De acuerdo con una información que leo en WSJ ($), Google parece haber tomado la decisión de detener temporalmente (hasta Noviembre) el proceso de escaneado de libros que estaba llevando a cabo en las universidades de Harvard, Michigan, Stanford y Oxford y en la biblioteca pública de Nueva York (aunque estas dos últimas únicamente facilitaban a Google materiales de dominio público) y que estaba destinado a construir el fondo de búsqueda de Google Print.
Las contínuas quejas de las editoriales, las dudas sobre la legalidad del modelo de negocio de Google (generar ganancias a partir de publicidad contextual ligada a las búsquedas pero no compartir ingresos con los propietarios de los derechos de los libros), y el procedimiento que Google había diseñado, que obligaba a éstas a indicar qué libros NO querían que fuesen escaneados (opt-out) en lugar de ser al revés, han llevado a Google a suspender un proyecto que según comentaban sus principales ejecutivos, se hacía fundamentalmente por motivos altruístas. Según comentaba el Director del proyecto Google Print, Adam Smith,
«We think most publishers and authors will choose to participate in the publisher program in order (to) introduce their work to countless readers around the world. But we know that not everyone agrees, and we want to do our best to respect their views too.»
Ocho meses después del inicio de una iniciativa que esperaban que durase unos cinco años, Google opta por detenerla, sin revelar cuántos libros ha tenido tiempo de procesar. La biblioteca universal, el sueño de tener todo el conocimiento generado por la Humanidad al alcancede nuestro ratón, tendrá que esperar un poco más.
UPDATE: Más información (muy completa) vía Boing Boing.
Muy llamativo el nombre del director del proyecto!
Aqui el problema yo creo que es que Google intente sacar beneficios del proyecto. Algo parecido a decir que está muy bien que uno se copie canciones o peliculas sin pedirle permiso a los autores, pero que acabe en la carcel si se pone a vender esas copias.
El proyecto es muy loable, es casi un sueño, y llevarlo a la realidad es algo que hoy es tecnicamente posible, pero muchas cosas no terminan de cuadrar incluso para gente con ideas muy liberales en cuanto a los derechos de autor y demás.
Yo la noticia la leí como qe Google había puesto en marcha un mecanismo de «opt-out», osea, quien no quiera que se escaneen sus libros, que lo diga y no se hará. Claro, de ser así la cosa también tiene su controversia porque se coloca la responsabilidad de que se respeten los derechos de copia en el autor, no en el usuario, y obviamente, eso es algo que no cuadra en los esquemas legislativos de hoy, y mientras la ley no se cambie, Google se puede encontrar con muchos problemas legales.
Estaba escribiendo otro comentario sobre la batalla que no cesa desde Europa contra Google Print y me encuentro con esto. Al final, «todos» contentos; seguro que ahora los gobiernos europeos ya no se verán en la necesidad de competir con Google (lo caul en el fondo es una suerte, no se malgastará dinero público para no obtener ningún resultado).
Desde luego Google no estuvo muy atinada al elegir al director del proyecto (algún bibliotecario francés se debió revolver sobre su asiento al leer el nombre), por lo menos podían haberle cambiado el nombre …