Enrique Dans

Al hilo de la recientemente anunciada inversión de Deutsche Telekom en JaJah (Cinco Días, El País, El Mundo…) aparezco en varios medios comentando que

«la inversión de T-Online prueba no sólo que la VoIP es el futuro de las telecomunicaciones, sino que además, se puede ser muy disruptivo sin necesidad de ser destructivo. JaJah hace las cosas muy fáciles para sus clientes, pero también las hace fáciles para las compañías del sector»

El tema lo comenté con Roman Scharf, fundador de JaJah, en una comida que tuvimos la semana pasada, en la que también estuvimos hablando de la otra inversión que la compañía acaba de recibir (veinte millones de dólares de Intel Capital), y de muchas cosas más. Mi impresión sobre el tema es, como revela la frase, sumamente positiva: que una empresa líder como Deutsche Telekom se lance a invertir en una compañía de VoIP como JaJah, un tipo de compañías que muchos consideran que son una verdadera desgracia para el sector, revela una visión estratégica muy interesante. Por un lado, una inteligente decisión de subirse a una ola en lugar de intentar nadar contra corriente. Por otro, un compromiso por unas comunicaciones progresivamente más baratas, en las cuales un operador puede ser capaz de proponer a un cliente que ahorre un porcentaje importante de dinero en sus comunicaciones sin necesidad de añadir complejidad y de salir de los productos de dicho operador. El hecho de escoger JaJah, la compañía de voz IP más habitualmente reconocida por la simplicidad de su servicio (no necesitas auriculares, ni micrófono, ni descargas de programas… JaJah intenta utilizar un aparato como el teléfono precisamente para aquello que fue diseñado y optimizado: las comunicaciones en la última milla) muestra una voluntad de extender este tipo de servicios y de trabajar con ellos como una manera de fidelizar a unos clientes cada día más hartos de complejos esquemas de tarifas que pretenden hacerles estudiar ingeniería de cohetes espaciales para poder calcular cual es el tipo de producto que tienen que contratar. JaJah no es la compañía más barata en su oferta de comunicaciones, pero sí pretende ser la más sencilla, adecuada y disponible para muchas ocasiones y en cualquier dispositivo (incluido el iPhone). Su producto no pretende desintermediar a las operadoras ni ser enormemente disruptivo para con su oferta, sino plantear servicios adicionales (cualquier teléfono puede ser tu teléfono) y tarifas razonables. En un sector como el de las telecomunicaciones, trabajar contra las operadoras puede ser una decisión en ocasiones bastante poco inteligente.

Volví de la conversación con Roman francamente encantado con la visión de la compañía, y aunque no conté nada en su momento porque no podía contar ni eso ni algunas cosas más, la verdad es que me ha gustado el planteamiento de la jugada: buen dinero para desarrollarse, acceso a la cartera de tecnologías de VoIP de Intel, y las sinergias proporcionadas por una gran operadora, Deutsche Telekom. Pero lo mejor de JaJah, en cualquier caso, está por venir, y será pronto…