Genial entrada de Jesús Encinar en su blog, «El valor de los contenidos tiende a cero«, que incide en un tema fundamental para entender a la industria de los contenidos hoy y las actitudes de los que para ellos trabajan, desde los directivos a las entidades de gestión de derechos de autor, pasando, como no, por los ministros de cultura.
La cuestión es clara: vivimos una enorme avalancha de oferta y variedad de contenidos, marcada por cuatro tendencias: globalización, contenidos generados por el usuario (UGC), digitalización y fin de los monopolios de distribución. ¿Resultado? Muchísimos contenidos al alcance del usuario, disponibles a golpe de un clic. Un entorno aterrador para los «señores de los contenidos», los que antes disfrutaban de un monopolio en virtud de la imposibilidad, para los seres normales, de producir, comercializar o distribuir contenido.¿Qué hay peor para un cantante famoso que un entorno en el que muchísima gente puede ponerse a cantar, editarse, ser encontrada y escuchada por todos? Si además todo ese nuevo océano de contenidos resulta ser completamente gratis, ¿cómo esperan ganar dinero los de siempre intentando cobrar por el suyo? ¿Porque el suyo es «de calidad» y el otro no lo es? ¿Seguro que eso es así de cierto y se mantiene en todos los casos?
La conclusión va mucho más allá: en realidad, el problema no es lo que algunos llaman «piratería» (incluido el propio Jesús, y ahí disentimos), sino el intento vano de proteger los monopolios del pasado. Lo que realmente molesta a las discográficas, a la SGAE y al ministro de la SGAE (uy, perdón) es la pérdida de la exclusividad. Lo que de verdad les pone a cien no es que nos descarguemos sus obras, sino que éstas aparezcan al lado de millones de otras obras que se distribuyen de manera gratuita. En realidad, ellos saben perfectamente que serán ellos mismos los que acaben distribuyendo sus obras gratis para que tengamos a bien dedicarles nuestra atención y vayamos después a sus conciertos y entremos en otras vertientes de su modelo de negocio. Entonces, ¿qué intentan? Simplemente, conseguir que, antes de que eso se consume, antes de que nos demos cuenta de que vivimos en la economía de la abundancia, su ministro les ponga un quiosco: que su negocio se convierta en un «impuesto» que todos tenemos que pagar en forma de canon sobre cualquier cosa.
Que no os engañen: el ministro ese de las medidas impopulares, ese que tanto despotrica y nos insulta a todos, no está defendiendo la propiedad intelectual ni nada que se le parezca: está defendiendo EL NEGOCIO. Así, con mayúsculas. Defendiéndolo de la competencia, de un entorno de hiperabundancia, de un mundo en el que se genera más cultura (paradójico que eso aterre precisamente al «ministro de cultura») y ésta se convierte en disponible sin trabas para todos. De economía de oferta, a economía de demanda. Donde antes marcabas el precio, ahora compites por la atención. Lo que defiende el ministro que supuestamente tendría que defender a sus ciudadanos es, en realidad, a quien le alimentó antes, le alimenta ahora y le alimentará más adelante. Ni a ti, ni a mí, ni mucho menos nuestros intereses: les defiende a ellos y a su modelo de negocio. Y eso es completamente intolerable e indigno en un ministro de un país democrático.
No se porque se insiste en que copiar algo sin pagarlo para utilizarlo no es piratería, por mucho que un juez haya dado la razón a alguien que lo ha hecho. Todo autor tiene derecho a cobrar un % cuando se utiliza su obra (dejando de lado que sea la SGAE quien haga esa gestión, pero alguien tendrá que hacerla). No creo que a quien te contrata a ti como profesor y que le cuesta un dinero y cobra a los que asisten por su trabajo, le gustase que grabasen tus clases y las utilizasen sin pagar. Es un debate dificil, pero se esta llegando a un punto en el que creemos que bajarnos cosas de internet sin pagar es un derecho, y los derechos son de quienes producen, y de quienes pagan por lo producido.
¡Cuánta verdad hay en estas palabras! El mundo ha cambiado y algunos aún no se han enterado, pero que no lo olviden, ¡somos muchos más! Los consumidores podemos hacer tanta presión como queramos, basta con no consumir y basta con buscar la información en internet. Creative Commons es la solución y ¡el futuro!
y si no… el tiempo
Buenas Profesor!
Me encantan sus presentaciones! me parece que superan POR MUCHO a power point. Me podria orientar en terminos de donde comprar el paquete? o donde bajarlo?
Muchas Gracias!
No os pasa que en muchas webs de noticias hay siempre las mismas noticias?? Como los periodicos con las agencias EFE o Europapress con las noticias. Las compran, pero son solo 5 o 6 periodicos o cadenas y cada uno le da su version. Con las webs y blogs pasa que muchos no comentan , se limitan a copiar.
Estoy totalemente de acuerdo incluso diria que muchos de nosotros tendriamos que trabajar mas los contenidos, esforzarnos mas en hacer buenos post o comentarios, no el publicar por publicar, el querer publicar cada dia seamos individuales o empresas es malo, baja el contenido. Hay mas metodos de ir creciendo sin tener que ser a costa de los contenidos.
Todo ello llevara a una sola cosa, aquellos que publiquen contenidos de mas calidad y sin otro animo seran los que se mantengan y busquen nuevos modelos , incluso de vender contenido, pero seguro sera un poco mas adelante, cuando sean tantos los blogs y gestores de contenidos que ya sea todo lo mismo.
Un saludo a todos
Concuerdo con lo que dices Enrique, deberían cambiar a su Ministro de Cultura, el cual se nota, se ve y se lee que no sabe nada sobre internet y sus beneficios para las empresas y los usuarios.
John,
Señor Dans, siendo usted profesor de MBA en el Instituto de Empresa, y significando MBA Master In Business Administration, ¿por qué habla tan poco en su blog de administración de empresas? Reconozco que una de las facetas de la «investigación y opinión acerca de los sistemas y tecnología de información» incluye temas sobre derechos de autor pero, ¿no teme encasillarse al hablar continuamente de lo mismo una y otra vez, además con un discurso que, dicho sea de paso, resulta sospechosamente demagógico y populista?
Por cierto, cuando vaya al cine a ver la última producción de 200 millones de dólares de coste seguro que pensará que eso lo puede hacer cualquiera en su casa con su webcam y publicarlo en el Youtube…
Un saludo.
Cuanta razon tienes Enrique!
Mira hoy nos sacan a los espanyoles hasta en el TechCrunch, flipando con aquello de los detectives de la SGAE en una boda.
http://www.crunchgear.com/2008/12/18/spanish-copyright-agency-crashes-wedding-in-search-of-copyright-violations/
Buenas, enrique!
Yo soy cantante desde hace muchos años, aunque siempre en bandas menores y sin posibilidad de ganarme la vida con ello. Totalmente de acuerdo contigo: somos muchos -entre los que, sin falsa modestia, me incluyo- que tenemos la calidad suficiente y miles de horas de esfuerzo detrás, para competir contra cualquiera de estas supuestas estrellas que nos quieren vender por las radios. La música no morirá ni bajará su calidad -más bien al revés- porque dejen de salir los mismos de siempre en los medios. Al contrario: la escena ganará en variedad y creatividad. Ya está bien de cobrar toda la vida por un trabajo hecho por alguien hace 50 años. Si se me permite el símil, un albañil -ni un arquitecto- no cobra por aquel edificio que diseñó el siglo pasado: trabajan cada día y se ganan su sueldo. Eso es lo que tenemos que hacer los músicos: tocar en directo y dejarse de cobrar desde el sofá. Y si no les gusta tocar en directo -a mí y a otros miles nos encanta-, que se dediquen a otra cosa.
Gran blog. Te sigo hace algún tiempo, aunque a veces ese mismo tiempo me lo impide. Ahora tengo bastante ;-)
Queda claro que el paradigma cambió, pero muchos no se han dado cuenta aún. El tiempo se encargará de enterrar a quienes quieran forzar un modelo caduco en el siglo XXI, como lo ha hecho en otras ocasiones.
Como comenté en el post de Jesús Encinar, creo que el concepto va mucho más lejos de lo que se plantea.
La gráfica de su entrada (con el precio disminuyendo con el tiempo dado el mayor contenido disponible) muestra la realidad del mundo «físico» donde el precio tiende a cero cuando el bien es ilimitado (como el aire).
En Internet se puede llevar el concepto un paso más: el precio de los contenidos no sólo puede acercarse a cero sino que puede llegar incluso a ser negativo (es decir, el propietario de este contenido «pagará» y el usuario «cobrará»).
¿Quién estaría dispuesto a pagar para que otros vean su contenido? Desde un grupo de música que quiere promocionar sus canciones para un concierto, un periódico que quiere más usuarios para aumentar audiencia, un bloguero al que le apetezca que le escuchen, un profesor con una teoría nueva, la tesis de un doctor cuya mayor reputación le ayudará a tener un número mayor de pacientes, una ONG para denunciar algo,… y miles de otros ejemplos.
Esto no significa necesariamente que el contenido no genere negocio… simplemente que el negocio que va a generar igual no se encuentra en el propio contenido sino en lo que se generará en el futuro gracias a esa «inversión» en dicho contenido.
Supongo que seré inpopular por lo que voy a decir pero, un medio de comunicación (periódico, TV, blog, etc…) es juez y parte en este tema.
Los Mass Media están haciendo una gran campaña de acoso y derribo hacia la SGAE en España (con más o menos justicia) pero nadie se esfuerza en explicar algo muy simple.
Los máximos beneficiados de que los contenidos no tengan dueño son precisamente los Mass Media.
«EL NEGOCIO» es también movilizar a la población con soflamas ante SGAE para reducir los costes de lo que te sirve para ganar dinero y que producen otros a los que desearías no tener que pagar.
No se puede decir mejor.
Totalmente en desacuerdo. Los contenidos generados por los usuarios suelen ser una mierda en comparación con lo que puede realizar una productora seria,joder.
Comparar el video del pagafantas con Starwars es una barbaridad.
Hacer contenidos de calidad cuesta DINERO. Y no quiero recordar casos de gentes que haciendo contenidos de calidad en vez de videos frikis se ha ido a pique.
Me parece bien que haya mucho más contenido accesible en Internet , que gran parte sea «gratis» y que compita con otro contenido » de pago». Incluso que haya empresas que monten negocios con este concepto que dice C.Anderson de 99% gratis y 1% de pago.
Pero no veo bien que se escanee un libro y se ponga en una red p2p.
Una cosa es que los editores de libros, periódicos o discos no estén aprovechando de forma adecuada las posibilidades de Internet y otra que se pueda hacer uso de una propiedad intelectual que está regulada por ley.
Una cosa es que la sociedad esté cambiando y que los nativos digitales no comprendan por qué comprar un vídeo cuando tienen a youtube y otra es que si un editor de videos no tenga derecho a cobrar por su trabajo lo que considere adecuado. y a protegerlo. Si nadie quiere comprar por que se prefiere algo gratis está bien pero que no copien no?.
La relación Internet-gratis ha interesado a algunas compañías. Especialmente las de telecomunicaciones y las proveedoras de hardware y electrónica de consumo.
El futuro es la creación de servicios sobre gestión de la información y el contenido. Realmente la gestión de inteligencia para personas.
La Red evolucionará hacia una interacción personal con la información que es relevante e importante para cada usuario ,según su contexto social , económico y profesional.
Es cierto Enrique, hay que buscar otro modelo de negocio… en mi caso, mi curso Aprende y Diviértete por Internet. Edición Junior será distribuído sin coste… ganaremos en publicidad, prestigio, algún sponsor etc…
Leí en Twitter hace un par de días:
«La loteria son los impuestos de los ciudadanos con un nivel pésimo de mátemáticas».
No se sí la frase era exactamente como la escribo, pero el significado venía a ser el mismo.
En el mundo de la música pasa exactamente lo mismo. Todavía hay gente que sigue comprandose Casettes de Quim Barreiro o del Fary en los mercados dominicales y luego hay gente que escucha musica en jamendo o en Last.fm.
Con esto quiero decir que siempre habra gente con un conocimento pésimo de internet y medios similares a los que la industria seguira exprimiendo.
Como siempre discrepo en la forma y no en el fondo. Estoy de acuerdo que cada vez hay mas contenidos a la distsncia de un click. Estoy de acuerdo que todos podemos hoy hacer y editar contenidos.
Yo mismo escribo, (tengo un blog), pero mi literatura no es de la misma calidad, (ya quisiera), que la de García Marquez, (pongo por caso). Tambien hago fotografías, pero nada que ver con las de Salgao. Tambien hago vídeos, pero nada que ver con lo que hace Amenabar,.y afotunadamente para todos no subo mis canciones, pues nada tiene que ver con lo que hacía Frank Sinatra.
Como a mi, le ocurre con toda seguridad al 99% de la población, todos podemos crear contenidos, El probelma no es que nos falten contenidos a un clik, sino que la produccion de ese escaso 1%, (o menos), que son unos fuera de serie, va a quedar sepultada por un 99% de vulgaridades de bajo valor.hechas por personas como yo y otras aun más zafias, (que todavía hay clases), y el problema es que quien produce ese 1% exquisito, necesita dinero para viajar por Africa, (Salgao), dinero para sacar tiempo para escribir una novela de 400 paginas, (García Marquez), y dinero para hacer una pelicula interesante, (Amenabar)
Si no encontramos la forma de que estos señores recauden dinero para hacer sus obras y una vez hechas las obras, exista un mecanismo, (exhibidor, o editorial), que las ponga por encima de la vulgariddad de contenidos imperante, los consumidores de contenidos, no encontraremos esas perlas para nuestro disfrute.
Y a mí no se me ocurre cómo se va ha conseguirse eso, por más que vea, que es imparable el cambio en el mundo de la produccion de ARTE y que considere ridicula y contraproducente la guerra que quiere entablar la SGAE.contra los consumidores de contenidos.
Los espectáculos de gladiadores y guerras navales patrocinadas por los emperadores romanos creo que eran la repanocha, comparadas con las pobres y lamentables corridas de toros o espectáculos de boxeo y lucha que tenemos ahora. ¿Y de quien es la culpa, eh, eh? Pues de las películas y los videojuegos, porque si no, seguiría habiendo demanda de aquello, que sí que tenía calidad y era meritorio, no como lo de ahora, que es de mentirijillas. Ni se mueren de verdad ni nada…
Si no te gusta la comparación con el verdadero espectáculo de masas, el de más éxito en la historia, el que era como una peli de Cecil B. de Mille pero todo de verdad, puedes hacer la comparación con el circo, las variedades y el teatro. Todo eso sólo sobrevive en formatos pequeños y baratos, porque la tele y las pelis invadieron la mayor parte de su espacio, y desde luego ahora hay muy pocos espectáculos en directo, de excelente calidad y con cientos de sueldos que pagar. ¿Prohibimos la tele y las pelis?
El dinero, fama, atención pública, histeria de los fans, etc., que movía la ópera hace ciento cincuenta años, que era como ahora con las estrellas del rock, no tienen que ver con lo que es la ópera ahora, a pesar de que la calidad de los cantantes y de la puesta en escena no son peores, sino seguramente mejores. ¿Qué debemos hacer? Pues lógicamente, prohibir la música grabada y la sonorización, que tienen la culpa de que miles de mindundis sin voz asfixien a los que sí la tienen. Amos, hombre, tanto farsante que no puede con su voz llenar sin micrófono ni una sala de quinientas butacas…
Y así sucesivamente, Gorki.
El equilibrio se encontrará de nuevo él solito en algún punto. Puede que ese punto te guste tan poco como a mi abuelo, que adoraba la zarzuela y no apreciaba nada la gran variedad de música que ganamos a cambio gracias a los discos, la radio y la electrónica. Puede que no deje espacio para algún tipo de espectáculo fastuoso… ¿Y?
A diferencia del tópico, yo considero que los egipcios hubieran salido ganando si el coste de las pirámides lo hubieran empleado en cosas productivas y en vivir mejor. ¿Que hubieran dado menos espectáculo? ¿Que no sabríamos de ellos? Bueno, ¿y qué?
#16 Aloe
Quizá sea como tu dices, sobre todo será, lo que sea y no lo que queramos nosotros. Ahora a mi me da un poco de pena que mis nietos no puedan disfrutar de obras de cine como, StarTreck, de escritores como Gala y de peliculeros como Woody Allen,por que las circunstancia han cambiado y se tengan que conformar con lo que pesquen en los blogs, miren en Youtube y vean en Flickr.
A mi personalmente me da lo mismo, porque tengo 65 años y a poco que dure,esto, cuando todo se vaya al carajo, yo ya estaré tan muerto, como las momias egipcias a las que tu haces referencia.
La industria de los contenidos han «traicionado» a sus clientes. En TV, publicidad desmedida; en cine, gran cantidad de películas infumables, aumentando la proporción basura-calidad (en la que siempre ha ganado la basura) de manera increíble; lo mismo para las discográficas, inundando y avasallando con sus productos prefabricados hasta que cualquier fórmula exitosa esté, más que agotada, exprimida. Pongo «traicionado» entre comillas porque no termina de ser una traición, aunque siempre hay un acuerdo tácito entre el vendedor y el comprador de que lo que se venda será de calidad (aunque ésta sea subjetiva). Y eso ya no se da con tanta frecuencia como se daba antes: nos tratan de dar mucho más gato por liebre.
La crisis de estas empresas era algo que se veía venir. Han agotado su modelo de negocio por asfixia. Ahora tienen que adaptarse a otras condiciones, pero no es fácil renunciar al volumen de ingresos que tenían.
Hay un tema recurrente en los comentarios que no deja de ser interesante:
La comparación de medios y de calidades.
Bien, yo no me decanto por uno ni por otro lado … sólo me dedico a observar y a meter todo eso en la «coctelera».
Es cierto que para hacer grandes películas y grandes musicales hay que invertir grandes sumas de dinero, ya que, los materiales, equipos y personal no los regalan en ninguna parte … pero eso tampoco quiere decir que todo el costo deba pagarlo el que disfruta dichas obras, sino que hay alternativas que permiten sufragar una parte importante del mismo, permitiendo de este modo una menor repercusión sobre el «consumidor».
Por otra parte, no hay que olvidarse del aspecto lúdico o de la cultura del entretenimiento.
En este sentido, observo que hay una enorme masa de consumidores de este tipo de cultura y aquí es donde está la gran parcela de las producciones más modestas … esas que pueden hacerse con medios mucho más asequibles … donde suele ser más importante y atractivo el ingenio y la capacidad de sorprender que una gran calidad técnica de la obra.
Y … esos medios están ahí y esos autores y futuros autores están ahí, enmedio de nosotros dispuestos a aparecer en cualquier momento.
Si consiguen hacerte pasar un rato agradable ya habrán conseguido hacerse un hueco.
Personalmente, me da lo mismo que el chiste me lo cuente Woody Allen o el vecino del quinto … si el chiste es bueno y me troncho de risa disfrutaré lo mismo.
Creo que terminaremos divididos, como de costumbre:
por un lado se quedarán las grandes producciones, un poco en plan de «cultura de lujo» (para bolsillos pudientes) y por otro la cultura de masas con tendencia a la gratuidad.
Pienso que hay sitio y salida para todos … pero la solución no es «destruir al adversario» para acaparar el mercado (como pretenden los que hasta ahora llevaban la batuta) … la solución es adaptarse, vivir (aunque sea sin amasar inmensas fortunas) y dejar vivir … no existe otra solución más pacífica y democrática.
¿Por qué será que, justo ahora, de repente, todos esos grupos españoles trasnochados, politizados, encanados y no escuchados ni hace décadas ni ahora están sacando discos recopilatorios innecesarios, invendibles, e infumables que nadie va a comprar, y menos descargar gratuitamente?
¿No será para subirse al carro de los cupasangres. cobradores de favores políticos, trincones trasnochados y culturipollas que han encontrado de donde vivir como políticos sin dar un palo al agua en la vida?
Y tienen la desfachatez de llamarme pirata porque me descargo mis series favoritas (a propósito, ninguna de ellas española), cuando ya ha sido emitida y rentabilizada en nuestro país, porque a la hora que la emiten yo tengo que estar trabajando para mantener a mi familia, mientras ellos se pueden permitir el lujo de tocarse sus partes y expoliar a los auténticos trabajadores a costa de unos favores devueltos por el gobierno.
El día que cierren el grifo a la descarga de mis series favoritas yo se lo cerraré a mi proveedor de ADSL. Y no lo haré por venganza, sino porque no necesitaré ese servicio para nada. Y si todos los que podemos dejar de necesitarlo nos damos de baja va a resultar que el agujero del Grupo PRISA va a parecer una broma comparado con lo que dejen de ganar las empresas de telefonía.
Todos los políticos de este país insultan suficientemente mi inteligencia todos los días para que encima se alíen con los reyes del pollo frito de turno para llamarme pirata y ladrón a la cara.
Venga, ¡ánimo! todos a sacar discos recopilatorios y a chupar del bote que ya estamos los demás para no comprarlos… y, a pesar de todo, pagarlos.
«El valor de los contenidos tiende a cero», como bien dice Consultor Anónimo en el blog de Encinar, debiera cambiarse por «el precio de los contenidos tiende a cero». Por aquí se dice que las «calidades» cuentan. En realidad, lo que cuenta es la audiencia: hay contenidos que todo el mundo quiere ver y escuchar y contenidos que no le merece la pena pagar. La sobreabundancia a lo que conduce es a que el usuario es selectivo: si te gustan las de vaqueros, ves las de vaqueros, si no te gustan no. Y dentro de las de vaqueros, ésta te merece la pena y esas otras no. Es decir, para un proveedor de películas con un catálogo de 10,000, lo importante no es tener 10.000, sino cuántos éxitos tienes. O cuantos títulos tienes para tus usuarios a los que les gusta el manga: vaya, ya no hay tanta abundancia, de repente. Si es manga de un personaje o una inspiración concreta, todavía es más escaso. Así que tu problema como productor es el tamaño del nicho.
Lo que sucede con la sobreabundancia es un proceso de personalización del consumo. Lo que sucede con la atención limitada es que sólo se dedica espacio a los que TE merece la pena como espectador. Por tanto, el contenido tiene valor en función a la audiencia que se dirija y la atención que puede captar. El contenido que no la puede captar, tiende rápidamente a tener un precio cero, el contenido que tiene atención, multiplica valor y sus ingresos… pero no en un formato sino en múltiples formatos. Porque se están consumiendo momentos y marcas (llamémosle marca a un personaje, un título…) por todas las vías posibles.
Adicionalmente, son esas marcas las que son el factor crítico de éxito para que un agregador o un digital plus consigan clientes. Es decir, los contenidos tienen mucho valor. En la industria audiovisual se ha pasado de decir que «content is king» a «great content is king».
El problema es que no se sabe de antemano cuál va a ser. En el entorno descrito por Encinar, todo lo que no sea «great content», pierde valor a toda velocidad. El problema para todo el mundo que crea contenidos es qué apuestas hace para los riesgos que supone. Escribir en mi blog y comentar en este, es de bajo coste y bajo riesgo económico; producir una serie con aspiraciones será siempre de alto riesgo económico (los 40 euros de Malviviendo, no son verdad: se olvidaron del coste de sus horas hombre).
22# y que te vas a poner para conectarte a internet?
#17 Escribiste «una vez hechas las obras, exista un mecanismo, (exhibidor, o editorial), que las ponga por encima de la vulgaridad de contenidos imperante»
Mencionas un problema inexistente. La gente no tiene problemas en encontrar la última de Spielberg (o de Amenábar) en el emule, y para autores noveles ya hay desde hace tiempo en infinidad de webs categorías tales como «los más votados» y «los más vistos/oídos/descargados». Eso sin mencionar Google, y las recomendaciones que hacen los propios usuarios en los foros.
En cuanto al dinero para hacer las obras, siempre es posible obtener ingresos por publicidad, y hay también otros modelos de negocio (conciertos, etc).
Estoy plenamente de acuerdo en que el pago de derechos de autor sólo genera una situación injusta. Es un impuesto parafiscal que además sólo sirve para beneficiar a unos pocos en lugar de a todos (como se supone que debe ocurrir con todos los impuestos).
Por otro lado, las cuentas de la SGAE siguen siendo absolutamente opacas y lo poco que sabemos de ellas nos hace pensar que se gastan en dinero en espiar, en atacar las libertades, en poner chiringuitos a sus amiguetes y arrrojarle un pleito a todo el que no esté de acuerdo con ellos.
Pese a lo que se diga, de momento, en muchos campos no existe un modelo alternativo a los canales de distribución y comercialización tradicionales (unos canales en los que, por cierto, el cobro de derechos de autor no jugaba ningún papel relevante; a los autores se les pagaba por anticipado o mediante participación en beneficios por la explotación de su obra; entonces, nadie se preocupaba por los derechos de autor).
El problema con los modelos basados en la publicidad es que el campo está saturado (no cabe más publicidad porque su eficiencia marginal es nula) y la publicidad destina a un segmento o nicho de mercado muchas veces es costosísima (su coste marginal es mayor que su ingreso marginal). No creo que pueda ser el sustento de los autores en la mayoría de los casos.
Por otra parte, es cierto que los músicos (o los magos o las compañías de teatro) puede obtener ingresos mediante «eventos en vivo» (conciertos, representaciones, etc.). Pero, ¿que nos queda a los autores audiovisuales? Nuestra mercancía está enlatada, ¿qué podemos ofrecer al público más allá de un puñado de bits que cualquiera puede copiar y reproducir sin sentir la necesidad de recompensar nuestro esfuerzo?
La única vía es el merchandasing, la publicidad enmascarada, la subvención y el compadreo. Estas vías de financiación, ¿harán mejor nuestro arte? Si ya éramos esclavos del mercado, todavía lo seremos más y el cine y la televisión pasarán estar dominados por intereses ajenos a la propia industria. Esto ya está ocurriendo. Cada vez somos más una división subvencionada dentro de las grandes corporaciones que lo único que pretenden es utilizarnos como correa de transmisión de sus intereses corporativos.
Tampoco es que el cobro de derechos de autor vaya a evitar esto. Considero que, de alguna forma, los autores seguimos teniendo derecho a que nuestras obras se difundan conforme a nuestros deseos. Claro que esto nos llevaría al eterno debate sobre a quien pertenece el arte, si al público que lo disfruta o al autor que lo ha creado… Por supuesto, este debate no le interesa a nadie.
#25 Krgan
¿Tienes idea lo que se ha gastado pen publicidad para lanzar las películas de Spielberg (o de Amenábar)? ¿Cómo crees que la gente los conoce, por que se lo hadicho el vecino?
Mucha gente está aquí suponiendo que el mundo avanza gracias a unos cuantos «superhéroes». Yo creo que el mundo avanza (y lo seguira haciendo) inexorablemente.
Todo mi apoyo, Enrique, y necesitamos seguir diciéndolo, aunque el ministro no nos lea. Horrorosa noticia la del ministro que nos volverá a condenar al vagón de cola de todo lo que es importante para nuestro futuro. Siempre en la cola por culpa de los mismos de siempre.
La verdad es que despues de leeros a todos sigo sin tener claro alguna cosa.
Creo que en el tema de la musica si veo claro que hay otro modelo de negocio, pero me pregunto que pasa en el caso de los libros y en el caso de las peliculas de cine. Tambien pueden estar a un salto de click hoy en dia. En este claro no lo veo tan claro
¡Claro que si! Los contenidos son gratis. Y los instrumentos musicales. Y los estudios de grabación. También son gratis las cámaras de cine. Y los metros de película. Y el maquillaje y los focos. Tampoco valen nada los trabajos de la gente encargada de crear, producir, promocionar, distribuir y vender esas obras. Por descontado, siempre será mejor un video grabado por cuatro críos borrachos en Youtube que Made in Japan o Alchemy. Y a eso lo llamaremos progreso.
#27 No veo porqué he de pagar yo el gasto en publicidad. A mí me da lo mismo si publicitan o no sus películas.
Tus palabras iniciales fueron “una vez hechas las obras, exista un mecanismo, (exhibidor, o editorial), que las ponga por encima de la vulgaridad de contenidos imperante”. Ese es el único problema que podría haber para mí, que una sobreabundancia de obras no me permitiese encontrar las que son interesantes, y resulta que eso ya está resuelto, como ya dije en #25.
Si visitas YouPorn o similares encontrarás buenos vídeos porno, yendo a «los más votados» y «los más vistos». Te aseguro que ignoro los nombres de casi todas las señoritas que aparecen en los vídeos de YouPorn, y también ignoro los nombres de los tíos que «dirigen» esos cortos (si es que a un tío que maneja la cámara mientras se la están chupando se le puede llamar director). Sin embargo, el sistema de selección funciona. Tanto mejor funcionaría en una peli de verdad en la cual puedo ver los títulos de crédito y memorizar el nombre de un cineasta, y buscar en la Wikipedia qué otras pelis ha realizado (cosa que he hecho infinidad de veces).
#30 Para las pelis: el cine se estuvo financiando exclusivamente con las entradas de los cines durante la primera mitad de su historia, hasta que se inventó la televisión. Superproducciones como «Lo que el viento se llevó» son de esa época. Por otro lado, ¿por qué no habría de funcionar en Internet el ofrecer la peli a cambio de publicidad? En la tele funciona, eso da muchísimo dinero.
Para los libros: yo mismo escribí un artículo sobre este tema. Básicamente dije que se puede incluir publicidad en un libro, de la misma manera que se incluye en periódicos y revistas. Tienes aquí el artículo completo:
http://krigan.wordpress.com/2008/09/14/el-sustento-del-escritor/
En atencion a #30 y #31 jose luis portela y Lucas
Es una despiste comun el asociar el origen e incluso la cualidad de la cosa con quien nos la trae o vende.
Las obras culturales notables surgidas en la era de los medios de explotacion de contenidos puede que hayan aparecido mas bien a-pesar-de que gracias-a-ellos.
Es de dominio publico que la relacion de los compradores de derechos respecto a los titulates originarios de los mismos, o tambien llamados autores, no era una relacion presidida por los mas altos principios morales, sino por los de la ley de la selva del mercado: oferta/demanda, si no aceptas mis condiciones allá te pudras.
La tecnologia digital y la aparicion de internet han volatilizado los presupuestos facticos que otorgaban el control y propiedad del producto al dueño del canal que hacia posible su comercializacion.
Ya no son imprescindibles las imprentas, las radios, los televisiones ni los cines para acceder a todos los productos tipicos de esos medios.
Un producto emitido por cualquiera de aquellos medios era -de facto- de libre reproduccion y difusion, solo que no era nada facil ni economico; de hecho, la fotocopia, la copia casera en cinta o disco no suponia mayor problema, y los negocios propiamente de pirateo debian su ganancia marginal al hecho de no cumplir con los impuestos propios de las relaciones mercantiles, asi que con toda justicia eran objeto de denuncia y represion.
La era digital amanecio, internet se expandio explosivamente, de modo que realizar una copia digital y enviarla al mas lejano punto del planeta con acceso a la red supuso un coste nulo. Hacer eso, precisamente eso, es hacer el uso normal y logico, exactamente lo que ya haciamos con los libros, revistas, cintas y discos que prestabamos y copiabamos, solo que dada la precariedad del los medios e infimo impacto que suponia para la industria del asunto se toleraba dado lo mucho mas gravoso y de pirrico retorno que significaba la opcion contraria.
Con internet, la copia privada digital puso en evidencia la obsolescencia de un modelo de negocio, o sea la banalidad de ser dueño de un canal que ya no es imprescindible, y entonces se pasó a la ofensiva esgrimiendo la letra de la ley y unos sacrosantos principios morales y del derecho de propiedad.
Pues bien, todo eso da igual, internet no es un mero canal, internet es como las calles donde la excepcion debe ser el peaje de paso porque la diferencia entre poseer una calle y disponer de la movilidad e incluso el domicilio de quienes residen en esa calle, no solo hay un paso, sino que es practicamente sinonimo.
En definitiva, las libertades publicas no pueden depender de que gusten o no gusten a determinados propietarios, debe ser un hecho dado al que todo lo demas se ha de amoldar.
Está claro que algo hay que hacer con esto de los contenidos.Por un lado parece claro que los autores de los contenidos, que son como cigarras, tienen derecho a vivir de ellos, pero quizá sea también cierto que hoy en día la cantidad de contenidos se ha multiplicado exponencialmente.Pongo un ejemplo: hace 30 años el único contenido quehabía para verun vierenes por la noche era el hombre y la tierra y un,dos,tres responda otra vez, conun share de 100%. Si no querías esto te podías ir al cine a ver digamos 5 películas de estreno. No había video, no había DVD,solo vinilo y radio.
Ahora un viernes por la tarde cuantos contenidos hay???
´
La respuesta está clara. Los contenidos los están matando LOS VIDEOJUEGOS.
#32 No veo porqué he de pagar yo el gasto en publicidad. A mí me da lo mismo si publicitan o no sus películas.
Bueno, si nunca las hubieran publicitado probablemente no habrías llegado nunca a conocer a los directores en cuestión, así que no te puede dar lo mismo (salvo que te dé lo mismo conocer la filmografía de dichos directores, claro, entonces sí).
Respecto a la discusión original sobre la variedad y calidad de contenidos. No sé… la inmensa mayoría de los contenidos generados por usuarios me parecen de una gran cutrez en comparación con los generados por productoras con medios. Obvio no todo es blanco o negro, pero si me pusieran ante el dilema de tener que escoger si para el resto de mi vida quiero tener acceso sólo a contenidos generados por usuarios o sólo a contenidos generados por productoras… vamos, no tendría la más mínima duda, y no creo ser el único.
¡Hola Enrique! He leido el artículo, y me alegro de que se vaya en este camino. Estoy creando una web, precisamente de contenidos gratis (y generados por mi), y me gustaría preguntarte una cosita: ¿de dónde has sacado la imágen de la entrada? ¿se trata de algún tipo de iniciativa/sello distintivo, o es una imagen en stock?
Lo digo porque una parte de mi mercado potencial está en inglés, y me gustaría, tanto poner dicho sello, como replicarlo en español.
¡Gracias por la respuesta, y felices fiestas!
El escándalo que se arma por la difusión y distribución gratuita y «pirata» me parece casi absurdo si uno ve cómo funcionan las cosas. Después de todo, en lo que a música se refiere, lo más buscado suele ser el material de los artistas más famosos, y esa difusión es publicidad muy barata y hasta el día de hoy no se comprueba que estas megaestrellas de la música estén perdiendo dinero, sino todo lo contrario. Y cuando se produce el fenómeno inverso, en el que un artista desconocido se da a conocer por medio de la web y se vuelve popular, rápidamente es contratado por una compañía discográfica que se se asegura así un nuevo hit y quizás una nueva estrella. Al final todos parecen ganar y estos dos ámbitos más bien parecen retroalimentarse el uno al otro, mas que competir entre ellos. Y al final, el circo armado en torno a la piratería por las grandes compañías más bien parece un gesto casi banal por quedarse con un par más de monedas…
Partimos de que los contenidos se crean y mal que nos pese, para que sean contenidos de «calidad» estos cuestan dinero y hay que amortizarlos, no creo en un futuro audiovisual en que el «contenido» sea un video de tres minutos grabado en «x» sitio, sin medios y gratis, este tipo de contenidos es ahora el «boom», por que la gente tenemos necesidad de ver «cualquier cosa», Youtube está lleno de «cualquier cosa»…pero exento de calidad mínima…pero si los contenidos de tres minutos son de calidad hay que pagarlos, primero a su creador y luego al que lo ve por qué llevará implicita una publicidad….y todos han de recibir beneficio, el creador y el usuario, ese es el modelo que se impondrá ó por lo menos el más justo.
En cuanto a la música, el sistema tiene que ser igual, reproducciones igual a dinero para el autor ó creador, no pasa nada por ver ú oir un poco de publi siempre y cuando beneficie a todas las partes (creador/ autor y quien la escucha y opina).conclusión reparto de beneficios para todos.
Totalmente de acuerdo con Gorki (creo que esto ya lo dije en otro comentario). El ejemplo de YouPorn es genial, si se organizan mesas de negociacion con el ministerio de cultura creo que la van a tener muy en cuenta ;-)
No se por qué habláis de futuro. El P2P, lleva toda la década, desde que en el 99 comenzó con Napster, y me parece que no han salido muchos grupos por esta vía (no digamos directores de cine.). Que yo sepa un grupo de cierto exito «Artic Monkeys» en 9 años. No me parece gran cosa. Además en cuanto se dió a conocer por Internet, después firmó por una compañía, y ahora sacan CDs.
Y, en España ¿quién ha salido con el nuevo modelo de promoción? El «opá vi a cer un corra». Si es que nunca hemos sabido copiar bien a los anglosajones. No somos tan finos. Después de la burbuja inicial, creo que se ha desinflado un poquito. Puede que tenga algo que ver que no hay ningún modelo de promoción via Internet después del globo inicial. O, ¿tendrá el pobre Koala que rodar un vídeo porno y subirlo a YouPorn?
El contenido tiene que ver con la honestidad con que se transmite, la intencion de la informacion siempre puede ir de forma mas directa. El arte de la Desinformacion es igual valido pero igualmente hay que desarrollarlo y pulirlo.
La queja es otra cosa y no importa como se inicia o termina, queja es queja como las de mi vecina al marido.
«de los que para» auuuuuiiiii
«La conclusión va mucho más allá» mas alla de la propia conclusion. (ummm))
«¿Seguro que eso es así de cierto y se mantiene en todos los casos?» (…la pregunta mas dificil del año)
a-ante-bajo-con-contra-de-desde-en-entre-hacia-hasta-para-por-según-sin-……
A ver si yo lo he entendido bien:
Imaginemos que yo tengo una idea para una canción buenísima pero que necesita a la orquesta sinfónica de Londres y a todos sus profesores.
Hablo con una discográfica para que les pague a los músicos y me haga un CD.
Cómo además quiero vivir de la música y la compañía me ofrece un contrato de usurero mi intención será buscar que llegue al mayor número de personas, con el fin de que vayan luego a mis conciertos, que es de donde preveo sacar la tajada.
Por su parte la compañía tiene que amortizar lo que ha puesto y sacar también algún beneficio para poder seguir manteniendo su tinglado, por lo que decide darle GRATIS el CD a las radios para que lo pongan, también le GRATIS a las MTVs el video que también ha hecho, también le paga un viajecito a un DJ también GRATIS, para que ponga su disco. Todo esto para sacar la tajada de los compradores, a los que si les COBRA.
Y yo me pregunto ¿porqué no se lo da GRATIS a los oyentes y hace pagar a las radios, TV y DJs, que son los que realmente ganan poniendo el disco?
O bien, porqué no saca la tajada adjuntando con el CD un bocadillo de jamón al que le reduce un poco el beneficio y así amortiza de paso el disco?
Pronostico que en algún tiempo, las discográficas nos pagarán porque bajemos música de internet. Tiempo al tiempo.
Ah, se me olvidaba.
Yo como muchas veces bocadillos de jamón, y puesto a elegir tengo muy claro que entre dos charcuterías compraría el bocadillo de la que además llevase el último disco de Raphael, al que ya le tengo echado el ojo.