan.
¿Que a partir de los millones de seguidores sería viable desarrollar negocios viables? Evidentemente, igual que lo es cuando tu tienes un local en una calle muy transitada.
¿Significa inmediatamente que tener un local en una calle transitada exito seguro?
Pues no, por que en este caso que la calle esté transitada le cuesta mucho dinero a Spotify.
El tiempo dirá si estamos ante la nueva radio musical por internet o estamos ante otro burbujazo tipo terra.
Sí, claro, guays, ideal de la muerte. Peeeero, resulta «tu libro» se distribuye con DRM.
Consejos vendo…
Spotify ha conseguido que no me baje más música. Tengo tal dependencia de este genial software que compro sin dudarlo el premium para poder oirlo desde mi Nexus One.
¿Habrá alguien que lo haga con el cine? Alex de la Iglesia parece estar concienciado. Veremos los resultados…
Creo que las «Layds Gaga» los «Barça» los «Juegos en Red» y otrro material con gancho para el público tiene su porvenir en venderse en exclusiva a las suministradoras de ADSL.
Calculo que en el futuro ya no podrán seguir bajando tarifas, no por que no puedan, sino por que las bajadas no serán significativas para el publico. Hoy en España el ADSL normal cuesta ya 19€, ya queda poco margen para bajadas. Si sale una oferta por la mitad de precio, 9€, habrán hecho un esfuerzo tremendo de mas de un 50% de lo ingresado por tarifa, que se tiene que reflejar en su cuenta de resultados, pero al público, solo le rebajan el precio de menos de diez cafés, (no comprados en La Moncloa por supuesto).
Si en vez de rebajarnos esos 10 euros, el suministrador del ADSL o banda ancha por el método que sea, nos da EN EXCLUSIVA una serie de servicios como puede ser:
– Ver espectaculos y películas gratis «Lady Gaga» «Barça», «las 1000 mejores peliculas de la historia» etc. etc.
– Participar gratis a los Videojuegos en red de moda.
– Antivirus automático a todo lo que descarguemos, actualizado y potente.
Proxi automática para muestra tranquilidad, filtros de publicidad.
– Programas de ordenador Photoshop, juegos utilidades (Softonic)
– Suscripción gratuita a una selecta colección de periodicos, de «EL Pais» a «Interviu», a pasando por el «L’ Observatore Riomano», «Business Week», y National Geographic»
– Lectura de los libros de Planeta y sellos del Grupo
– Audicion de musica de Sony
– etc etc.· `
Creo que muchos preferiríamos pagar esos 10€ de más con ganas, en vez de estar luchando con la lata del P2P y todos los trucos que hoy hacemos para llevarse los contenidos por la «face»
Y quien hoy lucha por vender sus productos digitales , tendría un lugar donde vender sus productos digitales.
Hay un factor importante que no comprendo o no comparto en tu valoración de Spotify. Me parece interpretar que según tu análisis el usuario está cada vez más dispuesto a renunciar a la copia (descargada o comprada) porque ya tiene lo que necesita en Spotify, en la nube, a un click de distancia. Sin embargo, al menos en España y según mi experiencia tras un buen puñado de años haciendo investigación de mercados, el usuario medio sigue queriendo y necesitando una copia de su música favorita, ya que la nube no es ni mucho menos tan accesible y omnipresente como nosotros quisiéramos. Sí, está el 3G, pero sólo una pequeña parte del mercado está dispuesto a pagarlo y tiene dispositivos para disfrutarlo. Mientras tanto, para el CD del coche, para el iPod en el gimnasio, o para el HiFi del salón, el usuario sigue necesitando «poseer» una copia y por eso sigue descargando.
Además de ese argumento pragmático, por supuesto, es innegable que -insisto, al menos en España- el usuario medio sigue siendo adicto a la idea de «poseer», y por eso descarga toneladas de música que jamás escucha pero almacena en su disco duro, o por eso se instala una aplicación para descargar sus videos de youtube favoritos. Parece el «síndrome de la posguerra» de nuestros mayores aplicado a los contenidos digitales: «está en la nube, sí, pero ¿y si no lo tengo cuando lo necesite?».
Sería fácil decir que la tendencia es efectivamente a confiar cada vez más en la nube, a medida que el mercado español se digitalice y la conectividad de nuestros dispositivos aumente. Sin embargo a menudo en estos temas tanto la lógica como la bola de cristal han demostrado ser inútiles, ya que los procesos que requieren de mucho tiempo suelen verse truncados por innovaciones disruptivas en forma de tecnología, servicio, tarifas, etc.
Por todo ello, y resumo, no parece que a corto plazo y en España Spotify vaya a tener una gran influencia en las descargas/ventas de música, ya que se trata de un elemento más complementario que sustitutivo, y ni muchísimo menos tan popular como los teckies creen.
Saludos.
Completamente de acuerdo con esta entrada.
Es el futuro de la música, digan lo que digan las discográficas y las sociedades de gestión de derechos de autor. Todavía hay alguna excesivamente anticuada, como la Warner, que recientemente ha dicho que su catálogo no estará disponible para Spotify o Lastfm. En mi opinión, con esa actitud se están condenando ellas solitas.
Música siempre ha habido y siempre va a haber.
Spotify no puede equipararse a la radio, igual que Internet no puede equipararse a un medio convencional.
Si soy un grupo de música o incluso una discográfica, necesito 1º subir mi música a través de una agregadora (hay varias, pero en general todas cobran un 30% de los ingresos en cualquier medio como Spotify, iTunes, Nokia Music Store…). Después mi música está en Spotify, pero …. ya está! Necesitas que te busquen o te recomienden para que alguien llegue a tus canciones. Es decir, sigues necesitando promoción de una u otra manera, porque con las búsquedas por tipo de música estás entre millones de otras opciones y si no te conocen de antemano no van a buscarte por nombre. (y si te conocen, saben cuándo tienes nuevo disco, etc, es que no necesitabas ese tipo de promoción)
La única manera de resaltar y llevar al público a tus canciones es pagando por la publicidad a Spotify. (o llegando a acuerdos, invirtiendo, etc, como hacen las majors, que para el caso es lo mismo).
La radio (entendida tradicionalmente) es un canal que selecciona las canciones con los criterios que sea, pero te promociona algo directamente. No tienes que buscar nada para llegar a ellas, sino simplemente estar escuchando una de las radios existentes. Parece que entonces sería igual que Spotify: acuerdas que te resalten y entonces te promocionan. Pero no es así. Eso sería comparar un anuncio en TV con un banner en una web. El primero no requiere ninguna acción por parte del espectador, muestra y punto. El segundo suele querer que además, se le preste la suficiente atención para que se siga el link y completar la mínima información ya recibida.
Conclusión: si soy un grupo, no voy a pensar que ingresaré suficiente mediante Spotify, eso estaba claro, pero tampoco tendré una promoción superior por el hecho de estar en Spotify, a menos que invierta (mi grupo, mi agregador y/o mi discográfica) en publicidad. La neutralidad del sistema Spotify, que por otro lado, me parece genial, impide hacer otra cosa y al final, se convierte en soporte o herramienta de transmisión, pero no de promoción. (nada diferente a una red P2P o a prestarle el CD a un amigo)
Es como si dijéramos que por el mero hecho de estar en Internet, una empresa se está promocionando. Pues no, porque si nadie llega a su web, será como si pone una valla publicitaria en medio del desierto. Llegarán a través de Google, links, promoción de otro tipo, pero no simple y mágicamente por estar ahí.
#012: Joder, qué coñazo de tío… mi libro NO TIENE DRM. Lo que tiene DRM es uno de los canales por el que se vende, cosa que no tengo forma de evitar (sí, claro, no vendiéndolo ahí, pero es que da la casualidad que se ha vendido un montón por ese canal… será que alguien lo quiere). Si lo vendo para Kindle, también tendría DRM, ¿y qué? ¿Me convertiría eso en «malvado» o en «incoherente»? ¿Quieres mi libro sin DRM? Tómalo. ¿Algo más? Venga, sigue criticando. ¿Quieres también que te lo vaya a leer a la camita?
#9 La verdad es que yo también creo, como Galli, que a los que se reunieron con Pajín les han colado un gol. Naturalmente, le pueden entregar al PSOE todas las propuestas que quieran, pero el aceptar una reunión «secreta», y no publicar inmediatamente el documento entregado, es una muestra de ingenuidad que me sorprende. No es extraño que Ramón Muñoz y compañía se hayan lanzado a aprovecharlo.
Por cierto, el Sr. Muñoz se «olvidó» de mencionar en su artículo que los reunidos con Pajín no son todos los de «la lista de Sinde», sino sólo una parte.
Sobre la propuesta en sí, no me parece mal. Reproduzco a continuación el párrafo correspondiente del artículo de 20 Minutos:
«Que el juez entre en el fondo del asunto y tenga el plazo necesario para ello; que se defina con mayor precisión qué webs se pueden cerrar y por qué infracciones; que la composición de la comisión de Propiedad Intelectual sea neutral y quede acotada por la Ley, no por el reglamento; que exista alguna penalización para el demandante si la comisión cierra una web y un tribunal más tarde la reabre.»
http://www.20minutos.es/noticia/661692/0/ley/sinde/pajin/http://www.20minutos.es/noticia/661692/0/ley/sinde/pajin/
Obviamente lo más importante es que el juez entre en el fondo del asunto (que se le permita decidir si hay indicios de ilegalidad en la web a cerrar). El objetivo de la ley Sinde es precisamente evitar que los jueces sigan decidiendo como ahora sobre lo que es legal o no.
#12 Con lo que ganes con la venta de consejos quizás puedas comprarte algo como esto: http://bit.ly/bmvUIs
#Enrique, parece mentira que le entres al trapo a un troll.
Si, Enrique no les sigas el juego que es lo que quieren.
Respecto a Spotify yo apenas me bajo nada ahora, lo escucho en Spotify o en Deezer . Ambas me han permitido conocer a nuevos grupos, de los cuales algún disco he comprado.
Enrique, no pierdas el tiempo con los comentaristas provocadores, que probablemente sepan más de DRM que yo pero lo que quieren es llamar la atención.
Por otra parte, enhorabuena por tu libro, que voy por el capítulo 4 y se lo voy a dejar a mi madre para que deje de decir que las descargas disminuyen la oferta de música porque hacen perder dinero ;)))
Y último cosa, a ver si posteas sobre lo de la reunión pajín (ya se que no fuiste), que cada uno dice una cosa y yo no me entero de nada…
un saludo
No creo que las descargas de archivos mmultimedia de pago no tenga futuro pero si tuviera acciones en alguna de las grandes discográficas las iría vendiendo…
Es evidente que no quieren bajarse del burro. Son como transportistas que van en camiones y no aceptan que se haya inventado el avión por lo que quieren o destruir o controlar todos los aeropuertos para mantenr su viejo negocio.
Pero si puedo bajarme una cancion pagando con un SMS y me cobran algo razonable no dudaré demasiado en pagar por ella. Claro que el precio tiene que tener sentido: si un CD con 10 canciones lo están vendiendo por 16€ una canción no se podría vender a mas de 1,6€. Pero si tenemos en cuenta que al artista como mucho la discográfica le pagaba un 10%
(unos 16 céntimos por canción) lo lógico es que ahora que no tiene casi gastos la discográfica (o el autor de manera directa) por cada canción no nos cobre mucho mas que eso (en el caso del autor) o el dobre o, como mucho, el triple (en el caso de la discográfica) de esa cantidad (es decir, que el precio de cada canción debería estar entre 16 céntimos para la venta directa desde la web del autor y los 32 y 48 céntimos en el caso de la discográfica).
En cuanto a la reuníón que han mantenido recientemente algunos internautas pro ZP con Pajín (¿interlocutor válido?) entiendo que ha sido una buena metida de pata voluntaria o involuntaria desde el punto de vista de la lucha de los internautas por frenar la «justicia express» de la Audiencia Nacional con la aberrante ley Sinde de Caamaño.
Sobre Spotify solo recordar que: La empresa ha firmado acuerdos con las discográficas Universal Music, Sony BMG, EMI Music, Hollywood Records y Warner Music entre otras. Estas multinacionales de la música son las mismas que han demandado a The Pirate Bay como puede leerse en esta noticia de hace algo mas de un año:
http://www.paracuriosos.com/internet/aun-no-pueden-con-sitio-the-pirate-bay/#more-2197
No creo que las descargas de archivos multimedia de pago no tenga futuro pero si tuviera acciones en alguna de las grandes discográficas las iría vendiendo… Es evidente que no quieren bajarse del burro. Son como transportistas que van en camiones y no aceptan que se haya inventado el avión por lo que quieren o destruir o controlar todos los aeropuertos para mantenr su viejo negocio. Pero si puedo bajarme una cancion pagando con un SMS y me cobran algo razonable no dudaré demasiado en pagar por ella. Claro que el precio tiene que tener sentido: si un CD con 10 canciones lo están vendiendo por 16€ una canción no se podría vender a mas de 1,6€. Pero si tenemos en cuenta que al artista como mucho la discográfica le pagaba un 10% (unos 16 céntimos por canción) lo lógico es que ahora que no tiene casi gastos la discográfica (o el autor de manera directa) por cada canción no nos cobre mucho mas que eso (en el caso del autor) o el dobre o, como mucho, el triple (en el caso de la discográfica) de esa cantidad (es decir, que el precio de cada canción debería estar entre 16 céntimos para la venta directa desde la web del autor y los 32 y 48 céntimos en el caso de la discográfica).
En cuanto a la reuníón que han mantenido recientemente algunos internautas pro ZP con Pajín (¿interlocutor válido?) entiendo que ha sido una buena metida de pata voluntaria o involuntaria desde el punto de vista de la lucha de los internautas por frenar la “justicia express” de la Audiencia Nacional con la aberrante ley Sinde de Caamaño.
Sobre Spotify solo recordar que: La empresa ha firmado acuerdos con las discográficas Universal Music, Sony BMG, EMI Music, Hollywood Records y Warner Music entre otras. Estas multinacionales de la música son las mismas que han demandado a The Pirate Bay como puede leerse en esta noticia de hace algo mas de un año: http://www.paracuriosos.com/internet/aun-no-pueden-con-sitio-the-pirate-bay/#more-2197
#9 Y #23. Estoy tratando de informarme ahora. Ni puta idea de esa cagada. O sea, unos cuantos afines al PSOE, negocian en reunión secreta simplemente porque estuvieron en la primera reunión? Ah, no, y porque son afines. Aquí vamos a tener que empezar a vigilarnos las espaldas. Me da igual los nombres, Escolar y otros, pero la han cagado bien. Esto no suena nada bien, empiezan las diferencias entre nosotros (divide y vencerás), que es probablemente su objetivo.
Enrique, de acuerdo salvo en el final. «la música debe ser un producto gratuito».
Tú mismo aseguras que cuando se regalan las cosas pierden su valor.
Además, bajo esa idea, si antes las discográficas tenian una posición de poder sobre los autores, ahora seria un «poder absoluto».
Si un disco es gratis, no sé quien va a ser el listo que ponga un duro para su grabación, (a no ser que seas Bisbal, Il Divo…) por lo que los gastos tendrian que ser cubiertos por los mismos autores, (algo que ya está pasando), y obviamente si una canción tiene un arreglo para orquesta, lo normal es que sea sacrificado para que sea sustituido por sonidos «sampleados», es decir, que la calidad siempre se veria afectada.
Por último, si abrimos la puerta del gratis, seria muy lógico pensar que después de la música vendrá el cine, luego los libros, los programas de software (todos ellos son bits), por lo que tener ideas para organizar esos bits, no creo que sea nada rentable, a no ser que con las obras, vendas el «soporte», o seas Daniel Ek
Casi me troncho con este video de Los Santos vs Sgae,
lo quería compartir,
http://www.youtube.com/watch?v=F6eGH3r2GSU&feature=channel
Un saludito amigos pro libertad de la red
#5, Alexcibernética, no sé si sabrás que hay una inmensa mayoria de autores, que no son millonarios, y que viven dignamente de su trabajo, a no ser que la cultura que conozcas sea Operación Triunfo.
Un poco de humor buenafuente y el Canon, a reirse q son dos dias,
http://www.youtube.com/watch?v=pQZieI14xww
#26 Jesús
Supongo que tu debes ser nuevo por este foro, pues los problemas que planteas ya se han comentado aquí mil veces.
Voy a intentar resumir un poco a las conclusiones que más o menos se han consensuado, es decir a lo que opina la mayoría, aunque hay minorías que no opinan eso y siguen pensando más o menos como tu en este momento.
Tú mismo aseguras que cuando se regalan las cosas pierden su valor.
No se trata que nos guste, o no, que se regale la música, es que en un mundo digital, es tan sencillo copiar con perfecta calidad un fichero, que todos lo podemos hacer, por lo que la oferta se dispara y en correspondencia, el precio de la copia de contenidos, tiende a cero y cualquier pequeño premio, por ejemplo, el prestigio entre los amiguetes, es suficiente recompensa por el contenido. La copia «ilegal» es incontrolable con leyes o sin leyes.
las disco gráficas tenían una posición de poder sobre los autores, ahora seria un “poder absoluto”.
Falso hoy cualquiera puede editar música con alto nivel de calidad sonora, no se necesita para ello discográfica. El problema es darla a conocer al público. Las discográficas tendrán por fuerza que encontrar su nuevo papel en este muevo contexto económico y tecnológico.
Si un disco es gratis, no sé quien va a ser el listo que ponga un duro …. El que el público usuario no pague por la música, no quiere decir que el autor no cobre, lo que quiere decir, que se cobrará indirectamente de los usuarios ¿Como? Por tres caminos. aumento del caché del músico, promoción personal, el fruto lo recogerá tocando en directo a un público que conoce su música. Esponsorización, la Caja de Ahorros puede perfectamente promocionar un conjunto de música barroca, por ejemplo. Publicidad, por ejemplo Coca Cola apadrina muchos músicos.
En estos tres casos las copias «piratas» de la música, favorecen al autor y al promotor, dando a conocer a un más personas su mensaje publicaría, personal, constitucional o privado.
si abrimos la puerta del gratis, seria muy lógico pensar que después de la música vendrá el cine, luego los libros, los programas de software…. Muy cierto así es. Peco eso ocurre nos guste, o no, es consecuencia de una tecnología que está aquí para quedarse. Por eso Enrique avisa a los que no se han enterado «Todo Va a Cambiar» (Te aconsejo la lectura del libro, La puedes bajar con el P2P donde Enrique cuenta en el punto 18, una demostración palpable de lo que explicamos).
Yo que soy más radical, digo «Todo Ha Cambiado», ya no se puede vender como antes, una enciclopedia, (Wikipedia, Enciclopedia de las Aves), el Aranzadi (Aranzadi, La Ley), Planos y mapas, (Google Maps, y TomTom), para vender en el futuro hay que buscar nuevas formas de negocio, (modelos de negocio), como han hecho las empresas que editan lo que están entre paréntesis.
Me quedo con tu ultimo parrafo y en concreto, con esto:
«El músico que logre de verdad una audiencia fiel que se sienta próxima a él, desarrolle fidelidad y sentimientos positivos (eso sí, hay que trabajarlo, y se llama horas online y mucho community management), conseguirá en muchos casos vivir de la música»
Pero para eso, ya esta Jamendo. Creo (sin ser analista de mercados) que Jamendo en estos momentos debe estar pasandole la mano por las orejas a Spotify y similares.
Usar Spotify para «descubrir» nuevos grupos? Y encima pagar por ello? Por Dios, que todo lo «comercial» nos lo inyectan a diario por todos los medios disponibles. Es casi imposible no saber en menos de una semana desde su creacion, la existencia de un nuevo cantante o grupo, sea o no bueno (ejem).
Sin embargo, en Jamendo si he conocido a «desconocidos», que no solo me han resultado agradables, sino que ademas, han conseguido que me decida a gastar unos cuantos eurillos, cosa que deje de hacer con lo «comercial» desde la implantacion del canon (y mi libreria de cd’s -originales, no piratas ni copias- supera los 3000 ejemplares).
No nos engañemos. La musica a un click de descarga no tiene futuro, porque siempre habra el «click gratis» por un canal u otro. Los musicos deberian ser mas osados y producir/distribuir por su cuenta y asi, obtener ganancias por «ejemplar vendido». Ganancias integras para ellos (previo descuento de costes, claro). Si se quitan de encima la lacra de las gestoras, los que sean -realmente buenos- podran vivir de la musica.
#29 Alfredor, Jimenez los Santos es al periodismo, como la música militar a la música, no se puede ser mas demagogo.
#30 Gorki, mas o menos puedo ser «nuevo» en el foro, pero no el el «negocio musical», y en 24 años he visto mucho listo ganando mucho dinero con nuestro trabajo, y ahora los listos no están en las discográficas, estan en la Red.
No es de recibo que hablemos de cuentas Premiun como algo modélico, y que los que generan contenidos reciban la palmadita en la espalda del forrao de turno.
Ayer hablé de que sería posible una mejor monetarización del modelo Spotify siempre que se ajustase el margen comercial; pero el margen comercial es solo una de las aristas de toda la infraestructura que es posible montar a partir de la actual base.
A finales de los noventa los protagonistas de la Red de aquella época intentaron establecer una base para sus negocios a partir de la “estructura web” más representativa de la WEB 1.0: los portales.
Los portales, por si algún jovenzuelo no se acuerda, eran un nutrido compendio de sitios webs agrupados, a los que se podía acceder a través de una barroca página principal abigarrada de enlaces, imágenes y destacados.
El objetivo de los portales era intentar construir puntos de entrada de afluencia masiva, a través de los cuales, los visitantes podrían cubrir todas aquellas necesidades en cuanto a contenidos de cualquier clase de temática. Una vez conseguido un lugar común donde reunir a una potencial clientela cualitativamente considerable, empezar a “venderles la moto” sería una tarea mucho más fácil… o eso al menos esa era la teoría para las aventureras «.com» de aquellos tiempos.
Poco después de nacido el nuevo siglo, este modelo se derrumbó (salvo Yahoo!) a los pies de las nuevas tendencias englobadas bajo el signo de la WEB2.0.
Pero hoy nos encontramos con que Facebook, Google (a través de su buscador) o Spotify están logrando lo que antaño no pudieron hacer los portales: conseguir la afluencia masiva de almas en un mismo punto.
Facebook ya está creando la infraestructura necesaria para rentabilizar esta circunstancia, Google está pendiente de dar el golpe en cuanto presente su Google Os (que se trata también de un punto de entrada común)… ¿Y para cuando Spotify?
El modelo Spofity, permite hacer de “portal” para millones de potenciales clientes, en cuyo seno es posible establecer una plataforma de recomendación musical e ingeniería de tendencias brutal; así como la posibilidad de diversificar el mercado hacia nuevos talentos que con el modelo tradicional quedaban lastrados por la dificultad de hacerse visibles a través de aquel (una plataforma de recomendaciones sólida tendría mucho que decir en este aspecto).
¿Para cuando conciertos “Live” en streaming en Spotify (con el consiguiente “repositorio” de los mismos para poder verlos en cualquier momento)? ¿Para cuando un sistema potente y cómodo de venta de entradas? ¿Para cuando un verdadero nexo entre los grupos musicales y spotify (con la integración de sus propios Sites personalizados, merchandising, giras, etc)?
Lo dicho, el modelo Spotify actual es solo un esbozo (muy bueno eso sí) de lo que podría llegar a ser el portal musical de los nuevos tiempos.
#32. Jesús. Gracias por admitir que los listos antes estaban en las discográficas. Efectivamente, el negocio va a cambiar de manos, y ahora los listos, con toda certeza estarán en la red. Como Spotify, por ejemplo. Y? no entiendo muy bien tu queja. Las discográficas mueren porque hablando de música la copia ya no tiene valor, poca gente paga por ella y se ha trasladado a la red, la obtienes instantáneamente, cuando quieres, prácticamente gratis y sin tener que poner nada físico en tus estanterías. Luego la red ha adelantado y por mucho a las discográficas. Por lo que es normal que ahora los listos estén en la red. El que se empeñe en vender hielo o neveras hoy no me parece muy listo, no.
#32. Jesús. Bueno, si que entendí tu queja. Que no recibes el mismo dinero de Spotify que recibías de tu discográfica. Ya. Pero es que tu discográfica por una canción tuya que alguien quisiera comprar cobraba por otras 11 en las que no estaba interesado. Era lo que había.
Ahora sólo paga por esa canción, y si paga. Bueno, entiendo que jode, no vendes 12 cosas, solo 1. Pues… es lo que hay ahora, llora, patalea, haz lo que quieras, pero es un hecho que no podrás evitar de manera alguna.
Como dije antes la red ha adelantado y por mucho a las discográficas, tu pensarás que no, pero éste es el punto de vista de los usuarios, que a fin de cuentas son quienes definen el mercado y condicionan el negocio.
Bueno, las respuestas de Gorky 030 y Jodé Miguel en 034 y 035, aunque tienen razón, no responden lo que Jesus 026 acertadamente pregunta aunque no lleva toda la razón… Y es porque son preguntas que no tienen aun respuestas, y que por tanto hay que seguir haciéndolas. Hay que inventar un mecanismo para que los músicos ganen dinero por su trabajo. Los autores han de poder vivir de sus creaciones. Al parecer, puesto que la música es un hobby para el que la escucha, pensamos que lo es también para el que la crea, pero no es así…
Veamos, desde el punto de vista de los músicos. Hay muchos que ya son conocidos y viven de la música, algunos, los menos menísimos, muy bien. Pero, son montones los que tienen personales cosas que decir y estos, lógicamente, aumentan cada día, cada año y para siempre. Si eres joven, tienes la cabeza llena de ideas que quieres meter en un disco o un ipod y compartirlo con el resto del mundo y no eres rico o nadie te ayuda, no hay de donde sacar dinero para pagarse un buen proyecto musical.
Un peligro que yo veo es que los lobby más influyentes terminen consiguiendo que suceda con la música lo mismo que con el cine: presupuestos del estado para hacer la música («esa parte indispensable de la cultura”, argumentaran ¿sin razón?) porque no hay cómo costearse un disco y hacerlo llegar a la gente ganando dinero con ello, no para enriquecerse sino simplemente para vivir dignamente con ese trabajo. Por supuesto, ya se sabe en qué termina la repartidera de dinero de los contribuyentes, en qué bolsillos y con qué resultados artísticos; el cine es el mejor ejemplo.
Grabar un buen proyecto musical, como dice Jesús, si se pretende utilizar una orquesta de cuerdas, conseguir buenos músicos de cualquier tipo: percusionistas, pianistas, cuerdas de metales, coros, etc (no siempre la música es un tío con un grupete de amigos del cole o del barrio), es muy costoso, porque cada uno tiene un caché, y cada cual merece cobrar lo apropiado o lo que vale por su trabajo. Detalles de estos son miles (como obtener la sonoridad adecuada a la alta tecnología conque la modernidad y los reproductores cada día más sofisticados apremian a los músicos, a los grabadores, asunto que requiere de un buen estudio de grabación.. y dinero), por lo que, para no extenderme, resumo que es caro hacer un buen proyecto musical, por mucho que uno intente llevar a la mínima expresión su propuesta (cosa que nunca favorece un resultado).
Suponiendo que se consiga grabar el disco, la publicidad hay que pagarla. Coca Cola patrocina al que es ya famoso, no al que nadie conoce, porque también Coca Cola busca clientes y es ese su único objetivo. Internet, suponiendo que te permita darte a conocer, no te sirve para costear los gastos de un concierto en México y después dos en Buenos Aires, para terminar en New York… En definitiva, me refiero a que hace falta dinero. O no sales del pub, o la sala de cultura del ayuntamiento que, por suerte, dirige un amigo de un tío.
El mundo de la música ya no es como era antes, pero saber eso no resuelve el problema. Por eso seguimos preguntando y preguntándonos.
Y, Enrique, todos los músicos tienen (y han tenido) “una audiencia fiel que se siente próxima a él, y desarrolla fidelidad y sentimientos positivos”, en la familia, los amigos y alguno que se entera por otras bocas… hasta que lo “descubre una discográfica”, o por un milagro lo escucha un tío que tiene un programa en la radio, etc, y llega la promoción y la lotería… Mientras tanto, no es fácil conseguir vivir de la música, y, puesto que hay que vivir, has de conseguir un trabajo y mantenerlo y vivir de eso, por lo que no puedes estar tantas “horas online” (salvo que tengas “la suerte” de ser uno de los cuatro millones de “famosos” parados).
Sería interesante leer opiniones de músicos aquí, pues el debate es importante y serio y hay que agradecer a ED su preocupación y ocupación por este asunto. Y, ojo, los “músicos” a que me refiero no son esos que salen por la tele con pancartas, los cuales, en proporción al total de los que suelen dedicarse a la música, se pueden contar con los dedos de las manos y están tan atados económicamente a las discográficas que no pueden hacer otra cosa.
Disculpen la extensión.
#37. Rubén A.M. Entiendo lo que dices. La producción intelectual debe ser compensada económicamente. No tengo dudas de eso. Pero lo que se debe hacer es investigar cómo obtener ese beneficio en las circunstancias actuales, y no basándose en el proteccionismo.
Tu dices: «Hay que inventar un mecanismo para que los músicos ganen dinero por su trabajo» Digamos que estoy de acuerdo en que los musicos tienen que ganar dinero de su trabajo. Pero no de la forma que propones, porque entonces diría yo de otros negocios muertos «Hay que inventar un mecanismo para que los aguadores ganen dinero por su trabajo» «Hay que inventar un mecanismo para que los carboneros ganen dinero por su trabajo». No. Esos oficios murieron, el mercado los mató, cosa que no sucederá con los músicos.
Lo que si es cierto es que ahora mismo, ese es un mercado bastante incierto, por la gran irrupción de Internet en los hogares, eso ya no tiene vuelta. Y me parece maravilloso, aunque esto es una opinión personal.
No tengo duda de que el negocio de la musica acabará en la red, de que la producción musical no va a morir ni mucho menos, eso si, exigirá más talento y más trabajo. A fin de cuentas, ninguno de nosotros vive de lo que hizo ayer. Trabajamos todos los diás.
Te entiendo, Jose Miguel. Está claro que no puede ser como era, por eso hemos de inventar, pero me refería a los músicos, pues nadie tiene que inventar por nosotros. También me refiero a que los músicos creadores, no los ejecutantes, tienen que invertir un dinero, que no es poco, en hacer su disco, su promoción, etc, para después poder vivir del día a día. Los músicos ejecutantes viven también del trabajo de hoy; a veces hay suerte, y a veces menos. Pero tampoco es para morirse. Lo que pasa es que sería bueno observar ambas partes del problema, por eso lo enfoqué así, para que se comprendiera que cuesta dinero al músico (paso de las discográficas, que ya van a morir).
A mí también me parece maravilloso internet en los hogares y en la vida toda (esperemos que no se coarte su libertad).
De todos modos estoy seguro que las soluciones están, solo que habrá que encontrarlas.
#32 Jesús
Si crees que es tan fácil ganar dinero por qué en 24 años no te has hecho discográfica o te haces ahora «forrao de turno». ¿Te lo impide tu religión?
Mucho criticar los músicos a las discográficas, pero han sido incapaces de montar una cooperativa por su cuenta, todos han preferido «caer» en las «garras· de una discográfica, cuanto más multinacional y «explotadora» mejor.
Lo vuestro debe ser masoquismo. Por mi, sinceramente, como si decides volver al Metro a tocar, es tu problema, siempre habra quien venga a ofrecerme música.
#36 Hay que inventar un mecanismo para que los músicos ganen dinero por su trabajo. Los autores han de poder vivir de sus creaciones No hay que inventar nada, los conciertos en directo existen, hay montones de constituciones que mantiene músicos de las Orquestas nacionales a los organistas de las parroquias y hay montones de compañías que compran musica apara hacerse publicidad de Coca cola, a los politonos de los teléfonos móviles
Lo único que está acabando es vender copias de canciones,igual que a principios del siglo XX, el gramófono es un invento de los años 20, ¿Te has preguntado de que vivían los músicos antes de eso?
Este verano he oído una opera Carmina Burana y una zarzuela la del Soto del parral, puedes leer mi crítica aquí http://felixmaocho.wordpress.com/2009/09/30/arte-popular-%e2%80%93-amor-a-la-musica-de-la-comunidad-valenciana/ , cantada por aficionados que no serían aceptados en el Scala de Milán, pero que eran muy dignos y a mi, que no a soy un gran melómano, me parecieron excelentes, que tenían orquesta, director, decorados, sonido , vestuario pagado, todo salio de subvenciones y de los propios interpretes, muchos profesionales, director de orquesta, músicos , modistas, carpinteros viven de ellos y de subvenciones que los aficionados consiguen de Ayuntamientos y Diputaciones, no son de primera fila, no los contratara Hollywood para hacer superproducciones, pero se ganan la vida,dirigiendo orquestas de aficiondos, ensenando música y COMPONINO, ¿que hay de malo?
«Paqito el Chocolatero» el gran hit del verano de Kin Africa, es unacompasicion para un desfile de moros y cristianos pagado por una filae. Ramoncín está aún por componer una cosa de esa categoría.
Gracias por los comentarios, veo que es un tema con muchas «esquinas»
#39 Gorki, la religión no me impide nada (no creo).
Llevo 24 años viviendo como músico, por lo que estoy muuuy agradecido, y no he tenido tiempo, ni ganas,ni sirvo para montar una discográfica. (y menos ahora)
Masoquismo nó, pero valor para vivir dia a dia mucho, (cuando compensa es una gran satisfacción)
Tocar en el metro?? ya me pasé casi 2 años tocando en el metro de Madrid (en el 82, 83… con 16 años) 1 año con una orquesta de «pachanga» (sin que sea despectivo el término, ni mucho menos) vamos que no tengo problema (salvo los de la edad…)
Dices que lees mucho, pues yo sé,(y tú también) como y de qué vivian los músicos antes del siglo XX, por eso, los derechos de autor fué un logro para que los autores percibieran una parte de lo que generara su obra, y si se hubiese logrado antes, posiblemente podríamos disfrutar de mas obras de autores que «malvivieron» a pesar de su talento.
Y aunque Todo Cambia, mientras haya gente viviendo de las copias de los demas, es un despropósito decir a los que las generan que se «olviden» del tema. O es que el señor Daniel Ek (Spotify) no vive (forra) de copias??.
Lo de tu concierto de Carmina Burana… pues me alegro, me hubiese gustado estar. Paquito el chocolatero, ya la toqué antes que «King Africa».
Por último, lo de que los músicos somos incapaces de montar una corporativa… si tú te consideras un «anarquista de derechas», entenderás que hay músicos anarquistas de izquierdas, apolíticos de centro, comunistas fachas, pasotas fascistas…. por lo que creo que es mejor que cada uno se preocupe de su trabajo, (mucho mas rentable)
Como decia Rafael Azcona, no hay comidas indigestas, lo que hay son comensales coñazos.
Si buscan tanta difusión y que todo el mundo escuche su «música», ¿Por qué se dedican a llamarles a todos «piratas» y «delincuentes» por bajarse una canción suya? ¿Por qué se dedican a luchar tanto contra las descargas?
Esto es más o menos lo mismo, solo que en vez de bajar el disco lo escuchas por internet. «Pero pagas spotify sin publicidad», ya, pero de eso los artistas dudo mucho que vean un duro.
Evitar la difusión por un lado e intentar conseguirla por otro… absurdo.
Si hay algo que me gusta de estos post de @edans es que, su visión del impacto tecnológico en la sociedad es tan clara, que más allá de los fracasos o éxitos que puede tener un startup que esté basado en los nuevos modelos de negocio que el defiende, mantiene su postura (a mi juicio, acertadamente) tratando de demostrar entre otras cosas, las nuevas tendencias del mercado. Esto quiere decir por ejemplo que las redes sociales, la sociedad en red, el pensar en red, eso es un hecho que tendremos por mucho tiempo; twitter, facebook, friendfeed, eso puede ser moda lo que no indica que si alguna de ellas fracasa, se cae el hecho de que las redes están cambiando la sociedad.
De cómo el artista «mito» pasó al artista «oficio»:
http://tucorequena.blogspot.com/
Pues yo sigo sin verlo claro. Yo no puedo entender que un artista cuya música se oye millones de veces no cobre nada (unos pocos euros). Spotify no es barato precisamente. Así que que el dinero de la publicidad y de los premium parece que le llega a cualquiera salvo al artista.
Vamos, exactamente lo mismo que todos llevamos criticando 10 años como el final de una industria, el abuso de las compañías, la gallina de los huevos de oro, etc. se repite pero en internet.
Me podéis explicar dónde está el progreso en pasar de discográficas analógicas a discográficas digitales?
Quique no entres al trapo de personajillos que ni siquieran saben que es el DRM. Spotify se convierte en una nueva forma de escuchar musica, allí donde estés, con una cuenta premium o con una free. El mayor problema, si le podemos llamar así, es la cantidad de gente que aun no entiende para que sirve Spotify, Amazon o cualquier e-commerce que nos haga más fácil la vida. El sábado en una cena, hablando con personas más jóvenes que yo, se puso de manifiesto algunos de los comentarios de este post. Muchos consumidores siguen comprando copias de CD´s o DVD´s y tratan de hacernos entender, que hay que dar de comer a los artistas, como aquel que no entiende porque no compro los libros en una librería y si lo hago en Amazon, que encima no es español.
En mis reuniones, profesionales o personales, mucha gente me pregunta por aspectos de la tecnología, y sinceramente les digo, tomad tu libro, y leerlo de cabo a rabo: así entenderéis por donde van los tiros.
Hola, si aún tienes invitaciones para spotify me gustaría que me mandases una.
Muchisimas gracias. Mi correo: aleksejs.medvedevs@gmail.com
Hace ya tiempo que leí el artículo en tu blog al que me he suscrito en navidades. Entretanto he comprado tu libro y lo estoy leyendo. Hoy me he suscrito a Spotify para ver que es. Recuerdo que que sugerías que el precio de 10 € por mes limitará el servicio a gente que pueden permitirselo (como yo). Soy relativamente nuevo en esto del internet y me he quedado muy sorprendido lo que puedes encontrar en Spotify. Lo veo estupendo para encontrar música.
Hola Enrique,
Me gustaría saber tu opinión al respecto del giro de estrategia de Spotify: http://www.spotify.com/es/blog/archives/2011/04/14/upcoming-changes-to-spotify-free-open/
Desde mi punto de vista es un craso error, pues va a motivar a una gran base de usuarios a probar otros servicios, como GrooveShark, y encima acaba de perder de un plumazo todo el halo positivo. Además, no han presentado ninguna alternativa previa, como hiperlocalizar los anuncios para permitir la entrada de anunciantes más modestos, a millones. Esto ya lo saben hacer las cadenas de radio (con sus límites de despliegue) y no entiendo cómo ni siquiera lo han intentado. Pero reconozco que es una opinión desinformada, y de alguien que de economía no entiende…