Mendocino es el nombre interno de un proyecto de desarrollo de software conjunto entre Microsoft y SAP, destinado a facilitar la interoperabilidad de ambos sistemas, una apuesta importante de apalancamiento mútuo: SAP en el dominio monopolístico que Microsoft aún ejerce sobre las aplicaciones de productividad personal, y Microsoft en el liderazgo de mercado que SAP posee en aplicaciones de software corporativo. En ZDNet hay algo de información, en el WSJ algo más, pero es sólo para suscriptores.
La idea de compartir fácilmente datos entre SAP y aplicaciones ofimáticas como Excel o Outlook no es en absoluto nueva. Sin embargo, la existencia de un producto conjunto y vendido por ambas compañías destinado a permitir una interoperabilidad entre ambas plataformas sin necesidad de un trabajo de integración tecnológica previo sí que lo es. Obviamente, el desarrollo proviene de las conversaciones que Microsoft y SAP mantuvieron el año pasado, en las que se llegó a hablar del posible interés de la primera por comprar la segunda, algo que habría resultado una verdadera sacudida histórica en la historia de la industria del software. Obviamente, a juzgar por la colaboración, las conversaciones se mantienen en buenos términos. Y la existencia de un «enemigo común», en el extraño sentido en que alguien puede ser «enemigo» en esta industria, mejora indudablemente las posibilidades de colaboración.
La idea, según sus promotores, es proporcionar un entorno completamente integrado, en el que , por ejemplo, un cambio en una reunión en Outlook se vea reflejado inmediatamente en el time-management de SAP. Para SAP, que en muchos casos sufre una cierta barrera que hace que, en general, pocas personas utilicen cada función, la idea es permitir un manejo del sistema mediante herramientas al alcance de cualquiera. Para Microsoft, se trata de afianzar aún más la penetración de sus herramientas de ofimática en los clientes naturales de SAP, a los que, en cualquier caso, le resultaba dificil llegar con las soluciones de software corporativo de Microsoft Business Solutions. El futuro, no obstante, se presenta curioso, porque ambas empresas están llamadas a una confluencia en el mercado de software corporativo: SAP, mediante BusinessOne, ya es toda una opción para empresas de prácticamente cualquier tamaño, y MBS propone soluciones integradas que intentan asimismo ser válidas para empresas de mayor tamaño. ¿Que pasará cuando uno empiece a ver que el otro le «levanta» clientes que creía en su terreno?
En cualquier caso, me quedo con la cita de Shai Agassi, al que conocí en el último evento que hice con SAP en Madrid:
«We’re taking the two biggest applications in the market and for the first time getting a shared experience. Customers don’t want to be locked in. They want to have giants cooperating and taking away complexity.»
Como principio general, me parece perfecto.
Enrique, ¿dice algo el WSJ sobre cómo encaja Mendocino con los Web services estándar que ambas empresas apoyan para la interacción entre SI sin servicios profesionales de integración?
Sí, y menciona claramente a IBM: «Jeff Raikes, the Microsoft group vice president who oversees the Office product line, said the intent is to automate some of the software-integration work that currently requires outside consultants. In particular, he took a jab at IBM, which is heavily reliant on revenue from such services. «We prefer to build the professional services into the software so people don’t have to pay for it separately,» he said. An IBM spokesman declined to comment.»
No está mal…
De donde salio el nombre mendocino?
Hasta donde yo sé es un condado californiano… pero ni idea de porqué escogieron ese sitio como nombre, la verdad…