Es uno de esos verbos extraños, que conocí en inglés mucho antes que en español (de hecho, me acabo de enterar gracias a la cita de Wicho en Microsiervos, de que la palabra viene en el DRAE). Y es, además, una de mis prácticas habituales: cuando el nivel de stress sube, me ocurren fundamentalmente dos cosas: una, se incrementa mi ingesta de alimentos picantes (no sé, supongo que a otros les da por fumar más). Y dos, me encuentro incapaz de concentrarme en nada de tipo creativo hasta que tengo la fecha límite ahí, completamente delante de mí. En algunos casos, he terminado conferencias en el viaje de ida hacia el sitio donde los tenía que exponer, lo cual obviamente resulta de lo más desaconsejable, porque basta un error de batería descargada en el portátil o de falta de conectividad donde esperabas tenerla para que tu intento se quede en eso, en vano intento, y te plantes delante de una audiencia con poco más que unas sombras chinescas, pero por alguna razón me pasa.
En mis presentaciones siempre hay una cierta reutilización de materiales, aunque nunca repito una presentación completa, siempre hay cosas nuevas. También hay partes que reutilizo, pero para otras cosas: una vez sirvieron para explicar H, y las reutilizo para explicar B, algo completamente diferente… Por supuesto, mis prácticas desesperan a quien pretenda que le pase mi presentación con antelación: nunca lo hago, y si me veo obligado por contrato, lo que entrego es una presentación que con seguridad será diferente a la que termine utilizando. Y me niego por sistema a que la presentación esté disponible para los asistentes antes de que hable yo. Pensar que alguien pueda pasar dos páginas y saber lo que voy a decir, mata mis posibilidades de ser espontáneo ante una audiencia.
Por otro lado, aunque hago un uso intenso de las presentaciones, lo que quiero expresar lo tengo claro mucho antes de preparar la presentación (¡menos mal!), con lo cual la perspectiva de encontrarme ante una audiencia sin presentación tampoco me resulta «aterradora» (es más, alguna vez he prescindido a propósito de presentación). Por otro lado, ocurre un extraño fenómeno de realimentación: cuanto más «a última hora» preparo las conferencias, mejor tienden a salirme después, imagino que por el efecto de «llevar el material muy fresco» en el cerebro, con lo cual lo de trabajar en una presentación varios días antes de tenerla empieza a ser algo que hago en muy pocas ocasiones. Lo de «ensayar» una presentación, creo que sólo lo hice una vez: en 1990, cuando preparé la clase de Informática que tuve que dar ante una audiencia de profesores del Instituto de Empresa que hacían de alumnos (de alumnos con muy mala leche, además). No he vuelto a hacerlo.
¿Problema? Obviamente, mis preentaciones podrían estar mucho más «afinadas», más «terminadas» si las preparase con antelación. Pero con las cosas creativas, ya se sabe… vienen, o no vienen…
¿Y a qué venía toda esta sesión de «confesiones»? No sé… se me ocurrió al ver la entrada de Wicho y esta otra de Alvy en Microsiervos. Cosas de las vacaciones.
Como dijo alguien, «lo bueno de no planificar es que los fracasos llegan por sorpresa, en lugar de venir precedidos por semanas de angustia y depresión». Yo también soy procastinador militante, sólo que hasta ahora llamaba a este vicio «adicción al sprint final». Podéis ver una conversación entre varios blogs sobre esto del uso del tiempo, empezando por este post
Es curioso, yo también aprendí la palabra antes en inglés que en español, me pregunto por qué.
Bueno, sobre el tema del post, yo creo que en los términos que se plantea podemos hablar de procrastinación o de priorización, lo que más nos guste. Pero en el fondo lo que cuenta es la confiabilidad (reliability): no podemos fallar a las personas que confian en nosotros. Es vital para que podamos trabajar en proyectos comunes. Por eso es importante cumplir puntualmente no sólo con los plazos sinó también con todos y cada uno de los compromisos que asumimos.
En el caso que comentas parece que la confiabilidad está más que asegurada y que la «procrastinación» queda relegada a cuestiones de «matiz».
Ojalá todo el mundo pudiera decir lo mismo.
Joer, este post vale por todo lo que llevo navegado en mi vida!
Pensé que mi perenne impulso de dejar las cosas para el último momento, iniciar nuevos proyectos o tareas dejando otras «urgentes» relegadas, etc. era una cuestión de tendría que arreglar entre yo y un psicólogo, porque cada vez lo hago en más ámbitos y con más frecuencia, para desesperación de mis compañeros de trabajo y amigos varios… ahora sé que no estoy sólo, y hasta tiene nombre!
Joer, se lo tengo que contar a todos ellos!… ummmh, mejor lo dejo para mañana…
;-)
Supongo que procrastinar es condición humana, y lo raro es no hacerlo. Además, el tiempo cunde más (se estira, literalmente) en ese sprint final, el grado de concentración es mayor y la razón «resultado/tiempo invertido» es de lo más favorable. Misterios de la naturaleza del tiempo, indisoluble de la humana.
Para algunos trabajar bajo presión y dejar las cosas para última hora constituye el mejor acicate para hacer las cosas bien. Al final, pero bien. Para otros (entre los que me incluyo) además es una necesidad: nunca he podido centrarme en algo con un plazo muy largo porque siempre surgen cosas «urgentes» que piden paso. Y, por más que priorice tareas, siempre acaba sucediendo lo mismo.
Estoy de acuerdo con Carme en que es importante cumplir plazos y compromisos. Creo que es precisamente lo conscientes que somos de esa necesidad lo que hace que nos preocupemos al llegar las fechas límites de cualquier tarea y demos lo mejor de nosotros (y, muchas veces, de formas que ni se nos hubieran ocurrido de haberlo hecho con esa calma que no tenemos).
Ah! y gracias por enseñarme una nueva palabra (no tenía ni idea de que existiera el mismo término en español).
¡Feliz Navidad a todos!
Cuidadín, que la procrastinación la inventé yo.
Existe alguna batería para el VAIO A117S que dure más de una hora?
Coming Up Next
Si en el 2005 E.Dans ha sido «GarlicMan» … en 2006 será … «ProCrastinator». Pronto en tu blog favorito … -hasta la vista baby-
He intentado hacerte trackback, pero ni blogalia ni haloscan me dejan:
http://zifra.blogalia.com/historias/36036
Aquí proponen una solución:
http://www.counselling.cam.ac.uk/procras.html
Quizá para este 2006 deberíamos crear el premio Ex-Procrastinador entre todos nosotros.
Enrique, debo ser un caso perdido porque el único punto que cumplo del link que propones es el de:
«Give yourself rewards when you accomplish something.»
Sólo con eso no tengo muchas opciones al premio Ex-Procrastinador, ¿no?
Pues yo acabo de consultar el DRAE y no veo la palabra «procastinar»
procRastinar…
interesante la 1�ª entrada de google en castellano:
http://www.ganaropciones.com/procrastinar.htm
;-)
La frescura de lo espontáneo se pierde con los ensayos… a veces, a cosas que son perfectas técnicamente les falta «alma».
hola estuve leyendo sobre procrastinaciion y me intereso bastante, por lo que pretendo hacer un proyecto pero necesito conseguir bibliografia y algun test sobre el tema si se podria conseguirlo mandenmelo a mi correo osiris_7583@hotmail.com gracias.
Yo soy desde siempre una procrastinadora convicta y confesa. ¡Creo que es inherente a mi naturaleza! ¿Sirve eso como excusa? (¿Necesito excusas?) Sirva como ejemplo la fecha y hora de mi llegada a este post…
Saludos desde Valencia.
Creo que lo de aprender procratination antes en inglés (a mà también me pasó) es porque en español también se usa postergación (creo que es más expresiva).
Por cierto, he postergado 3 años comentar este post. Soy un maestro de la postergación jajaja
Me siento plenamente identificado con tu post, especialmente por lo de las presentaciones y las fechas lÃmites. También por las limitaciones de conectividad a última hora. Es mas, llegué hasta aquà procastinando, postergando mucho trabajo pendiente de fin de año.
¡Felicito al autor del articulo, ya que es muy bueno y explicativo, acerca de una situación que nos sucede con mucha frecuencia y a gran cantidad de personas, inclusive en mis exposiciones de clases evito preparalas con antelación, para disfrutar y conservar más la exponteneidad que se pierde con el ensayo, como afirman los comentaristas, pero es bueno entender que es lo que sucede y conocerlo por su nombre, para evitar que esa práctica de diferir, aplazar, demorar o postergar las cosas realmente importantes,y darle paso a otras más placenteras, llegue a perjudicarnos al punto tal de convertirse en un vicio contra el stress, que ocasionan esas cosas que nos abruman, o nos producen ansiedad,y que por eso postergamos, conviertiendose todo esto en un cÃrculo vicioso, generando cada vez más estress, por el montón de pendientes por realizar, De allà la importancia de saber priorizar como también afirman, para ser más eficientes y consecuentes a la hora de actuar o desarrollar proyectos y cumplir metas!. Se les aprecia.