Interesante artículo de Adriana Blanco en Expansión, «El quinto poder se teje en la blogosfera«, en el que nos cita a Nacho Escolar, Javier Pérez y a mí. En mi caso, las preguntas de Adriana me llevaron a un intercambio de reflexiones vía e-mail que me quedó bastante largo, y que reproduzco a continuación:
El poder de la blogosfera es el que pueden desarrollar personas que hacen algo porque les gusta y les interesa, porque son amateurs en el puro sentido de la palabra y con la connotación positiva que la palabra jamás debió perder: quien hace algo porque «lo ama», porque quiere hacerlo. Como suele comentar mi amigo Julio Alonso, fundador de Weblogs, S.L., una de las empresas con una propuesta de valor más seria en este ámbito, hasta no hace demasiado tiempo se hablaba de «amateurs» en contraposición a los «profesionales»: los segundos tenían medios sofisticados y poderosos para hacer su trabajo, mientras que los primeros debían conformarse con equipamientos modestos y, en consecuencia, el resultado de su trabajo era normalmente menor. Con los blogs se produce una enorme democratización de los medios de producción, con lo que los amateurs pasan a poder producir información y contenidos con igual o más calidad de medios que los profesionales, pero además lo siguen haciendo porque les encanta, no porque simplemente «sea su trabajo», lo que conlleva un entusiasmo y una dedicación a la que muchos profesionales, dicho sea con todo el respeto, no llegan. En un sistema eminentemente meritocrático en el que la atención se mide por el número de enlaces entrantes, visitas y clics, algo así redunda necesariamente en un sistema que premia al que es capaz de mantener la atención con contenidos que una audiencia, sea por la razón que sea, juzga interesantes. Así, tienes blogs que rivalizan en visitas con los medios tradicionales, y otros que, siendo más de nicho, alcanzan una influencia sobre sus lectores mucho mayor que un medio de comunicación de masas, porque el diálogo, la conversación, la participación son mucho más naturales, de persona a persona. Se ha probado que los blogs influencian fuertemente los procesos de compra, que son creadores de opinión, y que poseen mecanismos de control y regulación que afectan a la blogosfera en su conjunto y que la convierten en un medio dinámico y, en muchos casos y bajo determinados parámetros, tanto o más fiable que los medios de comunicación. Los bloggers, por tanto, somos personas perfectamente normales, con nuestras filias y fobias, nuestro estilo comunicativo y nuestros intereses, que escribimos sobre un tema que nos gusta y lo hacemos en una plataforma que hace que pueda llegar a muchos sitios. En principio, un blog llega a donde su autor o autores lo hacen llegar: la mayoría de los que empiezan tienen como lectores a sus autores, a su familia y amigos, y poco más. Pero basta una serie de entradas de interés que otros vayan enlazando, para que empiece a funcionar la enredadera y se produzcan procesos de difusión muy interesantes, que si se repiten a menudo o en torno a una temática coherente, pueden acabar generando una reputación y un nivel de atención elevados. En realidad, es una distribución en la que unas cuantas páginas reciben un número elevado de enlaces de muchas otras, mientras existe una larga cola de otras páginas con números más modestos en cuanto a enlaces, pero con el detalle de que la distribución está viva, se mueve constantemente, y lo hace por criterios en los que no influye el nacer en una familia determinada, el vestir bien o el ser más guapo, sino otros de índole mucho más democratizadora: generar contenido que atraiga el interés, la comunidad y la atención. Con respecto a los medios tradicionales, la blogosfera mantiene una relación interesante: por un lado, beben de sus fuentes o incluso aguas arriba de éstas: no resulta nada extraño que los bloggers que escriben sobre un tema determinado cuenten con fuentes de información mejores y más directas que los profesionales de un medio, y que, al no estar presos de una dinámica de periodicidad forzosa en la publicación, sean capaces de adelantarse a éstos. En otras ocasiones, muchas, la blogosfera bebe de los propios medios, y suele referenciar aquellos que le ponen fácil hacerlo: los que generan enlaces permanentes y no se esconden tras barreras de pago o de registro. El camino opuesto, el del periodista que enlaza lo que lee en blogs, ocurre en un número mucho menor de ocasiones: los medios, obsesionados por políticas absurdas del tipo "no enlaces o se te escaparán las visitas por ahí", ocultan intencionadamente la fuente cuando ésta es un blog con el que no les une la relación contractual que poseen, por ejemplo, las agencias, demostrando así ser incapaces de entender el medio en su conjunto. Por otra parte, los bloggers se convierten en un observatorio permanente dotado de cientos de miles de ojos que escrutan el panorama mediático y en ocasiones lo critican con variados niveles de acidez, provocando una reacción de animadversión en los medios. Los tópicos sobre "el poder de la blogosfera" o "la influencia de los blogs", en realidad, sólo representan intentos de la estructura tradiconal de los medios por entender el fenómeno utilizando sólo las variables que conocen. De ahí surgen intentos de mediatizar a los bloggers, de agasajarlos, de imagonar suuestas "agendas ocultas", o de enviarles notas de prensa que no les interesan en absoluto, tratando como periodistas o líderes de opinión a personas normales a los que, simplemente, les gusta un tema determinado y escriben sobre él porque quieren hacerlo. El poder real, por tanto, es el resultante de agrupar la audiencia de miles de millones de páginas, potenciarla con una participación hiperactiva que genera una vinculación aún mayor, y situarla en un universo en permanente cambio sujeto a variables sociales y personales de cualquier tipo. Ni estrellitas, ni vedettes ni nada que se le parezca: gente normal, que hablan de lo que les gusta, que poseen medios sencillos de producción, y que se convierten en influyentes o no en función de su comportamiento y su trabajo.
Con respecto a los medios tradicionales, la blogosfera mantiene una relación interesante: por un lado, beben de sus fuentes o incluso aguas arriba de éstas: no resulta nada extraño que los bloggers que escriben sobre un tema determinado cuenten con fuentes de información mejores y más directas que los profesionales de un medio, y que, al no estar presos de una dinámica de periodicidad forzosa en la publicación, sean capaces de adelantarse a éstos. En otras ocasiones, muchas, la blogosfera bebe de los propios medios, y suele referenciar aquellos que le ponen fácil hacerlo: los que generan enlaces permanentes y no se esconden tras barreras de pago o de registro. El camino opuesto, el del periodista que enlaza lo que lee en blogs, ocurre en un número mucho menor de ocasiones: algunos medios online, aún obsesionados por políticas absurdas del tipo «no enlaces o se te escaparán las visitas por ahí», ocultan intencionadamente la fuente cuando ésta es un blog con el que no les une la relación contractual que poseen, por ejemplo, con las agencias, demostrando así una incapacidad para entender el medio en su conjunto. Por otra parte, los bloggers se convierten en un observatorio permanente dotado de cientos de miles de ojos que escrutan el panorama mediático y en ocasiones lo critican con variados niveles de acidez, provocando a veces reacciones de animadversión en algunos medios.
Los tópicos sobre «el poder de la blogosfera» o «la influencia de los blogs», en realidad, sólo representan intentos de la estructura tradicional de los medios por entender el fenómeno utilizando sólo las variables que conocen. De ahí surgen intentos de mediatizar a los bloggers, de agasajarlos, de imaginar supuestas «agendas ocultas», o de enviarles notas de prensa sin un filtrado previo que no les interesan en absoluto, tratando como periodistas o líderes de opinión a personas normales a las que, simplemente, les gusta un tema determinado y escriben sobre él porque quieren hacerlo. El poder real, por tanto, es el resultante de agrupar la audiencia de miles de millones de páginas, potenciarla con una participación hiperactiva que genera una vinculación aún mayor, y situarla en un universo en permanente cambio sujeto a variables sociales y personales de cualquier tipo. Ni estrellitas, ni vedettes ni nada que se le parezca: gente normal, que hablan de cosas que les gustan, que poseen medios sencillos de producción, y que se convierten en influyentes o no sólo en función de su comportamiento y su trabajo.
No me he leido ese tocho. No dispongo de tiempo. Una pena :-(
Trabaja en tu capacidad de sintesis. La tienes un poco pocha.
En lo que no estoy para nada de acuerdo (en el artículo de Adriana Blanco) es que diga que las meritocracias son anárquicas. Tienen una estructura bien definida: largas colas, small worlds…. con modelos matemáticos nada anárquicos.
De hecho, como comentas¡ Enrique, es la democratización de la información, no la anarquía (y cerveza fría ;-) .
Ahora parece que la riqueza de un blog se basa en la cantidad de puertas de información (gateways) que abra. Los blogs estáticos apenas atraen, pues no favorecen la curiosidad del lector, que se siente atrapado en la lectura, y limitado por no ser invitado a descubrir más detrás de un post.
De hecho, la monetización de este medio, la publicidad online, se mide de esta manera; no se trata de el tráfico que retenga un blog o página, sino la cantidad de tráfico que pase por ahí.
A mi me parece una visión muy optimista e idealista de la blogosfera. Lo «amateur» y lo «amor al arte» suena muy bien, pero a mi entender la blogosfera se ha enrarecido al profesionalizarse. Quedan pocos bloggers de la vieja escuela y se difuminan en un universo cada vez mayor.
Isaac, no hace mucho El Duende de la Radio dio vida a su blog, anunciado por Enrique en este mismo blog. Yo le proporciono apoyo editorial y lo sigo muy de cerca.
El Duende tiene casi 30 años de bagaje periodístico, y se declara estar hasta el moño de enviar artículos a redacciones, para éstos ser rechazados por razones de rigor editorial. Como consecuencia, se declara encantado de tener su propio espacio donde nadie le diga qué hacer, ni le frustren horas de trabajo no publicándole sus artículos.
En este escenario, no tiene sentido crear su propio espacio, e incluso trabajar en conjunto con otros periodistas, para disfrutar de poder decir lo que le venga en gana, e interactuar con sus lectores como él quiera?
¿Quién es amateur y quién profesional?
Cuál es la profesionalización de uno, ¿lo que estudió, o lo que desarrolla día a día?
El tiempo dará y quitará, con rigor.
Saludetes
Ciao
Chema Lara
Enrique de lo que yo no me había enterado, y lo ví leyendo el artículo es que fueras catedrático. Enhorabuena.
Ayer precisamente, a raiz de la segunda noticia en pocos días publicada en el «20 minutos» tomada directamente de entradas de los Microsiervos (una sobre una camiseta con detector wi-fi y otra sobre el nikon’s small world) se me ocurrió la mala idea de mencionarselo en los comentarios, nada de mala baba, tan solo algo del tipo «al menos deberiais mencionar las fuentes» solo recibí como respuesta que me borrasen el comentario. Supongo que es el mal que afecta a los medios tradicionales y a los que estan basados en estos, el tema enlaces les da como repelus. Esa filosofía «ya te he trincao, y ya veremos si te suelto» y sobre todo el nunca reconocer el merito de los demas supongo que funcionaba como estrategia hace años, pero los usuarios han madurado lo suficiente como para que el modelo soy maria patiño, tengo una exclusiva que te cagas y como cambies de canal no te vas a enterar nos siga haciendo gracia
el amateur ama, el profesional trabaja, me encanta, muy buen post enrique ;)
añado que las cosas realizadas rápidamente no tienen por que ser malas, y la tecnología esto lo oculta muy bien, es perfecto aliado, estoy contigo, aunque puedan ser fracaso o éxito hacen descubrir más rápidamente y evolucionar.
hay una parte de este post que me suena mucho parece como si la hubieras remasterizado de otro post anterior, la de la definición de los bloggers que son personas normales ¿te pillé? bueno es tan bueno que merece la pena recalcar ;)
WoooW !!!… efectivamente menudo tocho de Blogo-Panfleto te ha salido.
En general me ha gustado, pero he echado de menos algo de autocritica a la blogosfera actual y su evidente tendencia a la super endogamia.
Y una mirada a futuro sobre los retos y amenazas del medio hubiera sido algo super interesante de leer. Yo x pedir q no quede ;-)
Un abrazo, Araucaria.
A ver, repetimos: este tocho no lo he escrito para hacer un post con él. Es lo que le envié a Adriana hace dos días como respuesta a sus preguntas. Cuando trabajo así con periodistas, prefiero escribir sin cortarme, porque eso les hace más fácil extraer frases y entrecomillados, por eso es laaaargo, nada más. Ahora, el artículo está ya publicado, y pensé que el texto completo intercambiado con Adriana podría aportar algo, simplemente…
En lineas generales estoy de acuerdo con el Tocho. Internet democratiza la opinión,, pues los medios de comunicación dejan de estar solo en las manos del poder, (económico o político), para estar al alcance de cualquiera.
Lógicamente las paginas de «El Mundo» tiene mas alcance porque tiene más contenidos y de buena calidad. pero dividiendo sus visitas entre el numero de los que colaboran en el periódico, dudo que salga un numero de vistas por persona, (una influencia), mayor que las que pueda tener un blogger de los buenos,, por no hablar de eDdans, por ejemplo de Mangas Verdes.
De que, un residente en Canarias podría conseguir una audiencia semejante antes de existir Internet, Tendría que escribir solo en los medios que se lo permitieran y aun así, su alcance sería limitado a las islas.
Sin embargo no creo que Almeida lo hga por dinero, es un «amateur» en la meor acepción de la palabra. Estoy de acuerdo con eDans.
La verdad es que este texto que has intercambiado con Adriana aporta bastante.
Como periodista que soy, me gusta esta práctica tuya, y como asiduo lector del blog mucho más.
Yo no sólo estoy de acuerdo con el Tocho sino que me ha gustado. Sobre todo la parte final en la que nos describes esos artículos de prensa menos especializados y que van más retrasados que los blogs, y que a veces, en su afán de copiarse, acaban desvelando ellos solitos que quién los ha escrito no tenía ni idea del tema, con todo el respeto para el resto de periodistas, pero si no recordemos el caso Wikipedia en Antena 3. Creo que voy a comentar esto en mi blog personal, el blog de una persona normal que escribe sobre cosas que le gusta.
No sé como se hace un trackbacks pero vamos, he escrito una entrada a raiz de esta en Dinero En Tenerife y quería al menos informar de ello.
Un saludo
Enhorabuena por el blog… Lo he descubierto hoy y engancha, aún no he salido de él y me ha animado a publicar un artículo en mi propio blog sobre este quinto poder, la blogosfera…
Es cierto que si queremos tenemos toda la información desde la pantalla de nuestro ordenador, podemos comunicaros con gente mediante chats, recopilar información y noticias en blogs especializados y cada vez menos amateurs, ver la tele, ver documentales… Podemos hacer casi la vida delante de el PC.
(Lo cual sería otro tema para tratar bastante interesante… en el mundo de la comunicación, creo que cada vez estamos más desconectados de nuestros semejantes y más conectados a una máquina…).
Me ha hecho reflexionar mucho sobre la teoría de la difusión de la información y como será el futuro devenir de las fuentes de información.
Muchas gracias y enhorabuena por el Blog.
Creo que no habia visto tanto contenido como en este blog. Muy bueno, aunque estoy comenzando con esto, blog como este son toda una motivacion. mil gracias.
Excelente visión. Una de las cosas importantes en los blogs, es la mezcla. Es decir, se combinan los que ya tienen años trabajando de una forma y los que apenas comienzas. Ambos tienen igual de oportunidades para destacarse del resto. Tienes una mayor libertad de usar tus recursos. Hay personas que todo les gustas que se las coloquen en bandeja de plata. Pero para eso hay múltiples formas de ofrecer los contenidos.
No puedes escribirles para gustarles a todos. Que sea un quinto poder o que escape de las clasificaciones habituales y se convierta en algo más que un poder. Porque no esta atado al tiempo de la inmediatez, y a la duración para profundizar. La información se gestiona y ofrece de muchas formas, para uno escoger.
Excelente articulo. Éxitos.