Un interesante artículo en The Economist, «Somalia calling« (sólo para suscriptores – gracias, Carlos) habla del país del cuerno de Africa y lo describe como una de las zonas de mayor cobertura y mejor relación calidad/precio de todo el continente. ¿El truco? Efectivamente, la ausencia total de regulación. Somalia es un país en donde a efectos prácticos no hay gobierno desde 1991, y no hay por tanto ninguna compañía estatal con privilegios absurdos, ningún funcionario del ministerio al que sobornar (no hay ministerio), ni presión alguna para no escoger el equipamiento más adecuado a cada ocasión. No hay que pagar licencias, ni pedir permisos para desplegar antenas, ni nada de nada.
Una de las compañías presentes, Golis Telecom, invirtió $2.7 millones en equipos de un fabricante chino, desplegó infraestructuras, y tiene ya cincuenta mil suscriptores en un país en el que la mayoría de la población es completamente analfabeta (y no pueden leer la publicidad) y responde únicamente a criterios de precio. Ante tal mercado, una llamada desde un móvil de Golis a cualquier lugar del mundo viene a costar $0.30 por minuto, una tarifa muy inferior a la que se puede encontrar en ningún otro lugar de Africa o prácticamente del mundo. Golis recuperó su inversión inicial en menos de dos años, y está convirtiéndose en una compañía líder al ir concentrándose el inicialmente caótico mercado. Obviamente, el país dista mucho de ser un paraíso del libre mercado, y e parece más bien a un lugar sin ley donde te pueden pegar un tiro para llevarse tu móvil, pero los efectos de la ausencia de regulación en los mercados deberían mover a la reflexión a más de uno.
Sin negar la veracidad de este ejemplo, también pueden hallarse muchos otros casos donde resulta todo lo contrario. Es decir, en los que la falta de regulación provoca unos efectos que distan mucho de ser positivos.
Por eso no me gusta la coletilla final de tu artículo: «pero los efectos de la ausencia de regulación en los mercados deberían mover a la reflexión a más de uno.»
Y es que la regulación es una arma de doble filo. Mal llevada, puede impedir el desarrollo y la falta de iniciativas (características ambas de muchos régimenes dictatoriales). Bien llevada, puede favorecer una liberalización eficaz y una competencia real, positiva.
Y esto último es algo que ya decía Adam Smith en sus planteamientos iniciales y siguen diciendo muchas otras personas. Justamente hoy lo afirma Jean Tirole en una breve entrevista en el suplemento de Negocios de ElPaís (http://www.elpais.es/articulo/elpnegsem/20051225elpneglse_3/Tes/).
Como sociedad tenemos que respetar unas reglas de juego básicas (tanto a nivel social como a nivel económico), de cuyo resultado depende nuestro bienestar. Y Somalia es, en este sentido, un mal ejemplo. Es más, es un ejemplo de los efectos negativos que supone esta falta de las reglas más básicas.
Enrique Feliz Navidad desde Benidorm.
Lo apasionante del caso no es que sea un ejemplo para todo sino para lo que se comenta. Las reglas basicas de una sociedad, Pep, es lo que tenemos que dejar de discutir como tales, esto es, como basicas. Cuando nos demos cuenta que quien esta refiriendose a las reglas de juego constantemente es el que teme perder abremos encontrado el motor de nuestro verdadero ser: disparar, apuntar. Ganar o perder, no es lo importante sino acabar creando otro nivel desconocido porque es pura novead. La única regla básica es que no las haya. Los derechos ganados por títulos, contratos, etc. dejan de ser tales en cuanto alguién sabe más, hace más y llega con otro modelo donde ganamos todos. Lo que defiendo es una sociedad de mujeres y hombres libres que respeten a las personas por serlo pero que todo lo demás lo sometan a revisión constante y continúamente. Sólo los que se consideran más que los demás por que o el Estado se lo dice o Dios habla con ellos de forma directa, pueden creer que las reglas de juego existen. Hoy jugamos al rubby y mañana podemos jugar a un juego de roll. No hay reglas del rubby que puedas pasar al roll si no es el respetar que los jugadores juegen. Quien no tiene la flexibilidad para el cambio, se aferra a las normas anteriores.¿sabe alguien lo que va a pasar dentro de 5 meses? La fuerzas de libertad que están pendientes de la desaparicion de poderes trasnochados sólo se pueden vislumbrar detrás de las nuevas formas de comunicación y lo que ira formando los deseos de cada uno de nosotros. No hay espacio por respetar a Enrique. Cada dos meses recomiendo una lectura de Alicia en el País de las Maravillas. Refrescante para las neuronas.
No nos engañemos. Donde no existe regulacion explicita, surge la implicita.
A menudo se dan ambas modalidades. Pero si existe una minima, digo tan siquiera una minima rendija de poder judicial, aun cabe la posibilidad de hacer valer la regulacion explicita, la cual normalmente esta redactada en unos terminos aceptables para la logica y la equidad.
Mucho me temo, las bondades de la ausencia de regulacion es tan solo un espejismo. O sino, ¿como va a poder dictar sentencia un organo judicial ante una denuncia o conflicto?.
De todos es conocido que el sistema sanitario de Somalia, absente también de cualquier atisbo de regulación, es de los mejores del continente… al menos para quién pueda pagar.
;-)
Yo apenas entiendo de economia llegue este blog desde el de David Bravo y los derechos de autor y toda la movida de la musica.
Ahora bien si no hay regulacion, no puede darse el caso de que ante algo extraordinariament necesario esa falta de regulacion para care en un posicion de abuso frente a los ciudadanos (o consumidores)?.
Quizas esa falta de regulacion sirva para cosas o negocios no excesicamente necesarios y si para otros negocios que aun siendo utiles no son del todo vitales.
PS: Aunque para algunos lo que es vital puede ser trivial y viceversa.
No creo que se este sugiriendo la desaparicion de regulacion, si no que los actuales sistemas estan podridos hasta las cejas. De tal forma que hasta la ausencia de la misma funciona mejor que las nuestras vigentes.
Porque cuando se ven nuevos equipamientos en cualquier sitio, siempre son inadecuados y estan relaccionados con algun conocido del que los contrato? Porque las medidas que se toman casi nunca van directamente a solucionar un problema si este solo perjudica al sector economico? A caso somos menos importantes que el dinero? Porque se insiste en mantener posturas que aparentemente no benefician a nadie?
Yo creo que la cuestion esta ahi, no es que tenga que desaparecer la regla, es que debe de ser cambiada cuando no funciona o es injusta y no mantenerla obcecación.
la publicidad no sólo se «lee»
El Banco Mundial ha analizado el caso de Somalia, que desafía a lo que la ortodoxia de la ciencia política nos cuenta. Más en:
http://nomada.blogs.com/jfreire/2005/03/existen_muchos_.html
Por cierto, Singapur sería el caso opuesto: una estricta regulación estatal que genera un gran crecimiento económico:
http://nomada.blogs.com/jfreire/2005/05/un_caso_de_plan.html
http://nomada.blogs.com/jfreire/2005/07/singapur_mercad.html
Perdón por las autocitas, pero me has tocado el tema :).
Juan, me parecen muy interesantes ambos estudios.
En él, se comenta:
«But it does note that people have a tenacious ability to figure out ways for life to go on, no matter what the governmental circumstances. »
No me sorprenden estas conclusiones. Pero no considero que esto sea representativo de la bondand del libre mercado; más bien una muestra de como la humanidad ha sabido sobrevivir a lo largo de su historia.
Por otro lado, no habrá interferencias de tipo gubernamental, pero haberlas, haylas seguro (de tipo tribal, o el que sea).
En cualquier caso, lo que considero erróneo es intentar trasladar estas conclusiones a otras realidades y hacer de ellas «motivo de reflexión».
Nunca se me ocurriría mencionar otros países africanos como ejemplos de la bondad de la regulación. Justo lo contrario.
Pero para otro tipo de sociedades: más democráticas, más libres, con un alto grado de complejidad, sigo creyendo que es necesario disponer de unos organismos capaces de establecer las reglas básicas del juego. Insisto en el uso de las palabras «reglas básicas».
Eso sí, esos organismos deberían ser totalmente transparentes y el poder judicial debería actuar de manera inflexible en el caso de que se cometa prevaricación. De acuerdo con que no sucede ahora, pero debería avanzarse más en esta linea (y no en la de eliminarlos sistemáticamente a todos).
Para terminar. No me parece utópico pensar que gracias a la tecnología se pueda avanzar hacia un modelo mejor de sociedad: más participativa, transparente, descentralizada,… en la que los ciudadanos sean mucho más libres y se puedan desarrollar las iniciativas de cualquier tipo (individual o colectivo). En pocas palabras, hacia aquello que algunos ya han titulado como la «democracia participativa» o, numéricamente, como la «democracia 2.0» (¿o ya íbamos por la versión 3.0? No lo sé, nunca me ha gustado usar estos numeritos…)
Enrique, con el debido respeto, este «post» es una «boutade».
Podríamos poner también el ejemplo de Irak, donde quizá haya más móviles ahora que antes con Saddam, pero el hecho de que te puedan pegar un tiro y no haya forma estable de hacer negocios (y la población siga muriéndose de hambre) hace que el ejemplo no sea válido como mercado que se autoregula.
Provocador esta materia de la regulación, con el desarrollo, inestabilidad, revisión, etc. de las normas en las sociedades. Muy oportuna su introducción al hilo de otros recientes artículos de Enrique sobre comunidades, política, participación, etc. ;)
La cuestión quizá debiera plantearse en términos de quién, cómo y cuándo debe Ã?«reglarseÃ?» porque, lo que me parece algo evidente, es que siempre hay alguien que ha Ã?«reguladoÃ?» los grupos humanos (brujo, cacique, monopolio, gobierno democrático, derecho internacional, etc.).