Mi columna de Expansión de hoy se titula «¿Es real lo virtual?» y pretende llevar a una reflexión sobre la realidad de algunas experiencias, o de algunas cosas a las que llamamos «virtuales». El diccionario de la RAE define «virtual», en su tercera acepción, como un adjetivo que indica que algo tiene «existencia aparente y no real», pero… ¿por qué considerar irreales las relaciones de un millón de personas caracterizadas mediante avatares en un lugar de Internet en el que hablan, interaccionan, compran y venden cosas, etc.? ¿Es irreal mi interacción con los alumnos de un curso online? Francamente, eso de que la virtualidad no es real me parece una falacia, es más, en ocasiones, lo virtual puede superar a lo real: en un curso online, el nivel de análisis de los casos es superior al que puede alcanzarse entre las cuatro paredes de una clase «real», constreñidos por un reloj y por una disponibilidad de información relevante mucho menor que la que tienes delante de una pantalla.
A continuación, el texto del artículo:
¿Es real lo virtual?
Desde hace un cierto tiempo se habla con cada vez más fuerza de lo virtual, fundamentalmente a partir del éxito de entornos masivos multijugador en Internet como Second Life, que hace una semana llegó al millón de jugadores. En realidad, el éxito de Second Life palidece al lado de los siete millones de jugadores actuales en otros mundos como World of Warcraft, aunque de éstos se habla menos por un cierto pudor relacionado con su carácter bélico o violento. De Second Life, en cambio, se habla en entornos empresariales debido, sobre todo, a sus aspectos económicos: el producto interior bruto de Second Life, considerando todas las transacciones económicas que se llevan a cabo en su seno, asciende ya a un total de $64 millones, similar al de pequeñas economías como la de Santo Tomé y Príncipe.
Piense en ese millón largo de personas entrando con regularidad en un mundo en el que se mueven mediante «avatares», figuras definidas por ellos, que les representan, comprando y vendiendo tierras, edificios, objetos o servicios en un sistema económico que llevó a su creador, Philip Rosedale, a decir sin despeinarse que «no estaba construyendo un juego, sino un nuevo país». Un país que reinventa costumbres y hasta reglas de la física, en el que se puede volar, o cambiar de aspecto hasta lo inverosímil, o donde se tiene una concepción de las relaciones algo más «relajada». Con una cuenta gratuita, cualquiera puede «reinventarse» en Second Life, aunque muchos de sus residentes optan por pagar entre $6 y $9 al mes para tener acceso a los trescientos «Linden dollars» o dólares virtuales semanales que el juego les asigna.
No pretendo, sin embargo, dedicar esta columna a hablar de Second Life, sino al concepto, a la esencia de la virtualidad. ¿Qué significa exactamente ser «virtual»? Según el diccionario, «virtual» es un adjetivo que indica que algo tiene «existencia aparente y no real». Pero, ¿y si les digo que los antes mencionados «Linden dollars» (L$) tienen una cotización líquida y efectiva con respecto a otras monedas? A día de hoy, cien L$ son, según Reuters, unos treinta céntimos de Euro, y los cambios de moneda son algo que los residentes manejan con toda naturalidad. De hecho, tres mil emprendedores ganan al año más de veinte mil dólares (de los de verdad) comprando y vendiendo productos y servicios en Second Life, y hasta una persona que ha llegado a ganar varios cientos de miles comprando y vendiendo propiedades inmobiliarias. Los dólares son reales, las personas también lo son, aunque actúen a través de un avatar. ¿Debería esto llevarnos a replantear, de alguna manera, las fronteras entre lo real y lo virtual?
Hace poco me enfrenté a la experiencia docente más interesante de mis dieciséis años de docencia: durante cinco semanas, desarrollé un curso entre foros, correo electrónico y reuniones virtuales con cámaras web con treinta y cinco participantes situados en los lugares más variados del mundo. Personas a las que nunca he estrechado la mano, pero a quienes las diez sesiones me llevaron a conocer más de lo que consideraría habitual en una clase normal. Sabía quienes eran, podía calificarles con mayor conocimiento de causa, y hasta diría que la experiencia docente tuvo mayor profundidad.
¿Virtual? ¿Real? ¿Realidad virtual? ¿Virtualidad real? Esos alumnos han asistido a una clase conmigo, y han recibido un aprendizaje tan real como los dólares que pueden ganarse en Second Life. En el mundo de hoy, lo virtual ya no se contrapone a lo real. Lo complementa, lo aumenta o lo sustituye. Plantéeselo. Forma parte de su futuro en más aspectos de los que usted cree.
Y no te parece que quizá quienes estemos utilizando mal la palabra somos nosotros y no la RAE?
Vaya por delante que soy partidario de todas las tecnologías que ayudan a hacer más fáciles muchos aspectos de la vida (incluido el trabajo). Por ejemplo el caso que expones de tus clases mediante cámaras web, foros, presencia on-line… Quizá esto se da en llamar virtual y no lo es.
Pero lo que sí me parece definitivamente virtual es el caso de SecondLife. Para mí, aunque efectivamente mueve dinero real, está basado en objetos y acciones virtuales (que no existen): no existe esa parcela que compramos, no existe esa ciudad, no no existe ese personaje (avatar) que diseñamos, existimos nosotros mismos. Lo que existen son programas de ordenador ejecutándose en servidores.
Yo creo que, simplemente, es una extensión del concepto de videojuego que, por sus características, se ha convertido en un negocio potente.
Es un videojuego porque estás representado por un personaje que hace cosas en un ambiente creado por ordenador. Y esas cosas pueden simular cosas que puedes hacer en la realidad (saltar, hablar…) o que no podrías hacer (conducir un coche de F1…).
Por todo esto, mi conclusión es que algo como SecondLife te puede divertir, pero creo que, como los videojuegos, es peligroso llegar al extremo de que la ficción sustituya parte de la vida real. Y de esto yo excluiría, por ejemplo, las reuniones que se pueden hacer en SecondLife para acortar distancias o facilitar una reunión entre personas reales que, de otra forma, no se reunirían o sería más complicado o caro. Esto no sería virtual porque las personas actuarían como ellas mismas haciendo y diciendo lo que harían y dirían en la realidad.
Saludos,
Javier.
Real y virtual son términos ambiguos. ¿Es real una persona jurídica?. No, pero hacemos con ellas tratos, firmamos contratos ante notario, e incluso trabajamos para ella como empleados.
En cambio una persona física es real, pero cada dos por tres tiene que demostrarlo sacando el DNI o la partida de nacimiento, pues en eso papeles donde aparece virtualmente, tienen más valor probatorio de su existencia, que su presencia física.
Hay efectos y trucos que hacen parecer real lo que no lo es como los libros de dibujos que se ven en tres dimensiones o los trucos de los ilusionistas. Si vas a un cine en tres dimensiones, te echas a un lado cuando ves acercarse el tren hacia tí.
Tu inteligencia sabe que es virtual pero tus sentidos te informan que es real. Realidad y ficcion se confunden y nos confunden.
En el mundo TIC este efectos se esta multiplicando, hablamos a un buzón de voz, y nos contesta un tele operador electónico, todos tenemos videoportero automático y juegos de ordenador, el «cine en casa» nos amplia el salón con el plató de television donde Boris Aguirre, simulando unas plumas que en la realidad no tiene, se nos muestra en gayumbos subido a una silla.
Teletrabajamos y hablamos por video conferencias, mientras exploramos con una visita virtual las Pirámides de Egipto. Por último asistimos a esta tertulia y creemos que nos conocmos todos.
¿Esto es malo? ¿Esto es progreso? Yo no se contestar, solo se que es así
Esto nos debe hacer recordar aquel viejo lema de Hegel: «Todo lo racional es real y todo lo real es racional». ¿Porqué? Porque si existe en nuestra mente, ya existe de algún modo (luego lo virtual es real); y si nosotros hemos podido pensar que algo existe, es porque nuestra mente ha llegado a captarlo, y además no podemos concebirlo de otra manera que esa (luego todo lo real ha de ser forzosamente virtual, pues sino sería impensable).
Concuerdo con ixion yo creo que somos nosotros quienes estamos cometiendo el error de utilizar mal la palabra.
¿no lo creen?
http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/esp/borges/tlon.htm
Hola Enrique!
Veo que definitivamente te «enamoraste» de second.
Estoy de acuerdo que en la virtualidad, reside una gran parte de nuestras acciones futuras, y diría que simplemente son un paso más de esto que hacemos ahora, pero sigo manteniendo lo mismo:
«Nada usable, compleja navegación, todo en inglés, necesitas gran capacidad grafica para que te funcione…»
Entonces, ¿Entrarías en second ahora, que es cuando se prepara la comida, o simplemente esperamos la evolución de un sistema mejor capaz de integranos con mayor calidad, candidez, más facil de usar y en varios idiomas?
Muy mal rollo me ha dado second life. No quise dar mi tarjeta y lo hice por paypal. Tardó muy poco en llegarme un phising imitando paypal con una fidelidad de susto. Yo me bajo de second life, me apasiona más la primera, y me declaro temedor oficial de la «second»a.
Hola,
pues a mi entender, sin querer y sin tener ni idea si el término correcto es virtual u online, yo creo que detras de second life hay una realidad tremenda. hay personas que intentan modificar sus condicones actuales. Y lo que es mejor, lo pueden hacer. para mi es el caso más extremo de la web como medio para transformar realidades offline. Y second life lo hace, en toda la expresión de la vida, no sólo en una parcela. En el mismo momento que la realidad online pude llegar a la offline (a traves de dinero, en este caso), creo que se da la transforamción.
vamos, es mi manera de verlo….
La diferencia entre lo real y lo virtual, ya lo planteaban los budistas zen y otras religiones, es que no hay diferencia…, pero nos negamos a reconocerlo, pero visto los avances en la tecnología y la comprensión de los procesos de la mente, nos estan acercando a eso… nuevamente.
La respuesta la tiene el IRS americano. Es real, ya que están buscando la forma de hincarle el diente al tema. En los USA llevan)mos unos días con el tema en los periódicos, incluido el Metro
;). He puesto varios artículos relacionados en http://efender.wordpress.com/2006/10/27/mundos-virtuales-cada-vez-mas-reales/
un saludo
Me adhiero al comentario de ‘ixion’. El DRAE también describe realidad virtual, que podría ser más relevante para SL.
Por otra parte, las palabras de ‘Gorki’ apuntan varios ejemplos interesantes de la «First Life», y no sólo visuales, o producidos con un sistema informático.
Ahora bien, si nos ponemos filosóficos o religiosos, lo que dicen ‘Monsieur le six’ y ‘gensar’ tiene mucho sentido. Los «cuentos» escritos por ‘Lobsang Rampa’, que algunos recordarán, nos hacían ver Ã?«el tercer ojoÃ?».
¿No será que estamos empleando virtual en la primera acepción de la RAE: Ã?«tiene virtud para producir un efectoÃ?»? Otros ejemplos: Raúl escribe de impuestos y Enrique de aprendizaje…
OFF TOPIC:
Seguro que te apetece echarle un vistazo a un mapa interactivo del Downtown de L.A:
http://dcbid.cartifactmaps.com/
http://thumbsnap.com/v/HJK8PHyQ.jpg
Saludos.
Los humanos vivimos en el lenguaje y creamos mundos con actos declarativos como «los declaro marido y mujer», actos que no se ven como materialidades puras y podrían asociarse a alguna virtualidad.
Sin embargo existen y son tan sólidos que si no respetamos ciertas teglas que están en el lenguaje podemos terminar presos.
Yo creo en todo lo que dices Enrique y creo que el mundo virtual como lo llaman habita en el lenguaje que en nuestra estructura como especie es tan real como puede ser la causa de una depresión.
Solo un comentario para reforzar lo que comentas
Lo que vemos, no es mas que la interpretacion en el cerebro de las señales que envian los ojos, por tanto la realidad de cada uno, como interpretada que es, es distinta en cada uno. Si lo llevamos al tema de la virtualidad que comentas, lo virtual dependerá de lo que cada uno interprete que es o no virtual. No olvidemos que lo que se esta viendo en la pantalla el cerebro tambien lo interpreta
Hola este es un tema muy interesante, hace poco escribir una entrada precisamente con ese tema: Hacia los postnatural (parte 2)
Creo que me equivoque en el codigo, mejor lo pongo asi al natural:
http://alexchrojo.blogspot.com/2006/07/hacia-lo-postnatural-parte-2.html
Second Life es sólo para clientes de Microsoft y Apple.
No dicen qué marca de ropa y calzado deben usar los que ya son clientes de Microsoft y Apple cuando están frente al ordenador, pero ay, si traspasa el tictac del mercado bítico al resto de mercados.
Quería aclarar que no es necesario poner datos de tarjeta ni cuenta de Paypal. Se puede jugar perfectamente con una cuenta gratuita.
Quienes tengan ganas de probar esta segunda vida, pueden encontrar tutoriales en español muy completos e ilustrados en MiOtraVida, como también un foro donde consultar dudas, noticias, fotos, información sobre los lugares donde se reúne la comunidad latina en Second Life, y mucho más.
me parece que la virtualidad es la secuencia mas importante que se haya podido observar, aun cuando no es real. En nuestro contorno de vida debemos tener presente en todo momento que para hacer que lo virtual paresca real hay que saberlo vivir.
Lo virtual es tan real como los sentimientos.
Saludos,
Mariana
Gracias.