Los blogs como forma de llegar a tus clientes, en The Guardian

Muy interesante artículo en The Guardian, «How big business barged in on the bloggers«, que seguro hará las delicias de mi amigo Octavio Rojas, en el que se comenta como los bloggers estamos pasando de ser una serie de tíos extravagantes y disconformes en pijama, a ser una buena manera de llegar con tu mensaje y producto a determinados e intertesantes segmentos de población.

«Bloggers have become a powerful conduit for stealthy, word-of-mouth marketing that can make or break the image of a company»

El artículo cita a Hugh Macleod, Gapingvoid.com, una de mis referencias diarias desde que lo vi en LesBlogs, y también a Robert Scoble, Mike Kaltschnee, Glenn Reynolds, Richard Edelman y Steve Rubel, todos ellos interesantísimas referencias en el tema. El caso de Robert Scoble, Scobleizer, que ha sido capaz de cambiar de manera significativa la imagen de una compañía como Microsoft en la blogosfera, es uno de los que suelo comentar en algunas clases y conferencias – y más desde que conozco a través de David Cervigón la política (or lack thereof) de blogging en la compañía, que me parece modélica en ese sentido. El caso de Mike Kaltschnee, que con su blog, HackingNetflix, se han convertido en la mayor fuente de noticias, rumores y trucos acerca de Netflix, es también enormemente interesante como ejemplo de relación entre una marca y alguien que escribe habitualmente sobre ella, algo parecido a lo que puede estar empezando a pasar a veces en España entre Google y Dirson:

«If there’s a problem, I hear about it. When I first contacted them two years ago they really didn’t know what to do with me, but they’ve since been very accommodating to my requests for information and accuracy and have never asked me to pull a story from the site.»

El caso de Glenn Reynolds, Instapundit, seguramente el blog político más influyente de los Estados Unidos, es también representativo de lo que algunos bloggers, pasito a pasito e inmersos en un medio completamente plano y democrático que han sabido desarrollar, han ido consiguiendo. Robert Edelman es una especie de Saulo de Tarso moderno: tras una larga carrera en su agencia de medios, ha «caído del caballo cegado por la luz» y ha abrazado los blogs como una manera mucho más directa y verdadera de acercamiento entre empresas y clientes, convirtiéndose hoy seguramente en la mayor referencia dentro de ese mundo en el que entender a los bloggers y a las marcas y saber hacer de interfaz entre ellas es de todo menos trivial: en Edelman bloguean muchísimos empleados, porque se entiende como una manera necesaria de entender el medio que les rodea y que rodea, también, a las marcas que representan.

Un artículo bien documentado (una pena que los periódicos, presas de una estúpida y ridícula actitud de «miedo a la fuga» de sus lectores, sigan insistiendo en no vincular a sus fuentes) y francamente interesante.

3 comentarios

  • #001
    Octavio Isaac Rojas Orduña - 20 marzo 2006 - 17:41

    Gracias por el tip, Enrique.
    Lo leeré con cuidado.

    El próximo 29 de marzo tenemos el próximo Beers and Blogs. Nos encantaría verte por ahí.

    ¿Has leído el libro Blogs?
    Aparece una imagen de tu blog.

    Saludos.

  • #002
    jose m pelaez - 21 marzo 2006 - 00:50

    Hay algo que se me escapa. Entiendo que las empresas deben considerar los mensajes que se puedan transmitir a través de Internet. Lo que no logro atrapar es que los bloggers comporten un fenómeno tan singular y distintivo como para que parezca que se ha transformado la naturaleza de su quehacer personal. Otra cosa es que el impacto de éste al usar una herramienta moderna sí lo logre, incluso con ‘resaca’, como parece haberle ocurrirdo a Dave Winer.

    Yo de chico escuchaba desde un banco los sermones divulgados desde el púlpito, miraba las fotos de las revistas del corazón de la sala de espera de la consulta de mi madre, atendía sentado en un pupitre a las lecciones de los profesores, y redactaba escritos de diversa índole (con una difusión harto limitada). De mayor me he enterado de que hay muchos telepredicadores en América que llegan a millones de hogares, he visto en la tele algún programa del corazón animado por el interés de mi esposa, veo alguna que otra teleconferencia de los ‘guruses’ empresariales, y sigo escribiendo, aunque ahora sean cientos de personas los que puedan leer alguno de mis comentarios en Ã?«El Blog de Enrique DansÃ?», por decir algo, como podría haberme referido al Heraldo de Aragón (he pasado el último fin de semana en Biescas).

    Supongo que alguien desconocido para mí puede que extraiga alguna conclusión de algo que yo haya escrito, sin ser periodista ni ná, pero no creo que ello implique que yo haya hecho algo distinto a lo que venía haciendo. ¿Acaso la electrónica, telecomunicación e informática han cambiado a los curas, cronistas o maestros que ya tenían determinadas inquietudes? Otra cosa es que el cambio técnico del medio esté haciendo que ciertos sectores económicos y sociales se transformen, como pasó tras la imprenta, máquina de vapor, electricidad, linotipia, motor de combustión, microelectrónica…

    Yo creo que hay revolucionarios y revolucionados, y de éstos los hay que van en la cabecera, y los que conforman la larga cola… (entre los que me cuento). Entiendo que la técnica de hoy me permite tener unas posibilidades de comunicación (real, que no virtual) que no disfrutaron mis padres, pero sigo con la misma cuna y crianza de hace más de 50 años -y así sería aunque escribiese un cuaderno de bitácora en Internet en lugar de disfrutar con los de otros más ‘marchosos’.

  • #003
    Octavio Isaac Rojas Orduña - 21 marzo 2006 - 16:41

    José M.

    Lo que pasa es que si se espera ver una revolución todos los días, simplemente se está cometiendo un error de fondo.

    Estamos viviendo cosas que antes eran ciencia ficción.

    No se trata de seres revolucionados, sino de «asimilados» por la revolución.

    Saludos.

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