La gráfica de la izquierda (visión dinámica en TwitterCounter) muestra la evolución de mis seguidores en Twitter a lo largo del último mes: una línea relativamente estable, con un crecimiento suave y sostenido que ha sido así durante muchos meses. Hasta que el día 3 de noviembre se anunció Twitter en español, que incluía una nueva página con una lista de usuarios recomendados entre los cuales estaba yo (la lista es dinámica, solo te ofrece personas que no sigues. Si ya me sigues, no me verás en ella). Desde ese día, el crecimiento se disparó: 2.386 nuevos seguidores el primer día, 828 el segundo, 2.229 el tercero, y 3.014 el cuarto (es decir, ayer). De los nueve mil y pico seguidores que tenía el día 2, he pasado a unos dieciocho mil y, por el momento, sigue subiendo a gran velocidad.
El efecto de tan rápido crecimiento en mi uso de Twitter está siendo más bien escaso: el grueso de los nuevos usuarios son nuevos en la aplicación, tienen por lo general pocos contactos todavía, tienden a hacer clic en mis enlaces mucho menos que los usuarios habituales, y utilizan poco la función de respuesta. Es conveniente saber que mi uso de Twitter durante esta temporada es notablemente menos intenso que el que desarrollo normalmente: estoy actualmente en la última fase de escritura de un libro, intento pasar en casa el mayor tiempo posible, y poner en Twitter lo que estoy haciendo sería una sucesión de «Estoy en casa, escribiendo» que no tendría mucho sentido. Por tanto, tiendo a poner en Twitter noticias que leo, cosas que me parecen interesantes o comentarios que me pasan por la cabeza, pero respondo mucho menos a la pregunta de «¿Qué estás haciendo?». El efecto de este nuevo patrón de uso es muy claro: se incrementa en un factor muy elevado el número de retweets, que puede interpretarse como una medida de relevancia (lógicamente, el que yo haga A o vaya a B carece generalmente de relevancia salvo para mis amigos y conocidos, mientras que el que señale una noticia, un chiste, etc. puede en ocasiones tener una importancia mayor para un colectivo más amplio de personas).
La evolución natural, teniendo en cuenta las sensaciones que provoca Twitter al principio, será que un cierto porcentaje de las nuevas incorporaciones a Twitter simplemente lo utilicen unos días, no encuentren nada que llame especialmente su atención, y lo abandonen. Otros, tras añadir a algunos de los usuarios recomendados, empezarán a seguir a sus amigos y conocidos, momento en el que Twitter comenzará para ellos a dotarse de sentido: mi percepción de Twitter es la de una herramienta completamente bidireccional, que incrementa el grado de proximidad que las personas sienten con aquellos que tienen en su timeline. Usarla para seguir a personas que no conoces puede ser interesante, pero si éstas no aparecen en tu Twitter junto con otras personas que te importen de verdad, acaba aburriendo.
Twitter es una herramienta pensada para un uso casi constante: puedes dejarla en una pestaña de tu navegador y actualizarla a mano, o usar alguna de las muchas aplicaciones que lo monitorizan cada cierto tiempo en el ordenador o en el móvil, pero si tu timeline se reduce a las actualizaciones de personas con las que no te une una relación directa, te acabará resultando aburrido relativamente rápido. Si solo lo ves cuando entras a propósito en Twitter, y te limitas a leerlo y cerrarlo, tampoco te funcionará. Para que Twitter te enganche, tienes, en mi opinión, que seguir también a personas que realmente conozcas, cuyas actualizaciones te interesen porque son tus amigos y conocidos, con las que establezcas conversaciones habituales. Hasta hace poco, Twitter era un ecosistema relativamente homogéneo: predominaban personas con interés en la tecnología y con cierta vidilla en la web. Un nuevo usuario, si no cumplía con ese perfil, podía tener complicado encontrar a sus contactos habituales. Ahora, con la versión en español funcionando y un crecimiento muy elevado, las posibilidades de encontrar amigos y conocidos se incrementan notablemente, lo que posiblemente lleve a un porcentaje superior de adopción tras la apertura de la cuenta (o recíprocamente, a un porcentaje de abandono menor).
En cualquier caso, la experiencia está siendo muy interesante, sobre todo para alguien como yo que se dedica a estudiar estas cosas. A mis nuevos seguidores, que mañana ya superarán en número a los que tenía antes del día 3, decirles que mi forma de usar Twitter es la siguiente: sigo a muy pocas personas, normalmente con el requisito de conocerlas personalmente y que mantengan una cierta actividad contando cosas que me resultan interesantes. Me considero incapaz de tener en mi timeline a más de sesenta o setenta personas: a partir de ahí, me saturo y simplemente no veo nada. Suelo contestar a la mayoría de las personas que se dirigen a mí a través de Twitter, a no ser que hayan pasado varias horas y me dé la impresión de que la contestación ya está descontextualizada, pero debido a la fuerte asimetría, contesto normalmente mediante mensaje directo, salvo que considere que la respuesta tiene de algún modo interés general. Esto lleva, en muchos casos, a que la persona a la que contesto no pueda usar la misma vía: si yo no sigo a esa persona, el sistema no le permite enviarme un mensaje directo. Para evitar esa sensación desagradable de «Enrique me envía un mensaje directo pero no me deja que se los envíe yo», estoy pensando en cambiar la fórmula: posiblemente empiece a seguir recíprocamente a todos mis seguidores para darles la posibilidad de recurrir al mensaje directo, pero agrupe en una lista a aquellos que conforman mi timeline actual, que así seguirían siendo los que vería habitualmente. Pero aún estoy dándole forma a esa alternativa y viendo como funcionaría con los dispositivos y aplicaciones que uso todos los días.
La verdad, no sé si las cosas que cuento en Twitter son suficientemente interesantes como para tener una cantidad de seguidores tan elevada. No soy un «famoso», sino un simple profesor de una escuela de negocios que estudia los cambios que la tecnología provoca en personas y empresas. Tampoco soy «la alegría de la huerta»: no creo tener una vida especialmente divertida o interesante (soy más bien hogareño, aunque acabe viajando bastante a lo largo del año). De mi Twitter te puedes esperar una frecuencia de actualización media de entre seis y diez veces al día (esta temporada algo menos), en las que cuento las cosas que hago, donde voy, temas de los que escribo, noticias que leo o veo… Lógicamente, un predominio de temas relacionados con la tecnología y sus efectos, y con la actividad de un profesor con cierta exposición en medios. No «colecciono» seguidores, no compito con nadie por el número de seguidores, y no me siento más o menos importante o especial por el hecho de tener muchos o pocos. Soy un experimentador constante: si me sigues, verás que en muchas ocasiones hago pruebas y las monitorizo. Mido qué enlaces reciben más tráfico, intento aislar de qué factores depende, entender el funcionamiento de este tipo de comunidades… Considero Twitter un canal de comunicación, y llevo muchos años estudiando los canales de comunicación. Si decides quedarte y ayudarme a ello, encantado de tenerte por aquí.
«lógicamente, el que yo haga A o vaya a B carece generalmente de relevancia salvo para mis amigos»
Que va, hombre, si ya creas tendencia y todo. Hace tiempo vi un «buenos días (vía @edans)» y twittear desde la T4 debería generarte un royalty ;-)
Es cierto eso de que si no conoces personalmente a la gente que sigues, o a parte de ella, no acaba de enganchar. Cuando los que te rodean están twitteando mientras estás con ellos, mencionándote, subiendo fotos del momento a twittpic (aún sin permiso, jeje)… es entonces cuando *tienes* que estar pendiente de ello.
¿Estás escribiendo un libro? ¿Nos adelantas el título o el tema? o las vías de difusión, libro tradicional, on-line, la licencia copyleft o no, etc.
Gracias
¡Impresionante Enrique! Vaya responsabilidad… Enhorabuena y un abrazo, @canomanuel
#2: Lo conté hace poco con cierto detalle aquí. En breve volveré a escribir sobre ello, ya con detalles sobre título definitivo, portada, fechas, etc.
Desde que he empezado a usar Facebook más a menudo (gracias al móvil) a Twitter le veo cada vez menos sentido. Siguiendo tu lógica de que Twitter puede resultar aburrido si no sigues a personas que realmente conozcas, ¿para qué usarlo? Porque para seguir a personas que realmente conozco ya tengo Facebook y sus actualizaciones de estado, la mensajería instantánea, el correo-e o incluso Skype.
Por consiguiente, o Twitter es aburrido por sí mismo o su única utilidad consiste en seguir a personas con las que no tengo una relación directa y que nunca tendría como contactos en Facebook. ¿O me estoy perdiendo algo?
Interesante post. Muy interesante…
Me fijé en el rápido seguimiento de sus seguidores y no entendía el por qué. Ya me voy haciendo a la idea gracias a esta entrada.
Le sigo desde hace meses en Twitter, y lo que cuenta por lo general es del máximo interés para mí (excepto algunas entradas tipo «voy a llevar al aeropuerto a las amigas de mi hija» -ya que no me interesa saber por dónde anda, pero entiendo que a otras personas sí-). Creo que ahí ha faltado meter esa anécdota (que no sé si es una leyenda urbana) que dice que usted tiene en su tarjeta de visita su dirección en twitter.com, lo cual resulta para la gente corriente una completa extravagancia…
Pues a mí me ocurre lo contrario. Sólo hay una persona en Twitter que conozca personalmente. Y eso es precisamente lo que me hace interesante Twitter. Me abre puertas a mundos que de otra forma no conocería. Leo pensamientos que de otra forma no sabría de su existencia. Estoy al tanto en tiempo real de situaciones que nunca aparecerían en los medios tradicionales. Descubro nuevos campos por explorar… Adoro Twitter por su sencillez, inmediatez y la manera cómo pusieron su API a disposición de todos.
En cambio, en Facebook sigo y me siguen las personas que conozco directamente. Y eso hace que no haya novedades que no nos contemos por otros medios. En general, se usa Facebook para colgar la foto, jugar a juegos, chatear… Y eso no me atrae especialmente. Y una cosa de Facebook que me desagrada es la forma de usar los datos que tienen las aplicaciones de terceros. ¿Enviar un mensaje a un móvil de pago para saber mi cociente intelectual? ¡Venga ya!
Hola Enrique
Lo mío es un caso curioso: te sigo hace tiempo por tu blog y a través de google reader y ahora te seguiré en twitter por este artículo en el que comentas cómo la recomendacoón de twitter hace crecer el número de seguidores de tu blog (curiosa paradoja)
Trabajo en un Centro de profesores y entré en twitter, lo confieso, por azar pues buscaba en realidad una cuenta en wave que necesito para mi trabajo y que he solicitado sin suerte.
Ahora te sigo también en twitter que , también confieso, me ha enganchado por su capacidad de extender y crear nuevas relaciones y un nuevo modo de explorar la web más interactivo pues yo también creo que la fuerza mal empleada de la web2.0 e su capacidad bidireccional.
Nos vemos en twitter
Saludos
Jesús
Eso, entre otras cosas, demuestra lo efectiva que es la publicidad por Internet, Observen el efecto de barnding con una única inserción de la marca eDans y eso que con solo en el 16 % de los lectores, que son los que hace «clik» alguna vez en un anuncio.
Quien se este perf diendo Internet como canal publicitario no sabe lo que hace.
pues yo me voy a quedar, aunque no me sigues…
Didactico, sencillo, claro, bien explicado. Muy Bueno.
Hola:
Estuve escuchando las conclusiones de tu grupo en Saviálogos y me parecieron muy coherentes. Cuando te vi en Twitter, te seguí. El otro día intenté averiguar donde dabas la charla en Pamplona, pero no hubo forma.
No le veo mayor interés a estas herramientas piramidales que están saliendo para conseguir seguidores
Yo prefiero tener pocos pero realmente interesados que miles que no saben ni por qué me siguen.
Enrique, buenos días.
LLevo con Twitter como dos meses. Todavía estoy en fase de experimentación, buscándole el punto, pero yo diría que Twitter puede tener dos usos claramente diferenciados.
Por una parte, mantener el contacto con personas conocidas a las que, por diversas razones, no puedes ver en persona con la frecuencia que quisieras. Ahí la pregunta es, sin duda, «qué estás haciendo?» (y sus variantes «que te está pasando?», «cómo te sientes?», etc.), y Twitter sólo tiene sentido, efectivamente, si conoces a la persona a la que sigues, y si las personas que te siguen te conocen a tí.
Pero también sirve para compartir pequeñas cápsulas de información o reflexiones de contenido profesional, de forma similar a un blog. Aquí la pregunta podría ser: «alguna información o reflexión interesantes que compartir?». Y en este caso, al igual que con los blogs, lo importante no es si conoces o no a la persona en cuestión, sino el interés y la utilidad que te aportam sus twits.
El problema creo que puede estar en mezclar ambos usos. Si yo sigo a alguien que me interesa profesionalmente, y mezcla twits personales con los profesionales, quizá está introduciendo una cierta cantidad de «ruido» que, sumado al de todas las personas a las que uno sigue, te hace perder algo de tiempo para filtrar la información que te interesa.
Se me ocurre que, en el caso de un profesional con presencia en internet, quizá sería apropiado tener dos cuentas: una restringida de uso personal, para mantener el contacto con los amigos y conocidos, y otra abierta para uso profesional, para difundir información, opiniones o conocimiento profesional.
Un saludo.
Me pregunta @riskyandfunky si «¿crees que tu imagen de marca personal en Twitter se ve aun + reforzada por el número de seguidores? Le iba a contestar por Twitter así,
@riskyandfunky: Supongo que crece el alcance, la capacidad de influencia, y la consideración de algunos (y el odio de otros :-)
pero la cosa requiere más explicación que la que puedo dar en 140 caracteres. En primer lugar, yo no gestiono activamente una marca personal como tal. Simplemente me muevo en la red de manera completamente natural, como me sale. No tengo ninguna duda acerca de que podría hacerlo mejor si aplicase algo de gestión, pero no lo hago. Por otro lado, lo de Twitter no lo he pedido ni lo esperaba, simplemente ha ocurrido, está ahí, y bienvenido sea. Si mañana desaparece, pues qué le vamos a hacer. No hay más complicación.
El número de seguidores permite que llegues a más gente (perogrullo puro). Que con eso aumentes tu influencia o te la cargues del todo depende de muchas cosas, y no todas las controlas tú. Lo que sí aumenta es la consideración de terceros: llevamos muchísimos años midiendo a los medios y a las personas por el número de seguidores, lectores, televidentes, etc. Yo no me creo ni más ni menos por pasar de nueve mil a dieciocho mil, pero no puedo evitar que otros sí lo crean y por ello me traten de otra manera. Es su criterio y su elección, y me parece muy bien.
Enrique lo que mas me agrado del articulo es tu postura humilde, en cuanto dices no creerte superior a los demas por tener mas seguidores en Twitter que otros.
He leido algunos comentarios de mal gusto en la Web donde se burlan de ti llamandote como «Guru engreido» , yo sabia que tu #ego no estaba elevado y este post asi lo demuestra.
Felicidades por tu trabajo y agradecimientos por seguir compartiendo experiencias y conocimientos.
@mauricioweb
Muy curioso y muy digno de estudio. Especialmente cuando eres un usuario puro de Twitter (tus tweets son la simple respuesta «¿Qué estás haciendo ahora?»). ¿Qué lleva a una persona a leer día tras día las idas y venidas de alguien a quien no conoce? ¿Has notado si esa curva también es igual en el tráfico del blog?
Realmente tengo que reconocer que no soy capaz de contestar a la primera pregunta y que estoy enganchado a las entradas y salidas de Eduardo Arcos en el sitio ese al que va a desayunar cada día. Quizá es cómo mirar un panel de cámaras de videovigilancias: En una @earcos y la camarera de le pain quotidien, en otra @edans entrando y saliendo de clase, en otra @martinvars poniendo fotos de Hallowen y así con un montón de gente a la sólo conoces de leer sus artículos en una web.
Hace poco en un encuentro de la «cosa digital» un señor del público comentaba que había conocido a Enrique Dans y que era una persona normal. Me dejó un poco perplejo porque no se me ocurría en qué sentido podría ser edans anormal. Se supone que lo bueno de Internet es que todos estamos en el mismo sitio (detrás de un teclado) otra cosa es que a uno lo lean 4 o 400 (algo que depende también mucho del tema de lo que escribas, de cómo lo escribas y de quien te lea y te recomiende) pero el hecho es el mismo: escribes en una página web y cuentas en Twitter si hoy le pones aceite o mantequilla a la tostada.
Creo que se me ha alargado el comentario un poquito, perdón por el ruido innecesario. :-)
Hola enrique,
Mi experiencia con twitter es diferente. Desde hace unos meses trabajo en un proyecto de startup, yealthlife, el uso de twitter nos ha permitido dos cosas bastante importantes. Por un lado, como canal de comunicacion del proyecto, de forma que si alguien esta interesado puede seguir todos nuestros pasos, hitops, publicaciones,etc..
Por otra parte, y quizas la mas importante, es que twitter nos permite, desde el primer momento y sin ser nadie en el mundo de las startups ponernos a la estela de toda una serie de personas, como tu, jesus encinar, rodolfo carpintier, etc..con mucha mas experiencia y conocimiento de causa que nosotros y que gratuitamente nos ofreceis vuestras opiniones, lecturas y consejos que nos ayudan a meternos en el mundillo. Ademas de esto nos ha ayudado a conocer iniciativas como el bbva open talent, iniciador o yuzz.
En mi opinion twitter acerca a personas rompiendo la barrera de la distancia y de la ser completos desconocidos…
Animo con el libro…
Un saludo
#17: Mantequilla, y de esa que baja el colesterol. Pero eso no lo sabías por mis tweets. Si te fijas, hace mucho que no doy los buenos días ni las buenas noches, y lo de contar lo que he comidoo, lo hago solo cuando es algo memorable, un sitio o una comida que me han encantado.
A ver: cuando empecé con Twitter, actualizaba para que mis amigos supiesen por donde andaba y qué estaba haciendo. Cuando el número de followers creció, puse mi dirección de Twitter en la tarjeta de visita, y empecé a actualizar para ser más fácil de localizar: el número de llamadas inoportunas cuando estaba en una clase o en una reunión bajó dramáticamente, y sin embargo, recibía llamadas cuando estaba aburrido en un aeropuerto o recomendaciones de sitios para comer o ir cuando llegaba a una ciudad desconocida. Una maravilla, la verdad. Y ahora, mi uso de Twitter ha evolucionado a compartir posiblemente un poco menos de lo que hago, y más de lo que pienso o leo. No sigo ningún plan, es un uso natural y evoluciona naturalmente.
Me parece interesante el tema de como la recomendación hace que en pocos días dupliques los seguidores de twitter. Eso sí, en un primer vistazo a la noticia pensaba que se habían multiplicado por 10 o por 20 poruqe la gráfica que publicas es muy engañosa, al tener los números tan pequeños y estar truncada. Casi parece una de esas gráficas que mostraban Zapatero y Rajoy en sus debates.
Volviendo al tema del twitter, creo que es una heramienta muy interesante por su inmediatez. Poder twitear casi al instante con el movil permite un seguimiento casi instantáneo de los que está pasando que no consiguen otras redes sociales. Por poner un ejemplo que explique esto, la noticia sobre la bloguera cubana agredida por la policia.
#20: el gráfico no es mío, es el output directo de TwitterCounter. En el vínculo verás que puedes cambiar el período en las ordenadas, pero no la escala en las abscisas, se ajustan automáticamente.
Me gusta también entrar para informarme, de vez en cuando tienes algo interesante. Lo que me resulta difícil de entender es estar continuamente con los aparatillos y artilugios contando tu vida, aunque es precisamente esta virtud la que nos acerca al blog. lo has explicado bien y además tienes alumnos que tambien te siguen y seguro que no te dejan por que es su función. Por ahora no lo entiendo cuando esté más en el tema hasta seré uno de ellos
[Casi] Offtopic:
El aumento de seguidores ha sido sólo en Twitter? O, de manera más progresiva, en el blog también?
Últimamente me estoy encontrando con mucha gente que sigue tu blog de la cual no lo hubiera pensado nunca. Con o sin gestión, la marca edans se ha creado, y YA eres un famoso.
Quien no se haya sentido parte de una impresionante marea humana apoyando una causa o protestando contra una injusticia, no ha sentido el poder de Twitter. Quien no haya abierto su cliente Twitter para saber cómo se encuentra el hijo de un following o para responder a la petición de ayuda de otro, ese no sabe lo que es Twitter. Ni quien no se haya sentido abrumado por la avalancha de mensajes de apoyo en los momentos difíciles, provenientes de sus followers (y amigos, vía RT). Ni quien no haya participado en las constantes cadenas de favores que se generan entre los semidesconocidos que articulan su red. Incluso, profesionalmente hablando, si tu contribución se limita a compartir e intercambiar ideas y enlaces, no conoces el verdadero potencial de Twitter como plataforma de formación, lanzamiento y consolidación de tu carrera.
Twitter es una red sencilla pero, sobre todo, muy humana. En ti está decidir hasta dónde quieres llegar, implicarte, participar. Si quieres usarla superficialmente o sin salir de tu zona de confort, tus amigos de siempre, tu círculo profesional, perfecto. Es tu elección. Pero si quieres enrique-certe de verdad (no pude resistirme al juego de palabras), lánzate, comparte tus metas profesionales, pero también tus emociones; habla de tus proyectos, pero también de tus sueños. No te cortes pensando «esto no le interesará a nadie»; piensa: «quiero que me sigan personas a las que les interese esto». Tómatelo como una forma de filtrar a tus followers.
Las redes sociales han revitalizado la organización tribal. El número de followers no indica nada. Es solo eso, un número. Si yo quisiera, mañana multiplicaba los míos por dos. Pero una prefiere calidad a cantidad y se preocupa por ser una buena líder de su tribu, un número razonable de «seguidores» y «seguidos». Día a día intento ganarme su confianza, su amistad, su cariño. Su fidelidad. Entiendo que algo así sea difícil cuando te siguen 19.649 personas, desconocidas en su mayoría y con las que no tienes tiempo de interactuar, pero se me ocurren muchas formas de ganarte a la gente que tiene el detalle de seguir tus aventuras.
Estoy pensando en Obama, un líder de la nueva era. Supo dejar a un lado los discursos intelectuales y tocar la fibra sensible de la gente, sin dejar por ello de alcanzar sus metas. Creo que todo el que quiera ser alguien en esta red social, tener un impacto real en la vida de las personas, tiene que seguir su ejemplo.
(Twitter tiene una gran pega: cuando el tuitero se libera de la limitación de los 140 caracteres, pasa «esto». Disculpa/d el rollo. Estoy de guardia, velando el sueño de mis hijos, con gripe, y escribiendo se me hace mas corta la noche.)
Comparto en gran medida la opinión de Alicia, ese «Las redes sociales han revitalizado la organización tribal» creo que tiene una enorme verdad de implicaciones brutales dentro.
Entiendo que tener una cantidad excesiva de followers pueda suponer un ¿estímulo? y que seguir a demasiada gente hace que te pierdas mucho de lo importante (yo por norma sólo sigo a la gente que publica cosas que me resultan interesantes profesional, personal o anímicamente :-))… pero no entiendo lo de diferenciar entre los que conoces en persona y los que no.
Twitter me ha permitido poner un ojito en el día a día de gente que me parece interesante, algunos por su enorme calidad profesional, otros por su energía personal, otros por ambas… pero si algo caracteriza mi red de twitter es que mezcla de forma estuppenda comentarios interesantes sobre cosas en las que no tengo otros ojos más que los de mi red para ver y comentarios personales que dan un poco de «sal» a el timeline y no te dejan olvidar que no se trata de cualquier red de cosas, que son personitas al otro lado los que comparten cvoluntariamente sus entusiasmos.
Confieso, a la mayoría no tengo el gusto de conocerles en persona, pero confieso también, estoy deseando conocerles :-)
Hola a todos,
Soy un poco profano en el tema si bien, extrapolándolo a otros medios o herramientas, puedo decir que me da un poco de yuyu cuando mucha gente sigue a unos pocos (por muy interesantes que sean).
Cada vez pensamos más la misma idea más personas a la vez. El acceso a la información estandariza el pensamiento no creativo.
Veo a la gente muy necesitada de seguir a unos pocos, ofreciendo mucha fe, y muy necesitada de que le sigan muchos, demandando mucho cariño y apoyo.
Saludo y, decir que me ha gustado el comentario de Alicia.
Alejandro
Si sigues a todos tus seguidores tiras por los suelos la «Teoría de la proporción del 1/3» :D
http://www.carlosblanco.com/2009/11/04/me-siguen-en-twitter/
Es increible el twitter acabo de descubrir una de sus aplicaciones http://www.twittertim.es es como las recomendaciones de google readers pero mucho mejor… más opciones a seguir a quien quieras… el periodismo digital uff no se como se organizará porque el pagerank ya no es un medio para calibrar ni para recibir publicidad…
Es una necesidad manejar el inglés, te pierdes todo sin él… creo que el gobierno no se esfuerza nada ni por fomentar la digitalización de los ciudadanos ni porque aprendamos otros idiomas (con la tdt sería fácil hacer el esfuerzo)