La llegada ayer a Amsterdam fue todo un poema. Un retraso de dos horas por gentileza de Iberia (¿soy yo solo, o lo de los retrasos en las salidas desde la T4 han pasado a ser una especie de norma no escrita?) me hizo llegar tarde a una charla que ya de por sí estaba prevista a una hora relativamente tardía para estándares centroeuropeos, las 19:30. Llegué más tarde de las 21:00, para encontrarme con la agradable sorpresa de que los asistentes no sólo me habían esperado, sino que estaban dispuestos a sentarse para escucharme a pesar de que el reloj ya empezaba a marcar una hora intempestiva. Empecé haciendo un poco de provocación sobre «esa cosa llamada Web 2.0» y sus estereotipos, para seguir hablando de la inversión del modelo de comunicación, y pasar a tratar elementos como blogs, agregadores sociales, universos virtuales, etc. y su conexión con los medios clásicos. De ahí pasé a hablar un poco de modelos económicos, del nuevo tipo de publicidad y el desplazamiento rápido de la publicidad en medios convencionales a Internet como sostén de esos modelos económicos, para terminar invitando a los asistentes a probar muchas de esas cosas a escala personal como manera de entender qué es realmente lo que está viniendo.
Lo mejor, la actitud en todo momento participativa del grupo, a pesar del duro maltrato horario. Amsterdam es una ciudad que me encanta, de un tamaño maravillosamente manejable, y la comunidad de alumni aquí (había varías personas que se vinieron desde Rotterdam o Eindhoven), es gente muy próxima, con apariencia de conocerse desde hace tiempo aunque no sea necesariamente el caso. La cosa es que se hizo tan tarde, que decidimos pasar el cóctel a dentro de la habitación mientras dábamos la charla, y al terminar nos fuimos con algunos de los asistentes a cenar y a dar un agradabilísimo paseo por el Red Light District, que no conocía, y por alguna otra zona cercana. La anunciada convocatoria de Greenpeace para convertir temporalmente el Red Light District en Green Light District tuvo, según pude ver, una respuesta más bien escasa, aunque sí había algún sitio que había sustituido sus bombillas, pondré alguna foto en cuanto llegue a casa.
Ahora estoy en Düsseldorf, después de un viaje en un tren comodísimo, con enchufes y mesita para el portátil, con lo cual, entre el portátil para retocar la charla de ayer y el BlackBerry para leer y contestar correo, llegas al final del viaje con todo al día… Ahora me iré a dar un paseíto por el Hafen, siguiendo amables consejos de David, y esta tarde, conferencia con los alumni de Düsseldorf.
Algo que supongo que a estas alturas ya has descubierto.
Por bonita que sea la ciudad de destino, no hay viaje pagado por la empresa que resulte placentero
Yo desde que abrieron la T4 solo he volado dos veces, y las ambas, genial, ni un minuto de retraso, lo mismo que para las vueltas.
Será suerte?
Para ia Dusseldorf hace dos semanas me pasé 3 horas esperando en la T4.
Hice el mismo viaje que tu pero al reves, desde Dusseldorf hasta Amsterdam, ida y vuelta, 89 euros, muy comodo.
Unas recomendaciones para Dusseldorf:
– Sitio en Düsseldorf de codillo y cerveza («altbier»): Im Schiffchen.
– En Düsseldorf vete también a Kaiserwerth, hay un sitio que se llama Burghof al lado del Rhin que es muy agradable para tomar una cerveza y comer algo.
– Codillo lo hacen de dos formas: Eisbein es el cocido y hay otro asado que no recuerdo el nombre, los dos están buenos. Y no olvids tomarte una bratwurst en restaurantes o puestos de la calle.
Un saludo y que vaya bien,
Pd.-Yo estuve casi diez dias porque en Duisburg, muy cerca de dusseldorf, participé en el Campeonato de Peces Discos, jeje, rarito que es uno.
-Raúl-
«a pesar de que el reloj ya empezaba a marcar una hora intempestiva»
En Amsterdam no existen horas intempestivas, como ya escribió Camus.
Veo que comentas que llevas portatil. ¿Conseguiste arreglar el conector de tu tablet?
No, no lo he arreglado, pero por falta de tiempo. El que llevo me pasé a toda velocidad a buscarlo a Informática del IE, y de hecho me salvó la vida que tuvieran uno libre para mí, porque llevaba la conferencia a medio preparar… (ultimamente llego a todas partes a las diez de últimas… ;-))
Último viaje a Londres. 2 horas de retraso en la T4 con Iberia. También llegué tarde a mi primera reunión. Desgraciadamente a mi no me esperaron. :-(