Un interesante artículo en The Economist, titulado «A change of tune«, da algunos detalles acerca de cómo la industria de la música está afrontando el cambio de fuentes de ingresos que está viviendo el sector. Como Edgar Bronfman, CEO de Warner Music, comentó el mes pasado,
«The music industry is growing. The record industry is not growing».
Los rendimientos derivados de vender pedazos de plástico son continuamente descendentes: hace siete años, dos tercios de los rendimientos derivados de un músico venían a través de la venta de música pregrabada, mientras que el tercio restante venía de giras, conciertos y merchandising. Hoy en día, estas proporciones se han invertido: toda la música grabada de The Police, por ejemplo, te la puedes comprar por menos de cien dólares o bajártela de la red, mientras que las mejores entradas para su concierto cuestan en torno a los novecientos dólares. Esto lleva a que si bien los músicos pueden seguir ganando dinero trabajando, los intermediarios dedicados fundamentalmente a meter música en un plástico y, sobre todo, a manipular los gustos del público, hayan visto drásticamente reducida su parte. Así, las discográficas están empezando a plantear nuevas estrategias en su relación con los artistas a quienes representan: hartos de tener que perseguir a los artistas para que dediquen más tiempo a promocionar unos discos que no les dan de comer en lugar de dedicarse a cantar sobre un escenario y a vender merchandising, las compañías han acuñado los llamados «contratos 360º», una forma de atar bien atado todas las fuentes de ingresos de las que un artista pueda disfrutar. En un contrato 360º, a diferencia de los contratos tradicionales, se incluye todo: venta de música grabada, conciertos, merchandising, y hasta esponsorizaciones y patrocinios, y de todo ello la discográfica se lleva su buena parte. La contrapartida, claro está, es la promoción del artista, lo que siempre fue realmente el negocio de las discográficas: no vender música, sino ser capaz de manipular los gustos de los clientes mediante todo tipo de técnicas de marketing.
Al intentar controlar todas las fuentes del negocio, las discográficas llegan incluso a reservarse los derechos sobre los dominios de Internet asociados con el nombre de un artista determinado, para controlar así cualquier ingreso derivado de este canal y el uso del mismo como herramienta de promoción. Lógicamente, muchos artistas consolidados han rechazado este tipo de acuerdos, y algunos, como Prince, que fue el músico con mayores ingresos en 2004 y lo consiguió mayoritariamente gracias a los conciertos, han llegado a regalar su música para utilizarla como herramienta de promoción de sus otras fuentes de ingresos, lo que enfurece a las discográficas. Otros artistas, sin embargo, se ven abocados a este tipo de contratos en los que se invade el papel tradicional de las agencias de management de artistas: en algunos casos, las compañías discográficas llegan a montar o a comprar sus propias agencias de management, como han hecho Universal Music con Sanctuary o Warner Music con Front Line Management. En el fondo, se trata de intentar mantener el control sobre las fuentes de ingresos y sobre los gustos del mercado, aunque no seas más que un intermediario en prácticamente todo lo que haces. Las discográficas, cada día más, empiezan a verse prácticamente como venture capitalists, con todo lo que ello conlleva, una lógica que sólo se sostiene si te crees capaz de seguir dominando los gustos del público como en los tiempos de la payola. El contrato 360º es el argumento con el que los que tradicionalmente dieron forma a los gustos del mercado intentan retener el control de sus herramientas. Entendiendo por herramienta incluso al mismo artista y a quienes quieren disfrutar de su música.
Enrique, no se si una errata o no, pero 900 dolares por una entrada me parece desproporcionado, salvo que sea una entrada muy dificil de conseguirm y lo hagas a traves de un broker o agencia especializada de reventa, que en algunos casos hacen paquetes que incluyen entrada y hotel.
En España las de Police salian por 150 € las mas caras, y luego habia de 100, y de precios inferiores. Esta en linea con las de los Rolling Stones y otros conciertos a los que he ido por Europa ultimamente como Genesis.
En este ultimo Genesis ofrece la posibilidad de comprar la grabacion en CD del concierto entero al cual has asistido (tardan un par de meses en mezclarlo y enviarlo), lo cual puede ser un buen recuerdo que a ellos les deja su dinero.
La idea de Prince me parece estupenda.
@Angel: gracias. El artículo se refiere al precio de las mejores entradas para el concierto de Police. A mí también me pareció alto, yo efectivamente he comprado las mías para Barcelona por ciento cincuenta euros, pero puse el dato del artículo original… En cualquier caso, la moral de la historia sigue siendo la misma: el precio de los discos puede ser inferior al de las entradas y deja un margen mucho menor al artista.
Pues en principio, no parece mala la idea del contrato 360. Imagino que las productoras de TV ya hacen algo parecido con los triunfitos. Si ellos se dejan la pasta en crear y promocionar «el producto» me parece lícito que luego se lleven una parte de los beneficios si funciona. Tambien habra otros que no funcionen igual de bien y se habran gastado dinero con ellos. Es la esencia de todo negocio.
Creo que Tele5 ya hacia algo parecido y ejercia de productor con Los Inhumanos y grupos que actuaban en sus programas como Iguana Tango.
Lo de Prince me parece perfecto, y es el ejemplo a seguir. Pero a dia de hoy, las televisiones y emisoras de radio aun tienen mucho que decir en lo que a mercado musical se refiere.
Lo positivo del contrato 360 es que al menos, los tan vilipendiados dinosaurios de esa industria, han comenzado a mover ficha.
En Internet leemos cada dia noticias sobre emprendedores (artistas) y Business Angels (industria) y «aqui no ha pasado nada»
Luis#3, la lógica de los contratos 360 no es tan simple. Veamos si puedo explicar de manera sencilla el porqué.
Digamos que al año se graban y comercializan mil discos -son muchos más, por supuesto, pero para este ejemplo con los mil me vale-, pero de esa cantidad sólo entran en la cabecera de los centros comerciales unos cien. Esos son lo que promociona la industria discográfica. Los otros 900 se tendrán que buscar la vida ellos solos.
El problema es que se pretende extender el contrato 360 a todos los artistas -no sólo a los que son promocionados-, así cuando un artista lleva por su cuenta su promoción y consigue éxito, tendrá que pagar a la Industria por un trabajo que ellos no han hecho.
Recordad que Prince se depiló el pelo para que pudiera leerse ‘slave’. No era una excentricidad del músico. Nos estaba diciendo que él se sentía así: un esclavo de la industria musical.
Cuando hay clausulas contractuales que cabe calificar como leoninas, son nulas.
El artista puede firmar lo que le impongan y luego dar largas.
Si la cosa va funcionando pues bien, pero si comienza a ser mas gravoso que rentable el asunto cabe alegar leoninidad.
En fin. Actualmente, el que un artista, presunto o ya consagrado, desconozca como está el patio casi que no merece conmiseracion. Insisto en lo del casi, ya que hay casos y casos.
Lo que me pregunto entonces…. quiere decir que la habilidad para un artista para generar ingresos en adelante solo va a depender de que este en condiciones de hacer giras?
Osea en otras palabras, adios a las rentas por el exito de hace mas de 5 años….
Creo que esto de los reencuentros va por esa linea, se dieron cuenta que si queria evitar que las cuentas bancarias disminuyeran habia que salir nuevamente de gira.
Desde luego, lo de los contratos 360 me parece muy mal. Las discográficas están diciendo «como mi negocio va mal,y el tuyo va bien, me quedo con tu negocio».
Ahora bien, las discográficas no van a evitar con esto su extinción. Y ello por 2 razones:
– Si una discográfica empieza a ser una agencia de management, entonces deja de ser una discográfica. Le guste o no a las 4 grandes, estarán compitiendo con cualquier agencia o manager solitario que hay actualmente o que vaya a haber en el futuro.
– Los managers se están llevando el 20% de los ingresos del artista. Cuesta trabajo imaginar cómo una discográfica va a conseguir a largo plazo que los artistas acepten firmar un porcentaje superior, por la cara bonita de la discográfica, cuando ya nadie compre CDs.
Con los artistas consagrados la nueva estrategia está siendo un fracaso, con los noveles está teniendo éxito de momento, pero eso es por inercia, porque los artistas noveles están acostumbrados a firmar cualquier papel que la discográfica les ponga por delante. Eso no va a durar para siempre. Antes se firmaba lo que sea con la discográfica porque el disco era el pasaporte a la fama, el medio tecnológico que permitía que todo el mundo conociese tu música. Ahora el pasaporte a la fama es el p2p.
bueno señores que bueno estos temas que por lo visto hay mucha gente interesada, yo soy un artista de musica hip hop, pero tambien organizo eventos y contrato artistas de este genero para dichas actividades, en el momento me estoy empapando de todos estos temas importantes en la musica, si alguien me puede colaborar mas a fondo en cuanto a estos temas y mas aun en el tema de management se lo agradeceria, y que es el p2p al que te refieres krigan.
hola soy un chaval de huelva tengo 22 años me gustria mucho ser manager de artista no tengo niguna esperiensia, tengo muchas gana de ser un buen manager llo lo que quiero esque si alguin mediera al gunos consejo o un manager me senñara a moverme. o si algunas discografica ne sesita un manager o una empresa de manager . grasias