Majísimo, Bob Young. Todo un personaje. No tomé notas y hablamos en inglés, así que las citas no pretenden ser textuales, sino simplemente lo que alcanza mi memoria.
Estuvimos hablando, por supuesto, sobre Lulú.com, pero también sobre el desarrollo y avance del open source y sobre la importancia de hacer proyectos con vocación de cambiar cosas, que fue lo que le llevó en su momento a abandonar el negocio de leasing de ordenadores («¿qué pasaría si desapareciésemos mañana? Puede que algunos clientes nos echasen de menos, pero ¿cambiaría algo?») en el que había tenido un notable éxito, y desarrollar Red Hat, un proyecto que sí pretendía cambiar el mundo y, de hecho, fue uno de los pioneros en conseguir que el software de código abierto fuese aceptado y adoptado por el mundo corporativo. Muchísimas anécdotas de aquella época, como en la que me contaba como estaban desarrollando algo con Netscape («¡qué gran compañía!») y, al pasearse por la compañía, veían un montón de ingenieros con la caja de Red Hat encima de la mesa, pero en muchas ocasiones con el celofán todavía puesto… «en realidad, como muchas otras personas, nos compraban para darnos apoyo, casi por una cuestión de fe».
Cuando, como serial entrepreneur que es, decide emprender otra aventura y se pone a pensar en la idea, afirma que le vino una inspiración al ver las demandas que la Recording Industry Ass. of America (RIAA) estaba interponiendo «contra abuelitas sin recursos cuyos nietos habían usado un día el ordenador para descargarse unas canciones», y cómo al llegar a su casa, y pensando que, después de todo, él era una persona de cierta visibilidad, advirtió a sus hijas para que no descargasen música de redes P2P porque no quería ser objeto de una demanda «ejemplificadora». La respuesta de sus hijas, en un comentario que me hizo identificarme muchísimo con él por experiencias similares con la mía, fue algo así como «o sea, papá, que pretendes que te demos la lata para que nos lleves a una tienda, que te demos la lata para pedirte veinte dólares, que compremos un pedazo de plástico con quince canciones de las que nos gusta sólo una, que lleguemos a casa y te demos la lata para ver como se graba esa canción en el ordenador, y que acabemos pidiéndosela a nuestros amigos? La única respuesta posible era ‘vale, hacedlo, pero no me lo digáis’… es cuando te das cuenta de que una industria ha dejado de tener la sensibilidad hacia lo que sus clientes quieren, y que eso va a dejar un enorme hueco entre lo que unos quieren y los otros están dispuestos a dar».
Hablamos de la evolución de Lulu.com, que tiene crecimientos espectaculares, y del problema de los costes de envío, que estaban proporcionando sorpresas desagradables a algunos clientes. Por eso han tomado algunas decisiones: desde hace cierto tiempo, los envíos tienen una tarifa plana para Europa, y están expandiendo el número de sitios en los que realizan la impresión y envío, ahora por ejemplo ya imprimen desde España. Los números del negocio me sorprendieron bastante: Lulu.com es capaz de ganar dinero cuando imprime el primer libro, no requiere de tiradas largas, porque todo el trabajo previo está automatizado y lo lleva a cabo el propio autor, y las máquinas de impresión son inmensas cadenas hipereficientes desarrolladas por Xerox que la empresa en muchos casos subcontrata a clientes con capacidad ociosa que la propia Xerox les presenta, lo que convierte a Lulu.com en una auténtica empresa especializada en la explotación de la larga cola (de hecho, conoce a Chris Anderson y Lulu.com es una de las empresas incluidas en el libro). Estuve viendo algunos de los libros que llevaban, y la verdad es que, tanto en rústica como en tapa dura, la calidad no se diferencia para nada de la habitual. Pero Lulu.com no es una editora, se define como una empresa de tecnología, y abarca desde libros hasta música, pasando por muchos otros formatos incluyendo los eBooks, que Bob ve claramente como el futuro: «la gente no se quiere llevar el portátil a leer a la cama… pesa mucho, es incómodo, se calienta… pero lo único que hay que hacer es ver como era cualquier aparato de hace veinte años con el mismo aparato ahora, y entender que dentro de no veinte, sino de menos años, los ordenadores serán algo completamente diferente, y nos los podremos llevar no sólo a leer a la cama, sino a donde queramos».
Una de esas personas con la tranquilidad y el asentamiento de ideas que da de la experiencia, pero con el entusiasmo de aquel a quien le encanta lo que hace… Me ha encantado conocerlo.
Muchas gracias Enrique.
Este hombre con Lulu ha hecho tanto por la cultura como mil ministerios del ramo.
Sobre la impresión: comentas que se realiza con maquinas de Xerox. Yo he conocido muy bien durante años las máquinas de Xerox, por lo que dices se trata de la Igen3 de Xerox. Este tipo de máquinas te permiten realizar impresiones bajo demanda a alta velocidad sobre casi cualquier formado, pero no dejan de ser fotocopiadoras grandes y rápidas. Usan la misma tecnología, los mismo productos y tienen las mimas pegas. Aunque alguno intente defender que no son tonner :P
La impresión bajo demanda de corta tirada la popularizo HP-Indigo. Esta es una división de impresión digital que realmente se parece a la impresión off-set, con la misma calidad solo que con opciones de tiradas minimas, ya que cada ejemplar puede ser diferente, sin necesidad de todos iguales o sobrecoste por ello. En españa empresas con Offman editan libros bajo demanda de las fotos de los clientes, de esta forma tenemos impresión de calidad de nuestras fotos.
El caso de Lulu.com les convierte en pioneros del uso de una tecnología existente hace años, pero que muchas editoriales o medios sobre papel no han sido capaces de ver, hoy en día se tendrían que fabricar libros bajo demanda, bajo petición del cliente y tenerlo en 48 horas en casa. Cuando este mercado sea así podremos empezar a comentar que los libros en papel son competencia real sobre soportes que avanzan mas rapido, como internet.
AlejandroPerez
debe ser una experiencia inolvidable
yo era de los que tenia la caja de redhat, bueno varias, y un par de suse tambien :D
La verdad es que es cierto que algunos mercados requieren este tipo de cambios. Ya no estamos en la misma situación que hace 10 años, y algunas compañías intentan no cambiar anclándose en el pasado.
Aún debo tener alguna caja de RedHat, al lado de Microsoft Excel y Wordperfect. Lo que sí que es cierto que yo era de los que no lo solían instalar, dado que hacía más experimentos con slackware, al igual que hago ahora con mis alumnos. No quiero que se «malacostumbren» a tener demasiados gestores de paquetes, y les pongo versiones de slackware un tanto viejas en equipos antiguos.
Querido Enrique, estos artículos me incitan a escribir una novela híbrida que funcione entre Lulu.com y un blog. En papel lo esencial y en web los complementos, comentarios, variaciones… Gracias, este hombre es estupendo.
Está claro que Lulu.com es una empresa que ha detectado una oportunidad de negocio en la explotación del long tail (especialmente del mundo del libro). Mientras el sector editorial «tradicional» no acaba de comprender que su negocio está cambiando, empresas como Lulu ven de forma cristalina que la filosofía just in time es viable, rentable y sobre todo satisface de mejor manera las necesidades de los consumidores de contenido.
La creación y explotación de contenidos será muy diferente en 15 o 20 años y lulu.com o google (book search) están ya posicionados para aprovechar ese cambio.
Lo que me resulta curioso es que grandes grupos editoriales de nuestro país no parezcan interesados-preocupados por esta situación.
Creo que la limitación es claramente tecnológica lo cual es una buena noticia para consultores de NNTT que visitan tu blog. :-)
Por espiritu de cuerpo, quiero realtar la edad de el protagonista de la historia y recalcar lo que dije en un post anterior.
Quien fue listo de joven como Bob Young, (floreciente negocio de Leasing y Red Hat), suele llegar a viejo siguiendo siendo listo y que si bien considero que jubilarse, (incluso anticipadamente), es una bendición, si uno es ambicioso por naturaleza, o tiene ganas de dar guerra, puede de viejo llevar perfectamente una compañía, o incluso algo mucho más complicado, ponerla en marcha (Lulú).
Siempre me ha gustado el tacto y el olor a papel, consumir libros y añadirle notas al margen.. Es sin duda algo que, por mucha pantalla enrollable, siempre quedará, como un tangible. Entrando en el modelo, me parece muy interesante recordar el modelo del Mercado de Serivicios, no te cobran por el uso de la tecnología sino por los servicios conexos. Y hay un tema que veo en detalle: Ten el control de los derechos…:
«Lulu respeta los derechos de propiedad intelectual de cualquier autor, y pedimos a nuestros creadores que hagan lo mismo. Debes poseer los derechos de autor y de copyright de cualquier material que publiques en Lulu. Esta es una de las razones principales por las que no permitimos a autores que publiquen material de «fan fiction» o otro tipo de historia basadas en el trabajo de otro creador a menos de que hayas conseguido el permiso expreso de ese trabajo. Lulu, en ciertos casos se reserva el derecho a desactivar las cuentas de autores que infrinjan los derechos de propiedad intelectual de otros.»
Con lo cual se cura en salud ante las demandas que Google, etc… ya vienen sufriendo.
Pero por qué no crear una versión Lulu copyleft?
En Lulu puedes publicar con copyleft. Si tienes los derechos, puedes publicar con la licencia que quieras. Obviamente, lo que no puedes hacer es publicar en copyleft las obras de otros.
# Gel, gracias por el matiz. Será donde pone (c) Notice, (Optional)…
Me parece una persona con una capacidad tremenda. Pero sobretodo, adelantarse a los acontecimientos. Una de mis preguntas preferidas es ¿como será tu mercado dentro de 5,10,15 años? Muy pocos lo saben, o simplemente no se lo plantean. Bob young va por delante del tiempo
¿Os imagináis un negocio como este para música? Grupos que envían sus maquetas, grabación de CD bajo demanda (o descarga, como los eBooks), un 20% de comisión para la disco-lulu-gráfica y el resto para los grupos… demasiado bonito para ser cierto.
12: Eso ya lo puedes hacer tambien con Lulu ;-)
Eso de que obtienen beneficios desde la primera impresión ya que todo el trabajo lo hace el autor no sé si será cierto, pero si lo es no creo que me gustase comprar un libro allí.
Todo autor es un ignorante sobre la edición de un libro, una labor complejísima –para comprobarlo no hay más que echar una ojeada al «Manual de estilo de la lengua española» de José Martínez de Sousa, o a otras obras del mismo autor–.
Respecto a lo del libro electrónico, estoy de acuerdo en que ese será el futuro, pero entonces ¿qué nogocio dentrá Lulu.com?
@anisótropo: aunque el libro electrónico sea el futuro, el formato físico no dejará su lugar. Como dijo @tomos «siempre quedará como un intangible«.
Lo que sí es cierto es que me sorprende igual que a tí el hecho de que obtengan beneficios desde la primera versión. Me gustaría enormemente conocer más a fondo el modelo de negocio para entenderlo.
De hecho, hace cosa de una semana se me ocurrió una idea de negocio entorno a la web 2.0 y el libro que puede tener muchas sinergias con lulu.com. Espero poder sacar el tiempo suficiente para empezar a desarrollarla en cuanto termine el MBA del IE ¿Quien sabe?, un joint venture podría funcionar muy bien.
Parece TINTIN a la Americana.
Y fundo MiLÚ-LU
Gracias a ti, Enrique, he estado en lulu.com y es una idea genial. Sencillamente, me ha fascinado todo: que sólo se lleven un 20% del precio de la descarga, que no haya filtro editorial (ganan dinero con la primera copia vendida), que puedas elegir entre descarga y libro físico (o ambos), que puedas elegir entre varias licencias (o la tuya propia), incluyendo Creative Commons, que puedas poner tu libro gratis o no, que el libro impreso se venda también en otras webs e incluso creo que en librerías, que el derecho de venta de lulu.com no sea exclusivo, que el autor retenga el copyright, y un largo etcétera.
lulu.com es como siempre debieron ser todas las editoriales, y es posible que sea la empresa que consiga que yo me abra una cuenta en PayPal.
Tan sólo le he visto una pega, y es que el pdf tiene que estár adaptado a lo que se va a publicar sobre papel, no es posible crear un pdf aparte como edición para lectores de ebooks (en un pdf para ebook el tipo de letra ha de ser mayor y los márgenes conviene que sean menores que en una edición impresa). Se puede solucionar publicando en Lulú 2 ediciones de tu libro, como si fueran 2 libros distintos, una edición «sólo descarga» preparada para lector de ebooks, y otra edición «normal» (optimizada para libro impreso), pero este método no deja de ser un parche para solucionar una carencia de la web.
Lo suyo es que Lulú permita poner 2 pdf’s para descarga, uno que se corresponda con el libro impreso, y el otro (opcional, por supuesto) optimizado para ebook. Enrique: si vuelves a hablar con Bob Young, coméntaselo porfa, que algunos ya empezamos a tener lectores de ebooks y te aseguro que es el futuro.
La tecnología de pantalla llamada «papel electrónico» (véase la Wikipedia, sobre todo la versión en inglés) es una maravilla, no cansa la vista, y puedo dar fe de que es tan cómodo leer un libro en mi iLiad (Wikipedia again) como sobre papel. El ebook es el futuro, la tecnología de pantalla era el único inconveniente para que triunfase, y eso ya lo han solucionado.
@Tolmos: Coincido en lo del tacto y el olor a papel de los libros. Sólo una matización: Esas sensaciones, las tenemos nosotros, nuestra generación y las anteriores, que hemos sido educados en la cultura del papel, pero ¿Que pasaría si en un futuro, que yo no creo muy lejano, nuestros hijos, ó nietos, son educados en una cultura del eBook, con lectores de tinta electrónica?, ¿tendrán este tipo de sensaciones, ó pensarán que somos raros?.
Creo que en efecto el futuro está en los lectores de ebooks, y que si, ahí hay multiples posibilidades de negocio, pero tal como ha pasado en el mundo de la música, las editoriales no tienen ni idea de como hacer la transición ( Y ahí Lulú se ha adelantado), y también tienen que tener muy claro que, aunque les cueste aceptarlo, muchos de los «actores» del negocio editorial quedarán fuera, por ejemplo, tal como ha pasado con las tiendas de ventas de discos físicos en CD ó vinilo, puede pasar lo mismo con múltiples librerías «tradicionales», que pueden ven caer aún más sus negocios ( Y lo siento por mi cuñado, que tiene una en Alicante…).
Los parecidos entre el negocio de la música y las discográficas, por una parte, y los libros y editoriales, por la otra, son tremendos. Parece ser que el primer experimento de lector de ebooks de Sony, (Librie, creo que se llamó), fracasó por la imposición de estrictas medidas tipo DRM, y por la exclusividad del formato propuesto. Desde que Adobe decidió ceder el formato pdf para que se convierta en estandar, dicho formato, que ya era estandar de facto, ha pasado y pasará aún más, a ser el leit-motif de los ebooks y ebooks-reader, al igual que el formato mp3 lo fué de la música.
Sospecho que el principal problema, no será tecnológico, si no, como no, el de los tan manidos derechos de autor ( Y Falsos; Yo siempre he sostenido que en realidad son Derechos de Editor….). En este sentido, los usuarios habremos de mover ficha hacia aquellas opciones de lectores que mayores opciones nos den, y que menos restricciones nos pongan. Igual que itunes ha demostrado ser rentable a pesar de que no toda la música que se escucha en un ipod es comprada de itunes, las editoriales deberían pensar que han de convivir con modelos mixtos en los que, quizás sólo una parte de sus contenidos sean de pago ( ¡Y no les doy más ideas, leches!, ¡que se las busquen ellos!!!!).
PD: Conste que soy ávido lector, y algo bibliómano; incluso un pelín bibliófilo; pero veo más ventajas que inconvenientes en una posible adaptación rápida a los lectores de ebooks. En ese sentido, para mí, la impresión bajo demanda llega demasiado tarde; está siendo ya adelantada…
Saludos.