Mi columna de hoy en Libertad Digital se titula «¿Cómo de malo se ha vuelto Google?«, y hace una interpretación más matizada y serena de los cambios introducidos en el modelo de publicidad. Se mantiene el control por parte del editor de la página, que puede seguir impidiendo la aparición de determinados anuncios, empresas y, ahora, formatos. Por tanto, aunque las nuevas condiciones pudiesen llegar a dar lugar a experiencias de navegación desagradables, para ello debería darse una confluencia de circunstancias que uniesen a un director de campaña ignorante o irresponsable, con un editor excesivamente codicioso.
A veces las cosas no son blancas o negras, sino grises. Y lo que sí es verdad es que Google, últimamente, le está tomando una cierta afición al gris.
Ahora que me he releido en el otro comentario sobre este tema, veo que estuve un poco borde. Lo siento!, también lo escribí ‘en caliente’ :)
La columna con las matizaciones incluidas me parece mucho más acertada y precisa.
Esperemos a ver que ocurre. Yo por el momento confío en google :)
un saludo! Liku