Enrique Dans

Conocer a Matt Mullenweg me ha dejado de verdad encantado, como sólo puede ocurrir cuando entras en contacto antes con la obra que con la persona, y cuando conoces a la segunda tienes una perfecta imagen de la magnitud de la primera. WordPress es, como el propio Matt dice, «una pequeña idea que funciona», y de qué manera. En general, y dada mi escasa cultura como programador, tiendo a sentirme impresionado por las personas capaces de «hacer magia» con el código, y Matt está claramente en la galería de honor de los grandes magos en ese sentido, cerquita, cerquita ante mis ojos de los mismísimos Gandalf el Gris o Albus Dumbledore. Pero es que, además, es un tipo supermajo, de conversación viva, agradable y muy interesante, y con unas convicciones acerca de temas como el software libre, la propiedad intelectual o la estrategia empresarial que verdaderamente impresionan, y más en una persona de veintidos años. Durante este fin de semana, tuve varias oportunidades para hablar con Matt de muchos temas, y la verdad es que me ha caído esplendorosamente bien.

En público, Matt transmite la misma sencillez que en persona. Como la chicadelatele me había robado el tablet, aproveché un descuido de Wicho a mi izquierda para arrancar dos hojitas de su flamante moleskine de Google y de Juan a mi izquierda para cogerle un boli Bic, y me puse a tomar apuntes en plan tradicional. Y es que no hay cosa más sencilla que tomar apuntes en una charla de Matt: ideas simples, rotundas, en una o dos palabras. Ves un chaval de veintidos añitos, con tendencia fácil tanto hacia la sonrisa como hacia el sonrojo, y además, la mar de divertido, que de repente, en unas pocas sobrias transparencias con una palabra en cada una en simples letras blancas sobre fondo negro, te deja impresionado por la solidez de sus planteamientos. Matt tiene meridianamente claro que su éxito se debe a las características del modelo de software libre: WordPress es gratuito para todo el que lo quiera usar gratuitamente, y genera una enorme comunidad de desarrolladores a su alrededor que le añaden todo tipo de diseños y funcionalidades, algo muy dificil de superar con concepciones anticuadas de competencia. Pero es que además, la lógica se cumple, y es rentable.

Su compañía, Automattic, es una perfecta traslación de sus ideas. Completamente virtual, formada por personas que trabajan desde sus casas, es una compañía pequeña con vocación de pasárselo bien, de no ser comprada por ningún grande que estropee su forma de hacer las cosas:

«My idea of success is not to work for a big company. My goal is to keep it fun.»

Las «pequeñas ideas que funcionan» de Matt, como WordPress, generan además productos que se independizan del posible éxito o fracaso de su compañía:

«Even if Automattic went bankrupt tomorrow, WordPress would outlive that.»

Para Matt, la clave del éxito es disponer de un sitio con abundante banda ancha y con costes de vivienda bajos. Ni más, ni menos. Para él, sitios como Silicon Valley o las grandes iniciativas para construir entornos tecnológicos en Europa están completamente anticuadas en un momento en el que resulta mucho más sencillo y más agradable trabajar desde casa y permanecer en el ambiente que uno escoge, sea urbano y vibrante o tranquilo y sosegado. Ni siquiera los VCs son un factor fundamental: lo importante es hacer cosas que te ilusionen, mantener los costes muy bajos para que el tiempo corra a tu favor y no en tu contra, y enfocarse en una sola cosa, no tratar de hacerlo todo, aprovechando lo que haya ya disponible en otros sitios. En su visión, las grandes compañías, esas en las que no quiere trabajar ni en pintura (pasó un cierto tiempo en C|Net, pro salió para crear Automattic), fallan porque, entre otras cosas, pierden la ilusión, crean software por dinero en lugar de hacerlo por amor, y pretenden venderlo, cuando el futuro del software es claramente ser libre y gratuito. En las grandes compañías, se juzga a la gente basándose en la forma en que trabajan, no en el resultado de su trabajo, y eso destruye la ilusión de las personas, su libertad para trabajar como buenamente quieran en aquello que les gusta.

Las empresas, según Matt, deben concentrarse en sus usuarios, y no específicamente en su número, sino en su calidad y en sus deseos, para ser capaz así de satisfacer necesidades claras. Es fundamental sacar una primera versión lo antes posible, y trabajar en iteración constante, lanzando nuevas funcionalidades todos los días. En términos personales, Matt hizo hincapié en la importancia de mantener un balance saludable, unas horas de sueño razonables, y una buena situación personal, equilibrada, apoyada en factores como la familia que han resultado totalmente fundamentales para él. ¿Tópicos? En boca de Matt, desde luego, no tienen ese aspecto. Cuando termina la conferencia, que se te hace ineludiblemente corta, sabes que has pasado un rato muy entretenido escuchando a alguien que se te hace cercano, casi entrañable, y que además, dice lo que dice porque lo ha vivido hace muy poquito y porque lo cree de verdad. La verdad, una persona que me ha encantado conocer y me ha caído fenomenal.

Hay una entrevista con Matt hecha por Pablo Fernández en El País (por alguna razón por más que corrijo este vínculo, vuelve a salir una página en blanco, un error en el flamante rediseño de El País)

ACTUALIZACIÓN: Francamente :-) interesante la opinión de Ricardo Galli sobre Matt, al que califica de persona que «tiene el ADN preparado» para desenvolverse con plena soltura en temas como los blogs y el software libre. Su opinión está además completada con una certera descripción de lo que le pasa a Ricardo cuando va cualquier foro a hablar de software libre versus software propietario, visión que puedo dar fe que ocurre exactamente así. Aunque los contextos son diferentes (Ricardo va a los sitios a hablar de software libre apoyándose en una contrastadísima y relevante experiencia personal, mientras que yo me apoyo en el análisis y transformación de los modelos de negocio que el software libre genera, es decir, cada uno «canta por su palo»), me he encontrado completamente identificado con lo comentado por Ricardo en esa entrada.