Me ha gustado el enfoque de este artículo en The Economist sobre el e-Government, «Government offline«. El artículo incide en porqué los desarrollos que funcionan en la empresa privada no lo hacen en las instituciones públicas, y llega a tres motivos fundamentales que me parecen interesantes: la falta de presión competitiva, la tendencia a reinventar la rueda, y el enfoque a la tecnología en lugar de a la organización.
La presión competitiva no viene únicamente del hecho de no contar con competidores, sino también de la no vinculación con los resultados: el problema que para una empresa puede significar un importante perjuicio económico, no pasa de resultar como mucho en un memo o un cambio de asignación. Los presupuestos y la forma de asignarlos resultan también en problemas: lo que en la empresa privada es un interés permanente por la optimización y el ahorro que fuerzan a la creatividad, en las instituciones públicas se convierte en algunas ocasiones en un presupuesto que hay que gastar sin más, haciendo en muchas ocasiones las delicias de las empresas de tecnología. Actitudes, seguramente, muy arraigadas y embebidas en la propia naturaleza de la función pública, que seguramente cuesta muchísimo evitar.
Me parece especialmente relevante una nota: «el enfoque a la tecnología en lugar de a la organización». Mi tema es el vídeo, se acaba de inaugurar Cervantes TV y, aunque no es técnicamente e-government, le sucede lo mismo: han hecho una tele casi (subrayo el casi) analógica en internet, sin entender que el problema no es la palabra «televisión» o «canal», que son conceptos del mundo analógico, sino que están frente a una red y una comunidad que son los estudiantes de español en el mundo y los interesados en la cultura española. Para emitir telediarios que no se pueden compartir ni comentar, ya existe el canal24 de TVE. En definitiva, hay más regodeo por decir «tengo una tele» que aprovechar un método de distribuición nuevo para incrementar el impacto y las posibilidaes del servicio. Con nuestro dinero, además.
Supongo que será por mis limitaciones al leer inglés, pero no comprendo la expresión «tendencia a reinventar la rueda». Supongo que los tres motivos se resumen en el de la ausencia de competencia, incluyendo no sólo la competencia con otras organizaciones, sino entre los propios empleados dentro de la organización.
Es el manido tema de la optimización de los recursos públicos (fomento de la competitividad), que se reduce a oponer la organización privada, en la que la independencia es un factor contraproducente (los empleados están obligados a defender los intereses de su patrón), con la organización pública, en la que los intereses del patrón (autoridad política temporal) deben ser secundarios ante los intereses del Estado/ciudadanía como entidad permanente.
Y se quejan los anglosajones, que tienen un sistema público menos rígido que nosotros…
¿The Economist hablando mal del e-gobierno? Vaya novedad. Es como el Marca hablando mal del Barça, El mundo criticando a ZP o Gabilondo metiéndose con los liberales.
Me extraña que te hayas embarcado en algo así. La blogosfera está llena de ejemplos que muestran como la administración está cambiando, como los viejos vicios ya no son.
@Edgar Rovira: ¿En qué «me he embarcado» yo? Yo simplemente he visto un artículo que me ha parecido interesante, he pensado que podía ser interesante también comentarlo, y punto, A ver si te crees que me voy a convertir en el adalid de la lucha contra el e-Government o algo así…
Bueno, considerando que no es lo mismo un ciudadano que un cliente…
Quizás soy yo, que estoy anticuado
Presión competitiva sí la hay, pero está dentro de la institución. No fuera. Por ejemplo, los partidos son más atrevidos a la hora de adoptar nuevas estrategias porque funcionan como un bloque (demasiado, a veces). Y hay una amplia blogsfera política, algo que para mí es muy positivo (que los políticos escriban, lean y discutan es muy sano).
En fin, me parece un error querer mimetizar soluciones. Estamos hablando de poder, de democracia, de ideologías… Evidentemente hay parámetros comunes entre los dos mundos, però las instituciones ya irán encontrando sus propias soluciones (ya las están ensayando, con errores y aciertos).
Por cierto, el dia que se pueda votar desde casa… Marx nos pille confesados.
Estimado:
A propósito de su «Actitudes, seguramente, muy arraigadas y embebidas en la propia naturaleza de la función pública, que seguramente cuesta muchísimo evitar»:
no me confunda la «naturaleza de la función pública» con la esencia de la, simple y llana burocracia (burrocracia en el fondo, como bien sabemos). Y la causante de lo que señala en su escrito (al menos de lo más grave) es ésta segunda, no la primera.
Atentamente, póngame a los pies de su señora.
Adalid no, pero tu idea es la que es. Por lo tanto no es solo comentarlo, es mostrarnos que a ti, ése artículo, mal no te parece.
Y sí, «embarcarse» es mal verbo para la ocasión. Pero creo que tú ya me entiendes.
Un ejemplo de reinventar la rueda:
El Sr Rodriguez Ibarra instaura LInex Un intento de instalar Linux en la Administración Pública. Podía haber adoptado cualquier distribución existente, pero decidió hacer su propia distribución. Linex
En vista de la buen crítica que tuvo la medida. Andalucía decidió subirse al carro, Los dos son del PSOE pedían haber dicho tu te dedicas al Linux para la enseñanza, que yo me dedicare al Linux para las Pymes, Pues no, Andalucía, no faltaba más, hizo su propia distribución, Guadalinex.
De repente a todas la Autonomías les entra un furor uterino por gestar su propio Linux y aparecen casi tantas distribuciones como autonomías. (La de Madrid, (bajo el PP), se llama MAX)
Bueno cada autonomía ha creado una distribución propia, pero han aportado poco más que unas cuantas pantallas de presentación, al avance de Linux No solo eso, yo conozco una distribución propia de la Universidad Carlos III y supongo que a estas alturas, todas las Universidades tenderán su propia distribución, no faltaba más..
Podían haberse repartido el trabajo, y una adaptar los programas al español, otra traducir los manuales y otra avanzar en gestión territorial, (ayuntamientos), otra en avanzar en educación, (enseñanza a distancia por Internet), otra en Pymes, pero todas han preferido sacar su invento de la nada y ponerse una medalla.
Eso es reinventar la rueda,
Europa, (sus políticos), se ha embarcado en dos proyectos, (que para colmo es incapaz de acabar), uno es QUERO, un buscador como Google, otro es Galileo, un navegador como el GPS. Eso es reinventar la rueda.
Lo que dices Enrique y por extensión The Economist es muy cierto. Mi post no será calificado como de lumbreras sino de realista. La administración gasta y sobre todo mal gasta para mover nuestra economía del bocadillo y la sombrilla.
Los proyectos que financia el gobierno son ‘ordinarios’ en el sentido que no aportan valor, no generan industria de investigación y consisten en aplicar técnicas de otras empresas mayoritariamente extranjeras.
El circulo virtuoso de la inversión se convierte en vicioso. Invertimos pero no avanzamos, no generamos una fuente de riqueza sino que consumimos recursos.
De acuerdo con el artículo, casi, en su totalidad y de acuerdo con Gorki en su totalidad.
Es más, añado a Gorki, en el Gobierno Extremeño, por poner un ejemplo, se ha reinventado la rueda y les ha salido cuadrada. ¡Me explico!, el gobierno extremeño se jacta de apoyar el software libre a través de sus distribuciones ya sea Linex, SESLinex, Linex SP (Sector Público) pero los hechos contrastados dicen, por ejemplo, bien que no se atreven a decir no al canón digital, bien, que en el examen práctico de la prueba de Auxiliar Administrativo para el acceso a la Junta de Extremadura facilitan OpenWriter de OpenOffice 2.0 sobre plataforma ¡¡Windows!!.
Respecto a estar de acuerdo en casi la totalidad del artículo es porque suscribo dos de los tres motivos. Existe una evidente falta de presión competitiva, la tendencia a reinventar la rueda está demostrada pero el enfoque a la tecnología en lugar de a la organización no la veo del todo clara. Para mi la organización de las Administraciones Públicas es una de las peores planificadas. No hay una organización en función del producto ofrecido (en este caso sería de la competencia de actuación de las Consejerías), siempre es igual, Consejero-Secretario General-Directores Generales-Jefes de Servicio-Jefes de Sección-Jefes de Negociado y, al final, llego a la conclusión de que el enfoque no prima la tecnología frente a una organización estancada.
Lo de Quaero es el monumento más grande a la estupidez competitiva. Creo que en Google todavía hacen chistes. Por supuesto, sin que cueste un duro en subvenciones a grandes empresas europeas, en USA apareció Truveo, un excelente buscador de vídeo: la integración de todas las fuentes era uno de los alicientes que se vendían de Quaero. Por cierto, los dominios que tenían redireccionan a una especie de historia del proyecto que aparece inconclusa.
Vete a vivir unos años a Finlandia y cambiaras de opinion.
Las instituciones publicas pueden funcionar bien, siempre que la gente este dispuesta a no burlarse de las cosas.
Es una síntesis perfecta de lo que ocurre en general en las instituciones públicas… más allá de las excepciones (ok, Finlandia, vamos todos)
8# Lo de reinventar la rueda con google o con el GPS no es así. El GPS es propiedad del DoD y solamente Europa será independiente si tiene un propio sistema de posicionamiento global(Como tiene el Imperio Ruso y los Chinetes amigos de Dans) . Respecto al google, hace con la indexación en castellano lo que le sale de los cojones…
Ayer estuvimos en una mesa de debate donde también acabamos discutiendo en como motivar al funcionario o empleado público.
También surgió el tema de la administración electrónica y los problemas de las organizaciones para poner en marcha sus proyectos en este campo
Aqui convierten cualquier tramite on-line en un verdadero suplicio para el ciudadano.
Lo unico que he visto que realmente funciona y es sencillo de utilizar es la cita previa para el medico de cabecera que ha puesto la Junta de Andalucia, al contrario que con Séneca (que es la herramienta de gestion de los colegios publicos de andalucia) que es un dinosaurio infumable.
Gorki, aparte de lo que dice kiki, el proyecto Galileo está aportando una experiencia única para el trabajo tecnológico conjunto de muchísimas empresas europeas. La única manera de que Europa pueda algún día plantar cara a EEUU es esa: desarrollando proyectos a gran escala y aprendiendo de ellos, funcionando como unos EEUU de Europa. Pero bueno, me imagino que se trata de la típica crítica liberal digital, se trata de criticar al sector público haga cada uno la guerra por su cuenta o se unan para hacer las cosas de manera conjunta, el caso es criticar. Es lo que tienen los ricos.
kiki, China no tiene un sistema de posicionamiento global. El que tiene es local (y experimental).
De acuerdo en todo con Gorki salvo en el tema de la red Galileo que no supone un mero clon de la de la red GPS. La red Galileo mejorará notablemente la precisión (sobre todos en los países más próximos a los polos) y la fiabilidad del servicio que actualmente provee la red GPS.
Evidentemente, para un usuario de a pie, estos no parecen grandes cambios, pero para las entidades públicas o privadas sí que lo son (más aún si dicha entidad opera, por ejemplo, en los países nórdicos).
El mercado de “geoposicionamiento” por satélite supone actualmente un pastel enorme que factura miles de millones de euros anuales; Europa, no puede adoptar el unamuniano “que inventen ellos” si no quiere quedarse fuera de este festín.
Colateralmente, este proyecto supone un incentivo para que Europa no se descuelgue en el desarrollo de tecnologías aeroespaciales, que normalmente son un auténtico coladeros de fondos públicos sin otro interés que el observar como copulan las moscas de la fruta en gravedad cero. En este caso, hay un claro, y concreto, interés comercial y público detrás.
La propia China, país poco sospechoso de arrojar el dinero al retrete porque sí, está interesada en crear su propia red de satélites de posicionamiento. Incluso ha realizado una inversión de 200 millones de euros en la red Galileo (se sospecha que con el interés de conseguir tecnología para poder utilizar en su propia red).
Después, como todo, habrá que esperar para ver si los ambiciosos objetivos iniciales se llevan a cabo y el resultado se parece a la moto que nos ha vendido y, sobre todo, a ver si se consigue hacer rentable el proyecto. Pero esa es ya otra historia.
Pensé que el colmo de los colmos lo presencié cuando la Universitat Politècnica de Catalunya puso como director de la red UPCnet a un psicólogo…
Y de repente veo que nuestro gran gurú tecnológico en España es un biólogo.
Y sin saber la ley de la palanca.
Forth Eorlingas.
19# No te metas con Enrique por ser biólogo. En España hay otros biólogos insignes como Ana Obregón que se dedican a otras cosas. Este blog es de «tecnología» desde un punto de vista más bien de usuario que le gustan los gadgets y las aplicaciones virgueras. La tecnología «pesada» de desarrollo software, electrónica, redes aquí no se toca, ni falta que hace.
Romper una lanza a favor de «The Economist».
Se puede o no estar de acuerdo con lo que escriben. Pero:
– Se conoce su ideología, porque la explican claramente
– Acostumbran a exhibir un rigor mucho mayor que la media en sus razonamientos
– Saben escribir.
Personalmente, pienso que incluso cuando no se está de acuerdo The Economist, rebatirlos a su nivel no es en absoluto trivial. Ojalá hubieran muchos más como ellos.
En cuanto al contenido de este artículo en concreto, antes de comentarlo esperaré a leer en la edición impresa, que me llegará en un par de días, el contenido completo del Informe sobre el tema.
Hasta entonces
la administración es corto placista y las tecnológicas las dirigen los que estuvieron antes. Divertida practica.
spain es diferente.
Vaya me alegro que nadie se haya atrevido a defender Quero, por que ya hubiera sido demasiado- Respecto de invertir en grandes proyectos para justificar Galileo, bueno pues no me parece mal, pero invertir en descubrir algo que esta inventado es una solemne tontería, mejor mandar cuatro espías industriales como hace China.
En efecto no hace falta decir que tenemos que aprender a hacer grandes proyectos, pues es evidente que los que emprendemos no somos capaces de llevarlos a buen puerto. Pero ¿por qué no hacer grandes proyectos en temas punteros, por ejemplo, obtener energía de fusión, que es inagotable y limpia y no en el una copia del GPS que no sabemos ni como podremos rentabilizar?. Por cierto Rusia tiene su GPS, porque lo heredó de la URSS en tiempos de la guerra fría y fueron gastos absurdos de este tipo en la Guerra de las Galaxias, lo que les llevo a la ruina como nación, con todas las consecuencias que ello ha tenido para la desmembración de ese imperio.
¿Alguien tiene un GPS basado en los satélites rusos? Si que ponen un buen ejemplo de independencia tecnológica. ¡El mayor avance científico ruso desde las teorías de Lysenko! http://es.wikipedia.org/wiki/Lysenkoismo.
Efectivamente, Gorki, un proyecto como el de conseguir un reactor de fusión comercial sería un objetivo que conseguiría que la Humanidad entrase en otra era, y los fondos económicos que se destinasen a tal meta palidecerían con respecto a la inmensidad del logro: una fuente de energía bestial, a medio plazo extraordinariamente barata y con unos índices de contaminación prácticamente nulos. Una auténtica panacea.
¿Cuál es el problema? Existen intereses cifrados en cientos de billones de euros que se colapsarían en el mismo instante de que se consiguiese tecnología de fusión viable. Todos los combustibles fósiles pasarían a tener un valor residual.
Solo hay que observar el ranking mundial de empresas (http://money.cnn.com/magazines/fortune/global500/2007/index.html) para darnos cuenta de que entre las diez primeras se encuentran Exxon, Shell, BP y Total (2º, 3º, 4º y 10º puesto respectivamente), todas ellas dedicadas al negocio del petroleo. La fusión nuclear las dejaría a la altura de una tienda del todo a 100 en menos de dos décadas; para ellas y para todas las empresas del sector energético (hidrocarburos, carboníferas, energías alternativas, etc), que es probablemente el más rentable, con diferencia, del mundo (y por ende, el más poderoso), la fusión nuclear supondría estrangular a la gallina de los huevos de oro (y vaya huevos!!!).
A ver cómo nos convencerían para cobrarnos, al mismo precio que el petróleo, la fusión del hidrógeno: el elemento más abundante del universo.
Es interesante el paralelismo entre el sector privado y el sector público, y las Administraciones tienen muchas oportunidades para aprovechar los resultados y aprendizajes de las empresas.
No obstante hay al menos dos importantes diferencias que se deben tener en cuenta en este proceso si no queremos entrar en generalizaciones estériles.
La primera es la complejidad de las Administraciones en España, con al menos tres niveles (esto si no contamos la europea), lo cual por un lado es bueno pues fomenta la diversidad, pero por otro lado es costoso, tanto por el esfuerzo de coordinación necesario como por la dificultad de aplicar soluciones baratas basadas en economías de escala.
La segunda es que, mientras que en las empresas la relación es directa entre el cliente y ellas, en las administraciones hay una capa política adicional, que es la que interviene en la toma de decisiones al respecto. Es decir, el cuidadano, que se relaciona directamente con las administraciones para sus trámites, no lo hace para evaluarlas, sino que las evalúa indirectamente por medio de las elecciones en cualquiera de los niveles antes comentados.
He percibido cierta confusion en los comentarios anteriores entre la capa política y la administración propiamente dicha, la de los funcionarios, y debo decir que visto desde dentro son cosas completamente distintas, y que marcan por supuesto el funcionamiento.
Para proponer vias de solucion de este alejamiento entre los cuidadanos y las administraciones propuse un sistema democrático directo no a los partidos pollíticos sino a las medidas a adoptar, descrito en mi post microelecciones:
http://vozyvoto.es/2007/12/14/microelecciones/
#23 hay diferentes motivos para emprender Galileo.
1.- GPS es útil, muy útil pero no es fiable. ¿Crees que BOEING o AIRBUS pueden fiarse exclusivamente de GPS para la navegación de sus aviones? En tanto en cuanto el GPS es una herramienta del DoD y ellos pueden activar la SA cuando quieran, no es fiable.
2.- Los sistemas basados en GPS no usan la señal de Glonass que, aunque más difícil de conseguir que la de GPS (los rusos tienen sólo 7 satélites operativos) es igualmente precisa. Cuantas más constelaciones de satélites disponibles, mejor señal. Además, GPS sólo ofrece una señal abierta y de precisión limitada para muchas aplicaciones.
En realidad, hay motivos comerciales más que suficientes para emprender Galileo, el asunto es que a veces una visión estratégica a largo plazo no interesa comercialmente a ninguna empresa.
Sin tratar de repetir los argumentos que otros han dado antes, creo que el tema es meridianamente claro: las adminsitraciones públicas no funcionan. Y no lo hacen porque, como Dans dice, no hay vinculación con los resultados. Si el puesto del funcionario (vitalicio, para más inri) de turno dependiera de si ha hecho las cosas bien, en tiempo y pensando en su cliente (léase, sufrido contribuyente), que es el que le paga el sueldo, estoy seguro que las administraciones públicas funcionarían como cualquier otra empresa. El problema es que hagan lo que hagan, y lo hagan cuando lo hagan, van a seguir cobrando igual y no pueden recibir ni una amonestación (para eso ya están los sindicatos). Así va todo. Y que no me venga alguien diciendo que la «capa política» es la que tiene la culpa de todo, que sólo hay que darse una vuelta por cualquier ministerio/comunidad autoónomas/ayuntamiento para constatar lo que digo.
Saludos
Discrepo en parte con lo que dice Schrod. Es muy importante distinguir cuando se habla de «función pública». Una cosa es «los responsables políticos y administrativos» en esa función pública, por lo general renovados cada 4 años o menos, y otra muy distina es «los responsables TIC de los departamentos ministeriales» a cargo -en principio- de la estrategia TIC de la Administración pública. Tristemente, esas tres razones a las que se hace referencia (y con las que estoy de acuerdo) suelen ser debidas a que la política y estrategia TIC en realidad depende de los responsables políticos y administrativos sin criterio que imponen soluciones sin tener en cuenta la opinión de los cuerpos funcionariales TIC, sin voz ni voto.
Esos funcionarios que dice que hay que pasarse por cualquier Ministerio para comprobar su aseveración no tienen (no les dejan) en absoluto ninguna responsabilidad en las carencias estratégicas del enfoque TIC de la Administración, ni son responsables de la reducción del presupuesto, ni de la falta de planificación ni de la descoordinación entre diferentes «reinvento de ruedas» en cada Organismo. Los responsables TIC de la AGE hacen un trabajo ímprobo de malabarismo con bajo presupuesto y presión de prestar servicios al ciudadano viendo como otros cuerpos de la función pública no-TIC toman las decisiones.