Este artículo del Boston Globe, «Being there without being there«, incide en un grupo de tecnologías que están llegando ya a un grado de madurez suficientemente elevado como para que su nivel de utilización ya no dependa de las tecnologías en sí, sino de las personas y sus costumbres: las tecnologías de teletrabajo. El artículo detalla el uso de un programa en concreto, Conferral, un programa que permite establecer teleconferencia, compartir la pantalla, hablar y escribir mientras se desarrolla una auténtica reunión en la que los participantes pueden ver presentaciones, interactuar, discutir, etc. con todo tipo de opciones: si no quieres que la presentación, por ejemplo, se baje al equipo de los otros participantes, pueden simplemente verla, pero no bajársela. Si quieres compartir aplicaciones, decides el nivel de uso que otorgas a los participantes. Todo pensado para que desde un sitio alejado del lugar de la reunión, puedas participar en ella tranquilamente.
El programa desarrolla funciones que ya hemos vosto en otros paquetes, con una integración interesante con Office y una simplicidad de manejo bastante notable. Por supuesto, no voy al interés en el programa en sí, sino al tipo de herramientas y a lo interesante que me resulta que se empiece a extender su utilización. ¿Os veis preparados para una reunión en la que una persona no está en la habitación, sino en algún otro sitio? ¿Veis preparados a vuestros compañeros de trabajo o a vuestro jefe? ¿Y si son varias personas las que están alejadas del lugar de la reunión?
Me pasa sólo a mí, o es que los feeds ya no llegan completos?
Yo lo acabo de comprobar (estoy suscrito a mi propio feed, pero no por un supremo ejercico de egolatría, sino por control :-)) y en Bloglines sí que veo mis posts enteros. Si aparecen cortados, sería por algo ajeno a mí, yo no he hecho ningún cambio en el proceso de generación de mi feed. Si te sigue pasando (o si le pasa a alguien más) decídmelo para que investigue…
Cuando yo trabajaba para Netscape allá por 1996-1999, ya usabamos programas de teleconferencia (a fecha de hoy completamente anticuados, claro) para tener «reuniones» con las oficinas en otros países, y me parecía más un «lo usamos porque lo tenemos» que una herramienta realmente productiva. No he vuelto a usar estos sistemas desde entonces aunque es de prever que las cosas han cambiado.
A mí eso me pasa mucho con la videoconferencia… en muchas empresas me da la impresión de que la usan para «epatar al visitante» o «porque lo tienen», no porque sea necesaria. En general, yo teletrabajo sin utilizar herramientas demasiado sofisticadas: el teléfono, el e-mail y el MSN solucionan mis necesidades de «presencia». Pero también es verdad que condiciono el teletrabajar al hecho de no tener reuniones, y hay días que procuro «defender» de las reuniones precisamente para poder quedarme en casa trabajando. Aún no me he reunido virtualmente en alguna reunión en la que mi participación fuese importante, aunque la verdad es que no me importaría nada probar…
Creo que se trata de una buena herramienta para trabajar, pero siempre y cuando las personas con las que lo vayas a hacer, tengan una cultura positiva respecto a su uso. La cuestión de utilizar herramientas del software para obtener resultados específicos, permite de forma inconsciente que la reunión avance y que se vayan dando pasos firmes para la consecución de objetivos. Permite que no se divague demasiado y en el caso de que así sea, considero que el apoyarte en la tecnología te facilita centrar la reunión sin que se note demasiado que lo que se pretende es avanzar.
Hay una cuestión q
Hay una cuestión con la que me asaltan dudas. En el caso de que mantegamos una reunión en la que exista negociación y las partes al argumentar sus puntos pues están negociando, se puede utilizar sin problemas. Pero y en el caso de que más que argumentar, lo que buscas de una determinada reunión, es una exploración en la que se ponen de relieve las ventajas para las dos partes. ¿Permiten estas herramientas en igualdad de condiciones, una exploración entre las partes como ocurre en el mundo de los átomos?
Buen punto. Un compañero mío de doctorado hizo su tesis sobre negociación electrónica, y tenía experimentos empíricos al respecto. Así que habiendo literatura al respecto, voy a ver que encuentro en sus conclusiones…
Cuando trabajaba desde Sevilla para CSC en UK (1994-95) no nos quedaba otra que debatir ciertas cuestiones entre las subsidarias europeas mediante conference calls planificadas con uno o dos días de adelanto. Esta práctica siguió en los años 1996-99 trabajando para Exel Logistics (una empresa no tan Ã?«tecnológicaÃ?»). Aquí teníamos un sistema de videoconferencia que no usábamos. ¿Por qué?, porque había que salir del despacho, bajar a la sala acondicionada y perder 15′ recordando y probando que todo funcionaba.
Hoy, en mi pequeña empresa, empleamos lo que usa Enrique todo lo que podemos, más una herramienta de acceso remoto a sistemas para hacer demos (VNC, RAdmin). Estoy deseando que se popularice algo como lo que refiere el BG para que los clientes lo vean Ã?«normalÃ?». No me gustan nada los desplazamientos y sus follones de tráfico.
Yo tengo reuniones semanales con gente en Madrid, y suele ser bastante simple: tfno, email para la preparación anterior, y una camarita en cada lado. EL MS Messenger permite de forma eficiente compartir archivos. Si hay intención y ganas, se puede hacer sin ningún problema. Aunque es cierto que un face to face sigue siendo insustituible, puede ser muy caro. Y mientras lo abaratamos, la distancia se puede recortar con herramientas muy sencillas.
En mi empresa utilizamos la videoconferencia a diario. Ya se ha convertido en algo habitual, al tener tres oficinas y tener a veces a gente trabajando en el mismo proyecto repartida por las oficinas, o cuando se hacen reuniones de departamentos, de seguimiento de proyectos, etc.
Al principio cuesta habituarse, pero una vez acostumbrados incluso la echábamos de menos durante unas semanas que estuvo estropeada.
También usamos a veces VNC para hacer demos simultáneas en algunas reuniones.