No es el primer asalto de este combate, y sin duda no será el último. Parece ser que las discográficas y las entidades de gestión de derechos de propiedad intelectual andan completamente soliviantadas (más de lo ya habitual en ellas) por el último anuncio del ADSL de cierta operadora, en el que viene a decir algo así como «… descárgate música, películas, y juega online…», claramente posicionando el producto ADSL como ideal para la descarga de materiales sujetos a derechos de autor, e incluso estimulando a tales actividades. Por supueto, los asesores legales de la empresa en cuestión habrán hecho su trabajo, y tal y como está redactado el tema se podrá argüir que lo que están haciendo es invitarte a que te bajes lo que te de la gana desde portales como iTunes y otros de descarga legal, pero el caso es que al hilo de la sentencia del tribunal supremo de los Estados Unidos sobre Grokster, ha habido aquí alguno que ha querido ver un claro incentivo al desarrollo de actividades vulneradoras de los derechos de propiedad intelectual, y que no puede resistir que unos se estén hinchando a ganar dinero con el ADSL mientras otros pobrecitos ven como se les escapan los ingresos canción a canción y no llegan a fin de mes (sic).
Indudablemente, el anuncio incide en una verdad a gritos que todos sabemos, y en algo que hasta algún letrado asesor de dichas sociedades de gestión de derechos me ha reconocido: que en su casa, sus hijos también se bajan música de Internet. Todo el mundo se baja música de Internet, y un gran número de gente ve en la descarga de contenidos a través de Internet uno de los factores principales para contratar banda ancha, lo que convierte a la descarga de contenidos a través de Internet, de facto, en uno de los motores de desarrollo tecnológico del país. La cultura de bajarse música de Internet se ha asentado sólidamente entre la población porque, simplemente, es de sentido común, tiene una propuesta de valor muy superior a las mediocres alternativas propuestas por una industria senil, y está además legitimada por el comportamiento de la propia industria. Y no será de otra manera hasta que la música no esté disponible a un precio tal que sea completamente disuasorio obtenerla a través de un portal no oficial. En ese momento, y dado el descenso en el coste de fabricación y distribución, se podrá tal vez volver a hablar de modelos de negocio viables en este sector, pero ya veremos para quien. Mientras tanto, a ver si se atreven a pegarse con las operadoras por incentivar la descarga ilegal de contenidos… es una batalla que no querría perderme por nada del mundo.
Qué tontería, de verdad, al final a las discográficas les va a salir el tiro por la culata. O empiezan a ponerse las pilas ya o les veo a todos en la cola del paro.
Sin entrar en el tema de Grokster o los p2p ¿Cuánta gente hay ya que no compra discos y se baja legalmente Gigas de música? Ya han empezado a vender películas online sin soporte físico y de aquí al vídeo bajo demanda con un simple pay per view queda un suspiro.
Nada que sigan así ;-) si en vez de subirse al carro y modificar su modelo de negocio para adaptarse a los tiempos se empeñan en seguir cobrándonos 25 euros por un soporte físico que ni queremos ni necesitamos y encima con protecciones anticopia… van listos!
En fin, penoso y lo peor? probablemente ganen muchas batallas.
Enrique, y yo tampoco. Habiendo leido tus recientes exposiciones, considero clara la distinción entre la creación del artista y su sostenimiento económico; procedente la relación entre la propiedad intelectual e industrial; evidente la manifestación del impacto de la tecnología sobre el sistema industrial Ã?«mediatizadorÃ?» construído durante siglos; afortunado el recordatorio de que el comportamiento humano ya se daba en nuestros ancestros; y oportuna la aclaración sobre que la propiedad intelectual tiene algún futuro.
Ahora bien, no entiendo aún tu lógica para concluir el anacronismo económico de los derechos de autor (nada que objetar a la defensa de una Ã?«cultura libreÃ?» soportada en mecenazgos, actuaciones, merchandising, etc., que no en impuestos). Comparto que la tecnología no va a poder evitar Ã?«algunaÃ?» circulación indeseada de bits, pero no creo que los hackers, que no son ciudadanos Ã?«rasosÃ?», sean imparables (la banca electrónica los ve de otra manera, y los que tienen que cumplir la LOPD y proteger su fondo de comercio, también, además de otras empresas como IBM, Sun, Apple, Microsoft, etc.).
Mi problema debe de ser que no veo tan claros los distingos que se hacen entre propiedad inmaterial y material. Los humanos seguimos mejorando la abstracción y la productividad, y la escasez y control que dan valor económico, y permiten poner precio a muchos bienes y derechos, se consiguen en bastantes ocasiones con medios más anticuados que la casete (como la emisión de papel moneda), y tan cuestionables como la apropiación indebida (como la destrucción de excedentes alimentarios). Otra cosa es que haya innovaciones, que la técnica actual permita tratar eficientemente la diversidad y reducir drásticamente los costes de distribución, y que sea muy difícil competir contra modelos de acceso gratuito sustentados con ingresos indirectos.
Yo creo que las discográficas han perdido una importante batalla al permitir (o al no saber evitar) que la «plebe» se entere de que existe un mundo mejor al que ellos nos dan. Y no ya hablo sólo de precio.
La gente se ha acostumbrado a conseguir cualquier canción, de la época que sea, de la zona del mundo que sea, etc. Han sentido lo que es no depender de que tal discográfica edite o no en su pais el CD que quiere porque le resulte o no super-rentable. O esos CDs que no son superventas y que no aparecían en ninguna estantería. Hemos visto que es posible, cuando ellos nos decían que era imposible.
Y por quejarse de que sólo ganan 20 cuando deberían ganar 300, la gente no se ha quedado con esos 280 que faltan, si no que han dicho que ¿por qué ganan 20 sin hacer nada?
Quizás sea un mal simil pero como a los perros cuando muerden a una persona hay que eliminarlos por si les ha gustado, ahora que hemos descubierto una nueva vida musical, va a ser muy muy dificil pasar de nuevo por el aro.
Si es que la gente, a la hora de contratar la banda ancha, sabe lo que busca: explotar la parte sumergida del iceberg.
Hace unos meses me había llamado la atención un anuncio de un ordenador con grabadora de DVD que decía:
«Un cine permanente
No tengas prisa por tener que devolver las películas. No solo lee sino que también graba películas de DVD.»
¿Cuantos discos aparecieron este año? ¿Cómo elijo entre todos ellos?¿Debo comprarlos todos para saber si me gustan?
Mi teoría es que mucha gente usa las copias ilegales como versiones beta. Si pasa la prueba compran el original. Es una buena técnica de depuración.
Hace un tiempo leí una propuesta que me parecía descabellada, hasta que entendí la razón de que 4 millones de españoles tengan banda ancha en casa (creo que en número superamos a los japoneses). La idea es que la música ‘gratis’ es tan suculenta, que las empresas de telefonía terminarán por comprar a las discográficas.
Sólo un hecho del que se da uno cuenta sólo cuando va al extranjero: es Espana se compran ordenadores para estar descargando música y películas todo el día, mientras que en otros países (Alemania es mi caso) hay real afición a eBay, Amazon, y una larga lista de webs informativas y comerciales.
Y qué sucede? Pues que el concepto que tienen aquí de la red es mucho más avanzado, y no están en la cola de la lista de países con índice de productividad más bajo, como es el caso de Espania.
Es una pena que las discográficas sigan ladrando en lugar de crear valor y cambiar su modelo de negocio. Si en Espania trabajaran (las discográficas), igual podríamos estar a la cabeza en el mundo de las descargas… pues debemos ser de los países que más lo practicamos. Pero, una vez más, se nos adelantarán.
Alguien sabe si existe alguna cifra de (Usuarios que usan la red para descargar)/(Usuarios de red) por país?
Sería muy interesante… estaríamos en eso a la cabeza?
Y qué me decís de los chinos del centro de Madrid? Que te vengan a la barra a vender copias piratas… no lo he visto en ninguna otra ciudad! Miento, en Shanghai me han dicho que nos sobrepasan de calle.
En resumen, que lo de las descargas va muy bien con Lazarillo de Tormes…