Martín Varsavsky comenta en su página como está dándole vueltas a una para mí interesantísima iniciativa, en la que combina una serie de instituciones para intentar aportar soluciones al problema de la pobreza. El cóctel que Martín está diseñando parte de su labor como profesor en el Instituto de Empresa, en donde impartiría un curso titulado «emprendimiento social», y añade la alianza Sumaq (una alianza entre el IE y algunas de las principales escuelas de América Latina), a la Asociación de Antiguos Alumnos («los alumnos son los líderes empresariales del futuro, los ex alumnos lo son actualmente») y a ONGs como Oxfam y la Fundación Internacional para la Libertad, de Vargas Llosa. La idea consiste en que (copio del post de Martín),
«… los estudiantes de MBA cursen también una materia llamada emprendimiento social y que, durante esta materia, propongan soluciones empresariales para problemas sociales específicos. Por ejemplo: distribución de medicamentos económicos, construcción económica, proyectos de generación de empleo, construcción de sistemas de potabilización de agua… Soluciones concretas, factibles, estudiadas, acompañadas de un plan de negocios.
En estos proyectos, el objetivo sería que los alumnos se apoyasen no sólo en sus profesores, sino también en las asociaciones de ex-alumnos, que colaborarían encantadas. Hay que tener en cuenta que, aunque los alumnos son los líderes empresariales del futuro, los ex-alumnos lo son actualmente. Y la tercera pata del equipo sería un representante de una ONG que se especialice en el problema a tratar.
Todos estos trabajos irían a un sitio de colaboración en Internet tipo Drupal, que permitiese a todos los que están trabajando crear un pool de soluciones que funcionen y comentar sobre las que no funcionan. Al mismo tiempo, las empresas podrían apoyar causas individuales que les interesasen.
El sitio puede funcionar de muchas maneras: para compartir, para divulgar, para fiscalizar, para promover, para reportar éxitos o fracasos. Además de un sitio, me imagino este gran esfuerzo entre escuelas de negocios y ONGs teniendo un encuentro anual en el que se presentan soluciones y se solicitan fondos para las mismas. Siempre me ha parecido que el proceso por el cual los gobiernos y empresas donan fondos para el desarrollo es poco competitivo. Con este método se lograrían estudiar muchas posibles soluciones para problemas concretos.»
Me parece la típica idea que es natural que le surja a alguien que trabaja habitualmente con grupos de alumnos de una escuela de negocios, y que se da cuenta de la capacidad analítica y de desarrollo que surge de manera natural en una clase. Y me suena, como he dicho al principio, francamente interesante, porque coincide, «a escala Martín», con algo que es, desde que empecé a dar clase, una especie de obsesión para mí: la idea de acercar la clase a las empresas y al entorno, traer empresas a clase, llevar alumnos a compañías, discutir casos en clase con directivos implicados…
La verdad es que la idea me ha encantado.
DISCLAIMER: Obviamente, yo también soy profesor del Instituto de Empresa, y mi imparcialidad al hablar del sitio en el que trabajo es más que lógica. Pero la idea la he leído directamente hace un rato en la página de Martín, y la decisión de escribir sobre ella es por supuesto exclusivamente mía (como todo en esta página).
«…acercar la clase a las empresas y al entorno…!
Coindico totalmente con tu idea de cómo deben ser las clases. :+:
Por cierto, ¿ vas a estar en el «WOrld MBA TOUR» el 13 de octubre representando al Insti?
Yo voy a donde tengan a bien mandarme… pero no, so far, nadie me ha dicho nada. Mi colaboración con el Departamento de Admisiones se limita a algunas sesiones informativas internacionales cuando me lo piden, y a una vez, allá por 1998, en que cubrí yo una MBA Fair en Los Angeles porque coincidió que estaba viviendo allí.
Apoyo la idea de Martin. Quizás también pueda servir para que se tengan en cuenta otro tipo de criterios a la hora de elaborar los rankings de las escuelas de negocios que publican algunos medios, que ahora parecen primar excesivamente el salario de los recién postgraduados.