Segundo asalto consecutivo en el WSJ ($), que no suele ser fuente mal informada ni amiga de levantar bulos, al tema de la posible oferta de Telefonica sobre KPN, cifrada en torno a los veinte mil millones de euros. En el artículo se da como razón fundamental el interés de la compañía por desarrollarse en mercados diferentes a los de Latinoamérica, en busca de márgenes por cliente más elevados, y donde no se den los riesgos económicos, cambiarios y políticos que han dañado en épocas previas la cotización del valor. Un cliente de móvil en el mercado europeo gasta mucho más en un mes que los suscriptores de países en vías de desarrollo, a pesar del hecho de que en dichos países el móvil es, muchas veces, la línea en la que se concentra la casi totalidad del gasto. La perspectiva de combinar múltiples redes móviles a lo largo de una Europa interconectada y con clientes que se desplazan con elevada movilidad proporciona una oportunidad a las compañías de atraer o mantener a los clientes de elevado margen basándose en una red lo más amplia posible, un punto en donde la ventaja por el momento la mantiene claramente el líder, Vodafone.
Aunque Telefonica ha negado la mayor, se habla de un horizonte temporal pensado para, tras estos primeros escarceos, llegar a un comienzo de negociaciones a finales de este año o principios del que viene. El plan cuenta, además, con una actitud positiva por parte de KPN. La compañía se ve, en cualquier caso, como presa de una próxima adquisición, bien por Telefonica o por algún consorcio de compañías que podrían incluso comprarla para desagregar sus negocios en Holanda, Alemania y Bélgica y repartírselos entre los operadores implicados en dicha hipotética operación. El lógico interés de Telefonica por negar la operación se debe al incremento de precio que podría representar en la empresa comprada: las acciones de KPN subieron ayer un 6.5% debido a los rumores.
¿Tiene sentido para Telefonica? Lógicamente sí, como lo tenía ya hace cinco años, cuando se abortó en el último minuto por razones que oscilaban entre lo político y lo puramente personal en medio de una operación de acoso y derribo hacia Juan Villalonga. ¿Soluciona de alguna manera los problemas del sector o una empresa inmersa en un entorno de márgenes descendentes y comoditización y sustitución de productos? No, en absoluto. Es, básicamente, más de lo mismo, reflejo de una gestión poco creativa en un entorno que no da mucho más de sí. Pero encajar, encaja perfectamente en los planes de expansión de una empresa que quiere llegar a dominar el mercado mundial, y cumple además las expectativas de control y no dilución del dividendo que la compañía espera. Es la «teoría de la fruta madura»: todo apunta a que, en su momento, acabará por caer.
Me parece demasiado poco veinte millones, supongo que se trata de una errata, ¿no?
Veinte (mil) millones. Gracias!
Enrique, me llama la atención la ligereza con la que sueles referir a la «comoditización» del sector telco.
De acuerdo si te refieres al servicio fijo de voz, pero creo que obvias la complejidad, posibilidades, rentabilidad y crecimiento de la banda ancha y sus servicios , entorno que creo que dista mucho de estar en disposición de ganarse tal adjetivo.
Te daré caña con este tema cuando nos veamos las caras el próximo año en tu clase del IE.
Un saludo.
Invitado, te remito al siguiente post, encima de éste (lo escribí antes de leer tu comentario, ha sido casualidad :-)).
Aún confiando que lleguemos a ver iniciativas como esta en nuestro país (esperemos que así sea), no podemos hablar de banda ancha ni mucho menos.
Esto es, un enlace público puede cubrir la necesidad del acceso básico a Internet (propósito de la iniciativa), pero no entenderse como un servicio de banda ancha general (ya imagino a todo mi barrio compitiendo conmigo por ver quién baja más películas).
Piensa que buena parte de los servicios de banda ancha necesitan de una QOS dada… y compartir el medio de acceso no es el mejor camino.
Añade temas de seguridad, control de contenidos…
Una iniciativa interesante en cualquier caso.
Interesante sobre todo pensando en la telefonía móvil sobre IP…
A riesgo de pasarme insistiendo, me sigue pareciendo que, en las telecomunicaciones, tiene cada vez más sentido separar la infraestrutura (commodity) de los servicios (que pretenden no serlo).
El que antiguamente las operadoras lo hicieran todo no implica que ello deba seguir igual. Por mi formación de base, tiendo a ver los cables y bandas de frecuencia como carreteras y vías aéreas. Hay muchos caminos para que los productos que quiero lleguen a donde estoy, y otras tantas opciones para que yo vaya a trabajar o entretenerme al sitio que quiera; en ningún caso los proveedores cuyo valor deseo son dueños de la infraestructura de acarreo, que es un servicio básico (público).