Tarde de domingo. Aún no me he recuperado del ataque nostálgico, auténtica LA-sickness que me provocó ayer por la tarde ver la película Volcano, que aunque es mala, transcurre todo el rato al ladito de mi casa en Los Angeles (en la foto). El Beverly Center que se ve constantemente en la película es el mall donde nos íbamos de compras, el Cedars-Sinai era nuestro hospital, el sitio donde están los elefantes en el estanque de brea era el museo favorito de mi hija (la debí llevar lo menos quince veces, y no se aburría de ir). Las calles, las tiendas… todo está allí, porque de hecho la película es del 97, cuando aún estábamos allí.
Y mientras estoy con ese ataque nostálgico, me encuentro en Smart Mobs esta noticia que dice que precisamente ese barrio, entre LaBrea y Fairfax, será la primera zona de la ciudad instalada con WiFi completamente gratuita, mediante siete redes interconectadas y antenas en infraestructura municipal (farolas, semáforos, señales de tráfico). Esta es la página del proyecto WEHO, West Hollywood Outdoor Public Wireless Network. Desde mi punto de vista, una necesidad. Llamadme idealista, pero la conectividad ha dejado de ser un servicio por el que alguien deba cobrar al usuario. La conectividad, el acceso a la Red, el acceso a la información ya no es, no debe ser un servicio. Es un derecho. El derecho sobre el que debe asentarse la sociedad del futuro.
Lamentablemente, creo que vamos en el proceso inverso, lo que dábamos por supuesto como infraestructura gratuita se convierte en un bien restringido.
Primero fue el aparcar en las ciudades y ahora es el circular por las carreteras, al menos eso pretende el gobierno inglés-, está ocurriendo con el agua de gratis ha pasado a ser fuente de conflicto y hoy empieza a pasar por el aire.
Totalmente de acuerdo, Enrique.
Si en su momento se legisló en este país que las TV debían emitir al menos un partido de Liga semanal y los partidos de la Selección por «interés general», se podría pedir lo mismo desde ya en los temas de conectividad.
Respecto a lo que comenta elviejoclub, es cierto que muchos servicios que antes eran gratuitos (o casi), ahora se han encarecido y son cobrados. Pero hay otros ejemplos interesantes: los modelos de negocio de los periódicos gratuitos tipo Metro o 20 Minutos han hecho tambalearse los ingresos de los diarios de toda la vida.
Si existe el derecho a la información o a la educación, también existe el derecho a la conectividad.
Como siempre en estos casos, discrepo. Me produce siempre sarpullidos que se llame derecho a algo por lo que hay que cogerle dinero a los demás para proveerlo. El derecho en esto es que nadie pueda impedirte la conexión si te la puedes pagar ni pueda coartarte en lo que hagas en la red si no es ilegal.
Elviejoclub, lo único que puede ser gratuito sin que haya problemas es aquello que no es escaso. Todo aquello que resulte escaso ha de tener alguna gestión: puede ser gratuito y racionarlo o puede tener precios y que éstos racionen (amén de múltiples grises, como lo que nos quieren hacer con la energía en España).
Por cierto, Volcano era ciertamente una porquería. Qué cosa, pardiez.
Si no aprendí mal, una cosa es la evolución del reconocimiento de los derechos (de los humanos en general, de los ciudadanos de un pueblito, etc.), y otra distinta cómo obtener el dinero que se necesita impepinablemente para satisfacerlos en una economía de mercado en democracia. Que se haga vía impuestos, tasas, cánones, peajes, precios, etc., o que los preste un empleado de una concesión en vez del funcionario tradicional, son otras cuestiones, me parece a mí.
La gratuidad la marca o ha de marcarla el mercado….. (¿no era eso lo que decían los partidarios del liberalismo a ultranza?). Sin embargo, tras las primeras iniciativas de facilitar conectividad gratuita en algunas ciudades españolas salió inmediatamente la CMT para decir que eso era competencia desleal…….. Vivir para ver……
La conectividad en un país que se autoproclame desarrollado, debería de ser gratuita o al menos que hubiese un plan ya en marcha para que lo fuese en breve. Las administraciones deberían de gastar menos dinero en algunas paridas como son merchandising múltiple y variopinto y gastarse el dinero en lo que de verdad importa. ¿No estamos hablando constantemente de la importancia de la creatividad, de la necesidad de incrementar la iniciativa privada, de mejorar en I+D? Pues pongamos los medios.
Que no paguemos por algo no quiere decir que sea gratis. Los ayuntamientos (y resto de organismos oficiales) obtienen sus ingresos vía impuestos que pagamos todos (al menos, la mayoría).
Lo que podemos discutir es la eficiencia en el gasto de ese dinero, y en eso cuentan las preferencias personales. Yo también prefiero que me den conectividad gratis a que arreglen la línea x de metro, pero ese debate es de prioridades, no de si algo es gratis o no. Y esto da muchísimo juego para la demagogia (vease la manifestación de ayer, donde piden comercio justo los mismos que exigen subvenciones para los agricultores).
Lo que no es de recibo es que si un ayuntamiento decide gastar su dinero en dar este servicio, la CMT no lo permita. Deberían ser los electores los que tengan que decidir si ese empleo de fondos es apropiado o no.
Es una gran idea crear redes Wi-Fi públicas y gratuitas.
Pero, no creo que la discusión de su idoneidad se deba llevar por el camino de si es un servicio básico o no (y gratuito). Entiendo que debe basarse en uno de los cometidos del estado (por tanto del municipio): impulsar las nuevas tecnologías, fundar la infraestructura suficiente y apoyar la iniciativa privada. Generar una red Wi-Fi municipal es una fabulosa forma de empujar y apoyar el uso de las nuevas formas de trabajar «desconectado». Esta claro que está discusión no va sobre tecnología, sino sobre nuestra visión política de estado.
Por cierto tras el cambio de gobierno , ¿la visión de la CMT también cambiará sobre este tipo de inicitivas en España?
Creo que Daniel da en el clavo con el concepto de la escasez. Y que precisamente eso es lo que ha cambiado: entramos, como decían NordstrÃ?¶m y RidderstrÃ?Â¥le, en la «era de la abundancia», y por tanto las cosas escasas que antes generaban modelos de negocio ahora deben convertirse en cosas al alcance de todo el mundo. Antes, para proveer de conectividad a la población, había que tender costosos cables e infraestructuras de todo tipo. Ahora, el coste de la infraestructura se abarata enormemente, las inversiones necesarias para tenderla es muy inferior, no se justifica un pago por uso, y los beneficios que se obtienen de dar acceso ubicuo a esas redes son muy superiores que los que se obtendrían de permitir una explotación en régimen de oligopoliio de ese tipo de intraestructuras. Las combinaciones variadas de WiFi, WiMAX, VoIP, ADSL, P2P y todas esas familias de tecnologías están siendo capaces de generar una auténtica era de la abundancia, en la que modelos económicos basados en su explotación «en pequeñas fracciones», léase minutos o Kb., pasan a estar simplemente desfasados.
La verdad es que está claro que la factura la tiene que pagar alguién (y mayor o menor por el coste de los cables siempre hay una factura), y como se dice por ahí arriba, hay cosas más prioritarias para la administración (con un mínimo de sentido común), que el acceso universal gratuito a internet.
Lo que yo no veo nada bien es que si yo (o mi empresa, o mi ayuntamiento) quiero hacer accesible mi conexión a internet de forma pública a través de wifi, nadie debería impedirmelo bajo una ley sin sentido. Ese es realmente para mí el problema.
Estoy bastante de acuerdo contigo que la conectividad ha de ser un «common». Más aún. Podemos extender el concepto. Estuve trabajando en un proyecto de Grid Computing para un distrito de negocios en el que la capacidad de cálculo y repositorios de datos que aportaba el «pool» de ordenadores de todas las empresas del distrito se convertía en un «suministro» más. Evidentmente ahí se destiló un modelo de pago basado en la idea de mercado de futuros e incorporando sistema de compensación (tanto dejas usar tus ordenadores, tanto te descuento de tu coste). Sin llegar a ser gratuito, era muy barato. Probablemente acabaremos con una situación similar para compensar los gastos de despliegue de la infrastructura abierta. Seguro que no nos quedaremos ni con un «todo libre» ni con «pagando hasta por el aire».
Otra posibilidad es la que estamos trabajando en Cataluña que es crear un operador neutro también de WiFi.
Aquí tenéis un par de enlaces sobre esta iniciativa:
http://www.liderdigital.com/noticias/detalle_noticia.php?id_noticia=30853
http://www.lightreading.com/document.asp?doc_id=76145&WT.svl=news1_6
Y un comentario en aquí
http://casiseguro.blogspot.com/2005/06/la-red-que-promueven-la-generalitat-y.html
Estoy de acuerdo en que esto es un tema muy dado a la demagogia, y un ejemplo claro es que el modelo del que hablais solo lo aplicais a las telecomunicaciones. Tal y como comentaban antes, hay gente que prefiere conectividad gratuita (relativamente por los impuestos) a que arreglen una linea de metro, pero es que los usuarios de metro tienen, ademas, un pago por uso, por lo que caemos en un caso de doble imposicion, no? prefiero el modelo actual de conectividad donde pago si quiero (de hecho lo hago, tanto por ADSL como por UMTS o GPRS), que otro donde tenga que financiar la conexion gratuita de otros. al menos solo pago una vez.
Un atraco, yo pago mi ADSL, si quieres navgar paga, pero que no me obliguen a mi a pagar doble, mi ADSL y tu WIFI municipal.