Lo he visto en TechCrunch, donde ha generado un debate largo e interesante sobre el concepto y la novedad del mismo: se llama Tailgate, y se trata de un banner desarrollado en Flash que permite una interacción transaccional completa, con información del producto o catálogo de productos, y formulario para introducir información como nombre, dirección y tarjeta de crédito, pero todo ello sin salir del sitio que estabas visitando. La empresa lo vende como «Bringing the banner back to life: the traditional ad banner is dead. Long live the transactional banner» («Reviviendo el banner: el banner tradicional está muerto. ¡Larga vida al banner transaccional!»). Pero la mejor forma de entenderlo es viendo la demo.
La idea, de entrada, no es especialmente nueva. AdPulse lanzó el mismo concepto en 1999, y Viala lo hizo en 2006, aunque algunos opinan que es posible que, simplemente, su momento no hubiese llegado todavía. Los detractores dicen que, en realidad, la idea no cubre ninguna necesidad real: cuando una persona toma la decisión de comprar algo, el clic adicional que le lleva a la tienda correspondiente no es visto como un estorbo, sino como un beneficio, la posibilidad de volver atrás para seguir con la lectura o lo que fuese que estaba haciendo en el sitio donde vio el banner originalmente siempre existe, y las ventajas añadidas en términos de información y seguridad son muy grandes. Cuando todavía vivimos en la fase en la que mucha gente se plantea si es seguro introducir la información de la tarjeta de crédito en una página web con su candadito de encriptación y todo, pedirles que lo hagan en un banner que han visto mientras visitaban una página cualquiera puede ser un poco excesivo. Además, las posibilidades de control frente a una inyección de código en un sitio cualquiera, y la facilidad para generar un banner similar en Flash que enviase la información a un tercer sitio fraudulento parecen elevadas, por mucho que uno de los responsables de la idea afirme que están trabajando una certificación a la Verisign que cubra este tipo de aspectos.
En cualquer caso, la discusión sobre los futuros hábitos de compra en la red y el que Google esté desarrollando modelos similares con su iGoogle Gadget para que los insertes en tu página personal y te generen ingresos, creo que convierten la reseña en interesante.
Quiza el comienzo de la autentica revolución final de internet sea asi. El plante de los usuarios, con plena necesidad de uso por la oferta, ante la asunción de responsabilidad en caso de fraude. Pero vivimos en al dictadura de la banca. Si tienes una empresa no eres un empresario eres un tutor y en política financiera en cuanto usas recursos para que no se te coman los gastos que imponen los Botines y compañia entonces salta una alarma con luz roja -atención Jack Sparrow -. Pero el mercado está ahi, el libre mercado, y la gente al final asumirá por encima de todo que ante la globalidad su único arma es esa. Una tarjeta que mantenga la linea de credito cerrada en caso de posible fraude, asumido por el gran negociador -banco-. De todas formas esto lo digo hoy domingo cuando me acabo de tomar el colacao, mañana -seguramente- a la vera del interventor de algún banco volveré a usar mi cartilla de racionamiento.
Yo creo que el mayor estorbo es basicamente el echo de que sea un banner en Flash.
Con los banners en flash, al pulsar, vas directamente a la pagina que el banner quiere (logico) pero es mas dificil abrir esa pagina en una nueva ventana o pestaña. Por tanto tienes que necesariamente «volver atrás». Eso me molesta bastante, ya que tal vez lo que estaba leyendo me interese tanto o mas que comprar el producto anunciado.
Otra de las desventajas de este sistema creo que es que no se puede mostrar toda la informacion del producto en el tamaño del banner,y una de las gracias de internet es que las tiendas te dan toda la informacion posible sobre el producto (ya que no lo puedes tocar, ni te puede convencer un buen vendedor, almenos te aseguran sus caracteristicas).
Creo que ese baner es una buena idea, pero mal implementada. Aunque para algunos productos tal vez si que sea un buen reclamo.
Gracias por la referencia,
Me gusta la idea, aunque de manera particular creo que tendría éxito en iniciativas como Lulu.com
Mientras la gente en general no supere el miedo a hacer transacciones por la web, este tipo de iniciativas no tendrán mucho éxito. Además, ya que vas a comprar en línea, necesitas, como dice carballo en el comentario #2, algunas cosas que sustituyan el entorno físico y la atención personal. Esos elementos cuentan mucho para la gente psicológicamente, que prefiere tener entre las manos inmediatamente aquello que por lo que pagan (también inmediatamente).
Yo no compro por Internet (hay un montón de razones que me lo imposibilitan), pero si lo hiciese, ese servicio no me sería de utilidad. Primero entraría a ver las especificaciones del producto que compro (si fuese un gadget, sus datos técnicos; si fuese un libro, su edición, etc.).
Quizás haya que empezar con los «banner adgames» o «banner games», minivideojuegos publicitarios contenidos en banners. Es una manera más relajada de introducir, sin riesgos, la interactivida a través de banners y en varios casos como interacción final lo único que introduces es un código de usuario para subir la puntuación de la partida a la tabla de records de la web del juego.
Asumido y conocido este paso, ya vendrán luegos movimientos más importantes como comprar a través del banner.
no parece que esto vaya a catapultar el comercio electrónico…cómo piensan saltarse los adblockers?
en cualquier caso lo veo útil para compra por impulso, una foto de un producto que no necesita más presentación, el precio y un botón «pagar»