Decididamente, no ha sido la mejor semana para la llamada «industria cultural». Las evidencias se acumulan, y las cosas empiezan a hacer agua ya no por la vía habitual, la de los consumidores, sino por otra muy diferente, la de los artistas. En solo una semana, declaraciones de Santiago Auserón, Bigas Luna o Curt Smith profundizan en la herida abierta anteriormente por Hombres G y por muchos otros anteriormente: la música es digital y se distribuye mediante descargas de todo tipo y condición, en un proceso que nada ni nadie pueden detener.
El mercado ha cambiado, y los intermediarios no son capaces de encontrar su papel en esa nueva estructura, porque los enormes márgenes en los que sustentaban su estructura ya no tienen cabida al no estar justificados por un aporte de valor real y tangible. Vender copias metidas en plástico de cuyo precio de venta se entrega al artista un porcentaje de tan solo un dígito es hoy en día un negocio insostenible, la tecnología lo ha convertido en obsoleto. Las grandes discográficas pueden unirse para financiar Spotify, pero el canal no tiene sentido para los artistas, porque la estructura de márgenes impuestas por las propias discográficas hace que el artista acabe ganando más dinero interpretando su música en la calle. El espacio entre los legítimos creadores y los consumidores se ha hecho tan estrecho, que ya no soporta las mastodónticas estructuras de la industria, por mucho que se agrupen en pretendidas coaliciones que no representan a los artistas, sino tan solo a eso, a los representantes de una industria en declive.
Si se mueven, malo. Si no se mueven, también. Las opciones para quienes vivían de seleccionar artistas para la producción, distribución y comercialización de pedazos de plástico que contenían su música son cada vez menores. Perdida cada vez más la batalla tanto con los consumidores como con los artistas, solo les queda perder el favor de una clase política que sigue comulgando con ruedas de molino en contra de la opinión de la mayoría de sus votantes, y que intenta seguir legislando lo ilegislable para proteger lo que ya no puede ser protegido. Mientras la industria clama que la música se muere, la evidencia histórica se acumula y sus argumentos pierden todo el valor: más de diez años después de la llegada de Napster, la música no solo no ha muerto, sino que está más viva que nunca, y lo único que muere son los intermediarios que se aprovechaban de ella.
Mientras las evidencias se acumulan, esto se hunde y la orquesta sigue tocando.
Brillante y conciso… no tenía idea de que Bigas Luna también arremetiera contra la «industria agónica».
Lo lamentable sigue siendo, en efecto, la clase política, obsesionada en sostener lo insostenible y que no es capaz de percatarse de las posibilidades que ofrece el nuevo medio.
ante esto solo puedo decir…ole ole y ole, …blanco y en botella.
Amén.
Ojo con las declaraciones de Bigas Luna, porque lo que hace es «tirarse el rollo» con los que descargan para caer bien pero soltar la perla al final, indicativo de que no ha entendido nada y sigue con la cantinela de siempre… Esto es lo que dice:
«si alguien se toma la molestia y hace un esfuerzo» para ver una de sus películas, aunque sea de esta manera, le parece «algo maravilloso». En todo caso, «deberían pagar los operadores de telefonía»
Está bien claro y me gusta el artículo, esta nueva marera de distribución de la música tiene que hacer que ganen dinero quien realmente lo merece.
Totalmente de acuerdo con tu análisis, que enfoca perfectamente el mayor de los problemas.
Sin embargo, veo otro problema más: está muy difundido un tipo de «creador» que muy poco crea y que salta a la fama con una o dos canciones que se ponen de moda gracias al marketing machacón de los intermediarios, y que quiere rentabilizar su éxito efímero hasta la jubilación o, mejor todavía, la herencia de sus bisnietos. Estos pseudoartistas no serían nadie sin el empujón de la industria, que obviamente quiere ser recompensada rápidamente por la inversión necesaria para la fabricación y comercialización de un producto de moda.
Actualmente, los que tienen mucho que ofrecer desde el punto de vista musical y cultural pueden dirigirse directamente al público y encontrarán su pequeñísima parcela, aunque excepcionalmente llegarán a la masa. Los que sólo tienen una voz y una imagen más o menos agradable, y que nunca llegarían al éxito sin intermediación, necesitan que alguien les invente y que cree en el gran público la impresión de que son artistas.
Pero, ¿estamos seguros de que el gran público les necesite?
Solución a medio plazo: educación musical, en el sentido más amplio de la palabra, para que los gustos de la gente deriven de un fuerte sentido crítico y no sean manipulables de manera que, en vez de aceptar pasivamente las imposiciones de la moda, elija libremente dentro de la oferta mundial, disponible en el gran escaparate cultural que es Internet.
Pero, para que eso ocurra hace falta un esfuerzo político que actualmente no existe, por razones e intereses que todos conocemos.
Afortunadamente cada día hay más artistas que se dan cuenta que el modelo actual está caduco y trasnochado. Impresionante la frase de Santiago Auserón: «es verdad que en los últimos tiempos la SGAE se dedica más a adquirir inmuebles con el dinero que sobra de la Fundación Autor que a contribuir a un diálogo social a fondo, sin prejuicios y sin reservismos acerca de, por ejemplo, la propiedad intelectual». Si en la SGAE hubiera gente con está visión del problema en vez de los jetas acabados que hay actualmente…
Respecto a lo de Bigas Luna, yo no metería sus declaraciones en el mismo saco. Me parece lamentable que siga justificando las subvenciones al cine español y que pida que sean las telecos las que paguen los derechos por las descargas. La misma basura que el canon para los CDs, discos duros y demás…. Por si acaso un usuario se baja algo, la teleco que pague… ¿Cuando aprenderan estos señores a vivir de su talento y no de los demás? Y si del cine no se puede vivir en España porque no hay suficiente calidad… pues que se dediquen a otra cosa.
Bueno, parece que aumenta el grupo de personas con sentido común,
De todas formas las discográfcas tienen dos misiones, dar a conocer a los músicos y fabricar y distribuir el soportes de la música. Internet solo acaba con la parte relacionada con la fabricación y distribución del soporte de la música.
Les queda sin tocar la primera parte, los músicos seguirán necesitando quien les de a conocer al gran publico y por ello estarán dispuestos a pagar una parte sustancial de los ingresos que obtengan por su música, como lo estuvieron en el pasado.
Solo les falta a las discográficas encontrar la formula de darlos a conocer en el nuevo mercado musical que ha creado Internet y llegar a contratos razonables con los músicos por estos conceptos.
Ya lo hicieron con la aparición de la radio y no hay razón para que no lo hagan una vez más. Se nos ha olvidado que oír música por la radio es gratis, y «Los 40 principales» fue el medio de promocionar músicos mas eficaz en su momento, ¿no serán capaces las discograficas de inventar algo parecido en Internet?..
El problema de raíz es que los políticos siguen legislando como hace 20 años obviando que las cosas han cambiado. La era digital ha llegado y jueces y políticos no se han enterado.
Sr Dans hay un error en el la interpretacion de lo que Bigas Luna dice.
El titular de Libertad digital es una interpretacion sesgada de tan solo una parte de lo que declaró el afamado director de cine.
El meollo del mensaje de Bigas Luna es el reclamo de un canon para las conexiones ADSL, o sea que se cobre a las operadoras de telefonia y proveedores de conexion.
Dice que es naturalisimo que la gente se descarge lo que le gusta, ya que puede hacerlo con un simple click y a renglon seguido reclama que se haga pagar por ello a los proveedores de acceso.
En definitiva reclama la extension del canon, éste puede ser a ciegas o bien puede implicar exigencia a las operadoras para que fisgoneen, o se permita fisgonear a otros, lo que corre por sus maquinas al objeto de hacer identificacion y estadistica de lo que se descarga.
Yo no tengo claro que la música esté más viva que nunca. Hay muchos más conciertos, es verdad, y eso está muy bien. Pero los dan dinosaurios de los 70 y 80 para regocijo de los cuarentones que vamos a verlos, pero ¿hay más música? ¿que hay ahora? ¿DJ’s?
De lo mejorcito que he leído de tí. Conciso y fino hasta más no poder. Gracias por tu entrega y generosidad.
#12 Robi
Coincido contigo, se nota cierta sequía de nuevos interpretes. que las grandes giras del verano hayan sido protagonizadas por figuras como Madonna, Coldplay, Leonard Cohen o la que pensaba realzar Michael Jackson, indican cierta sequía en la impartición de nuevos músicos en los últimos tiempos,.que indican claramente, que las discograficas, al no tener claro el retornar de beneficios, desde hace tiempo que no apuestan por nuevos músicos, sino solo por los consagrados que les dan un beneficio inmediato.
Creo que esta situacion es circunstancial. Nuevos músicos siguen apareciendo diariamente y si no funcionan los canales habituales de darlos a conocer, aparecerán otros nuevos.
Es por lo que digo, que más que lamentarse de sus desgracias, las discográficas deberian aprender a hacer trabajar para su beneficio las nuevas tecnologías, como antes aprendieron a manejar la radio y la televisión, que tambien distorsionaron fuertemente el mercado de la música, al ofrecer espectáculos musicales gratuitos al público..
Estupendo, me gusta mucho el articulo…
Saludos!
Alex
Mientras se pueda explotar lo inventado, ¿por qué tratar de inventar algo nuevo?, y es más, si los legisladores lo permiten, ¿para qué tratar de cambiar nada?
Es la eterna lucha del cambio, y en este caso las partes reticentes al cambio son grandes empresas y organizaciones con patrimonios y presupuestos millonarios, con el beneplácito de la clase política.
Has puesto una lista de personas que han visto la luz, pero todavia existen muchas que viven en otro mundo.
Un ejemplo de ello es la que fue directora de la academia de cine, Marisa Paredes.
Marisa Paredes afirma que el ‘No a la Guerra’ marcó la mala marcha del cine español
Un parrafo ….
Paredes considera que el cine español «en estos momentos y más que nunca está en la picota». A su juicio, aunque el problema guarda también relación con la distribución y la programación, ahora se vive «una situación que viene desde el ‘No a la guerra'».
Me ha dejado perplejo estas declaraciones.
De acuerdo con todo y además de aplicable a la música, ojo con la que le viene al cine y no digamos al DVD.
#18 y a la industria editorial con los ebooks…
Estamos en la edad de oro de la difusión de contenidos culturales, esto era lo que queríamos. La total democratización de la información con los menos intermediarios posibles. El acceso fácil para todo el mundo, esto todavía es utopía, pero a eso tiende. A quien no le guste, va en contra de los intereses de la mayoría, pretendiendo salvar unos privilegios que hacen de las culturas, una especie de alimento exquisito para élites, por el que pretenden cobrar un valor añadido, que ya se ha cobrado en origen. Viva el Internet libre! Saludos.
Los CDs de música como los LIBROS, si no tienen un intérprete o autor, capaz de subir a un escenario y emocionar al auditorio, no se vende… Guste o no, es la nueva era de divulgación de contenidos, en donde todo lo que se pueda digitalizar, el intermediario sobra.
Sería agradable leer de vez en cuando algo distinto. Tendrá que ver con el calor.
sin embargo detrás de todo esto, cómo se financia la industria del cine? representaciones en la calle? alguien tiene que poner un poco de sentido a todo esto
Yo en cuanto a la música tengo claro que los contenidos pueden ser libres o pueden pagarse sin DRM, ya que los artistas tienen otras fuentes de ingresos como son los conciertos y el dar gratis o sin DRM su música les lleva a tener más gente que les escucha y por tanto puede ir más gente a sus conciertos. En el caso de los ebooks tengo claro que es posible eliminar a los intermediarios como ahora los conocemos (editoriales) pero creo que los autores deberán seguir cobrando por sus obras (con DRM o DRM social) debido a que las fuentes de ingresos que tienen (tertulias, conferencias) son menores que los músicos. ¿que os parece?
Me ha gustado mucho tu artículo. Creo que condensa perfectamente la situación, apoyándose en hechos contundentes. Dentro de unos años miraremos atrás hacia este momento y diremos: ese fue el punto de inflexión.
Fenomenal exposición. Es una radiografia perfecta de la realidad.
Pues en cierto modo estoy de acuerdo con Bigas Luna: los operadores de internet deberían convertirse en los productores y financiadores de su producto estrella, esto es, el que supone mayor reclamo para el consumidor de las conexiones a Internet; Películas, series y música.
Si no tuviéramos acceso a dichos contenidos de forma gratuita y rápida como ahora, la mayoría de los internautas no haríamos uso del ancho de banda que se nos ofrece, y por supuesto no estaríamos dispuestos a pagar los casi 50 euros mensuales que cuesta en España una conexión decente de ADSL.
El futuro es la fusión entre los productores de contenidos y los proveedores de conexión a Internet.
Sólo falta que un gigante dé el salto, todos le seguirán y cambiará el modelo de la industria del entretenimiento.
#27 Cesar: El problema está en que si las operadoras tuvieran que pagar un canon, la conexión no nos costaría 50€, serían 60 ó 70€, ya que las telecos no van a perder dinero. Y si ya de por sí, las conexiones en España son caras…
El señor Bigas Luna, y en general todos los cineastas españoles, debería asumir que la mayoría de las películas que hace no tienen ningún tipo de interés para los usuarios y que debería ser más selectivo con sus proyectos. El vivir de las subvenciones es muy bonito, pero la seguridad social hubiera quebrado hace muchos años si a todos nos subvencionaran nuestros proyectos personales. ¿Por qué a los cineastas sí? Que se lo curren como tenemos que hacer los demás.
Señor Dans, respecto a su artículo sobre la indústria de la música, he encontrado un documental interesante: Good Copy, Bad Copy.