Justo antes de las vacaciones, la Asociación de Antiguos Alumnos del Instituto de Empresa me pidió que colaborase en un cuadernillo para el Ideas Empresariales de Verano, el nº 90. Mi colaboración se plasmó en un artículo y cuatro entrevistas, que por esas cosas del verano no han estado disponibles hasta ahora. Como creo que el cuadernillo, titulado «Internet 2.0», puede generar su interés en forma de comentarios a cada uno de los artículos o entrevistas que lo componen, dedicaré un post a cada uno de ellas (la estructura actual de la web de Ideas no permite la recogida de participación). La idea es, simplemente, mantener los posibles hilos de comentarios algo más ordenados.
La primera entrega, mi artículo, titulado «Claves para una nueva era«. Muchas de las cosas os sonarán muy conocidas a los lectores habituales, mi intento esta vez era el escribir no tanto con vosotros en mente, como el generar un artículo adecuado para dárselo a alguien que no sepa del todo de qué va esto, y que le provoque el suficiente estado de «ansiedad» como para que quiera salir corriendo a documentarse. Es más un artículo pensado para el «ejecutivo refractario» que desprecia lo nuevo y lo interpreta como modas pasajeras y reediciones del puntocom, que un artículo destinado a los «ya creyentes». Pero ya me contaréis si lo he conseguido.
Al lado del mío, aparece este otro artículo de mi amigo Julián de Cabo, «Inteligencia interconectada«, con alguna frase, como la del comienzo del artículo, francamente espectacular:
«Cuando allá por el 2000 vivíamos el reventón de la burbuja tecnológica, asistí a una mesa redonda al final de la cual, el escéptico digital de turno preguntó aquello de ¿pero qué ha cambiado Internet en realidad?. La respuesta de uno de mis compañeros de mesa aún me da que pensar hoy. Con suavidad, pero de forma rotunda, contestó que aparte de haber conectado todo el conocimiento disponible y haberlo puesto en un solo lugar, la verdad es que Internet ha cambiado poca cosa.»
Lo dicho, poca cosa…