Dos situaciones recientes ponen de manifiesto los límites de estupidez a los que puede llegar la industria de los contenidos, hasta el punto de resultar completamente contraproducente para que alguien llegue en algún momento a tomárselo con un cierto grado de seriedad: por un lado, como cuenta Mangas Verdes, una madre formula una denuncia contra Universal Music debido a las presiones que la discográfica estaba ejerciendo sobre ella para que retirase de YouTube un vídeo casero en el que se ve a su bebé bailando mientras suena una canción. El vídeo, de veintinueve segundos, fue subido a YouTube en Febrero de este año, y retirado el mes pasado ante una take-down notice de Universal, que afirmaba que el uso de esos veintinueve segundos de la citada pieza musical, el «Let’s go crazy« de Prince, violaba su copyright.
En el segundo caso, vía Lost remote, tiene que ver con Beyoncé Knowles, quien en medio de un concierto da un mal paso en unas escaleras, y se cae cuan larga es. Aunque la pobre sigue cantando como puede, una persona que estaba en el concierto filma el incidente y lo cuelga en YouTube, para encontrarse con tres cuartos de lo mismo: que la discográfica, en este caso SonyBMG, ordena la retirada del vídeo por escucharse de fondo la canción que estaba interpretando, con una calidad penosa. El vídeo está ahora disponible en Break (la caída, en el segundo 25″).
La reflexión es evidente: ¿es el copyright algo capaz de «impregnar» cualquier cosa y convertirla en propiedad automática de quien lo posee? ¿Podemos impedir, basándonos en algo como el copyright, la difusión de una noticia o de un vídeo casero? Obviamente, pensar algo así es completamente del género absurdo. Pero el clima de talibanismo y miedo al que pretende la industria llevarnos a todos, asistida por legiones de abogados, parece sugerir lo contrario. En cierto sentido, es como si estuviesen haciendo un concurso para ver quién consigue cometer una estupidez mayor y ponerla presuntamente bajo el amparo de la DMCA, casi como desafiando o pidiendo a gritos una revisión de la misma. Una revisión que, ante tanta ofensa permanente al sentido común, no puede tardar demasiado, porque el estado actual ofende precisamente el propósito de diseño de la DMCA: preparar el sistema de copyright para su validez en el contexto de un milenio digital. En lugar de prepararlo, la DMCA lo está convirtiendo en ridículo, en anacrónico, en risible. En algo que, simplemente, las personas normales somos incapaces de tomarnos en serio.
La estupidez en su momento más algido, como es posible que se retiren videos por tonterías como esas, dentro de poco exigiran un impuesto por la música que escuchamos en las calles, las gasolineras, en los coches, hasta nos requisaran el mp3 cuando vayamos por la calle
¡Alto¡¿está su aparato preparado para escuchar ese tipo de musica?
No, señor agente.
Saludos desde Canarias
Que agradezcan que uno oye sus canciones, gracias a eso se hacen ricos.
Idea: vídeos sin audio. Lo importante del vídeo de Beyonce no es el audio, sino la imagen. En el caso del bebé, igual: la música es casi imperceptible.
Nos echamos las mismas risas y la Industria se queda fuera.
Me parece muy penoso que ordenen la retirada de los vídeos, podría ser que lo hicieron para darle publicidad al asunto y que la gente hable del tema.
#3 totalmente de acuerdo.
¿ Ahora si saco un vídeo con un libro en él me lo van a quitar porque el título del libro está protegido ?
Estamos tontos …
hola,
la idea del copyright, la «propiedad de las ideas » proveniente del mundo anglosajón , es de digestion dificil , para los europeos , y es que el salto cualitativo que supone pasar de la explotación economica de una idea ( eje central de los derechos de autor europeos) , a tener la absoluta propiedad de esta , amen de ser absurda , es de mira estrecha , y que increiblemente , (lo que no dice nada bueno de su sociedad) , si que encaja en su cultura.
Asistimos aquí a un doble fenómeno. Por un lado, las pretensiones desmedidas, sin fundamento legal. Los 2 ejemplos que mencionas entran perfectamente dentro del llamado fair use, y por tanto la publicación de tales vídeos es perfectamente legal en cualquier país del mundo, incluyendo USA. Otra cosa es que los de YouTube los eliminen para curarse en salud. Muerto el perro, se acabó la rabia.
Por otro lado, cada vez más los derechos de autor se están convirtiendo en un arma contra la libertad de expresión. El fundamento legal puede ser mayor o menor, según sea el caso, pero los derechos de autor se usan, no ya para proteger el monopolio sobre la obra, sino para quitar de en medio vídeos y textos inconvenientes, y atemorizar a todo aquel que pretenda publicar algo que no interese a los nuevos señores feudales. Así vemos, por ejemplo, que publicar ciertas informaciones técnicas acerca de fallos en los sistemas de protección puede llevarte a la cárcel (ya ocurrió con un ruso al que se le ocurrió ir a USA a dar una conferencia). Pero, ¿qué sistemas de protección?. Pues los que protegen las obras con copyright. Es decir, si publicas los fallos del sistema de seguridad de un banco, no hay problema, pero si publicas los fallos de un DRM que protege una peli, considérate un proscrito que irá a la cárcel si el sheriff de Nottingham te pilla.
Y si eres un crío de 16 años llamado Jon Johansen, que no ha violado ninguna ley de su país, 3 cuartos de lo mismo, serán necesarios 2 juicios en los que seas declarado inocente (en ambos) para que te dejen en paz, y la detención ilegal no te la quita nadie.
Me parece que cae dentro del uso, igual que si la noticia la pasaran en un noticiero. Al cuanto al bebe en TV tendrian que haberle abonado en canón correspondiente a la sociedad de autores (en el caso de Argentina, SADAIC), que es lo que corresponde cuando uno utiliza la obra de otros con fines comerciales (el caso de la TV). Ahora, como el video de YouTube no busca lucrar no tiene el menor sentido. Otra si digo que demandan a YouTube a bajar el video, porque ellos si tienen intención de lucrar. Ahora, ¿el video colgado pertenece a YouTube o al autor? ¿Lo que escribimos en un blog propio de Blogger es nuestro a de Google? (Obvio, es nuestro, para que no queden dudas de mi posición) Una fina línea estamos caminando: es el tema a resolver en los próximos años.
Hola Enrique; la verdad es que el absurdo total del Copyright se ha convertido en un mal chiste por culpa de las SGAEÃ?Åœs mundiales y sus amos las productoras de contenidos. Sobre la ímagen que adorna el articulo, el Capitán Copyright pues hace un tiempo hice un comic sobre La Muerte del Capitán Copyright; abajo está el enlace donde subí dicho comic. Un saludo desde Elche… y continua así; no pares de informarnos con esos brillantes árticulos que escribes
http://www.flickr.com/photos/8081021@N02/483083754/
Como decía una canción de los gallegos «Los Suaves» (yo tambien he tenido 20 años) «las canciones son de aquellos que las cantan».
Todo está escrito, todo está cantado, grabado, pintado… ¿O que creativo del mundo no bebe de otras fuentes?
Ops! he mencionado un grupÃ?² y una de sus frases sin autorización explícita ¿me llevarán a la trena?
Posiblemente lo mas estupido que una empresa puede hacer es ponerse en contra de los consumidores de los que viven.
El tiempo dira quien tiene la razon.
(para quien no tenga suficiente sentido comun como para saberlo ya)
Pues creo que deberíamos comenzar a promover un «día del apagón mundial de compras al material con copyright» , ya sea música, pelis, libros. Tendría un gran impacto económico y gran adhesión de público.
Que les parece empezar una movida de un fin de semana sin comprar nada con copy ? Algo hay que hacer, ya es hora. Te dejo la idea Enrique, ojalá desde las redes sociales podamos manifestarnos con algo que si les duela.
La avaricia rompe el saco. Las majors, embarcadas en un proceso suicida – tampoco saben dónde van – están cavando su propia tumba. Disparan contra todo lo que se mueve y, de momento, conservan sus millonarios empleos. Recuerdan al japonés, refugiado en una isla, que no se enteró del fin de la segunda guerra mundial hasta los años sesenta.
Las noticias que comentas son una muestra de obsesión ridícula. Esta locura debe acabar YA, pero para conseguirlo hacen falta políticos que promuevan un uso más libre del conocimiento, porque las empresas, por sí solas, van a seguir luchando por sus beneficios (o lo que ellas creen que son sus beneficios) sea como sea.
Parece claro que el video de Beyonce es parte del derecho de cita, pues se está citando un acontecimiento y no se está ante la reproducción de una obra (canción), como parece pretender SonyBMG.
Yo vigilaría o te demandarán o por injurias «a lo que sea» o por daño a la «imagen» y al «honor» de los susodichos…
A este paso, muy pronto comenzarán a cobrar hasta por mencionar el nombre de un artista en algún blog ó artÃculo periodÃstico. Si pago un CD original (inc. copyright), tengo que escucharlo yo solito, porque si lo pongo a sonar en mi negocio tengo que pagar «Derechos de Autor» nuevamente, ¿hasta cuando se dará esta situación?, si aún se les aguanta estas estupideces, es, porque la gran mayorÃa de los usuarios todavÃa no se ven afectados directamente (todavÃa piratean) , habrá que ver cuando eso se acabe.
la imagen que hay alli tiene copyright.