¿Cómo de transparente o de pública es la vida política? Ante la pregunta, incluso en democracias relativamente maduras, la gran mayoría de los ciudadanos dirían que muy poco. Sobre las actividades del político existe un halo de misterio, de sospechosa discreción, como si realmente fuese necesario ocultar al publico una parte de sus actos para poder llevar a cabo su función de una manera operativa. En realidad, esto es rigurosamente falso: no es necesario ocultar al público nada de lo que el político hace, y además, hacerlo favorece en gran medida la aparición de sospechas de corrupción. La transparencia y el control público de lo que ocurre en la vida política es, de hecho, uno de los ejes fundamentales en el programa del nuevo Presidente de los Estados Unidos, Barack Obama.
Transparencia sería, por ejemplo, saber qué está haciendo un político en cada momento: con quién se reúne, qué temas negocia, a qué acuerdos llega, qué influencias recibe… saber, realmente, a qué se dedica el político que tuvimos a bien escoger o que tuvieron a bien nombrar aquellos que escogimos. Ahora, dos iniciativas proponen, una en los Estados Unidos y otra en el Reino Unido, introducir algo de transparencia en la vida del político mediante una herramienta muy concreta: el microblogging. Dos páginas, Tweet Congress y Tweetminster, pretenden estimular respectivamente a los miembros de los parlamentos norteamericano y británico para que compartan su rutina diaria a través de Twitter, permitiendo a los ciudadanos tener una idea real de sus actividades a medida que éstas transcurren en tiempo real. En la página británica, de hecho, ya se han apuntado siete parlamentarios, entre ellos dos ministros del gobierno (Tom Watson y David Lammy), y lo que se pretende es dar cuenta de su frecuencia de actualización o del índice de transparencia resultante de cada partido. En la norteamericana hay ya cuarenta y cuatro miembros, algunos tan relevantes como Nancy Pelosi, Joe Biden o Hillary Clinton, aunque no todos lo actualizan todavía de manera regular o han dado el paso de transformarlo desde su papel original como arma electoral.
Una iniciativa que no garantiza realmente nada – se puede mentir, evitar contar determinadas cosas o incluso utilizarlo como coartada – pero que al menos intenta acercar la vida del político al ciudadano interesado en seguirla, aportar luz a sus actividades cotidianas, y facilitar a los ciudadanos que ejerzan presión sobre aquellos políticos que pretendan seguir manteniendo hábitos opacos.
¿Puede el microblogging, una tecnología sencilla al alcance de cualquiera, que no provoca pérdidas de tiempo y que puede ser llevada a cabo desde cualquier dispositivo, acabar siendo un arma interesante para incrementar la transparencia de la vida política?
No lo creo, una cosa es la intención con la que se implante y otra el uso que le den.
Si se quiere incrementar la transparencia se deberia de poder violar su intimidad y vivir con camaras, micros conectadas a una web para que cualquiera pudiera verlo.
Vivimos en una sociedad que se sustenta en la confianza y este nuevo servicio esta bajo esas mismas reglas, por lo que depende d elo confiable que sea un politico sera util o no, y seguramente, los politicos fiables ya haran saber a sus votantes que lo son mediante otras herramientas mas serias, como blogs, o conversaciones cara a cara con ellos.
Esto es una forma de decir, mira como molamos, sabemos que hya algo llamado internet y que el tuiter está de moda, y… . molamos.
A mí me encantaría saber dónde están los diputados cuando vemos en TV esas sesiones de congreso con tan solo 15 asistentes.
Pienso como Kal, el tema no pasa porque existan mas herramientas transparentes como el microblogging…..mas que tecnologico el asunto es un tema de etica, de confianza, espiritual antes que material….no me imagino a Chavez, Evo o Correa sometiendose a la onda twitter de microbloguear a cada momento, mostrando su verdadera estrategia (el mismo Obama no transparentó como debiera sus conversaciones con Blagojevich)….ad portas del 2009, la politica sigue siendo una caja de pandora, y lo sera por mucho tiempo….
Algo en esa línea, creo, en la página Votes Database (http://projects.washingtonpost.com/congress/) que mantiene ‘The Washington Post’. Saludos.
Permitidme discrepar con los anteriores comentarios. La transparencia total no es posible y siempre debe haber cierto grado de confianza, como si estos representantes fuesen empleados nuestros, pero estas herramientas pueden contribuir de manera activa a acercar los debates políticos a la ciudadanía. A mi me gustaría que todos los representantes tuiteasen para comentar las iniciativas legislativas o de gobierno que están promoviendo o apoyando, para que cualquier persona, en tiempo real, les pudiese hacer llegar su parecer, sus aportaciones o comentarios. Considero que la cuestión principal es recortar las distancias. En muchos casos no hay medios reales de contactar con los representantes políticos.
De todos modos también puede llegar a suceder lo mismo que con los emails. Todos los representantes abrieron uno, lo hicieron público, pero en muy contadas ocasiones responden a las peticiones que les llegan. En fin, como dicen los expertos, lo importante no son las herramientas, son los valores.
Imaginaros si en España se pediría algo así !!!! :-) Con el nivel de absentismo parlamentario que hay !!! Claro, siempre podrían recurrir al engaño y decir que están en el Parlamento, cuando realmente están de copas….justo cuando el coche de Google Street les pillara saliendo de la taberna..como recientemente le ha pasado a una mujer que realmente la han cogido meando.La escena sería cojonuda. La tecnología ayuda, pero creo que más a los ciudadanos que a los políticos que ya han pasado de la fase de democracia de representación a la fase de democracia de substitución. También Ahamadineyad tiene su blog, no se habrá ayudado a tener un Irán más transparente. Podríamos pensar que no…Pero hay un dato curioso, Irán es uno de los paises más activos en bloguería. No se que fue antes si Ahmadineyad-Blog o la Generación Blog en Irán. La cuestión es que el fenómeno esta ahí, y que el ideólogo de todo ésto ha sido detenido.
Sin lugar a dudas algo bueno debe haber en todo ésto, el 2.0, en sus diferentes variantes tecnológicas, como ideológicas, atrae la democracia.
La publicidad y los medios de comunicación no hacen más que mostrar una visión distorsionada de la realidad.
¿Qué se puede esperar del microblogging?…
Idem, eadem, idem
Sería pueril pensar de otra forma.
Pues en España también tenemos políticos que, a título completamente personal, comparten en twitter sus actividades y sus opiniones sobre lo que está ocurriendo en directo, como debe ser.
Los hay de todos los colores, formas y tamaños :-) pero sigue siendo eso: una iniciativa personal. Que, sea dicho, a mí es la que más me interesa. No sé si estería dispuesto a seguir a un twitter n»institucionalizado» porque imagino que trataría de ser políticamente correcto y perdería todo el interés que tiene twitter.
Elúnico político queconozco que hace usode esto es Rafael Estrella el resto pasan como de la mierda.
Me sucede lo contrario a lo que expones. Tu pregunta cambiaría: «¿Puede un blog, una tecnología sencilla al alcance de cualquiera, acabar siendo un arma interesante para llegar a los personajes de la vida política?». Queridos Políticos Magos.
Y por supuesto, encantado estaría de poder medir los resultados, cosa harto difícil.
Felices fiestas, Enrique!
P.D.: disculpa por el enlace, pero últimamente me aparecen en el blog de forma casi recurrente….. justo cuando hay sesión en el Parlamento. ¿Casualidad? ¿Mayor velocidad en el hemiciclo que en el ADSL de casa? ¡Vaya Ud. a saber!
No creo que sirva de nada. El poder, sobre todo político, se asienta entre otras cosas en manejar información restringida y en la discreción en ciertos temas, que son precisamente, los más interesantes para el público. No se podría llegar a acuerdos y negociaciones en muchos casos si los implicados anunciaran a tiempo real lo que están haciendo. Los medios de comunicación influyen mucho y hay tramitaciones que se deben conocer a posteriori para que no se eternicen. Es triste, pero es así. Todos querrían meter el cuezo en las cosas en las que se moviera el político. Ya no valdría el «a mi no me invitaron a la negociación, pero me fastidio». Sería muy bonito poder hacer todo a la cara de aquellos a los que se supone que rinden cuentas, pero no es práctico.
Además, si ni siquiera escriben ellos los discursos importantes que dicen ante millones de personas, sino que los hace el gabienete de prensa o lo que sea, no creo que vaya a ser muy diferente con eso. Dejarán que el asesor de turno le actualice el twitter, y seguirán diciendo sólo lo que quieran que se sepa. (y para colmo con la hipocresía de querer aparentar transparencia)
Sigo pensando en el bíblico «por sus obras los conoceréis», De nada me vale el Twiter aplicado a su persona, pues dirán lo que quiera y ocultarán lo que les parezca bien.
Si un político durante su mandato, hunde la economía, paraliza la construcción, destroza puestos de trabajo, fomenta la división del país, ahondfa los problemas de la enseñanza y regala el dinero a los bancos, no necesito del Twitwe para saber que es un peligro público..
si contesto a tu pregunta del enunciado del post de forma literal: ¿cuanto de pública es la función pública? mi respuesta es que cada vez es menor.¿por qué? porque cada vez está más privatizada excudándose en la intocable eficacia siempre superior de la gestión privada. Como dice una viñeta, creo de Forges: Estropea cada vez más lo público para que lo privado brille por sí solo. Madrid es un caso claro, aunque no se escapa ninguna comunidad del signo socialista.
Si interpreto el término de público como sinónimo de transparencia, mi respuesta es que cada vez es más opaca: la administración pública se ha politizado, sobre todo tras las transferencias a las comunidades autónomas: Yo te pago así que te exigo docilidad y que respondas a mis intereses partidistas.
Sólo hay que consultar la web wwww.corruptio.com
para observar como ha aumentado la opacidad y la corrupción de las universidades públicas. Y sólo es la punta del iceberg.
Han de convivir los dos modelos, lo privado y lo público para servicios elementales que salvaguarden la cohesión social: educación y sanidad.,Pero lo público no ha de estar al servicio de grupos económicos camuflados próximos al poder.
¿Transparencia en las cuentas? por supuesto, que empiece el tribunal de cuentas por las suyas, o la casa real, o los sueldos de los rectores y gerentes de universidades públicas madrileñas a decir lo que realmente ganan en las RPT, sueldos por encima de presidentes autonómicos, más de 120.000 euros anuales y que no nos pidan al resto que nos apretemos el cinturón. ¿Y ellos¿Y el papel de los sindicatos? ¿por qué se callan y no exigen más transparencia en sus propias universidades?
@Paul Lo que pides, saber que apolla cada uno de los políticos, es bien simpple de saber, está en el BOE o el BO[inserte su autonomia], el problema en este caso es el lenguaje critico y antinatural en que se expresan, cambiarlo es una de las cosas que deberiamos exigir, leyes entendibles por los que las tenemos que cumplir, pero lo demas, saber que hacen o dejan de hacer con quien se reunen y con quien se dejan de reunir es inutil por que mentirnos es tan facil como mear como bien dice Gorki por sus actos les conoceréis y sus actos estan en el BOA
Enrique, una pregunta: ¿es el status de facebook homologable como «microblogging»? Si lo es -yo creo que si, con bastante claridad- todo este post es bastante matizable en cuanto ya no los EEUU o UK, sino también España, tiene casos importantes de «microblogging» desde la clase política. No hay, es cierto, una iniciativa que los corporeice y los cuantifique, pero hay políticos de España, a nivel estatal, autonómico o local, que están en Facebook y que usan su «estatus» de forma original (por cierto, que te parece la oferta de adquisición de Facebook sobre Twitter, no es coherente con esta interpretación?).
Por ejemplo, y como gallego que eres (igual que yo) y como estás en Facebook, pongo en caso de varios políticos de nuestra tierra:
– Rafael García Guerrero (alcalde de Noia)
– Iván Puentes Rivera (alcalde de Fene)
– José Manuel Lage Tuñas (diputado autonómico)
Son estos casos de microblogging que ayudan a la transparencia o, por lo menos, al acercamiento entre gobernantes y gobernados? Personalmente, estoy totalmente convencido. Quizás nos falte enfocar más la cuestión, que ellos lo vean más como una herramienta de transparencia, pero el camino está trazado y en marcha también en España… como también en otros muchos sitios. Está claro que Twitter es la referencia, pero no creo que sea el punto «exclusivo» a través del cual tendramos que mirar este fenómenos aplicado a la transparencia política? No crees?
Y como remate, una modesta anotación al título del post «función pública» es una expresión que se refiere a la «clase funcionarial», a la administración pública, y no a la «clase política»; cambiaría la expresión por «sistema político», si quieres.
Un saludo.
#15: Tienes razón en lo del título del post. Un amigo me llamó la atención sobre ello a poquito de haberlo publicado, pero me resistí porque cambiar un título en una entrada es muy incómodo, te cambia el permalink, los agregadores lo pillan mal, etc. Así que lo dejé como estaba. Pero es cierto, aunque algunos políticos en España se crean funcionarios vitalicios, la verdad es que el término está mal utilizado.
En la charla «Embracing post privacy» de esta mañana en el Chaos Communication Congress en Berlin
( http://thepiratebay.org/search/25c3/0/99/0 ) justamente se mencionó el tema de la transparencia. La idea: ya que no parece posible volver a la privacidad que tenía la gente en el pasado, debería lucharse por la misma ‘falta de privacidad’ en los que vigilan, o sea, transparencia para evitar la desconfianza. Saber qué es lo que se graba, qué datos se tienen sobre cada uno de nosotros, cómo se usan, etc.
En el CCC ( http://events.ccc.de/congress/2008/ ) aunque es una conferencia se hablan de muchos temas interesantes, algunos para todos los públicos (cambio climático, privacidad, cambios en la policía europea, terrorismo) y otros muy técnicos sobre como funcionan ciertos aparatos electrónicos por dentro y sus fallos de seguridad. Muchos vídeos están disponibles en inglés para el que quiera.
Efectivamente, una cosa es la herramienta y otra el fin que se le quiera dar. Twitter no va a salvar la política. Para aportar transparencia al sistema político (y esto incluye más cosas que las actividades de los políticos) hacen falta estructuras (jerarquías, normas, etc) que la favorezcan, así como una predisposición de los políticos para ser «sinceros», una actitud directamente relacionada con su honestidad.
De todos modos, pasos pequeños como el que comentas pueden ir ayudando a crear un clima de comunicación, que si bien puede ser y será manipulado y utilizado (en el mal sentido), ayuda a hacer un poco más transparente el sistema político. Sería bueno añadir a esto programas de divulgación para dar a conocer las instituciones, un buen sitio web, etc.