El artículo de Wired de la semana pasada, «Can bloggers strike it rich?» lo comentaba bastante bien, y es algo que llevo tiempo ya oyendo en foros diversos y de lo que pronto, además, podré hablar con todavía más conocimiento de causa: la aparición de una auténtica «economía blogger» o «blogeconomía«, en la que tanto y tan bien escribes, tanto vales, y en la que pueden llega a ganarse cantidades de dinero muy interesantes. En el artículo, sin ir más lejos, se mencionan las estimaciones que el autor hace acerca de la estructura de ingresos de algunos de los bloggers de determinados sitios del imperio Gawker Media, y aunque Nick Denton, padre de la criatura, afirma que las estimaciones son desmesuradas, los números están ahí: según la calculadora del autor, un editor de Defamer, uno de los blogs de cotilleo más importantes, ingresa al mes entre los $7.000 y los $10.000. Los de Fleshbot, un weblog pornográfico, entre $7.000 y $8.000, cantidad igualmente estimada para Gizmodo. Nick «se defiende», y dice que lo más cercano a la realidad sería un número en torno a los $2.500 por persona, que resultaría absurdo porque los bloggers cobran más o menos en función de su rendimiento, pero que al menos, reconoce, no es «embarazosamente erróneo».
Por el lado de Jason Calacanis (Weblogs, Inc.), los números, filtrados a finales de Agosto al Blog Herald por una persona que realizó el proceso de selección pero acabó no fichando por la compañía, son algo más modestos. Se habla de ganar $500 por un trabajo cifrado en escribir 125 entradas mensuales, incluyendo la monitorización de comentarios, un nivel razonable de respuestas a los mismos, y la eliminación de comentarios ofensivos. Otros dicen que sí, que esas cantidades son posibles, pero sólo después de largo tiempo, mucho trabajo, y sólo al alcance de muy pocos bloggers.
El caso es que, decididamente, se habla de dinero, en algunos casos, los más optimistas, bastante dinero. Ligado a una economía en la que la obtención de microaudiencias ligadas a temas específicos permite una presumible eficiencia superior del impacto publicitario – me encantaría escuchar a los anunciantes con respecto a este tema -, y a la capacidad de los autores de crear entradas que no sean un mero soporte de los anuncios, sino un verdadero blog con interés. Audiencias que resultaban posiblemente despreciables para las perspectiva de los medios tradicionales, pero que pareceser que pueden, vía este fenómeno del nanopublishing, ser monetizadas de manera efectiva. En el fondo, muchos interrogantes: ¿se puede ser objetivo cuando tienes al lado de tu entrada un banner de la compañía que ibas a criticar? ¿Puede un blogger escoger libremente los temas cuando sabe que algunos de ellos pueden ser interesantísimas corrientes de clics hacia sus posts? ¿No lleva este modelo, en el que un blogger gana más cuanto más escribe y cuantas más visitas tiene su entrada, al amarillismo y sensacionalismo más absolutos? Son preguntas francamente interesantes, y que en España ya empiezan a tener contestación: la experiencia de Weblogs, S.L., una empresa que Julio Alonso y algunos socios edificaron de la nada, y que ahora tiene un valor evidente y empieza a ganar reconocimiento y atención por parte de los anunciantes. Obviamente, ni el tamaño de la tarta publicitaria ni la madurez del mercado es igual aquí que al otro lado del charco, y aún no veo yo a los bloggers de Xataka, El Blog Salmón, Genbeta u otros cambiándose de coche a cuenta de teclear entradas. Pero al tiempo. Por lo pronto, será, si todo va bien, un caso para aprender y discutir en clase. Y ya se sabe: cuando escriben de uno…
Hombre, para el coche todavía no, pero ya hay unos cuantos que se pueden comprar la consola de moda con lo que sacan en un mes.
Muy sincero, así podemos hacer una pequeña aproximación del «sueldo» de un blgger español…
No entiendo esto:
… y es algo que llevo tiempo ya oyendo en foros diversos y de lo que pronto, además, podré hablar con todavía más conocimiento de causa …
Lo de la independencia lo veo claramente un proceso que, al menos en España, va a ser difícil de digerir. No estamos acostumbrados, y mucho menos nos gusta, que nos critiquen, sobre todo si esa crítica proviene de alguien a quien se está sustentando económicamente.
Me ha venido a la mente el caso de Ignacio Echevarría:
– Carta abierta a Lluis Basset
– El caso Echevarría
Creo que la objetividad y la crítica con argumentos son valorados muy positivamente por gente que piensa por sí misma, y de hecho pienso también que son altamente agradecidos por aquellos/as que las reciben, pues al final, se trata de un escalón fundamental en el proceso de mejora.
Varias cosas:
creo que el mercado publicitario (anunciantes, agencias, etc.) en España todavía no está muy «al loro» (uff, qué eighties queda esto) de los blogs y de su potencial.
Ser objetivo cuando tienes publicidad al lado… a los grandes medios «se les supone», aunque es más que evidente que si Telefónica o Repsol te veta en su publicidad, te hunde. A nivel de nanomedios, el poder del anunciante es mucho menor, creo que no será algo que vaya a afectar en demasía.
Lo de escribir pensando en los clicks que vayas a recibir… ¿no hacen lo mismo todos los medios de comunicación? ¿No se mantienen las series que más audiencia tienen? ¿No se busca el enfoque de las noticias para liderar la franja de informativos? Supongo que para hacer estudios sesudos y completamente «objetivos» (que en mi opinión siempre hay sesgos) ya estais los académicos… ;). En definitiva, el «amarillismo y sensacionalismo» será, en todo caso, un mal compartido con toda la industria de contenidos. Habrá que recurrir a un «código de autorregulación», o a financiación por parte de instituciones públicas.
Finalmente, creo que el mercado potencial de los blogs en castellano (teniendo en cuenta población y nivel de acceso/familiaridad con internet del público objetivo) es sensiblemente inferior al angloparlante, lo cual limita (y en mi opinión mucho) las expectativas de monetarización. A un mismo esfuerzo se corresponde un menor resultado.
Javier, lo del mayor conocimiento de causa vendrá, en primer lugar, por el hecho de escribir el caso. Siempre se aprende un montón al escribir un caso. Y en segundo, por otro tema, pero ese aún no lo puedo contar ;-).
Enrique,
en cuanto he leído el artículo completo he pensado, sería Julio capaz de engañar en Enrique para que escribiera en uno de sus blogs?
Será Enrique capaz de resistirse a la experimentación de escribir en un blog comercial?
El Blog Salmón busca bloggers!!
Osea, que pronto Enrique se comprará un coche nuevo (o una consola en el peor de los casos) xDD
Claro… ¡¡EN MIS RATOS LIBRES!! :lol:
En cuestiones publicitarias, desde luego, todo apunta a un modelo tipo «GRP» similar o parecido al que se utiliza en TV.
– Se define la campaña publicitaria en base al «publico» objetivo/impactos que quieren conseguir (Número de grpÃ?Åœs)
– Se prepara la campaña incluso a nivel costes (Coste por GRP obtenido)
– Se publica
– Se mide el impacto conseguido tras publicar la audiencia («herramientas para blog/internet tipo «sofres» a las TV)
– Se corrige la campaña para adaptarla a los impactos teóricos planificados en función del seguimiento.
Seguramente haya Empresas que ya se dedican a ésto…
¿Empresas del grupo MPG (Antigua Media planning)?
Bueno Julio eso de que «hay unos cuantos que se pueden comprar la consola de moda con lo que sacan en un mes» es un poco exagerado ¿no? :)
En cuestión a la independencia lo hemos visto en el caso de Kate Moss. El anunciante rompe el contrato de publicidad porque la imagen de la modelo no encaja con la imagen que ellos quieren dar. Aquí vemos como la empresa es independiente. No se casa con nadie.
En un mercado de libre empresa me parece estupendo que un anunciante quiera aparecer en un blog. Y si el blog cambia su linea editorial o «critica» a la empresa, pues ésta ya no se anuncia mas.
Así funciona el mundo de los negocios. Yo recomiendo a cualquier blogueador de los que leo habitualmente que abran sus puertas a los anunciantes y que mantengan su independencia.
Algún buen blog se ha perdido porque el autor ya «no podía» perder tanto tiempo en él. Sí hubiera tenido publicidad no hubieramos perdido ese blog.
Yo disfruto leyendo blogs y justo es que quién se curra uno, que obtenga un beneficio económico. Me parece el mejor dinero que se puede ganar: creando y alimentando una plataforma donde uno aprende, se divierte, comparte ideas, etc.
Bueno, si empezamos a hablar de ganar dinero entonces muchos bloggers deberán aprender algunas cosas sobre negocios para subsistir.
Por ejemplo, encontrar una estrategia que ofrezca un balance entre credibilidad / ganancias, de modo que la necesidad de una de ellas no atente contra la otra.
Muchos grandes medios han hecho un arte de este equilibrio y han podido conservar la independencia generando ganacia$.
Creo que es la misma disquisición que se planteó al principio del boom de la Red, vía Word Wide Web: hablamos de un modelo económico, y surge la idea de financiación publicitaria derivada, bien de la masa, bien de la especialización.
Si hay un sitio especializado en hormigas rojas, aunque sólo lo visiten ocho, esos ocho son los prospectos más interesantes para verderles un terrario de hormigas rojas. ¿O no?
Desde el punto de vista de que la publicidad afecte a la independencia, creo que se ha dado poco, y que es controlable en blogs como el tuyo, porque no es político ni (manifiestamente) económico, sino más bien «técnico». Por cierto, ¿cómo lo definirías tú? Creo que lo mejor para, pongamos, Google, es anunciarse al lado del post en que le estás metiendo caña a Google, por otra parte…
Aún así, creo que el modelo económico de Internet ha devenido en servicios, más que en publicidad al clic o al pageview. En ese sentido, mi impresión es doble: si hablas por ejemplo, del banco interconsumidores, y el banco quiere entrar en nuestro país, a ese banco (o pseudobanco) le interesará pagarte; y, por otro lado, un modelo se trata de que conozcas los perfiles de tus blogadictos, para enfocar mejor ese marketing directo del que hablas: perfiles que van más allá de que nos guste tu blog. Que me gsute tu blog y le guste también a Florentino Pérez, pongamos, no nos hace consumidores de lo mismo ni al mismo nivel…
Me apunto al comentario de Pableras.
Otra observación de las mías:
curioso que este hombre se llame «nick».