Yahoo! se lanza al mundo del alquiler de música, y lo hace en plan agresivo: con Yahoo! Music Unlimited, dará acceso a su catálogo de más de un millón de canciones, por $6.99 al mes o $60 año. El mismo servicio, en RealNetworks, sale por $179. El movimiento es fuerte, y pretende captar usuarios para un tipo de servicio consistente en un uso ilimitado de las canciones siempre y cuando mantengas tu suscripción al día. Un servicio similar de Napster, no obstante, fue rápidamente hackeado y generó un agujero por el que muchos usuarios pudieron obtener grandes cantidades de música a cambio de una tarifa plana muy baja, y posteriormente eliminar todo rastro del DRM y hacer lo que quisieran con ella.
El servicio de Yahoo! utiliza el estándar de Microsoft PlaysForSure, que se incorpora a unos diez dispositivos reproductores de cierta popularidad, como los Zen, Dell, Rio, iRiver, Sandisk y otros. Sin embargo, el servicio no será, de entrada, compatible con el iPod de Apple, el clarísimo líder de mercado en estetipo de dispositivos.
Algo tienen este tipo de servicios que no me gustan nada de nada. La idea de disponer de la música temporalmente no me resulta en absoluto atractiva. Y la de que ponga trabas a su compartición, reproducción en ciertos dispositivos o disfrute me parece horrible. Por otro lado, el cacao que está montando Yahoo! con sus ofertas de música va camino de llevarles a la edición de un mapa y un diccionario para que sus usuarios entendamos la diferencia entre MusicMatch (que parece que se fusionará con ésta), Yahoo! Music, Yahoo! Music Unlimited, MusicMatch y nosecuantas cosas más, ya he perdido la cuenta. Además, un analista de Jupiter predice (imagino que con la bola de cristal, que es como investiga esta gente) que esto de la música por suscripción superará en el plazo de dos años a las descargas legales. Un fuerte indicativo de que en realidad, es muy posible que se la peguen con este tipo de servicios…
Yo no lo veo. Pero no quiere decir nada, es una pura impresión personal no basada en investigación. Estaremos pendientes.
Pues no sé Enrique. La cosa «temporal» ha funcionado de miedo en el alquiler de películas durante varias décadas ya (y sigue funcionando). Quizás la música sea diferente o quizás no lo sea tanto. En mi caso, seguiré alquilando películas pero no «alquilando» canciones, aunque yo tampoco soy muy ilustrativo de estos mundos tan «digerati» que corren hoy en día.
Yo me aproximo más a la posición de Enrique: tengo la íntima convicción de que se van a dar una buena toña con el alquiler de canciones. Yo no lo compararía con el de películas por varias razones, de las que nombraré las dos que considero más relevantes:
– La duración: la inversión de tiempo para ver una película es mucho mayor, y la mayoría de ellas las ves sólo una vez en tu vida, muy al contrario que con las canciones. Entonces, ¿para qué comprarla si la puedes alquilar?
– La posibilidad de escuchar música mientras se realiza otra actividad, lo que hace de ésta un producto más versátil. Por tanto, el «alquiler» de canciones sólo lo veo posible como negocio en el caso de que no haya restricción en cuanto al acceso a la misma desde cualquier lugar: casa, coche, la misma calle… Y hoy por hoy, en España, la conexión a Internet que se nos ofrece (y el más que disuasorio precio) no permite ni soñar con semejante servicio.
Un saludo.
Si yo no puedo controlar lo que ellos pueden hacer con el dinero que yo les pago, en contraprestación de un servicio, ellos tampoco deberían poder controlar lo que yo hago con el producto que recibo.
Está claro que, en el mundo digital, no son aplicables las mismas reglas que en el mundo físico: si yo alquilo un coche, alguien está dejando de poder utilizarlo al cederme los derechos exclusivos de uso. Con el contenido digital, eso no ocurre: el arrendatario no pierde la capacidad de seguir alquilando el producto o servicio ad infinitum.
Aunque en ‘teoría’ sólo funciona en los EEUU, me he registrado (la semana de prueba gratuita) y lo estoy probando… Efectivamente, como comenta Enrique, utiliza la tecnología Microsoft para la gestión de derechos.
Así a priori, me gusta la forma en que tienen organizada la música (aunque hay poco), y permite streaming o descarga. Pero claro, estamos en lo de siempre… ¿por qué no puedo hacer lo que me apetezca con la música que he descargado? ¿Por qué no puedo reproducirla donde quiera? De todas formas, imagino que no tardará mucho en caer el sistema de protección, como pasa siempre.