Enrique Dans

Interesante columna en Wired, «Star blogger, minor musician«, en la que su autor, Momus, confiesa que desde que comenzó su blog, Click Opera, a principios de 2004, ha obtenido muchísimo más éxito que en toda una carrera de veinte años como músico. Que mientras sus discos, como mucho, fueron llegando en algunos casos a cubrir gastos, y tenía claro que nunca llegaría a ser una estrella, su blog, en cambio, ha ido escalando puestos en los rankings de LiveJournal, ha ido sumando progresivamente medias elevadas de visitas y comentarios, y podría considerarse, según él, en la parte de arriba de la distribución:

«The first sign that my blog wasn’t going to repeat the comfortable failure of my records came the day I discovered that I couldn’t add any more friends to the LiveJournal system; you’re limited to 750. Next I noticed that some of my daily entries — like the one advising Americans to move abroad when Bush got re-elected — were getting between 100 and 150 comments. The LiveJournal Top 40, which ranked journals using Google’s proprietary page-ranking system, listed mine just outside the Top 10. In a network of over 2 million active blogs, that’s not bad going. As my blog’s readership grew, my life began to change. Magazine editors commissioned me to write paid pieces, based on what they’d read online. I found myself being asked to pitch book ideas. I got invited onto radio shows to discuss the blogging phenomenon with other «celebrity bloggers.»»

La facilidad de la blogosfera para hacer correr memes, esparcir rumores y generar famas más o menos efímeros me tiene fascinado. Contrariamente a los que piensan que los blogs no se diferencian demasiado de los foros y que en realidad estaba todo inventado, yo creo que los blogs aportan, con respecto a los foros, una característica fundamental: su nivel de apertura. En la mayoría de los foros, la conversación discurre por avenidas oscuras en las que un visitante no es capaz de integrarse, además de tener una estructura de meritocracia cerrada que los hace de difícil acceso (mención aparte, por supuesto, de los que simplemente tienen el acceso cerrado si no te das de alta o te invitan a participar). Los blogs, en cambio, por su estructura de propiedad y responsabilidad más «controlada» y su nivel de apertura a todo aquello que circule por los buscadores, provocan una difusión del contenido muchísimo mayor, y una popularización del mensaje trasmitido notablemente más eficiente. Ojo, no quiero decir, en modo alguno, que los blogs sean mejores que los foros. Simplemente que son, claramente, otra cosa.

Así, los blogs se están convirtiendo en agentes difusores de primer orden en todo lo referente a noticias, rumores, lanzamientos y novedades. Sin embargo, un mundo permanece completamente al margen de todo ésto, y es, precisamente, el mundo de donde arranca el autor del artículo: la música. No existe todavía ningún músico «nacido» ya no en la blogosfera, sino ni siquiera en la red como tal. Todos los músicos de éxito de hoy en día provienen aún del conocido star system de las discográficas, lo que presta cierta validez a ese argumento que tantas veces utilizan de que «la piratería destruye la música, porque no existe creación musical asociada a esos nuevos modelos». Si bien mi respuesta habitual suele ser «por ahora», me empieza a resultar extraño que no existan memes de popularización de gustos o artistas musicales asociados al nuevo espacio de circulación de contenidos que Internet supone hoy en día. Sí, ya sé que María Schneider llegó a su Grammy distribuyendo exclusivamente a través de Internet, pero aunque me encanta el jazz y me encanta ella, no es un ejemplo de suficiente entidad para callar el argumento de las discográficas. ¿Para cuando un artista o grupo lanzado a través de estos medios y que alcance una cierta notoriedad?